Por Germán Ayala Osorio
Se da por descontado que los
funcionarios elegidos por voto popular están preparados para ejercer esos
cargos, esto es, que conocen las funciones a desempeñar y tienen claras sus
competencias y los límites de sus jurisdicciones territoriales. Pero no es así.
Muchos llegan a aprender y en el mejor de los casos, a cumplir las órdenes que
les dan los que financiaron sus campañas.
El reciente rifirrafe entre los
presidentes Petro y Trump que provocó la tensión diplomática superada horas después,
sirvió para que expresidentes de la República, exministros, alcaldes en
ejercicio, periodistas de los medios hegemónicos y tuiteros dejaran ver que sus
posturas políticas pronorteamericanas están atadas a sus niveles de sumisión al
“imperio” como dirían los mamertos que jamás leyeron el libro de Michael Hardt
y Toni Negri, titulado Imperio.
Entre los alcaldes en ejercicio
que rechazaron con vehemencia la decisión del presidente Petro de no permitir
el aterrizaje de dos aviones militares con 160 colombianos deportados bajo el
estigma de ser delincuentes, están el alcalde de Cali, Alejandro Eder y de
Medellín, Federico Gutiérrez.
El alcalde de la capital de
Antioquia aprovechó la tensión diplomática para proponer la conformación de una
“delegación de alcaldes de Colombia para viajar a Washington y
procurar que el gobierno de Estados Unidos en cabeza de @realDonaldTrump
entienda que Petro no nos representa”. Semejante estupidez solo se
le puede ocurrir a un político que ignora que el manejo de las relaciones
internacionales es del resorte exclusivo del presidente de la República. Quizás
la incontrastable animadversión que Fico siente hacia Petro, sumado a su desconocimiento
de la Constitución política, lo llevaron a proponer semejante pendejada.
No sé qué se imaginó el ignaro
burgomaestre antioqueño al llegar a Washington y decirles a funcionarios
americanos que “Petro no los representa”, cuando la Casa Blanca solo se
entiende con quien ejerce la presidencia de la República. En inglés sería algo
así como: “President Trump, we come to tell you that Petro does not
represent us. Sorry for the inconvenience”.
No es la primera vez que Gutiérrez
deja ver que desconoce la operación del Estado. Durante un debate entre
candidatos presidenciales el flamante alcalde de Medellín demostró su completa
ignorancia en el manejo de las regalías que llegan a las regiones. Al final, el
vergonzoso episodio quedó reducido a la frase “no, pero plata es plata”.
Así entonces, Federico Gutiérrez,
el indocto y lacayo terminó siendo el hazmerreír de este episodio diplomático. Fico
olvidó que a su ciudad llegan cientos de gringos puteros a violar niñas y niños
y a consumir cocaína y afectar el mercado inmobiliario.
Al alcalde de Medellín parece que
le encanta que Petro le llame la atención o como se dice en el argot popular, “lo
peine”. Esto le dijo el jefe del Estado: “No me extraña que se arrodillen, pero
prefiero que usted se arrodille antes las madres de las víctimas de la
escombrera. Lo invito a hacerlo juntos y pedir perdón”.