Por Germán Ayala Osorio
A raíz de los audios publicados
por el diario El País de España en los que se escucha decir al excanciller Álvaro
Leyva Durán que “hay que sacar a ese tipo”, en referencia directa al presidente
de la República, la vicepresidenta Francia Elena Márquez Mina, mencionada por Leyva
en los audios, reaccionó a través de un comunicado que no fue bien recibido en sectores
del Pacto Histórico. Examinemos apartes del documento desde Lo No Dicho,
perspectiva de análisis con la que es posible interpretar esos silencios que se
asumen bien de manera consciente o inconsciente.
Las críticas que recibió Márquez
Mina de parte de varios de sus compañeros de gobierno apuntan a que la
vicepresidenta no rechaza con vehemencia lo que claramente es una intentona de golpe
de Estado, pensada y diseñada por el excanciller Leyva Durán. Se suma a lo
anterior la no referencia al nombre del presidente Petro, con quien llegó al
poder cogidos de las manos y exhibiendo cercanía y sintonía con las formas para
cumplir las promesas de campaña.
“Jamás he traicionado, ni
cuestionado la autoridad legítima del primer mandatario de la Nación”. Márquez
Mina en este pasaje y en otros evita referirse al presidente con su nombre,
acción lingüística que bien puede ser interpretada como una toma de distancia atada
a la ruptura política entre la vicepresidenta
y el presidente Petro de la que se habla en los “mentideros políticos”. Incluso se habla de una ya probada enemistad entre las dos cabezas visibles del actual gobierno.
En otro pasaje del comunicado, la
vicepresidenta Francia Márquez señala que “tengo la conciencia tranquila, la
mente clara y el corazón firme. Respeto profundamente el orden constitucional,
y dentro de este, la figura del Presidente de la República como
símbolo de la unidad nacional. Lo he expresado en público y en privado, y no
debe caer duda: jamás he traicionado, ni cuestionado la autoridad legítima
del primer mandatario de la Nación”.
En relación con la exigencia que
se le hace a Márquez
de rechazar cualquier ruptura institucional y constitucional, generada por el
temerario acto de habla Leyva “hay que sacar a ese tipo”, en el comunicado se
lee: “no existe la posibilidad de que me preste para conspiraciones.
No me mueve el resentimiento ni la conveniencia, y a quienes creen que podrán utilizarme
como instrumento de sus ambiciones, les digo: están profundamente equivocados”.
Resulta llamativo, por decir lo
menos, que la vicepresidenta no condene y rechace las intenciones golpistas de
Leyva Durán. Márquez Mina cree que es suficiente con señalar que ella jamás se
prestaría para semejante propuesta del excanciller. Francia Márquez suele
hablar desde su particular lugar de enunciación, olvidándose lo que representa
ella como alternativa de poder en caso tal de que falte el presidente de la
República o finalmente sea defenestrado como es la pretensión de Álvaro Leyva
Durán.
Suele pasar que los silencios,
conscientes o inconscientes, dicen más que las ideas que se explicitan en un
texto. En este caso, Lo No Dicho deja dudas y muchas
preguntas alrededor del tipo de relaciones que Francia Elena Márquez sostiene tanto
con Petro como con Leyva Durán.
FRANCIA MARQUEZ Y PETRO JUNTOS - Búsqueda Imágenes
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