Por Germán Ayala Osorio
Jaime Andrés Beltrán podría ayudarle
al expresidente Uribe a resolver el dilema electoral que enfrentará cuando deba
tomar la decisión de quién llevará la bandera del Centro Democrático en el
2026: si Vicky Dávila, Claudia López o María Fernanda Cabal.
Por cuenta de la anulación de la
elección como alcalde de Bucaramanga, Beltrán lanzó una llamativa “amenaza” contra
los jueces del Tribunal Administrativo de Santander que anularon su elección como
alcalde de la ciudad de los parques: “Si querían tumbar a un alcalde, les
nace un presidente de la República”, espetó el político que admira a Nayib
Bukele, presidente de El Salvador. Su emotiva y tempranera pretensión de llegar
a la presidencia puede ser asumida por la derecha como una oportunidad única
para superar la disyuntiva en las que están metidos los Machos de ese espectro ideológico por las molestias que les generan las aspiraciones presidenciales
de Dávila de Gnecco, López Hernández y Cabal de Lafourie. Uribe y otros
machitos de la derecha no se sienten seguros y mucho menos cómodos al tener que
entregarle la responsabilidad de dirigir los destinos del país a una mujer.
Beltrán tiene todo para ser el
ungido de Uribe: cree en Dios y asegura que por la voluntad de este llegó a la
alcaldía de Bucaramanga; es cristiano y le encanta todo lo que tenga que ver
con brindar seguridad. Habla duro y explosivo como le gusta al gran hacendado. Esto
dijo el “Bukele” santandereano en reacción a la decisión que deberá revisar el
Consejo de Estado: “A mí me pusieron aquí más de 90.000 personas.
A mí no me eligió Petro ni la izquierda ni los politiqueros. Me eligió el
pueblo y me puso Dios, quien es el que pone y quita reyes. Por lo
tanto, vamos a estar aquí hasta que Dios lo determine. Si querían
tumbar a un alcalde, les nace un presidente de la República (...). La manera
como han venido difamando a mi familia, a mi fe, a mi casa no tiene
precedentes. Nunca había visto a la clase politiquera y a la izquierda junta
para tumbar a un gobierno”.
Algunos analistas asumen lo
expresado por Beltrán como una manera de distraer la atención por el sentido
del fallo proferido por el Tribunal Administrativo de Santander. Quizás el
anulado alcalde de Bucaramanga sea el “tigre” que Uribe esté necesitando para
salir del encarte en el que está por cuenta de las aspiraciones de las tres “tigresas”
que lo idolatran, pero que para él no son garantía para que el país vuelva a
los tiempos de la “mano dura y el corazón grande”, esto es, el regreso a la
Seguridad Democrática, la misma que dejó 6402 falsos positivos, millones de desplazados
y la operación del Ejército nacional como una fuerza al servicio de intereses
privados.
Ya veremos si en El Ubérrimo le
copian a Beltrán la “pataleta electoral”. El expresidente y expresidiario ya
tiene entre sus zarpas la camiseta del Atlético Bucaramanga que le regaló el
propio alcalde de Bucaramanga. No creo que le disguste tener entre su espolón a
quien podría ser en el 2026 el “Bukele” colombiano.
Imagen tomada de Expresidente Uribe suma una nueva camiseta de fútbol, la del Atlético Bucaramanga - Infobae
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