jueves, 14 de agosto de 2025

HABLEMOS DE PRECANDIDATOS PRESIDENCIALES POCO SERIOS

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La violencia política, pero sobre todo la verbal que desde los tiempos del plebiscito por la paz viene incrementándose en redes sociales y en otros espacios societales, no van a detenerse por cuenta de los llamados que se hacen desde partidos, el sector empresarial y los propios medios de comunicación, estos últimos responsables en gran medida de la polarización política la misma que están ayudando a extender hasta las próximas elecciones.

En el sepelio de Miguel Uribe Turbay quedó claro que no habrá desescalamiento de la violencia verbal y en la pugnacidad ideológica. Y ese parece ser el escenario predilecto para los precandidatos Daniel Quintero, Vicky Dávila y Abelardo de la Espriella.

Ya las audiencias reconocen que los tres políticos le están apostando a caldear más los ánimos con sus actos de habla cargados de animosidad y desinterés por presentar sus propuestas de gobierno, en caso de que resulten elegidos en las consultas internas de sus colectividades como candidatos presidenciales. Los une la irresponsabilidad, la ligereza, pero sobre todo la ceguera para leer la actual coyuntura política, aún más enrarecida con el fallecimiento y el politizado sepelio de Miguel Uribe Turbay y el declive del uribismo.

Si los comportamientos públicos y la “verborrea” de Quintero, Dávila y De la Espriella son el fruto de las recomendaciones recibidas de sus asesores de campaña, entonces hay que decir que están muy mal asesorados. Que Dávila y el abogado defensor de DMG lo hagan hace parte de las formas como la ultraderecha y el uribismo suelen plantear soluciones a los problemas del país: bala, señalamientos y viajes de superioridad moral que lo único que dejan ver es el cinismo de los intrépidos viajeros, reconocidos por su clasismo y racismo.  

Pero si Quintero quiere recoger las banderas del progresismo, sus acciones simbólicas le están quitando seriedad a las ideas políticas y a toda la narrativa reivindicante y contestataria con la que el presidente Petro viene confrontando a los agentes del vetusto Establecimiento colombiano.

Eso de viajar hasta el Amazonas a izar la bandera de Colombia en la disputada isla de Santa Rosa y aparecerse con la bandera de Palestina en la asamblea de la Andi pueden resultar espectaculares al ojo de los fanáticos, pero resultan poco serias y convenientes porque, de un lado, aumenta las tensiones diplomáticas entre Perú y Colombia; y del otro, acrecienta el odio de los empresarios hacia todo lo que huele a progresismo. Y claro que son legítimos los reclamos que hace el político antioqueño, el problema está en las maneras como pretende luchar por las dos causas.

Eso sí, la campaña de Carolina Corcho está sirviendo para consolidar la imagen de una mujer aplomada, inteligente y formada para el debate de las ideas. Todo lo contrario están haciendo el exalcalde de Medellín, el maltratador de gatos y la periodista-periodista. Los tres están construyendo una imagen de políticos inmaduros e incapaces de discutir con argumentos porque sus incontrastables egos los están llevando a hacer el ridículo.

 



abelardo de la espriella, daniel quintero y vicky davila - Búsqueda Imágenes

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