viernes, 13 de junio de 2025

EL TIEMPO NO SE DETIENE CUANDO DE MENTIR SE TRATA

Por Germán Ayala Osorio

 

La llegada del primer gobierno progresista en Colombia sirvió para develar hasta dónde los propietarios de los medios masivos, de la mano de sus periodistas y editores podían estirar la ética periodística. Corrieron tanto la línea de la eticidad del oficio que además de consolidarse como actores políticos, naturalizaron la mentira, la mala leche como herramienta de confrontación ideológica y la intención manifiesta de forjar estados de opinión pública proclives a generar incertidumbres, miedos y animadversión entre agentes de la derecha y la izquierda. Es decir, la prensa hegemónica viene actuando desde el 7 de agosto de 2022 como estructuras políticas en las que, en lugar de trabajar periodistas, laboran activistas políticos.

Bajo esas circunstancias se entiende la actitud asumida por el diario EL TIEMPO de tergiversar los hechos noticiosos, alimentar el odio desde sus tribunas de opinión y lo que es peor, decir mentiras con el propósito de generar pánico económico y preocupación en los colombianos.

El diario conservador[1], en manos de Sarmiento Angulo, mintió al decir que el gobierno estaría contemplando incrementar el IVA del 19% al 26%. Semejante falsedad circuló por varias horas en las redes sociales, en particular en la red X. La reacción no coordinada de varios tuiteros e incluso de periodistas obligó al diario capitalino a reconocer el “error” y ofrecer disculpas. Aunque en la “corrección” publicada El Tiempo reconoce que se trató de un error, todo indica que se trató de una acción deliberada de alguien de la redacción que pretendió afectar la imagen del gobierno Petro y generar rabia en los agentes económicos responsables del IVA y pánico económico.

Esto dijo el periódico del poderoso banquero: “El Tiempo aclara que en una versión inicial de la noticia sobre los anuncios de una eventual reforma tributaria se informó de manera errónea de un supuesto aumento del 19% al 26% del IVA en Colombia, información que no corresponde a lo anunciado por el Gobierno”.

Por supuesto que no se trató de un error involuntario, sino de una acción deliberada, por cuanto el gobierno en ningún momento dijo estar contemplando el incremento del impuesto de valor agregado, IVA.

Lo hecho por El Tiempo es una prueba más de que corrieron la línea ética del oficio, afectando en materia grave la credibilidad del periódico, convertido por Sarmiento Angulo en su más poderosa trinchera ideológica y política desde donde se “dispara” hacia la Casa de Nariño toda suerte de mentiras, pullas y lecturas amañadas de los hechos noticiables.  La frase-lema con la que el diario bogotano se identifica dice que “El Tiempo no se detiene”. Por las mentiras y exageraciones publicadas parece que a la frase-lema hay que sumarle una idea complementaria: “El Tiempo no se detiene cuando se trata de mentir y afectar al gobierno Petro”.











[1] Cuando perteneció a la familia Santos, en su Manual de Redacción se presentaba como un diario liberal. A partir de la compra por parte del banquero Sarmiento Angulo, esa condición de liberal cambió. Hoy parece defender las ideas conservadoras de los sectores más retardatarios del país.

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