Por Germán Ayala Osorio
En la historia del periodismo colombiano El Espectador ocupaba un lugar privilegiado por su lucha contra la corrupción, la defensa de la democracia y la doctrina liberal. Pero hoy, y en el marco de la cofradía mediática que conformaron varios medios para deslegitimar al gobierno Petro, el diario bogotano está escribiendo una historia deshonrosa y vergonzante gracias a sus tratamientos periodísticos sesgados, a la práctica de la autocensura y por hacer parte de esa congregación de empresas mediáticas que optaron por confirmarse como actores políticos que le hacen oposición al gobierno Petro.
En el registro noticioso de las
revelaciones del diario El País acerca de un golpe de Estado que el excanciller
Álvaro Leyva Durán quería organizar contra Petro con un eventual apoyo de los
Estados Unidos, el diario bogotano en lugar de calificar las pérfidas intenciones
de Leyva Durán prefirió bajarle los alcances políticos al deseo de defenestrar
al presidente de la Casa de Nariño.
En el resumen o bajada de una
nota titulada “¿Quién es el titiritero?: Montealegre sobre supuesto
plan para sacar a Petro, se lee lo siguiente: “La prensa
internacional reveló audios en los que, al parecer, el excanciller Álvaro Leyva
estaría gestionando la salida de Gustavo Petro de la presidencia en
Estados Unidos”.
Sin duda alguna El Espectador
minimiza, esconde y de alguna manera aprueba las temerarias acciones adelantadas por Leyva Durán. El periódico
capitalino apela a un eufemismo a todas luces inconveniente e irresponsable. El
excanciller golpista no estaba “gestionando la salida de Gustavo Petro de la
presidencia”. Por el contrario, y de acuerdo con la versión periodística, estaba
organizando un golpe de Estado con todo y lo que ello conlleva en materia de un
rompimiento institucional y constitucional.
Desde el título El Espectador minimiza
el hecho político con la frase “sobre un supuesto plan para sacar a Petro”.
Con el resumen de la nota se confirma que su intención editorial es restarle
importancia y gravedad a lo que informó el diario El País de España. Señor Fidel Cano, tumbar, dar un golpe de Estado o defenestrar al presidente de la República no es lo mismo que intentar "sacar" a Petro "gestionando" su salida de la presidencia. El mismo Leyva Durán habla de "sacar a ese tipo", pretensión que no depende de una "gestión diplomática", sino de una acción político-militar.
En el primer párrafo de la noticia o lead, el diario bogotano dice lo siguiente: “El País de España, en la edición de este 29 de junio, reveló audios que comprometerían al excanciller Álvaro Leyva con un supuesto plan para derrocar al presidente Gustavo Petro, para el que, incluso, presuntamente solicitó ayuda a asesores cercanos a la administración del presidente estadounidense Donald Trump. La publicación ha generado una amplia controversia política durante el día e incluso hay voces que plantean la situación como un “golpe de Estado”. Es posible que El Espectador esté dudando de la versión periodística entregada por el diario español o por el contrario esté tratando de bajarle el tono al escándalo político que ya está generando lo publicado por el periódico europeo. Sospechosa y vergonzosa actitud editorial la que asumió el otrora orgullo del periodismo colombiano.
La autocensura, como práctica periodística recurrente, es peor que la censura oficial, porque el periodista y los medios que la practican terminan por engañar a las audiencias. En este caso, El Espectador se autocensura para beneficiar a Leyva y a los personajes que nombró el excanciller.
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