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jueves, 6 de marzo de 2025

GALÁN, EL ALCALDE ECOLÓGICAMENTE INSOSTENIBLE

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Los constantes roces entre el presidente de la República y el alcalde mayor de Bogotá se desprenden de dos visiones irreconciliables alrededor del desarrollo urbanístico, incluido en este el asunto de la movilidad.

Por cuenta de un borrador de resolución del Ministerio del Medio Ambiente, Galán y el gobierno Petro están metidos en una discusión que va más allá de tecnicismos, porque gira en torno a asuntos ideológicos y políticos con los que el alcalde de Bogotá quiere tapar su incapacidad para entender sistémicamente los problemas ecológicos y socioambientales que enfrenta Bogotá alrededor del agua.

La exministra de ambiente, Susana Muhamad señaló que “la resolución para la Sabana de Bogotá no está en contra del desarrollo ni de la ciudad. Es un proceso técnico y participativo que lleva meses en construcción. El Distrito siempre fue invitado y conocía estos lineamientos. El @MinAmbienteCo siempre mantuvo abiertas las puertas al Distrito: 3 asambleas y 7 mesas técnicas. La resolución está en consulta, no cambia el POT ni impide proyectos. Su objetivo es claro: proteger el agua y los suelos agrícolas ante una crisis hídrica que Bogotá no puede seguir ignorando”.

Mientras que Galán sigue instalado en un modelo de ciudad liderado por empresas urbanizadoras a las que poco o nada les importó en el pasado desecar humedales, el presidente Petro, consciente de las pluricrisis que produce el cambio climático, le está apostando a reordenar el territorio nacional en torno al agua. Es decir, Galán está siguiendo el modelo de ciudad que promovieron los alcaldes Enrique Peñalosa y Claudia López: urbanizar y llenar de buses la ciudad.

La postura de Galán deviene infantil en la medida en que expone débiles argumentos como la soberanía y la autonomía territorial de Bogotá, variables políticas que alrededor de la crisis del agua que afronta la capital del país se tornan marginales porque hacer sostenible la ciudad pasa por dejar de asumir la sostenibilidad exclusivamente desde la perspectiva económica y política, para empezar a pensarla desde criterios ecológicos y socioambientales, atados a una ética ecológica que dejaron de lado las administraciones de Peñalosa y López.

Peñalosa, López y ahora Carlos Fernando Galán fungen como agentes dinamizadores de lo que se conoce como la Sostenibilidad Asistémica Funcional (SAF), que no es otra cosa que la aplicación a rajatabla de un modelo de desarrollo fincado en la economía política, dejando de lado consideraciones ecológicas fundamentales como las zonas de recarga, el ciclo del agua, los ríos voladores y los efectos que generan las hidroeléctricas y sus embalses. Una SAF es el resultado de transacciones económicas y políticas que claramente amarraron a anteriores alcaldes de Bogotá a los designios de las constructoras proclives a desentenderse de las variables ecológicas y socioambientales.

Galán parece estar defendiendo los intereses de las empresas constructoras que financiaron su campaña electoral, obviando la crisis estructural que ya afronta la ciudad en torno a las fuentes de abastecimiento de agua para una ciudad que creció de manera desordenada justamente porque la visión de desarrollo que se impuso siempre caminó de la mano de los intereses del gran capital.

El alcalde mayor de Bogotá está librando una pelea ideológica y política con Petro y el gobierno central que terminará por confirmar su incapacidad para entender de manera sistémica los problemas y las circunstancias ecológicas y socioambientales en las que está la capital del país por cuenta de sucesivos gobiernos distritales amantes del cemento. Terminar de afectar la reserva Van der Hammen es extender en el tiempo los problemas de abastecimiento del preciado líquido. La crisis del agua que afronta la capital es real. Galán está actuando de manera irresponsable. 



Foto tomada de Galán y Petro se enfrentan por resolución del Ministerio de Ambiente sobre la Sabana de Bogotá

viernes, 22 de noviembre de 2024

ÁREA METROPOLITANA DEL SUR0CCIDENTE: ¿LEGALIZAR LA DE FACTO Y EXTENDER SUS EFECTOS NEGATIVOS?

