Por Germán Ayala Osorio
El artículo que publicó la revista
Semana sobre la familia de la jueza 44, Sandra Heredia hace parte del largo
proceso de macartización de la izquierda en Colombia como si se tratara de un
asunto pecaminoso o propio de seres extraños y malignos. Ser de Izquierda en este país es sinónimo de "guerrilleros, perezosos y mantenidos". Por el contrario, ser de Derecha se asocia a "gente de bien, trabajadora y echada para adelante".
En algunos apartes del texto “periodístico”
se lee: “En Alpujarra (Tolima), un municipio que comparte su patio con el
Huila, ubicado a 162 kilómetros de Ibagué, donde nació Heredia, su familia está
con los pelos de punta. No habla del tema. No quiere que se mencionen a sus
integrantes en las historias que se escriben en los periódicos sobre la jueza
44 penal del Circuito de Bogotá. Y no pretenden pagar algún precio por la
decisión que profiera la abogada, octava de nueve hermanos. Alpujarra es un
municipio de sexta categoría, tiene 5.000 habitantes, vive exclusivamente de la
agricultura y es pequeño. Como si fuera poco, la mayoría de sus pobladores
tiene ideología conservadora. Sin embargo, Sandra Heredia, a juzgar por los
recuerdos que tienen algunos de sus compañeros de colegio con los que habló
SEMANA, es progresista. Incluso, la califican como una persona con “ideología
de izquierda”.
Lo que hizo Semana
fue poner sobre la operadora judicial el “inri” de ser de izquierda, que nos
hace recordar a la Letra Escarlata o la imposición de la insignia
judía en negocios hebreos y en los uniformes que les obligaron a llevar en los
campos de concentración nazi.
Lo único que le faltó a la
Redacción de Semana fue poner sobre la fotografía del rostro de Sandra Heredia
la letra I, para que sus lectores y las audiencias en general la
identificaran como militante de la Izquierda, entendida esta como una
ideología inmoral y dañina para el país y la sociedad. Lo peor de todo es que a
la jueza no se le dio la oportunidad de desmentir o confirmar que evidentemente
simpatiza con esa ideología política.
Semana al parecer recogió una
versión que circula en la Alpujarra (Tolima), pueblo en el que vive la familia
de la juez Sandra Heredia; o quizás, Semana se la inventó para el propósito
político del texto que publicó y generó rechazo en la red X: poner
en duda la idoneidad jurídica de la jueza 44, a pocas horas de fallar, bien para
absolver o condenar al expresidiario y expresidente Álvaro Uribe Vélez por los
delitos por los cuales fue llevado a juicio. Se trata de un
artículo a todas luces tendencioso, peligroso, de “mala leche” y que bien se
puede asumir como una acción de perfilamiento ideológico y político.
Estamos ante un artículo con el que
claramente la revista hebdomadaria ideologizó los valores y los criterios que
dan vida a lo periodístico-noticioso,
factor clave sobre el que se soporta en gran medida el trabajo informativo de
los medios de información. Detrás de la publicación debe haber intereses
políticos de alguno de los miembros del clan Gilinski.
Limpiar la raída imagen de Uribe como político probo hace parte del grupo de políticos,
periodistas y medios masivos como Semana
que intentan presionar a la jueza Heredia para que falle a favor del exmandatario
antioqueño, al tiempo que buscan imponer la narrativa de que el juicio contra el
temido político está politizado.
La familia Gilinski compró la
revista Semana
y la convirtió en una trinchera ideológica y política
desde donde macartiza y ataca al presidente Petro y ahora perfila a la jueza
que tiene la enorme responsabilidad de fallar en derecho después de un juicio
en el que Uribe Vélez tuvo todas las garantías procesales. “Salvar a Uribe” es
un propósito periodístico y político de aquellos sectores de poder que extrañan
el ethos mafioso que el país naturalizó entre el 2002 y el 2010.
sandra heredia jueza 44 - Búsqueda Imágenes