Mostrando entradas con la etiqueta Elecciones 2026.. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Elecciones 2026.. Mostrar todas las entradas

miércoles, 19 de noviembre de 2025

INGRID BETANCUR Y SU SELECCIÓN ANTIPETRO




Por Germán Ayala Osorio

 

El país ha visto a candidatos presidenciales en lugares populares comiendo tamales, tomates y empanadas en gestos populistas poco creíbles; incluso, se les ha visto bailando junto a trabajadores y saludando a miembros de la fuerza pública. Vicky Dávila, María Fernanda Cabal y Juan Carlos Pinzón, entre otros ya pusieron su cuota de ridículos electorales por culpa de sus asesores.

Ahora el turno le correspondió a Ingrid Betancur, la ciudadana colombo-francesa que cada cuatro regresa al país para ver qué puede pescar en materia burocrática. Pues bien, los asesores de Betancur creen que apelar al fútbol y al sentimiento patriótico que despierta la Selección de Fútbol de mayores les dará la fuerza política suficiente para hacer alianzas con la derecha para derrotar a Petro en el 2026.

La exsenadora, fungiendo como directora técnica, convoca a los colombianos a conformar lo que ella llama la “Selección Antipetro”. La estrategia publicitaria de Betancur apela al mismo sentido patriotero con el que Abelardo de la Espriella le habla a los militares y a los defensores de la Patria. En el video aparecen hombres y mujeres adultos, lo que hace suponer que el público objetivo es justamente esa población etaria. Quizás por ahora no estarían convocados los jóvenes en ese combinado nacional Antipetro que quiere conformar la ladina política. Lo que si queda claro es que el rival a vencer, el único, es Petro o el petrismo. Rival o enemigo por vencer viene siendo lo mismo en este ambiente de polarización política y crispación ideológica.

Tampoco queda claro si Betancur está pensando en ser candidata presidencial, aspirará a regresar al Congreso o simplemente la pasajera directora técnica de ese soñado seleccionado y la única capaz de unir a la derecha, convocando a otros directores técnicos (precandidatos presidenciales) para armar una “Selección capaz de ganarle a Petro por goleada”.

En el pegajoso estribillo se escucha decir “la selección Antipetro, por la gente, por el pueblo, la selección Antipetro, marca Oxígeno, para vencerlo”. En el bien logrado video aparecen 12 jugadores, 8 hombres y 4 mujeres. El primero en aparecer es Frank Pinchao, el policía que se les voló a las Farc del penoso e inhumano cautiverio al que sometieron, junto a otros uniformados y a la propia Ingrid Betancur durante varios años.

Llama la atención la tipografía usada para la frase Selección Antipetro, cuyos colores permiten asociarla directamente con la Selección de Fútbol, sino con la de la gaseosa Colombiana, producto Postobón en manos del empresario Ardila Lulle. Si el magnate está dispuesto a jugársela con Ingrid Betancur como candidata presidencial, el próximo spot publicitario podría decir: Ingrid, la Nuestra.




Definitivamente los asesores de Betancur y De la Espriella, para nombrar apenas a las dos campañas con atractivos videos, le están apostando a los básicos sentimientos patrióticos- patrioteros- que se despiertan con facilidad en una sociedad escindida que cree en falsos Mesías y en que la Selección de Fútbol realmente es la única capaz de unirnos, así aún no se sepa con que propósito por una razón elemental: la derecha le habla a un pueblo y la izquierda a otro muy distinto.



martes, 18 de noviembre de 2025

DEMOCRACIA EN LOS PARTIDOS O "DEDOCRACIA"

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La democracia, como régimen de poder, tiene en los partidos políticos a una parte importante de sus cimientos, por lo menos desde el punto de vista institucional (electoral). En una democracia formal y procedimental como la colombiana, dichas colectividades han servido para confirmar que operan - vaya contradicción- alejadas de principios elementales de un régimen democrático: elecciones libres, discusiones públicas con la participación de las bases sociales, respeto a los estatutos o reglamentos construidos colectivamente y la generación de una opinión pública cualificada y defensora de las libertades de prensa y de opinión.

La crisis globalizada de los partidos políticos de la que no escapa Colombia allanó el camino al debilitamiento de históricas colectividades como los partidos Conservador y Liberal, responsables y auspiciadores de las estructurales debilidades de la “democracia más antigua de América” y por supuesto de la violencia partidista; con ese imaginario colectivo se ha querido ocultar los violentos y antidemocráticos periodos presidenciales protagonizados por los gobiernos de Turbay Ayala, Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque Márquez. Baste con recordar el Estatuto de Seguridad y la Política de Seguridad Democrática para señalar que se acercaron en violencia política a las que ejercieron las dictaduras de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

Después de la captura mafiosa del régimen democrático que perpetraron conservadores y liberales durante el Frente Nacional, los sueños por ampliar la democracia que durante 16 años secuestraron los líderes de los partidos Liberal y Conservador fueron recogidos por colectividades que nacieron de negociaciones de paz entre el Estado y agrupaciones guerrilleras y paramilitares, unas atadas al ambientalismo y otras tantas a divisiones y disidencias marcadas muchas por rebeldes líderes carismáticos que decidieron montar tolda aparte. Por supuesto que esa explosión de partidos jamás ayudó a superar los problemas estructurales que arrastra la formal y procedimental democracia colombiana.

Por el contrario, los más de 50 partidos y movimientos[1] creados después del Frente Nacional dan cuenta de una especie de gamonalización de la política ancorada en liderazgos de políticos profesionales interesados exclusivamente en capturar el Estado, usando sus colectividades como plataformas ideológicas y burocráticas para lograr ese cometido.

Ahora que se avecinan las elecciones presidenciales y parlamentarias en Colombia, la crisis de los partidos y de la democracia se agudizan gracias a que por lo menos 100 candidatos se inscribieron con movimientos por firmas, una de las estratagemas con las que el sistema electoral alimenta los problemas de la democracia colombiana. Otra demostración del precario sentido de la democracia que subiste al interior de partidos y movimientos políticos lo da el Centro Democrático y su propietario, el expresidiario y expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Ante las peleas intestinas entre sus cinco precandidatos presidenciales y después de eventos públicos en los que cada uno de los aspirantes buscaba afanosamente agradar y seducir al Patrón, el expresidente antioqueño, dueño de esa microempresa electoral, decidirá a dedo (dedocracia) entre Abelardo de la Espriella y Juan Carlos Pinzón el candidato que representará los intereses de Uribe, del llamado uribismo y de la derecha y la ultraderecha.

Las precandidatas Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Paola Holguín deberán conformarse con haber cumplido el rol de bastoneras, animadoras y fieles enamoradas del Gran Gamonal que tiene una muy reducida comprensión del concepto de la democracia y unas evidentes dudas de las capacidades de las mujeres para gobernar. La Dedocracia, para ungir a su próximo títere, arrastra los negativos resultados económicos y sociales del gobierno de Iván Duque Márquez; eso sí, ese mismo dedo con el que finalmente investirá a su nuevo "juguete" le sirvió para estigmatizar a sus críticos y perseguir a sus detractores durante sus aciagos ocho años de mandato. No importa si proclama al “Tigre” o al “General sin soles” como su candidato presidencial para recuperar a la Casa de Nari. Lo realmente importante es que se confirma que su desprecio por la democracia se origina en su propia microempresa electoral.

 



[1] M-19 (Alianza Democrática M-19). Unión Patriótica (UP). Partido Verde Oxígeno. Movimiento de Salvación Nacional. Laicos por Colombia / Partido Nacional Cristiano. Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA). Partido Polo Democrático Alternativo (PDA). Partido Verde (original). Movimiento Alas Equipo Colombia. Centro Democrático. Opción Centro (luego Alianza Verde). Fusión de Progresistas y Verde. Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS). Colombia Humana. Fuerza Ciudadana. Pacto Histórico (coalición que se convirtió en partido). Liga de Gobernantes Anticorrupción. Nuevo Liberalismo (recuperado), En Marcha (de Daniel Quintero), etc.


viernes, 14 de noviembre de 2025

¿Y QUÉ TIENE DE MALO ACABAR CON EL PÁRAMO DE SANTURBÁN?

