Por Germán Ayala
Osorio
En el
ejercicio del periodismo podemos encontrar reporteros rigurosos que buscan
siempre llegar al fondo de los hechos, esto es, llegar a la verdad. También es
posible ver, leer y escuchar a locutores y columnistas que, siguiendo agenda
propia o la que les imponen los propietarios del medio, informan de acuerdo con
esos intereses que gravitan entre lo personal y lo corporativo. Claro que también
hay colegas que, al asumirse como vedettes del oficio, no les avergüenza jugar
el rol de estafetas de sectores económicos y políticos interesados exclusivamente
en desprestigiar a un ministro, a un presidente o a un gobierno en su conjunto.
Pues bien, el locutor y conductor de la FM, Luis Carlos Vélez es un fatuo periodista
que hace parte del pequeño círculo de estafetas del régimen uribizado que
sufrió derrota electoral en el 2022.
Recientemente,
el joven Vélez, a quien se le nota que poco lee, despreció el sentido de la
COP16. A pesar de las tímidas
explicaciones que sus colegas de mesa le intentaron dar sobre la importancia y
el origen de esa cumbre ambiental sobre la biodiversidad, el engreído locutor
siguió con su diatriba en contra del evento de talla mundial que se llevará en
Cali desde el mes de octubre.
Si miramos los efectos negativos que ya deja alrededor del mundo el cambio climático podemos confrontar el sentido de todas las cumbres ambientales, desde la cumbre de Río en 1992 y los subsiguientes encuentros. Incluso, si se advierte del poco compromiso de las potencias mundiales para reducir las emisiones de CO2, es posible asumir una postura crítica frente a esas reuniones a las que efectivamente asisten burócratas, pero también especialistas y ambientalistas a los que les preocupan actividades antrópicas como la ganadería extensiva, la deforestación, los monocultivos legales e ilegales y el crecimiento desordenado de las ciudades, entre otras que contribuyen seriamente a los problemas socio ambientales y ecológicos que afronta el planeta. Imagino que el joven Vélez no es capaz de criticar los monocultivos legales y menos aún a la ganadería extensiva de baja producción porque tiene amigos que se mueven en esas actividades económicas. O simplemente porque en su espacio radial pautan ingenios azucareros. Lo cierto es que el locutor Vélez exhibe un débil pensamiento crítico y un ego incontrastable propio de una "figurita mediática hecha a pulso".
Vélez pudo exponer
sus críticas haciendo un recorrido por los compromisos adquiridos, mirando incluso
los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Y también, proponerles a sus colegas
de la mesa de trabajo de La FM dar una discusión entre el ya manido sentido del
desarrollo sostenible y el que se le viene dando a la Sostenibilidad que
deviene con un sentido sistémico. Pero no, Vélez prefirió quedarse en la burla,
en los reduccionismos propios de un periodista con una nula capacidad de análisis
y sobre todo, con una evidente incapacidad para cruzar variables y hechos a
través de una mirada sistémica, holística.
Al decir que
es preferible realizar un evento futbolístico en lugar de la COP16 porque atrae
más público y deja más ganancias, Vélez dejó ver no solo su ignorancia supina,
sino su “mala leche” hacia el gobierno Petro, porque fue el presidente quien
tomó la decisión de darle a Cali la sede de esa cumbre ambiental por la biodiversidad.
La animadversión que profesa Luis Carlos Vélez hacia el presidente Gustavo
Petro es evidente. Incluso, pensaría que se trata ya de una fobia que no le
permite hacer un ejercicio periodístico serio, profesional y riguroso. Lo que
preocupa es que los integrantes de la mesa de trabajo de La FM no hayan confrontado
al aire al arrogante conductor del programa y haber aportado a la discusión,
haciendo críticas al modelo agro extractivo vigente en el país y alrededor del
mundo.
Vélez y sus
colegas están obligados a exhibir un mínimo dominio conceptual y categorial que
les permita cubrir hechos o comentar cumbres como la COP16, sin quedar como unos
encopetados ignaros de la radio colombiana. Y después se molestan porque el presidente
Petro los confronta y critica, cuando a diario desinforman, tergiversan o dicen
estupideces.
¿Sabrá el jovencito que Colombia es considerado como un país biodiverso, con especies endémicas? Atrévase a hacer periodismo, señor Luis Carlos Vélez. Bájele al activismo político que hace desde La FM. Como diría la inefable María Fernanda Cabal: "estudie, vago".
Imagen tomada de Youtube.com
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