Por Germán Ayala Osorio
Desde la campaña por la
presidencia, Gustavo Petro y Luis Carlos Sarmiento Angulo libran un pulso
político que oscila entre lo personal y lo institucional porque involucra a
la Casa de Nariño, al banquero y a su periódico El Tiempo. El magnate colombiano,
acostumbrado a “manosear” a los presidentes de la República cuyas campañas patrocinó
en el pasado, encontró en Petro una férrea y molesta dignidad que lo obligó a
usar su periódico para atacar al gobierno y a la institución presidencial.
El más reciente asalto de ese
agrio enfrentamiento se produjo esta noche durante la “alocución presidencial”,
transmitida por canales privados y públicos. Petro leyó al aire el titular del
diario bogotano: “presidente Petro no cumple orden del Consejo de
Estado y transmite por canales nacionales consejo de ministros”.
A renglón seguido y mirando a la cámara, les dijo “mentirosos. Por qué la
prensa tradicional de Colombia se encostró en la mentira. Esto no es un consejo
de ministros. Un consejo de ministros tiene su formalidad. Sigue después de
este programa en los canales públicos. Esta es una alocución presidencial. Y
si nos van a censurar las alocuciones presidenciales, entonces mejor den el golpe
de Estado y veremos si ganan. Entonces no digan mentiras, la prensa no
está para decir mentiras, su misión fundamental es la verdad, señores de El
Tiempo; o señor Luis Carlos Sarmiento Angulo que nos está debiendo un billón
ochocientos mil millones de pesos guardaditos en sus bancos porque no hizo la
carretera de Loboguerrero…nosotros no desacatamos la justicia…”.
En una rápida búsqueda en la red
internet se encuentran titulares como este del portal las 2 orillas: “Sarmiento
Angulo se fue a pleito para zafarse de la 4G Mulaló- Loboguerrero en la
ruta a Buenaventura”. Al que se
suma una especie de “resumen” que señala: “La codicia insaciable del
banquero Sarmiento Ángulo ha impedido que se construya el primer metro lineal
de la vía Mulaló – Loboguerrero, mientras el Estado ha girado del presupuesto
general de la Nación $2 billones (dos billones de pesos), asumiendo
la obligación contractual”.
Lo cierto es que este nuevo
rifirrafe entre Petro y el poderoso banquero ha servido para que las audiencias
y en particular los seguidores del presidente de la República reconozcan varios
hechos que están en el fondo de la disputa personal entre el jefe del Estado y el
nonagenario Luis Carlos Sarmiento Angulo.
El primero de esos hechos es que
el Estado colombiano deviene capturado-privatizado por banqueros como Sarmiento
Angulo, lo que le ha permitido poner en la Casa de Nariño a obsecuentes presidentes,
asumidos por el magnate como sus “ilustres sirvientes”. La consecuencia de esa
captura la expuso con preocupante claridad el propio Petro cuando dijo que “eran
gobierno, pero no tenían el poder”.
Otro hecho es la concentración
privada de los medios masivos de información en pocas manos, lo que facilita la
construcción de narrativas que favorecen los intereses económicos y políticos
de los propietarios de medios como El Tiempo, El Espectador, Semana y El País
de Cali; estas empresas mediáticas fungen como nunca lo hicieron con un
inusitado fervor como actores políticos que le hacen oposición al primer
gobierno progresista en la historia de Colombia. El calificativo de “mentirosos”
que usó el presidente Petro en su particular “alocución” se puede aplicar a toda
la prensa afecta al Establecimiento, interesada en deslegitimar al gobierno
Petro y consolidar la narrativa catastrofista de que el país va mal.
Ya en la recta final de su mandato, el presidente Petro da muestras de cansancio frente al poder omnímodo de un banquero cuyo conglomerado económico fue sancionado económicamente por las autoridades de los Estados Unidos por la corrupción, de la mano de la Odebrecht, en la construcción de la Ruta del Sol 2.
PETRO Y SARMIENTO ANGULO - Búsqueda Imágenes
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