 





Por Germán Ayala Osorio

 

Los precandidatos presidenciales Abelardo de la Espriella y Santiago Botero Jaramillo representan a la violenta (ultra) derecha colombiana. En su afán de presentarse como machos cabríos más berracos que el expresidente Uribe, terminan diciendo pendejadas, cometiendo errores o simplemente dejando ver su supina ignorancia en temas ambientales y ecológicos: el primero, admira a Bukele y propuso dar de baja a los malos y meterlos presos en cárceles de verdad. Esto dijo: “Bandido que no se someta, tiene que ser dado de baja, y si es dado de baja, tiene que ser encarcelado en una cárcel de verdad…”. En medio de la risa que generó su particular lapsus, hay que recordar que también planteó la necesidad de “destripar a la izquierda”.

Mientras tanto el segundo, Botero Jaramillo, dice que va a romper con el sistema y al igual que el corroncho cordobés, ofrece “balín”. Las “bellísimas ideas” de estos dos demócratas han sido recogidas y apoyadas por tuiteros y hasta por la Señorita Antioquia. Incluso, un "cuenta chistes" se preguntó en voz alta: “¿Y qué tiene de malo destripar a la izquierda y que no existan más?”

En el afán por ganar simpatías en los sectores más fachos de la sociedad colombiana, Botero Jaramillo estaría dispuesto a afectar a valiosos y estratégicos ecosistemas naturales como el Páramo de Santurbán. Esto dijo el ignaro empresario: "Si tenemos que acabar el páramo de Santurbán para que 100 o 1000 familias vivan bien, que se traguen ese páramo de Santurbán. A mí me importa un culo el páramo de Santurbán, porque yo no puedo tener un páramo de Santurbán y la gente mía aguantando hambre y muriendo de sed”.

En su procaz lenguaje y su actitud chabacana, el empresario paisa y ahora político quizás esté pensando en liderar actividades propias de la Colonización Antioqueña como la deforestación, los cambios disruptivos en los paisajes, la expansión agrícola, las “mejoras” hechas a zonas selváticas y la destrucción de ecosistemas naturales.

Esa forma de asumir el desarrollo de Botero Jaramillo es la misma de hacendados, ganaderos, urbanizadoras, constructoras, paramilitares y guerrillas metidas en el negocio de la minería y agroindustriales (azucareros y palmicultores), entre otros agentes más que asumieron la biodiversidad como un obstáculo para desarrollar el país. El desprecio que dejó ver Botero por el valioso y frágil ecosistema natural no es nuevo. Por el contrario, hace parte de las lógicas y dinámicas del poder económico, social y político que viene alentando un desarrollo económico a todas luces insostenible porque está sostenido únicamente en las variables económica y política, esta última sometida a los intereses de poderosos actores económicos y financieros a los que siempre les importó un culo afectar ecosistemas estratégicos que hoy resultan claves para minimizar los impactos negativos del cambio climático.

Menos mal Botero no llegará jamás a la Casa de Nariño. En el catastrófico caso de resultar electo presidente, sería recomendable que en la cartera de ambiente nombrara a Vicky Dávila, otra indocta y enemiga de los ecosistemas naturales. El país recuerda que la periodista-periodista propuso construir una mega cárcel en la Amazonia para encerrar en esta a los corruptos.  Por el contrario, si  de llegar a la casa de gobierno Abelardo de la Espriella, quizás el próximo ministro de Ambiente y Sostenibilidad sea Santiago Botero. El desprecio por todas las formas de vida es propio de los agentes de la derecha, y eso incluye, la vida de los gatos, perros, páramos, selvas y comunidades ancestrales. No podemos olvidar que De la Espriella asesinó a un gato en su adolescencia. 

Si el cuenta chistes que en la red social “bautizaron” como “Hitler Albeiro” lee la gran propuesta de Santiago Botero, quizás pueda preguntarse: ¿Y qué tiene de malo acabar con el páramo de Santurbán?, pues quienes suelen defender a la naturaleza están más cerca de la izquierda y el progresismo, que de la ultraderecha en la que militan todos los aquí reseñados. 

jueves, 13 de noviembre de 2025

FAJARDO O PINZÓN: ¿CUÁL DE LOS DOS SERÁ EL NUEVO “TÍTERE” DE URIBE?

 

Por Germán Ayala Osorio

 

En el actual escenario electoral hay dos precandidatos presidenciales que inexorablemente terminarán pareciéndose o acercándose a la malograda e insulsa figura de Iván Duque Márquez, el consagrado títere de Uribe Vélez, responsable del estallido social y la llegada de Petro a la Casa de Nariño: se trata de Juan Carlos Pinzón Bueno y Sergio Fajardo Valderrama. Los dos tienen en común que el primero ya se reunió con el expresidente antioqueño y el segundo, de acuerdo con Ingrid Betancur, “habla mucho” con el dueño del Centro Democrático, único responsable de decidir cuál será, finalmente, el candidato del uribismo.

En los mentideros políticos y periodísticos se dice que Abelardo de la Espriella y Vicky Dávila dejaron de ser figuras elegibles para el uribismo por las maneras en las que vienen desarrollando sus actividades proselitistas, sobrecargadas de una violencia discursiva y simbólica que aporta al ya caldeado ambiente de polarización y crispación ideológica. De allí que los agentes más poderosos del Establecimiento estén pensando en candidatos “más moderados”, pero sobre todo más cercanos a la ética empresarial corporativa con la que se manejaron los asuntos del Estado durante los 20 años de uribismo.

Así las cosas, resulta razonable pensar que al expresidente Uribe le tocará deshojar la margarita entre Fajardo y Pinzón, lo que significa que las aspiraciones de los precandidatos y precandidatas del Centro Democrático quedan anuladas o postergadas.

Entre el profesor y matemático y el exministro de Defensa de Santos no hay mayores diferencias al momento de tener que aceptar ser conducidos o manejados por el expresidente antioqueño. En el pasado, Fajardo expresó su total admiración hacia Uribe Vélez cuando este fungía como gobernador de Antioquia, en dos columnas de opinión publicadas en El Colombiano. A lo que se suma que jamás el profesor cuestionó a las EPS responsables de la crisis del sistema de aseguramiento en salud.

En cuanto a Pinzón Bueno, su cercanía con las huestes castrenses Uribe la asume como una ventaja comparativa para recuperar a las fuerzas armadas con el fin de regresarlas a los tiempos de la seguridad democrática y por esa vía revivir la doctrina del enemigo interno, extensiva por supuesto a quienes piensen distinto y a todo lo que huela a izquierda y progresismo. Más claro: con Pinzón le quedaría más fácil a Uribe Vélez volver a “privatizar” a las fuerzas armadas tal y como lo hizo durante sus ocho años de mandato.

El país recordará que la imagen de títere del entonces presidente Duque se volvió viral en buena medida por una caricatura del genial Matador, legitimada por el propio mandatario quien dijo en su momento que él no era el títere de Uribe. Esto dijo: “No soy títere, ni Uribe es titiritero”.

Eso sí, fue la periodista Ángela Patricia Janiot quien terminó de “graduarlo de títere”. Esto le preguntó en una entrevista en 2021: “Varias veces lo han caracterizado a usted como un títere del expresidente Álvaro Uribe y ahora el propio exmandatario dijo que quieren llevarlo a usted como un títere al próximo proceso electoral para que ganen ellos, decía Uribe refiriéndose al régimen chavista. A eso le están jugando, dijo Uribe. ¿Qué opinión le merece que hasta el propio Uribe se refiera a usted como un títere?”

¿Se atreverán los periodistas afectos al uribismo a preguntarles a Fajardo y Pinzón si están dispuestos a comportarse como los “muñecos” de Uribe? Lo que si parece claro es que ninguno está en capacidad de tomar distancia de lo que se conoce como el uribismo por una razón compartida: los dos desean llegar a la Casa de Nariño, cueste lo que cueste.