 

Por Germán Ayala Osorio

 

El proyecto de crear el Área Metropolitana del Suroccidente (AMSO) genera, como era de esperarse, polémicas alrededor de los impactos que traería para los municipios que cercanos a Cali ya sufren los impactos de un área metropolitana que de facto opera de tiempo atrás, de la mano de procesos de conurbación que exhiben una apuesta incontrastable de urbanización con todo y lo que ello significa en materia ambiental, ecológica, paisajística y en el encarecimiento de la tierra en la medida en que la especulación viene de la mano de la construcción de las unidades residenciales.  Municipios como Jamundí y Palmira son testigos mudos de los efectos positivos y negativos que generan esos procesos forzados de “integración” urbanística. 

La AMSO en cuestión haría posible la agrupación de Cali, Palmira, Jamundí, Candelaria, Dagua, Villa Rica y Puerto Tejada, municipios que comparten realidades socioambientales complejas, especialmente los dos entes territoriales del norte del Cauca, en virtud de la presencia hegemónica del monocultivo de la caña de azúcar y por supuesto los municipios de Palmira y Candelaria, cercado por la extensión incontrolada de la gramínea. Curioso que no incluyan a Yumbo dentro de la propuesta de área metropolitana cuando este municipio ya sufre los efectos de la conurbación impulsada desde Cali. 

Quienes defienden la creación de la AMSO e invitan a votar Sí a la consulta popular de este 24 de noviembre no han resuelto las dudas y cuestionamientos que se han hecho alrededor de cuáles serían las líneas gruesas del tipo de desarrollo socio económico que se impulsaría a través de esa figura y mucho menos cuáles son los planes de protección ecológica y ambiental de los ecosistemas comprometidos y violentados por un feroz desarrollo agro extractivo.

El arquitecto Benjamín Barney Caldas, en Razón Pública,  se pregunta: “cómo ordenar un área metropolitana — constituida o de hecho — cuando, como es evidente en el caso de Cali, está asentada sobre tres cabeceras municipales — Cali, Yumbo y Jamundí — y sobre áreas que pertenecen a otros cinco municipios: Palmira, Candelaria, Florida, Puerto Tejada y Santander de Quilichao.  Estos dos últimos pertenecen al departamento del Cauca. Aunque la ciudad de Cali no tenga jurisdicción sobre todos estos municipios, su área de influencia configura en realidad una misma ciudad extendida: no se trata de un perímetro adyacente o de una región inmediata. De otro lado, cómo pretender controlar el uso del suelo urbano y suburbano — en su gran mayoría de propiedad privada — si no se aplica decididamente el impuesto de plusvalía, ignorando el mandato constitucional sobre la función social de la propiedad privada”.

Los asuntos problemáticos que rodean la posible creación de la AMSO superan los miedos de los alcaldes por aquello de perder autonomía como efecto de quedar subsumidos por el poder político y económico de Cali.

El valle geográfico del río Cauca, incluido el norte del Cauca y parte de Risaralda son el mejor ejemplo del proceso de reordenamiento de ese territorio sin escuchar las lógicas productivas y las relaciones consustanciales con la tierra que ya tenían comunidades afros e indígenas antes de la llegada del disruptivo monocultivo de la caña de azúcar. El avasallamiento étnico-ecológico y socio ambiental de la gramínea se dio a través de la captura clientelar y corporativa de las autoridades ambientales comprometidas en las jurisdicciones de los tres departamentos. Ejemplo de ello, la CVC y la CRC, entidades que le hicieron el juego a los cañicultores. Los planes de desarrollo de varios municipios del norte del Cauca y del Valle fueron instrumentos con los que se legitimó la extensión de la caña de azúcar ¿Por qué decirle Sí a la AMSO cuando existen esos antecedentes y la operación de facto de un área metropolitana sostenida exclusivamente por intereses privados?

Hay que pensar un proceso de regionalización que bajo un enfoque sistémico permita la discusión sobre el tipo de desarrollo económico con todos lo actores y agentes comprometidos, incluidas, por supuesto, las lecturas mágicas de aquellas comunidades que asumen la vida dentro de su territorio por fuera de las lógicas viales y de urbanización que guían a quienes están apoyando la AMSO.

