Por Germán Ayala Osorio
Véase este resumen: https://www.youtube.com/watch?v=LlNK_wPwkXA&t=1s
Después de que en su alocución
del 15 de julio el presidente Gustavo Petro les dijera “mentirosos” a los
periodistas de los medios tradicionales, el silencio de la FLIP, de las facultades
de periodismo y el de las propias empresas mediáticas involucradas en el señalamiento
ético del jefe del Estado, bien puede producir dos efectos claramente contrarios:
el primero, hacer aún más verosímil el
cuestionamiento de Petro y el segundo asociarlo a las malas relaciones del mandatario
con la prensa y en consecuencia a la
ojeriza desarrollada por el presidente hacia
la prensa por su labor de “control a la gestión de su gobierno”.
Eso sí, en el trasfondo hay una
realidad que toca a los periodistas y al oficio mismo: la nula capacidad
de los comunicadores para revisar sus propias actuaciones, pero
sobre todo las lógicas noticiosas que, contaminadas de intereses políticos y
económicos y de la línea editorial trazada por los directores en consonancia
con los deseos de los propietarios de las empresas mediáticas, terminaron por
convertir a los periodistas en estafetas y amanuenses y a los medios en actores
políticos.
Lo mismo sucede al interior de
las facultades de periodismo en las que sus decanos y las directivas de las
universidades suelen evitar cuestionar a los medios tradicionales dado que
estos operan como centros de práctica a donde son enviados los estudiantes. Mantener
las buenas relaciones con el entorno (esto es, con los medios y otros
agentes del Establecimiento) es una directiva que profesores y decanos suelen cumplir
al pie de la letra. Se permiten hacer análisis del discurso, pero los
profesores críticos del actuar de la prensa hegemónica suelen ser “mal vistos” al
interior de las facultades de comunicación social-periodismo en la medida en
que los alumnos pueden entrar en conflicto con el sentido mismo de la carrera.
Ser “profesor anti medios” es la
mácula que reciben los docentes que investigan y analizan los discursos
periodísticos-noticiosos con los que se logran advertir errores como
los que cometió Noticias Caracol cuando dijo que el gobierno debía 39,2 billones
de pesos a clínicas y hospitales. Lo llamativo es que Caracol hizo referencia al
informe publicado por la Contraloría General de la República, cuando realmente
el ente investigador aseguró que son las EPS las que le deben a las IPS esa cantidad
de dinero. No creo que se haya tratado de un error en la lectura del informe.
Mas bien de manera deliberada el director pudo ordenar que se dijera semejante
mentira con el fin de afectar la imagen del gobierno Petro. La salida del
director Juan Roberto Vargas es posible que se haya producido porque nuevamente
el numeral #CaracolMiente se hizo viral en las redes sociales, en particular en
X, convertida en una verdadera “caldera ideológica” en la que circulan
discursos de odio, medias verdades, exageraciones, mentiras, insultos, amenazas
y las correcciones cotidianas que Petro suele hacerles a los periodistas que lo
atacan desde sus trincheras.
petro le dice a los periodistas mentirosos en su alocución - Búsqueda Imágenes
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