Adenda: si finalmente es Abelardo de la Espriella el ungido del procesado expresidente antioqueño, no le quedará fácil lidiar a este último con la imagen chabacana que arrastra el político cordobés. Eso sí, al igual que Fajardo y Pinzón, De la Espriella será el "muñeco" de Uribe y el "elegante y fino" abogado se sentirá feliz de obedecer al expresidente y exdirector de la Aerocivil. 



pinzon t fajardo - Búsqueda Imágenes

martes, 11 de noviembre de 2025

A JUAN DANIEL OVIEDO LE PREOCUPA QUE "NO HAY MUJERES PARA PARIR"

Por Germán Ayala Osorio

 

Al precandidato presidencial, Juan Daniel Oviedo Arango le preocupa que Colombia será “en el 2050 un país inviable demográficamente porque desde el 2018 ya hay menos mujeres para parir”. Añade el exconcejal de Bogotá que “Colombia va para vieja, pobre e informal. Y sí, llegó el momento de unidad, ¡pero hay que ponerle un propósito a la unión! ¿Quiénes están dispuestos a reconocer que el enemigo en Colombia no es una persona, sino un gran problema que es el envejecimiento, la pobreza y la informalidad?

Oviedo evita referirse a las fuentes que generan de tiempo atrás esas  circunstancias de pobreza, informalidad y envejecimiento que terminan desmotivando a las y los jóvenes a tener hijos: la concentración de la riqueza en pocas manos, la inseguridad en las calles, la privatización del Estado y su captura mafiosa por parte de grupos de poder, legales e ilegales; a lo que se suma la sempiterna corrupción público-privada que de alguna manera está conectada con la decisión de Oviedo de aceptar la curul en el Concejo Distrital a sabiendas de que estaba inhabilitado, tal y como lo demostró el Consejo de Estado. Ese alto tribunal anuló su elección como concejal por haber suscrito un contrato con una entidad estatal dentro del año previo a los comicios.

Volvamos a esas condiciones estructurales que el exdirector del DANE no se atreve a tocar y que desaniman a quienes, en edad de reproducirse, optan por estudiar, trabajar y disfrutar de la vida lejos de las imposiciones de un sistema social, económico y político patriarcal que asume en particular a las mujeres como objetos sexuales y de reproducción de mano de obra barata y por lo tanto explotable bajo deplorables condiciones laborales. De ese patriarcalismo se desprende un aparato judicial que protege a violadores, acosadores y potenciales feminicidas.

Oviedo se cuida de hacer referencia a esas condiciones estructurales y culturales, pero convierte la disminución de la tasa de natalidad en el país en un problema casi exclusivo de las mujeres que están en edad de engendrar hijos que alimentarán un sistema político que no las protege como madres, un sistema social que las cosifica y violenta física y simbólicamente y el económico que las remunera mal si se compara con los salarios de los hombres.

En la red social X en donde Oviedo Arango dejó dichas “preocupaciones” varias cuentas de mujeres le contestaron lo siguiente: “Hay menos mujeres para parir y menos retoños para producir, así es como ven a las mujeres. Cuando les digo que hay que cuidarse de las maricas misóginas es justamente por esto”. Otra expuso lo siguiente: “Hacen que la educación, la salud, el aire limpio, el agua potable, el silencio, el ocio y la cultura, sean cosas a las que solo pueden acceder las personas con altos ingresos, y luego se preguntan: ¿por qué las mujeres no queremos tener hijos?

Es tiempo de repensar la vida y las condiciones que imponen las guerras, las disímiles formas de violencia en Colombia, el sistema económico capitalista y las prácticas culturales atadas al machismo y la misoginia. Las incertidumbres que genera el sistema financiero internacional van vaciando de sentido la vida y empobrecen la experiencia de vivir; tener hijos bajo esas inseguridades y perplejidades dejó de ser una opción de vida para cientos de miles de mujeres y hombres en Colombia que hoy prefieren convivir con perros y gatos, mientras que políticos como Oviedo Arango quieren llegar a la Casa de Nariño a seguir reproduciendo esos factores de dominación.







viernes, 7 de noviembre de 2025

VICKY ANHELA “CONSENTIR” A TRUMP

 





Por Germán Ayala Osorio

 

La crisis diplomática, los enfrentamientos verbales entre Trump y Petro, el retiro de la visa y la inclusión del presidente en la Lista Clinton han servido para que los más visibles y mediáticos miembros de la derecha exhiban sin pudor alguno sus incontrastables niveles de indignidad y servilismo, fruto de ese carácter cipayo consolidado durante las históricas relaciones de dominación de los Estados Unidos sobre Colombia.

Pero los estándares de Vicky Dávila de Gnecco son de olimpiada. Sus niveles de “entreguismo” a la causa y los intereses gringos en este hemisferio devienen insuperables. En un video grabado, al parecer durante su intervención en un evento político la periodista-periodista dijo: “yo sí le mando a Trump extraditados a todos los narcos de manera exprés. Yo sería una consentida de Trump, y si yo lo tengo que consentir, también lo consiento. Hay que hacer lo que le convenga a Colombia”.

De llegar a la Casa de Nariño, la uribizada precandidata presidencial, una de las “tigresas” del expresidente Álvaro Uribe Vélez, Dávila de Gnecco no se comportaría como presidenta de los colombianos sino como “cortesana” de Trump interesada más en “consentirlo” que, en hablar de asuntos bilaterales como el TLC, la lucha contra las drogas y los acercamientos de Petro a la China, entre otros asuntos más. En su condición de esbirra del presidente norteamericano, no se podría descartar el diseño de un nuevo Plan Colombia para atacar las organizaciones narcoguerrilleras (terroristas), e incluso para desestabilizar al régimen venezolano desde territorio colombiano.

Su deseo-propuesta de consentir a Trump puede explicarse por el desespero que siente al ver que su campaña se estancó justamente porque su discurso es básico, precario en ideas y conceptos, a lo que se suma que sus actividades proselitistas devienen infantiles, ridículas y risibles; a lo mejor piensa que de esa forma logrará convencer a millones de colombianos que ella es la mujer que el país necesita. Justamente, esa forma de actuar es propia de una periodista que se acostumbró a cubrir los hechos políticos desde una actitud farandulera proclive al escándalo y a la divulgación de bochinches. Como agente de los correveidiles de la vida política del país, Dávila de Gnecco le está alcanzando para ser apenas una “animadora” electoral pues sabe que Uribe Vélez jamás le dará el aval para competir en la primera vuelta presidencial.

El vocablo consentir tiene una generosa lista de sinónimos que sirven para imaginar los alcances de Dávila de Gnecco con su deseo de “mimar” al octogenario político gringo: “Permitir, autorizar, tolerar, aceptar, admitir, condescender, acceder, conceder, asentir, facultar, malcriar, maleducar, regalonear, achechar, apechichar y achichiguar”. ¿En qué estará pensando la periodista-periodista?



La foto es de la agencia EFE. 

jueves, 6 de noviembre de 2025

CEPEDA, PINZÓN O DE LA ESPRIELLA EN LA CASA DE NARIÑO: TRES POSIBLES ESCENARIOS DE FUTURO

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La jornada presidencial de 2026 está como para alquilar balcón. La derecha uribizada deberá decidir entre Abelardo de la Espriella y Juan Carlos Pinzón, dos “tigres” que le gustan a Uribe, con enormes diferencias con las que deberá lidiar el expresidente antioqueño al momento de decidirse entre el estilo bukelista-guerrerista de Abelardo de la Espriella o el diplomático y menos violento de Pinzón Bueno. Al final, el hacendado, caballista y exdirector de la Aerocivil terminará señalando quién de los dos será el candidato que se enfrente a Iván Cepeda y a quien resulte de la coalición de la centro derecha que está tratando de organizar el expresidente Santos a la que podrían llegar Fajardo si de verdad quiere desmarcarse del uribismo, Claudia López, y Juan Fernando Cristo. Todo en el escenario de la primera vuelta pues como van las cosas ninguno de los tres candidatos aquí referidos tendría la suficiente fuerza para ganar la presidencia en esa etapa de las elecciones.

