POR GERMÁN AYALA OSORIO
Por estos días se conmemoran 25 años del crimen de Jaime Garzón Forero. Mientras cientos de miles de colombianos aún lloran la desaparición del humorista, varios políticos y periodistas, amigos y simpatizantes de los paramilitares que lo asesinaron, volverán a celebrar el haberle quitado la risa al país y sacado de encima a un insoportable crítico.
Un año más para lamentar su asesinato y otro más para insistir en la idea de que el humor político que practicó el abogado y periodista, de poco sirvió para cambiar el país, pues la invitación que el humorista le hizo a los "jóvenes para asumieran la dirección del país, porque nadie vendría a salvárselos", se quedó en eso, en una invitación.
No sé si Garzón esperaba mucho de sus compatriotas o si él mismo creía que con su incisivo humor político podría concientizar a una sociedad escindida, mal informada, poco leída y sin referentes éticos, que sigue votando por la misma clase política corrupta, mafiosa y criminal que Garzón cuestionó y de la que se burló a través de sus personajes.
Garzón dijo en una conferencia en Cali en 1995 que "Uribe es peligrosísimo" y sin embargo, millones votaron por el exgobernador de Antioquia. Me pregunto: ¿Cuántos de esos millones de compatriotas que votaron y reeligieron a Uribe, gozaron con las "ocurrencias" de Garzón?
Y aunque Godofredo Cínico Caspa dedicó varios minutos a caracterizar a Uribe políticamente como un "pacifista, cooperativo, hombre de mano firme y pulso armado, que inspirado en los soles de Farouk, llamó Convivir" a las cooperativas que terminaron siendo estructuras paramilitares, esos mismos muy seguramente lo eligieron y reeligieron.
Garzón también lo calificó como una "neolumbrera neoliberal, él vislumbra este país como una zona de orden público total...y harán de Uribe Vélez el dictador que necesita este país". A pesar de semejante caracterización tan precisa, salieron a votar por el político antioqueño. Quizás ese hecho político sea la prueba de que el humor político de Garzón muy pocos lo entendieron y que a millones de colombianos les sirvió solo para reír a carcajadas, evitando así la toma de conciencia individual y colectiva.
Asesinaron a Garzón y ese hecho criminal hay que entenderlo como una acción y un mensaje ejemplarizante de unos sectores de la derecha que al no soportar el humor político y la crítica, se acercaron al comportamiento fascista.
El noticiero Caracol Noticias dedicó varios minutos a recordar el crimen de Garzón. En la extensa y emotiva nota periodística no apareció Godofredo Cínico Caspa hablando de Uribe Vélez. Eso es un indicador de que a pesar de ya no estar entre nosotros, su crítica política a través de un fino e inteligente humor sigue siendo mal vista por las empresas mediáticas responsables de haber creado políticamente a Uribe y haberle dado ese carácter de Mesías en el que confiaron cientos de miles de colombianos.
Quizás algún día aprendamos como sociedad a conectar el humor y la sátira política con aquello de la conciencia de clase, la responsabilidad ciudadana y sobre todo, con la necesidad de negarle los votos a la clase política y dirigente que lleva por lo menos 200 años robándose el país, mientras nos distraemos viendo partidos de fútbol e incluso consumiendo chistes racistas y clasistas tipo Sábados Felices y La Luciérnaga.
Cuando llegue el momento de conmemorar los 50 años del crimen, esta misma columna podrá servir para pedirle perdón a Jaime Garzón Forero por no haber comprendido su mensaje porque solo nos alcanzó para "cagarnos" de la risa cada que aparecía en la "televisora".