martes, 24 de junio de 2025

¿POR QUÉ INSISTEN EN LLAMAR PRESIDENTES A LOS EXPRESIDENTES?

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Entrevistar al presidente de la República suele asumirse como un privilegio periodístico por todo lo que representa para una sociedad como la colombiana que lo asume como una figura emblemática con un aura especial, casi como una deidad.  

El escenario se torna mágico y trascendental cuando dichas entrevistas se realizan en la Casa de Gobierno a la que la prensa suele llamar el Palacio de Nariño, como si en su interior pernoctara un inmaculado Rey, acompañado de doncellas, la guardia real e incluso mosqueteros como Atos, D'Artagnan, Portos y Aramis preparados para ofrendar sus vidas al momento de proteger la del encopetado soberano.

Cuando entrega el poder el presidente de la República, abandona el frío Palacio y adquiere la condición de expresidente, hay periodistas que lo siguen llamando “presidente” en lo que bien se puede catalogar como una actitud zalamera más propia de un súbdito que la de un reportero preparado para confrontarlo por lo hecho durante su periodo de gobierno o consultarlo por asuntos coyunturales.

A diario escuchamos en la radio y la televisión a periodistas aduladores que llaman a Uribe, Duque, Gaviria y a Santos “presidentes” cuando ya no ostentan esa condición. Y lo que es peor: ninguno de los exmandatarios es capaz de corregir a sus interlocutores porque quizás les fascina oír la palabra presidente como una manera de sobrellevar la viudez del poder.

Si ya no ostentan la condición de jefes de Estado ¿por qué los periodistas de la prensa tradicional insisten en llamar “presidente” a los expresidentes de la República?  Trataré de encontrar respuestas a esa actitud lisonjera y servil de los colegas. Es posible que haya una excesiva admiración hacia el exmandatario, lo que justifica llamarlo “presidente”. También es probable que por filiación política al reportero poco o nada le importa que lo califiquen como adulador y sumiso; quizás la línea editorial “les ordena” a los periodistas, presentadores y directores de medios llamar presidente a quien ya no lo es como una manera de mantener las relaciones con el poder económico y político que aún mantenga a pesar de la condición de expresidente.

Ese periodismo melifluo en lugar de generar confianza en las audiencias produce dudas por cuanto se piensa que ese periodista adulador será incapaz de confrontar las ideas que exprese el expresidente durante la entrevista. Hoy, en la emisión central del Noticiero Caracol Noticias, Juan Roberto Vargas, su director, entrevistó junto a una colega a Juan Manuel Santos Calderón, a quien por lo menos tres veces lo llamaron “presidente”. Los apartes televisados de la entrevista confirman el talante zalamero, sobón, cobista, quitamotas y empalagoso de los dos periodistas interesados más en aprobar todo lo dicho por Santos, en particular cuando hizo una lectura catastrofista del actual gobierno al decir que el “país va a la deriva”.

Sin caer en la grosería y sin desconocer al “calificado” interlocutor, los periodistas deberían de abstenerse de llamar “presidente” a quien ya no ostenta esa condición. Por respeto a las audiencias y en una clara muestra de independencia, lo correcto es llamarlo expresidente o señor Santos, Uribe, Duque o Gaviria. A lo mejor a los colegas les gusta actuar como periodistas lisonjeros y quitamotas. Bueno, esa también es una opción de vida.

 

entrevista a juan manuel santos en caracol - Búsqueda Imágenes

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