En cuanto a las precandidatas del Centro Democrático, incluida Vicky Dávila, ellas seguirán jugando el papel de “animadoras” de la fiesta electoral porque en el fondo saben que su Patrón, el expresidente Uribe, deshojará la margarita entre el abogado cordobés y admirador de Bukele, Milei y Trump y el “general sin soles”, el poco carismático exministro Juan Carlos Pinzón Bueno.

Mientras se producen los resultados de las coaliciones y se oficializan las candidaturas, imaginemos tres escenarios posibles en los que Cepeda, Pinzón o Abelardo de la Espriella logran llegar a la Casa de Nariño.

Cepeda, presidente

Si las huestes petristas logran poner a Iván Cepeda en el Solio de Bolívar, la continuidad de las reformas sociales se da por descontado, lo que supondrá la extensión en el tiempo del tira y afloje entre el Ejecutivo y las altas cortes y el Congreso si la izquierda no logra las mayorías. Sin la reforma a la salud y muy seguramente sin la pensional, Cepeda ocupará gran parte de su mandato a negociar con el legislativo los nuevos proyectos de ley sobre esos dos temas en particular y otros que permitan profundizar los cambios que necesita este país para operar como una verdadera República.

Muy seguramente Cepeda le apostará a consolidar la reforma agraria iniciada por Petro, la recuperación de la SAE para seguir poniendo al servicio de las comunidades los recursos y las propiedades confiscadas a las mafias.

En materia de paz, Cepeda deberá lidiar con el fracaso de la Paz Total, pero sobre todo con un hecho político que resultó definitivo para la frustrada negociación con las guerrillas: en varias ocasiones el presidente Petro desconoció y deslegitimó la lucha “revolucionaria” de los elenos y las disidencias farianas. El país recuerda que les dijo a las disidencias de Iván Mordisco: “Ustedes no son revolucionarios, son traquetos vestidos de camuflado. [...] Invocan a Manuel Marulanda, pero siguen el camino de Pablo Escobar, no el de Camilo Torres." A los señores del ELN les dijo algo similar: La nueva generación del ELN decidió manchar la bandera del ELN con cocaína y ya no la entiende [...]. Ustedes permitieron que los traquetos levanten la bandera roji/negra y no les importó la sotana de Camilo Torres Restrepo."

Cepeda deberá decidirse entre mantener esa lectura precisa e incontrastable con la que Petro desnudó a esas organizaciones postguerrilleras o si les “devuelve” el perfil revolucionario a pesar de las evidencias históricas que señalan que hace rato vienen actuando como ejércitos mafiosos. Su experiencia como negociador y defensor de los derechos humanos hace pensar que tendrá mejor tacto al momento de replantear y retomar las negociaciones; eso sí, como a todos los presidentes, le tocará lidiar con unas “guerrillas” más interesadas en usar las mesas de diálogo para ganar tiempo y expandir sus bloques, que en las plataformas para reintegrarse a la vida social, económica y política. Sobre esto último, no podemos olvidar lo dicho por Antonio García, comandante del ELN: "la paz no es sinónimo de dejación de las armas ni de cupos en el Parlamento".




Relaciones con los Estados Unidos

Con Cepeda en la Casa de Nariño, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump tendría suficientes motivos para prolongar en el tiempo las amenazas de castigar al país con la elevación de aranceles. Dependerá de la postura que asuma Cepeda frente a las narcotizadas relaciones con el país del norte y por supuesto de la continuidad de los proyectos de infraestructura adelantados con la China en el marco de la Nueva Ruta de la Seda.

No se puede descartar que Trump se apropie de la narrativa con la que la derecha colombiana intenta desde ya deslegitimar a Cepeda llamándolo el “candidato de las Farc”. La estolidez del presidente gringo y de Marco Rubio, su secretario de Estado podría ponerse al servicio de la derecha uribizada que insistirá en desestabilizar el país como lo intentaron hacer con el gobierno Petro, con la ayuda de la prensa hegemónica.

De la Espriella, presidente

Con llegada de Abelardo de la Espriella a la Casa de Nariño, el uribismo se pondría en “modo venganza” con todo y lo que ello significa en materia de respeto a los derechos humanos, en consideraciones ecológicas y socio ambientales, de seguridad y soberanía alimentarias, orden público y contrarreformas sociales. Su promesa de “destripar a la izquierda” aseguraría el regreso a los tiempos de la seguridad democrática. El retorno a la doctrina del enemigo interno obligaría a revisar cada caso que en el marco de la purga que Petro hizo al interior de las fuerzas armadas (en particular en la policía y Ejército). Lo más probable es que los “hijos de Zapateiro” llamados a calificar servicios retornarían con la misma actitud vindicativa con la que De la Espriella gobernaría. El discurso patriotero estaría a la orden del día.

Relaciones con Trump

Con De la Espriella en el poder, Trump contaría con un cipayo de armas tomar, capaz de pasar por encima del fallo de la Corte Constitucional que prohíbe las aspersión del glifosato para erradicar los cultivos de uso ilícito. Las narcotizadas relaciones con USA consolidarían la imagen de Colombia como una especie de estado libre asociado al servicio de la fallida política antidrogas diseñada desde Washington.

En materia de paz, no se descarta que se diseñe un nuevo Plan Colombia, esta vez pensado para dar la batalla final contra las organizaciones narcoterroristas y guerrilleras que producen y exportan drogas hacia los Estados Unidos. Las actitudes chabacanas de Trump y De la Espriella podrían llevar las relaciones bilaterales a insospechados escenarios en los que la moral y la ética prácticamente quedarían proscritas. Recordemos que Abelardo dijo que “la ética no tiene que ver con el derecho”.





Pinzón Bueno, presidente

Una vez instalado Juan Carlos Pinzón Bueno en la casa de gobierno lo primero que haría después de posesionarse es reestablecer las relaciones entre Bogotá y Washington en una “sola sentada” como lo aseguró en su cuenta de X. Una vez reparadas, Pinzón se dedicaría a cumplir al pie de la letra todas las indicaciones que en materia económica, social y política le entregue el expresidente Uribe Vélez. Por su cercanía al mundo castrense, Pinzón Bueno estaría atento a revisar muy bien las orientaciones ideológicas naturalizadas e institucionalizadas por Petro y los miembros de su cúpula militar. En asuntos macroeconómicos y políticos, este “general sin soles” aplicaría a rajatabla y sin miramientos éticos, morales e institucionales las recetas neoliberales.

Las diferencias entre Pinzón y el corroncho Abelardo de la Espriella no implican grietas en la derecha uribizada; son más bien cuestiones de estilo. El primero, más institucional y procedimental; el segundo, muy en la lógica desinstitucionalizantes de Milei en la Argentina y de Bukele en El Salvador.



ivan cepeda, Abelardo de la espriella y juan carlos pinzon - Búsqueda Imágenes

lunes, 3 de noviembre de 2025

DEL CASTROCHAVISMO AL NARCO COMUNISMO

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Fue Álvaro Uribe Vélez quien dio vida al vocablo “Castrochavismo”, una especie de “subcategoría” que le sirvió a la derecha colombiana para descalificar los diálogos de paz de La Habana que terminaron en el Acuerdo final de Paz y el plebiscito por la paz con el que el presidente Santos buscó legitimar socialmente lo firmado entre el Estado y las Farc-Ep.  Sin duda alguna, un garrafal error político que terminó en el pírrico, tramposo, pero efectista triunfo del No en el plebiscito que dividió al país entre los amigos y enemigos de la paz, escenario con el que los estados de ánimo de esas dos nacientes huestes siguen siendo la fuente de la actual polarización política y crispación ideológica, aumentada por supuesto por la llegada de Petro a la Casa de Nariño, un exguerrillero comunista, socialista y enemigo del capital y de la propiedad privada.

 Lo curioso es que a pocos meses para que entregue el poder, Colombia no se convirtió ni en Cuba y mucho menos en Venezuela como lo vaticinó la derecha uribizada. A pesar de ello, varios periodistas, las bodegas uribistas, precandidatos presidenciales y congresistas gringos insisten en generar miedo en la población colombiana por la eventual llegada o “continuidad” de lo que ellos llaman “comunismo, neocomunismo o narcomunismo”.