Cuando las ciudades crecen mucho — como Bogotá — o crecen muy rápidamente — como Barranquilla, Medellín y muy especialmente Cali — se configuran conurbaciones amorfas, caóticas e incontroladas con los municipios vecinos”. ¿No será mejor poner atención a esa realidad, aprender de esos errores, antes de pensar en seguir extendiéndoles bajo la fuerza del marco legal que ampararía la creación de la AMSO?





foto de cali y caña de azúcar - Búsqueda Imágenes


jueves, 7 de noviembre de 2024

EL ALCALDE DE BOGOTÁ Y LA PRENSA BOGOTANA

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La gran prensa bogotana está cuidándole la espalda al alcalde mayor de Bogotá. Se trata de una apuesta editorial y periodística que consiste en “tratar con guantes de seda” al delfín, a pesar del carácter irresoluto que por momentos deja ver Carlos Fernando Galán (CFG) frente a temas como la inseguridad y el racionamiento del agua. Eso sí, está decidido a continuar con el sistemático proceso de sometimiento de la reserva Thomas Van Der Hammen, hecho que lo confirma como el sucesor de Peñalosa en materia de deterioro ambiental y ecológico de la sabana de Bogotá. 

CFG es un político sumiso, obediente e incapaz de expresar crítica alguna contra el modelo urbanístico aplicado en la capital del país, en gran medida responsable de los problemas de abastecimiento de agua para los capitalinos. Galán no es un político brillante. Eso sí, es funcional a la élite bogotana y a quienes desde los partidos políticos le apuestan a mantener las correlaciones de fuerza al interior del establecimiento nacional que, desde Bogotá, sus más visibles agentes juegan a pensar el desarrollo del resto del país.

La ayuda mediática que le están prestando medios como La FM, Blu Radio, La W, El Tiempo y Semana tiene el claro objetivo de ir consolidando al hijo de Luis Carlos Galán Sarmiento como el candidato presidencial de la derecha bogotana. Se cree que quien sea capaz de administrar a la compleja Bogotá, puede asumir el reto de gobernar a un país como Colombia que por muchos factores se torna ingobernable. Ya veremos qué sucede con la aspiración presidencial de Galán.

El discurso de Carlos Fernando Galán es básico. Habla un inglés fluido como Iván Duque, y al igual que el expresidente y ex títere, el dominio de esa lengua está atado a una narrativa insulsa y acrítica muy propia de aquellos políticos interesados en llegar a la Casa de Nariño para cumplir un sueño personal, familiar o el de los mecenas que los ponen en la casa de gobierno para cumplir el rol de firmones. Galán no tiene la aspiración política de dejar una huella indeleble, resultado de haberse asumido como un factor de cambio. Y mucho menos está interesado en convertirse en defensor de la causa ambiental y ecológica. De continuar de esa manera, será en el inmediato futuro la versión 2.0 del nefasto Iván Duque Márquez.

Por ser hijo del inmolado líder político del Nuevo Liberalismo, hay quienes le exigen a Carlos Fernando y a su hermano Juan Manuel que recojan las banderas y las ideas de su padre. No lo harán justamente porque les resulta más cómodo a los dos someterse a las lógicas del establecimiento bogotano, que insistir en cambiar a una sociedad como la colombiana que deviene de tiempo atrás moralmente confundida.

CFG cree que gana mucho al graduar a Petro como un presidente “metiche” en las problemáticas de Bogotá. La reciente inundación de la “autopista” norte es un llamado de atención para que reoriente su proyecto de ciudad asumiendo el cuidado y la recuperación de la reserva Thomas Van Der Hammen. Pensar en garantizarle exclusivamente los intereses y los “derechos” adquiridos de las empresas constructoras que aportaron dinero a su campaña por la alcaldía puede resultarle caro en su carrera hacia la Casa de Nariño.

