Por Germán Ayala Osorio
Pocas horas después del atentado
del que fue víctima el precandidato presidencial del Centro Democrático (CD),
Miguel Uribe Turbay, empresas mediáticas como Noticias Caracol y agentes políticos
se dieron a la tarea de crear la narrativa con la que se busca responsabilizar
directamente al presidente Petro del ataque sicarial que sufrió uno de sus más
enconados detractores políticos.
La polarización política y la crispación
ideológica por la que atraviesa el país desde el plebiscito por la paz de 2016 alcanzó
el 7 de agosto de 2022, con la llegada de Petro a la Casa de Nariño, inesperados
y violentos niveles de animadversión e intolerancia política, expresados desde
todas las orillas ideológicas y sectores de poder. El sicariato moral ha sido
la herramienta predilecta para descalificar al adversario político bien por su
orientación sexual, el presunto consumo de sustancias psicoactivas, así como cuestionamientos
ético-políticos por la pertenencia a poderosas familias y clanes cuestionados
por hacer parte del Establecimiento o responsables de millonarios desfalcos al
erario, entre otros hechos públicos calificados como inmorales.
Noticias Caracol abrió los micrófonos
a Enrique Peñalosa, al expresidente Andrés Pastrana y al presidente del Senado,
Efraín Cepeda, para que aportaran sus juicios de valor a la consolidación de la
perversa narrativa con la que claramente se busca generar un clima de confusión
y crisis de gobernabilidad y legitimidad que podría terminar en un llamado a
una Asamblea Nacional Constituyente por parte de la derecha. El ataque sicarial
nos devuelve al momento histórico que vivió el país a finales de los años 80
cuando fueron asesinados tres candidatos presidenciales: Pizarro, Jaramillo y
Galán; así como el líder de la UP, José Antequera.
Peñalosa, Pastrana y Cepeda señalaron
de manera directa al presidente Petro como responsable político del atentado
contra Uribe Turbay por considerar que el jefe del Estado no brinda garantías a
la Oposición, estigmatiza y descalifica a sus críticos y porque rompió el equilibrio
de poderes con su decisión de decretar la consulta popular.
En lugar de intentar bajarle a la
polarización y a la desazón y rabia que ya genera el atentado que sufrió el
congresista del CD, el noticiero en mención apeló a un ejercicio periodístico que
estimula sentimientos de odio. El lenguaje periodístico lo usó el director de
Noticias Caracol para exacerbar el ambiente de crispación, para luego terminar
haciendo un llamado a “bajarle” a la violencia verbal desatada entre el Gobierno
y la Oposición.
Si se van a establecer
responsabilidades políticas por este hecho criminal, los primeros que deberían
de hacer un acto de contrición son las empresas mediáticas y sus más visibles
periodistas, quienes han aportado en gran medida al intolerante clima político-electoral
que se respira en el país. Titulares tendenciosos, tratamientos sesgados y fake
news han hecho parte del repertorio mediático.
Personajes como Francisco Santos,
María Fernanda Cabal y Efraín Cepeda no dudaron en culpar a Petro del atentado.
En sus cuentas de X, la más sórdida de las redes sociales, dijeron lo siguiente,
en su orden: “el atentado contra Miguel Uribe tiene nombre propio:
@petrogustavo Incendió el país con sus acciones y discursos y esta es la primera
consecuencia”. Entre tanto, la precandidata del CD espetó que “no
nos van a silenciar ni arrebatar la democracia los violentos. Esto es
consecuencia del ambiente de odio y estigmatización que ha promovido el
gobierno de Gustavo Petro contra quienes pensamos distinto”. Y finalmente,
el presidente del Senado, enconado enemigo de Petro señaló que “el presidente
Petro ha conducido al país a un abismo que jamás imaginamos que volveríamos a
enfrentar. Su manera de dividir y señalar interpretada por grupos criminales
como una señal que incentiva la violencia”.
Del atentado se desprenden dos teorías:
la primera, que indica que el ataque sicarial fue perfectamente planeado por un
sector de poder económico y político que sabía que, una vez ocurrida la agresión,
la reacción de medios y de la Oposición serviría al propósito de generar caos, una
incontrolable crisis de gobernabilidad y evitar que el gobierno convoque a la
consulta popular. Y la segunda y quizás la menos probable, señala que se trataría
de un ataque sin motivaciones políticas y apenas justificado por razones de
odio de parte del sicario.
Pronta recuperación para el
precandidato y un rechazo vehemente al trabajo periodístico de Noticias Caracol
y a las reacciones de los políticos que, claramente, están pescando en río revuelto.
atentado contra miguel uribe turbay - Búsqueda Imágenes
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