El ladino hacendado y domador de bestias supo aprovechar el miedo al comunismo que los norteamericanos instalaron en Colombia y en América Latina en los años 60 a través de la lucha contra esa especie de enemigo hemisférico y global al que había que derrotar con intervenciones militares, planes como la Alianza para el Progreso, el Plan Colombia, así como la imposición de regímenes democráticos operados bajos las consignas del neoliberalismo.

El 26 de noviembre de 2021 el ladino expresidente Uribe dijo que “Colombia puede llegar a tener el peor neocomunismo de la región porque el doctor Petro es mucho más inteligente que Chávez, el doctor Petro es mucho más inteligente que Castillo, que el presidente Fernández de Argentina, el doctor Petro es mucho más inteligente que Daniel Ortega de Nicaragua. Por eso yo he dicho muy reflexivamente que el maestro no fue Chávez, fue Petro el que le enseñó a Chávez." Al final es posible pensar que la animadversión hacia Petro se explica por haberse levantado en armas, venir de abajo, haber confrontado a la mafiosa oligarquía colombiana y por ser más inteligente que los adversarios políticos de la derecha colombiana.

Obligados a mantener la vigencia de ese relato, ahora uno de los vástagos del caballista y exdirector de la Aerocivil ya no habla de Castrochavismo como su padre. El vocablo que usa para asustar a millones de cenutrios que creen a pie juntillas en todo lo que les dice la derecha uribizada es narco comunismo. En su cuenta de X, Thomas Uribe Moreno espetó que “o nos unimos o nos derrota el narco-comunismo”.  Como era de esperarse el presidente Petro le respondió en la misma red social: “La narcopolítica, Tomás, ya los derrotó hace tiempo a ustedes. El narco comunismo es imposible porque el comunismo se define como una sociedad sin mercado, y el narco necesita muchísimo mercado”.

Uribe Moreno deja ver sus enormes vacíos conceptuales en torno a la nueva nomenclatura que busca posicionar en su inocultable afán de parecerse a su padre. Por supuesto que su mención a ese “peligroso coco” constituye una contradicción si revisamos la aparición de su padre en un informe de una agencia federal gringa como el narcotraficante número 82[1] y los casos de políticos procesados por narcotráfico como el entonces embajador de Colombia en el Uruguay, Fernando Sanclemente Alzate, durante el gobierno de Iván Duque Márquez. Según Grok, “en febrero de 2020, autoridades colombianas descubrieron laboratorios de procesamiento de cocaína en una finca de su propiedad familiar, ubicada en el municipio de Guasca (Cundinamarca), a unos 50 km de Bogotá. La finca, llamada "Haras de San Fernando" o gestionada por la sociedad "Las Colinas de Guasca Ltda.", tiene aproximadamente 175 hectáreas y se dedicaba tradicionalmente a la cría de caballos, lechería y ganadería. Sanclemente compartía la propiedad al 50% con la familia Spiwack (dueños de la cadena de hoteles Dann)”.

A la desesperada tarea de generar miedo en los colombianos se unió Germán Vargas Lleras, dueño de Cambio Radical, microempresa electoral que, junto al Centro Democrático, son partidos políticos que tienen el mayor número de políticos procesados y condenados por corrupción.

En su cuenta de X, el exvicepresidente de Santos y eterno candidato presidencial dijo que en relación con la elección de Iván Cepeda como candidato presidencial del Pacto Histórico que “el comunismo llega para no irse jamás. Que lo digan en Venezuela, en Cuba, en Nicaragua, para solo referirme a Latinoamérica, tantas veces azotada por esta tragedia. Por fortuna, con Cepeda no hay espacio para equivocaciones. No más tablas de mármol con juramentos mentirosos, uno a uno incumplidos por el señor Petro. Con este candidato no hay tintas medias ni zonas de encuentro, el país se juega el todo por el todo”.








[1]El informe fue elaborado en marzo de 1991 por la Defense Intelligence Agency (DIA), una agencia de inteligencia militar de EE.UU., y desclasificado en 2004 por el National Security Archive (una organización sin fines de lucro que promueve la transparencia gubernamental). La lista enumera 104 "narcotraficantes colombianos importantes" y sus colaboradores, contratados para seguridad, transporte, distribución y enforcement de operaciones de narcóticos en EE.UU. y Colombia. Uribe aparece en el puesto 82, descrito como: "un político colombiano y senador dedicado a la colaboración con el Cartel de Medellín en altos niveles del gobierno. Uribe ha trabajado para el Cartel de Medellín y es un amigo personal y cercano de Pablo Escobar Gaviria. Su padre fue asesinado en Colombia por sus conexiones con narcotraficantes. Uribe ha estado atacando todas las formas del tratado de extradición". Consulta a Grok, 3/11/2025.

 

 

 

domingo, 2 de noviembre de 2025

HOLOCAUSTO DEL PALACIO DE JUSTICIA Y EXTERMINIO DE LA UP: ¿PODREMOS PASAR LA PÁGINA?

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Hay hechos de la violencia política de Colombia que parecen ser los mayores obstáculos para que como sociedad allanemos el camino en aras de consolidar relaciones sociales y políticas respetuosas en medio de las diferencias en el ya caldeado ambiente electoral de cara a las elecciones de 2026.

La toma y retoma del Palacio de Justicia y el casi exterminio de la Unión Patriótica (UP) sirven por estos días para discurrir  alrededor de  si esos dos particulares y dolorosos hechos políticos y prepolíticos en sí mismos impiden que podamos como sociedad “pasar la página” o si son las interpretaciones jurídico-políticas que todavía circulan sobre ambos sucesos las que hacen prácticamente imposible allanar esa ruta que nos lleve como colectivo a perdonar a todos los responsables y a tratar de entender a quienes pretenden reivindicarlos por representar las luchas políticas que daban cuenta de una realidad superior: la existencia de un conflicto armado interno que terminó degradándose  y evitando la discusión sensata y argumentada en torno a su naturaleza social, económica y política y por supuesto sus dinámicas.

Los enfrentamientos políticos, discursivos e incluso los choques entre el presidente Petro y miembros de la familia Gaona, víctimas del Holocausto del Palacio de Justicia; y por supuesto, la grosería con la que María Fernanda Cabal trató al sumiso periodista Daniel Pacheco en reciente entrevista a propósito de la responsabilidad del Estado colombiano en el genocidio político de la UP hacen pensar en que los hechos en sí mismos no impiden el entendimiento y el diálogo respetuoso, y que más bien el pétreo obstáculo está atado a la concepción que cada uno tiene de la Verdad y de la Memoria, elementos que al devenir contaminados por intereses e ideologías, facilitan y promueven la irritabilidad, la construcción de nuevos enemigos, la negación comunicativa del Otro como un interlocutor válido, los deseos de reescribir la historia negando los fallos de la justicia e incluso el aplauso del saldo trágico de víctimas fatales aludiendo al “bien superior del Estado”, forma de dominación que arrastra graves problemas de legitimidad.

En este discurrir hay que señalar que como animal simbólico el presidente Petro ha exagerado en la exhibición de la bandera del M-19 y en la reivindicación de su lucha como guerrillero y revolucionario en una sociedad que a pesar de procesos de paz fallidos y otros exitosos, sigue viendo su consecución como un desgaste innecesario no solo por los elevados costos económicos de los diálogos de paz, la rebaja de penas y las desmovilizaciones de los grupos al margen de la ley, sino porque al no producirse la eliminación física de los excombatientes se asume como una derrota social y política de aquellos que defienden la institucionalidad estatal sin el más mínimo asomo de responsabilidad política por haber evitado la construcción de una verdadera República.

Por todo lo que representa para el país el presidente de la República, al agitar en varias ocasiones la bandera del M-19 reabre heridas, alimenta los reduccionismos conceptuales que al final evitan la comprensión de las lógicas de los llamados “revolucionarios” y las propias de los “contrarrevolucionarios y la circulación de versiones oficiales y no oficiales que extienden en el tiempo las dudas sobre la Verdad y la Memoria en torno a los dos hechos que provocaron la escritura de esta reflexión.

