Por Germán Ayala Osorio
Reconocer los errores y asumir responsabilidades por discursos pronunciados, acciones y decisiones tomadas suele ser difícil para todos los seres humanos, en particular para figuras públicas como presidentes de la República acostumbrados a ser aplaudidos por súbditos, interesados "lagartos", fieles seguidores e incluso por asesores que terminan haciendo parte de los siempre inconvenientes "comités de aplausos".
Las actitudes mesiánicas, la terquedad de quienes fungen como jefes de Estado, los desmedidos aplausos que a diario reciben del "pueblo" y de sus asesores, y por supuesto sus actitudes egocéntricas complican aún la vida quienes desde lo más alto del poder político cometen errores y se les exige que los reconozcan. Hablemos del garrafal error que cometió el presidente Gustavo Petro en Nueva York, cuando exhortó a los soldados gringos a desobedecer las órdenes de su comandante en jefe, Donald Trump.
La cancelación de la visa americana al presidente Petro no se produjo tanto por su discurso confrontador -cargado de dignidad política- en contra de la ONU, los Estados Unidos, la Israel de Netanyahu y Europa por el genocidio que desde hace más de dos años se viene cometiendo en Gaza en contra el pueblo palestino. La decisión del Departamento de Estado se produjo por la grosera, inconveniente y desacertada exhortación a la rebeldía que hizo el presidente Petro a las tropas locales.
Así como se aplaude su discurso ante la ONU, hay que reconocer que el jefe de Estado colombiano se equivocó y en materia grave. Por supuesto que no podemos esperar que el presidente Petro reconozca el error y mucho menos que ofrezca públicas disculpas. Él mismo y sus fieles seguidores lo verían como una suerte de "humillación ante el imperio". Y por supuesto que la derecha que le hace una férrea oposición le caería encima proponiendo nuevamente que el presidente debe someterse a exámenes psiquiátricos por semejante salida en falso.
Una cosa es creer, apoyar y haber votado por el proyecto político progresista y otra muy distinta es guardar silencio en torno a la "metida de pata" del presidente Petro y aplaudir la abyecta, felona y cipaya sumisión que a lo largo de la historia la derecha colombiana ha ofrecido a los Estados Unidos.
El presidente se equivocó. Punto. Dejo este vodcast para quienes prefieran ver y escuchar mis planteamientos alrededor del garrafal error en el que incurrió Petro. 🚨 VISA CANCELADA: ¿QUÉ HAY DETRÁS DE ESTA MEDIDA?https://www.youtube.com/watch?v=Xk1w73Va4kc&t=40s
Adenda: la propuesta de conformar un fuerza militar internacional para defender a los palestinos no es la salida. El camino es que la ONU recupere su dignidad y legitimidad.