Hay un asunto que el alcalde Galán debería de entender: frente a los efectos socioambientales que viene dejando en Bogotá el cambio climático no habrá defensa mediática que, al final del mandato, salve su imagen. No les deje todo el trabajo a las empresas informativas, señor alcalde: gobierne con la responsabilidad que le exige el momento histórico por el cual atraviesan Bogotá, Colombia y el planeta entero. Le recomiendo que tome distancia de Enrique Peñalosa y de todos los “técnicos” que rodearon a quien desde el Palacio Liévano desecó humedales y le negó a los capitalinos la oportunidad de tener un metro subterráneo, por el solo hecho de privilegiar el negocio de los buses de Transmilenio.



carlos fernando galán pachon y la thomas van der hammen - Búsqueda Imágenes

miércoles, 30 de octubre de 2024

CAMBIO CLIMÁTICO Y LOS EFECTOS DE “DANA” EN VALENCIA (ESPAÑA)

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Las imágenes del desastre que deja la depresión DANA en la provincia de Valencia (España) son dantescas. A pesar de ser espeluznantes, en Colombia y en el mundo habrá cientos de millones de seres humanos que aún dudan de que el cambio climático y sus pluricrisis son una realidad socio ambiental y ecológica que no se puede seguir negando.

Carros apiñados como juguetes en mal estado bien podrían servir para exponer al individualismo como un factor negativo, resultante de las maneras como la humanidad asumió las ideas del desarrollo, el progreso y el bienestar individual, en contravía de conductas y derechos colectivos que jamás debieron ceder tanto a los deseos particulares por alcanzar independencia, reconocimiento, prestigio y autonomía en la sociedad capitalista. El coche del año, el Ferrari o el Lamborghini, o la silverado para penetrar selvas o pantanos representan la lógica del Hombre civilizado como ser capaz de someter y transformar ecosistemas calificados como inhóspitos. Todo lo anterior asociado a la vida urbana, hito civilizatorio en donde fenómenos climáticos  como DANA o los huracanes en los Estados Unidos se expresan con mayor rigor.

Aquellos coches arrumados, estrellados y muchos inservibles representan la suma de los objetivos trazados por todas las industrias que confluyen en su fabricación y movilización por el mundo.  Los agentes de poder económico y político que le apostaron a darle a millones de ciudadanos el plus de tener un vehículo movido a base de combustibles fósiles generadores de emisiones de C02 tardíamente comprendieron el daño que de manera sistemática se le viene haciendo al clima del planeta.

La verdad es que va a ser muy difícil para la humanidad entera abandonar las condiciones y las circunstancias que en clave individualista generó el modelo de desarrollo económico basado, de un lado, en la instrumentalización de la naturaleza y, del otro, en su sometimiento y transformación para poner a rodar millones de egos al mismo tiempo, por autopistas cada vez más rápidas y congestionadas en los Estados Unidos, China y hasta en la misma España.

Mientras el mundo ve las apocalípticas imágenes que nos deja DANA, en la COP16 que se realiza en Cali-Colombia, las discusiones avanzan en medio de tensiones políticas y económicas que tienen que ver con las relaciones de dominación entre un Norte opulento y desarrollado y un Sur complejo, pero igualmente interesado en alcanzar esos mismos niveles de desarrollo, bajo la misma fórmula: continuar sometiendo a la Naturaleza para satisfacer nuestros deseos individuales.

Quizás el ser humano asumió tempranamente como una forma de “violencia” las condiciones naturales del planeta Tierra. De allí que el desarrollo económico capitalista se haya fundado en una forma de “venganza” impulsada por la necesidad de adecuar los ecosistemas a nuestros deseos y aspiraciones.

Lo que necesitamos por encima de todo es recuperar el amor y la empatía por la naturaleza que perdimos cuando nos enamoramos de la vida urbana” (Lovelock, James). Quizás lo que más necesitamos es desenamorarnos de la vida urbana y de los deseos individualistas cuya fuente egocéntrica parece inagotable.

 Adenda: imagino que las Aseguradoras ya están diseñando (si es que ya no lo hicieron), pólizas para respaldar la inversión económica en vehículos de lujo que resulten afectados en los  próximos eventos. 


imagenes de dana en valencia - Búsqueda


CLAUDIA LÓPEZ TAN SERPENTEANTE COMO EL RÍO CAUCA

  Por Germán Ayala Osorio   El director de la UNGRD, Carlos Carrillo comparó a la candidata presidencial Claudia López Hernández con el ...