Lo mejor que podemos hacer como sociedad es dejar que “hablen” las historias, las memorias y las verdades, judiciales y las versiones populares construidas sobre los vergonzosos hechos de la toma y retoma del Palacio de Justicia y la eliminación de los militantes de la UP. No es necesario estar de acuerdo alrededor de quiénes fueron los responsables directos e indirectos; bastaría con sentirnos avergonzados por esos dos episodios que dicen mucho de lo que somos como ciudadanos y colectivo. Quizás a partir de ese momento estemos listos para “pasar estas dos y otras páginas de nuestra vergonzante historia como pueblo aparentemente civilizado.


 


petro, los gaona y el palacio de justicia - Búsqueda Imágenes


SERGIO FAJARDO, EL CANDIDATO INDEPENDIENTE QUE “HABLA MUCHO CON URIBE”

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Sergio Fajardo Valderrama es un político carismático, apocado, mesurado, tibio, posudo y políticamente farsante. Esto último porque siempre ha negado su cercanía con el uribismo y en particular con el expresidente Uribe Vélez a pesar de sendas columnas que hace años publicó en El Colombiano en las que exaltaba al político antioqueño que fungía como gobernador de Antioquia: Uribe, el hombre (1994) tituló la columna Fajardo y señaló en el texto de opinión que aquel era “uno de los pocos políticos que en la historia reciente del país ha dignificado la actividad política".

El país recuerda cuando señaló que él se consideraba de “extremo centro” y, por lo tanto, "ni uribista ni anti uribista". Sin duda alguna una postura medrosa y cándida para quien, de acuerdo con Ingrid Betancur “habla mucho con Uribe”. Betancur dijo exactamente: “sé que Fajardo habla mucho con Uribe”.

El comentario de Ingrid Betancur se produjo después de haberse reunido con el caudillo antioqueño para cuadrar la candidatura presidencial de Juan Carlos Pinzón Bueno quien recibió el aval del movimiento Oxígeno Verde, la microempresa electoral de la ciudadana colombo-francesa que volvió al país como lo hace cada cuatro años para jugar electoral y políticamente. Lo dicho por Betancur no es por supuesto un simple comentario al margen y menos una infidencia. Por el contrario, intenta golpear la imagen de independiente de Fajardo con el claro interés de posicionar a Pinzón Bueno el precandidato presidencial que más le gusta al Señor de El Ubérrimo.

El Tiempo le preguntó a Fajardo por la cumbre Gaviria-Uribe y esto respondió el timorato candidato presidencial del inexistente “extremo centro político”: “Nosotros tenemos una propuesta, estamos siguiendo un camino y vamos concentrados. Nuestro reto son los extremos y Adelante con Fajardo, ese es el camino que estamos recorriendo. Yo soy respetuoso; he dicho una y otra vez que podemos ser diferentes sin ser enemigos, pero yo estoy concentrado en lo que estamos haciendo”.

Fajardo Valderrama confunde el respeto con la complacencia y el miedo a confrontar a quienes como Uribe le han hecho daño al país y a las instituciones. Jamás el profesor y matemático confrontó a las mafias enquistadas en el sistema de salud. Eso sí, ha preferido atacar al gobierno Petro señalando que “el desgobierno de Petro está destruyendo el sistema de salud. Están jugando con la vida de la gente para defender una ideología, cuando lo que necesitamos es un método para poner orden y dar soluciones reales”.

El silencio de Fajardo frente a un problema estructural que afronta el sistema de aseguramiento en salud confirma su perfil cobarde y acomodado porque sabe que detrás de las EPS hay agentes económicos, potenciales patrocinadores de su campaña presidencial. Gracias a Betancur ya sabemos que, a Fajardo, además de disfrutar irse a ver ballenas, le encanta hablar con Uribe sobre su posible candidatura presidencial.

En el 2020, Kevin Ríos Aguirre, en el portal las  2 Orillas escribió esto de Sergio Fajardo: “Un hombre que dice ser un candidato alternativo que se preocupa por el pueblo; cuando toda su vida ha estado rodeada de los lujos que brinda pertenecer a una clase acomodada gracias a su padre que hacía negocios con la oligarquía antioqueña”.




fajardo y uribe - Búsqueda Imágenes

viernes, 31 de octubre de 2025

EL “FUTURO" DE COLOMBIA EN MANOS DE URIBE Y GAVIRIA

 





Por Germán Ayala Osorio

 

La cumbre de los expresidentes César Gaviria Trujillo y Álvaro Uribe Vélez es el resultado de la enorme preocupación que produjo en el Establecimiento la positiva votación que obtuvo la consulta del Pacto Histórico el pasado 26 de octubre, en una fecha electoralmente “fría”.

De ahí la necesidad de estos dos carcamales de reunirse para consolidar el TCP (Todos Contra Petro o el Petrismo) de la mano de aquellos que compartan el desespero de recuperar la Casa de Nari en el 2026, convertida por ellos mismos en la guarida desde la cual el uribismo completó 20 años privatizando el Estado para el beneficio de unas cuantas familias. La pobreza que pactaron erradicar en la sonada reunión es el resultado de esos 20 años de uribismo a los que por supuesto hay que sumar las medidas neoliberales aplicadas previamente por los irresponsables de César Gaviria y Andrés Pastrana.

La prensa hegemónica llamó a lo acordado entre estos dos valedutinarios como la “coalición por el futuro de Colombia”, una especie de eslogan que nos recuerda aquella frase con la que asumió la presidencia Gaviria Trujillo, “bienvenidos al futuro”. El país recuerda que futuro no hubo porque vino el apagón, la “hora Gaviria”, las barcazas inservibles, el centro de operaciones y veraneo del criminal Pablo Escobar Gaviria y su posterior “fuga”; y por supuesto, el kínder de Palacio con el que impusieron las recetas neoliberales con las que se naturalizaron la pobreza, la inequidad, la informalidad y la precariedad laborales y su posterior explotación electoral por el populismo de izquierda y derecha. El diseño mafioso del sistema de salud es también “obra” de la derecha y el uribismo.

La señalada cumbre es el mejor ejemplo para explicar el pragmatismo moral y ético-político con el que suele actuar la derecha colombiana. Atrás quedaron los gritos de “Uribe mentiroso, Uribe mentiroso” del expresidente nacido en la ciudad de Pereira. Justamente, esa actitud pragmática con la que siempre asumieron el ejercicio del poder político les permite a sus más notables animadores y militantes olvidarse de las denuncias de corrupción público-privada, consideradas como un incómodo relato solo superable con acuerdos burocráticos, la entrega contratos millonarios y ministerios.  

El expresidente, exdirector de la Aerocivil y domador de bestias, Álvaro Uribe previa a la reunión con Gaviria, hizo lo propio con Ingrid Betancur quien como ya es costumbre,  cada cuatro años aparece para ver qué logra pescar de un Establecimiento que ve con preocupación una eventual continuidad del proyecto progresista a pesar de la mala prensa, los escándalos de corrupción, la fallida Paz Total y los errores cometidos por el presidente Petro en el manejo de las relaciones con los Estados Unidos. Con eso y todo se logró desaparecer el fantasma del castrochavismo y el miedo a “convertirnos en Venezuela”.

Tras el aval de Oxígeno Verde a Juan Carlos Pinzón Bueno, la reunión con Uribe Vélez era inevitable por una razón fundamental:  el expresidente antioqueño ya dejó ver su complacencia y preferencia por el exministro Pinzón para que sea el candidato único de la derecha para enfrentar a Iván Cepeda Castro si el CNE y el Consejo de Estado determinan que no podrá participar del frente amplio en marzo de 2026 por tratarse de dos consultas interpartidistas.  Oxígeno Verde es la microempresa electoral que cada cuatro años Ingrid Betancur activa para sacar réditos políticos, económicos y electorales.

Es claro que Uribe Vélez no confía en ninguna de sus cuatro “tigresas” (Cabal, Holguín, Paloma Valencia y Vicky Dávila), por su condición de mujeres. Uribe necesita poner en el Solio de Bolívar a un hombre para lidiar con él bajo la relación “macho a macho” en la que se siente cómodo el zafio latifundista, ganadero y caballista. El sistema patriarcal y el machismo aún no exhiben las grietas culturales suficientes para permitir que una mujer llegue a la Casa de Nariño.

El encuentro Gaviria-Uribe da cuenta del incontrastable cinismo con el que opera el poder político en Colombia. No habrá jamás renovación política en la derecha y mucho menos espacio para la consolidación de un verdadero centro mientras que politicastros como estos dos vejestorios sigan representando los intereses de los más poderosos agentes económicos del viejo Establecimiento colombiano que siguen asumiendo al país como un platanal con bandera.




martes, 28 de octubre de 2025

ANTIOQUIA SE QUEDA SIN REINA: LAURA SE FUE

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La renuncia de la Señorita Antioquia, Laura Gallego Solís a representar a su departamento en el Reinado Nacional de la Belleza obedece claramente a la presión en las redes sociales que soportó por haber incitado, deseado y propuesto que le dieran bala y cachazos al presidente Petro y al exalcalde de Medellín, Daniel Quintero.

En lugar de ofrecer disculpas por el irresponsable y apologético acto de habla que publicó en dos videos que se hicieron virales, Gallego Solís convirtió su animadversión hacia todo lo que representan social y políticamente Petro y Quintero en una causa legítima amparada en su derecho a la libertad de expresión. Así las cosas, la exseñorita Antioquia confunde la actividad política y su derecho a expresar sus ideas, con la exaltación que hizo de la “necesidad” de que los dos políticos fueran eliminados.

Desde una perspectiva comunicacional, Laura Gallego se negó a reconocer a los dos políticos como actores con los que es posible sostener una confrontación de ideas políticas, así sea en medio del clima de polarización política y crispación ideológica por el que atraviesa el país y que se vive con intensidad en las redes sociales, convertidas en fétidas trincheras ideológicas. Al proponer silenciarlos a bala, Gallego Solís se puso por encima de los derechos que les asisten a Petro y a Quintero a defenderse en una deseada situación de comunicación que la modelo se negó a sostener, al acudir a las redes sociales para usar un lenguaje violento con el que hizo apología a la comisión del delito de homicidio.

Leamos la carta de renuncia a su condición de Señorita Antioquia: “Hace unos días fui elegida Señorita Antioquia, un honor que recibí con profunda gratitud y con la ilusión genuina de representar a la tierra que amo. Sin embargo, también soy una mujer con criterio, con una trayectoria de activismo cívico y con una voz política que jamás he ocultado ni ocultaré. Se han señalado mis posturas políticas como si pensar, opinar y defender principios fuera incompatible con ser reina. Pretenden que la participación de una Señorita Antioquia en la vida pública sea un adorno pasivo, un cuerpo silencioso destinado a complacer el espectáculo”.

En este pasaje de su misiva, Laura Gallego establece una conexión amañada de dos escenarios públicos: el de la opinión y el que cobija a los certámenes de belleza. Y cae en una falacia argumentativa con la que crea una inexistente acción de censura. De esa manera se niega a reconocer que se equivocó y que su apología a la comisión del delito de homicidio está muy lejos de lo que ella llama “defender principios, pensar y opinar”.

Parece olvidar la modelo y abogada que el “éxito” de la sociedad patriarcal y de su correlato el machismo está fundado en los reinados de belleza, escenarios perfectos para cosificar a las mujeres, convertirlas en objetos sexuales y consolidar el imaginario colectivo que señala que las “reinas de belleza son brutas”. Ese tipo de certámenes, concentrados en la “autoridad” del Concurso Nacional de la Belleza (CNB) sirvieron además para alejar a las aspirantes a Señorita Colombia de la política proscribiendo su libertad de expresión.

Los reinados son instrumentos de dominación física y simbólica en los que las mujeres aceptan las condiciones propias en las que deben modelar sus cuerpos y guardar prudente silencio frente a hechos y situaciones propias de la política. A pesar del tibio comunicado del CNB, en este le recordaron a la Señorita Antioquia que “el Concurso Nacional de la Belleza no participa, ni en su nombre ni en el de las aspirantes a Señorita Colombia en política. Por lo tanto, rechaza cualquier pronunciamiento de las participantes en torno a la actividad política… y conmina respetuosamente a las candidatas a abstenerse de participar en política mientras ostenten la representación de sus municipios, departamentos o regiones”.

Sigamos con otros apartes de la mencionada carta. “Incluso, se han emitido ataques públicos provenientes de figuras como Daniel Quintero y Gustavo Petro, a quienes he cuestionado abiertamente desde la ciudadanía por sus actuaciones y discursos que considero dañinos para Colombia. Ante esta realidad, me niego a permanecer callada”.

En el citado párrafo, de manera sinuosa Gallego Solís se victimiza para negar que su actuación en los ya referidos videos niega la posibilidad de discutir con Petro y Quintero alrededor de sus “dañinos discursos”. ¿Por qué sugerir eliminarlos a bala si se tiene la posibilidad de cuestionarlos verbalmente en un encuentro dialógico? Las respuestas del presidente de la República y del exalcalde fueron proporcionales a la violenta insinuación o deseo de la joven abogada.

Me niego a ser parte de un sistema que exige obediencia en lugar de pensamiento propio. Me niego a que una corona se convierta en mordaza. Por lo anterior, presento de manera irrevocable mi renuncia como Señorita Antioquia 2025”.  ¿A qué sistema se referirá la dimitente y agraciada modelo? El CNB en sí mismo es un sistema que le impone a las candidatas participantes y a las reinas, virreinas y princesas específicas condiciones que suelen acatar por todos los beneficios que reciben de la organización de esos certámenes de belleza. Tardíamente comprendió que llevar una corona constituye una mordaza. Lo llamativo es que esa constatación deviene contaminada de la rabia que muy seguramente le produjo las reacciones que en su contra circularon en las redes sociales y la animadversión que la llevó a sugerir la eliminación del presidente de la República y al exalcalde de Medellín.

La epístola de Laura Gallego Solís termina así: “La libertad de expresión no puede ser privilegio de unos pocos, ni mucho menos un instrumento para callar a quienes piensan distinto. No renuncio a mis sueños, no renuncio a mi voz, no renuncio a mi compromiso con Antioquia y con Colombia. Esta decisión es personal y definitiva, pero mi lucha por una Colombia libre y pensante continúa. ¡Gracias a todos los que me han apoyado en este camino! Seguiré adelante con la frente en alto”.

Gallego Solís exhibe una evidente confusión conceptual entre la libertad de expresión y el hacer apología a un delito. Ella tiene derecho a decir todo lo que quiera mientras que no calumnie, injurie o desee la muerte a Petro y Quintero o la de otras figuras públicas que ella considera que le están haciendo daño al país. Los dos políticos están dentro de la legalidad y están actuando de acuerdo con las reglas del sistema democrático colombiano. Y en cuanto a su lucha por una Colombia libre y pensante, parece ser que la abogada y modelo vive en una realidad paralela porque hasta donde se sabe, no estamos viviendo los colombianos en una dictadura o bajo las condiciones del Estatuto de Seguridad de Turbay Ayala e incluso la Seguridad Democrática, políticas públicas con las que se restringieron derechos a opinar, a reunirse, a pensar y a criticar a los gobiernos que las aplicaron.




LAURA GALLEGO: LA “REINA DE LA BALA”

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Después de hacerse viral el video en el que aparece la Señorita Antioquia 2025, Laura Gallego Solís “ofreciendo bala o balín” a Daniel Quintero y al presidente Petro, el Concurso Nacional de la Belleza publicó un tibio comunicado en el que no rechaza de manera enfática y directa la incitación a que sean asesinados los dos políticos. En el documento se lee lo siguiente: “El Concurso Nacional de la Belleza no participa, ni en su nombre ni en el de las aspirantes a Señorita Colombia en política. Por lo tanto, rechaza cualquier pronunciamiento de las participantes en torno a la actividad política… y conmina respetuosamente a las candidatas a abstenerse de participar en política mientras ostenten la representación de sus municipios, departamentos o regiones”.

El acto de habla de la “angelical y peligrosa” candidata no es precisamente una acción política en la que exprese su apoyo por algún candidato en particular, aunque sus más recientes aspiraciones las hizo al lado de los más violentos precandidatos presidenciales de la ultraderecha que están en la contienda electoral: Abelardo de la Espriella y Santiago Botero, quienes en su orden ofrecen “destripar a la izquierda” y “balín para bandidos”. Lo dicho por Laura Gallego es a todas luces una expresión de odio y un acto prepolítico atado a la invitación a que Quintero y Petro sean eliminados a balazos. Es, claramente, una apología al delito, en este caso a que sean asesinados el exalcalde de Medellín y el presidente de la República.

Así las cosas, el comunicado de la entidad resulta tibio, desacertado, medroso e insulso en la medida en que la incitación a cometer homicidios hace parte de la violencia política que por años el país ha sufrido. Por culpa del odio político fueron asesinados más de tres mil militantes de la UP y tres candidatos presidenciales en los años 90.

¿Por qué no excluir a la participante del certamen de la belleza a celebrarse en Cartagena el 11 de noviembre? ¿No les pareció grave a los miembros del Comité? ¿O no la retiraron por tratarse de la Señorita Antioquia? Como estamos en Colombia, un país en el que todo se vuelve risa y mamadera de gallo no vaya a ser que la violenta candidata termine elegida como la “Reina de la Bala” y se convierta en el símbolo del uribismo. Me imagino que la Señorita Antioquia cree en Dios como De la Espriella y Botero. Y pues en nombre de Dios todo se vale, gritan por ahí los señores de la derecha colombiana. ¿Se atreverá a desfilar con una canana la Señorita Antioquia?

Quizás es necesario recordarle a los Señores del Concurso Nacional de la Belleza lo dicho por Laura Gallego: “¿Bala para Petro o para Daniel Quintero?”, a lo que De la Espriella responde: “No, esos manes no valen ni una bala”. Y en el segundo video, esta vez con Santiago Botero, esto le dice al violento precandidato presidencial: “Usted está en el desierto, tiene una pistola con una sola bala y salen a correr Petro y Quintero, ¿a quién le da la bala?”. Botero responde entre risas: “A Quintero”, y la candidata replica: “Pero al menos un cachazo a Petro”.


Nota: a eso de las cinco de la tarde del 28 de octubre de 2025, Laura Gallego Solís renunció a través de una carta pública. En la misiva no hay asomo de arrepentimiento por haber incitado a la violencia política  en contra del presidente Petro y el exalcalde Medellín, Daniel Quintero. Por el contrario, Gallego Solís deja entrever en la misiva que su apologético acto de habla está atado a un ejercicio de libertad de expresión, fruto de sus firmes convicciones políticas.  "Me niego a permanecer callada. Me niego a ser parte de un sistema que exige obediencia en lugar de pensamiento propio. Me niego a que una corona se convierta en mordaza". Ojalá la joven entienda que en democracia lo mejor es discutir con argumentos, en un diálogo horizontal y respetuoso. Espero, también, que supere la animadversión que entre líneas deja ver en su renuncia hacia los que no piensan como ella. 



lunes, 27 de octubre de 2025

OCHO "AGENTES DEL ODIO"

 

Por Germán Ayala Osorio

 





La extensión social de la doctrina castrense del enemigo interno hacia aquellos que pensaran diferente y fueran físicamente distintos sirvió a los innobles propósitos de la política de Seguridad Democrática aplicada entre el 2002 y el 2010. Después de 20 años de uribismo y de la llegada de Petro a la Casa de Nariño la aporofobia, el clasismo, el racismo y el odio a todo lo que huela a izquierda y progresismo consolidaron la narrativa electoral con la que la derecha afrontará las elecciones de 2026.

Dentro del espectro de la derecha y sin menoscabo de otros instrumentos ideológicos diseñados para lograr el propósito de derrotar al petrismo en la próxima jornada electoral aparecen lo que en esta columna llamo los Agentes del Odio. Entre estos sobresalen hombres y mujeres como Abelardo de la Espriella y Vicky Dávila, precandidatos presidenciales uribizados que destilan odio y confirman la efectiva la extensión social de la señalada doctrina castrense.

El primero parece que quiere imitar a Jack El Destripador. “Destripar a la izquierda” espetó con toda la fuerza de ese violento y peligroso acto ilocutivo. Mientras tanto, la señora Dávila, una de las “tigresas” de Uribe, después de conocer la elección de Iván Cepeda Castro como el candidato presidencial del Pacto Histórico montó en cólera y dijo en la W radio que Cepeda es “un peligro, una amenaza para Colombia”, razón suficiente para “unirnos para derrotar el mal”. En su cuenta de X, la clasista periodista-periodista volvió a decirlo: “Sí, tenemos que UNIRNOS para derrotar el mal…”. Por tratarse de una mujer conservadora, goda y creyente en Dios es posible pensar que está dispuesta a liderar una especie de “cruzada político-electoral” que devendrá en forma de cóctel con tres ingredientes fundamentales: religión, odio y política.

Previo a la jornada electoral del domingo 26 de octubre, circuló un video en el que aparecen en un restaurante cinco mujeres, íconos claros de lo que se conoce como “gente de bien”. Las féminas, todas “monas”, “blancas” “atractivas” y “bien vestidas y maquilladas” hablan de la consulta del Pacto Histórico. La conversación entre las damas discurre alrededor de la idea de no salir a votar el domingo en la atípica jornada electoral porque “toca” dedicarse a la familia, a los hijos, ir a cine, hacer de “todo, menos salir a votar la consulta del pacto histórico”. El desprecio hacia el partido de Gobierno y a la gente que  apoya a dicha colectividad lo deja claro una de las protagonistas al decir que  “cada voto que se le dé el domingo a esa gente es validarles todo lo que han hecho, la destrucción del país.

En otra pieza audiovisual que también circuló en la red X aparece la Señorita Antioquia 2025, quien participará en el próximo Reinado Nacional de la Belleza en Cartagena incitando a la violencia. La "angelical y bella mujer” le dice y pregunta a su interlocutor, el precandidato presidencial Santiago Botero: “en el desierto tenés una pistola con una bala te sueltan a correr a Petro y a Daniel Quintero a quién le das la bala?

El periodista Jorge Gómez Pinilla reaccionó así a lo dicho por la representante de la belleza antioqueña: “Podemos estar en desacuerdo con Quintero o con Petro, pero no se le ve bien a una mujer joven y de corte angelical pronunciar palabras que solo caben en la boca de un ser maléfico, perverso, ruin. El video es tomado de la cuenta de @n.i.c.o_co en Instagram. ¿Esto no constituye acaso un poderoso atenuante de peso para iniciar un proceso legal por incitar a cometer un homicidio? Solo pregunto”.

Si juntamos las expresiones espetadas por cada uno de estos ocho “Agentes del Odio” podría fácilmente dar vida al siguiente acto ilocutivo: “Los buenos somos más y por ello, hay que destripar o darle bala a esa gente porque son el mal”.

Bajo diversos lenguajes, corporal y verbal, el país se va acercando a vivir- quizás a sufrir- una jornada electoral en la que millones de “Agentes del Odio” como los aquí reseñados saldrán a votar “emberracados”, bejucos, furibundos o rabiosos para “salvar al país” de ese mal que llama izquierda o progresismo. Muy seguramente, una vez cumplido el propósito electoral, gritarán extasiados, “Ajúa” o el conocido estribillo uribista "bala es lo que hay, bala es lo que viene". 






La imagen fue tomada de vicky davila y abelardo de la espriella - Búsqueda Imágenes

INGRID BETANCUR Y SU SELECCIÓN ANTIPETRO

Por Germán Ayala Osorio   El país ha visto a candidatos presidenciales en lugares populares comiendo tamales, tomates y empanadas en ges...