miércoles, 6 de septiembre de 2023

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA ORDENA ECHARLE MANO A ARTURO CHAR

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La orden de captura internacional proferida por la Corte Suprema de Justicia en contra del exsenador Arturo Char debería de ser el principio del fin del famoso Clan político que, a manera de familia feudal, exhibe el dominio sobre la ciudad de Barranquilla, convertida de tiempo atrás en su feudo de unos 154 km2.

El sistema señorial montado por la familia Char en la capital del Atlántico convierte la democracia política y electoral en una pantomima en la que los sufragantes ejercen el derecho a votar, a sabiendas de que el ganador de la contienda local se conoce con antelación. Recién, la encuesta Invamer da como ganador a Alex Char, actual andidato a la alcaldía de la “arenosa” o también conocida como la “ciudad de los peligrosos arroyos” con un 86 por ciento de la intención de voto de los barranquilleros. Llama la atención que en afiches y pancartas, sus asesores decidieron presentarlo como Alex, así, sin su apellido, muy seguramente porque viene de tiempo atrás asociado a hechos de corrupción. Y ahora con la orden de captura contra su hermano, se confirma ese hecho social y político. 

Sobre varios miembros del poderoso Clan recaen investigaciones engavetadas en organismos de control disciplinario y en la propia Fiscalía.  Señalamientos que van desde narcotráfico (tráfico de marihuana y cocaína en los años 90) y delitos electorales que ya fueron imputados a Arturo Char, quien venía mofándose de la Corte que hoy ordena a la Interpol su captura.  Sobre este último, la Corte Suprema lo requiere porque, según denuncias de la procesada excongresista Aída Merlano, este habría pactado acciones conducentes a comprar votos. Los delitos formales en los que el alto tribunal soporta la orden de captura son concierto para delinquir y corrupción de sufragante agravados.

¿Qué tanto se verá afectada la aspiración de Alex Char Chaljub por el escándalo político y social que supone la captura de su hermano? Es posible que los efectos negativos no alcancen a poner en riesgo su llegada nuevamente a la alcaldía, hoy en manos de un alcalde puesto por el propio Clan. Se trataría, entonces, de una transición en las condiciones feudatarias arriba mencionadas, que impiden la consolidación de un proyecto civilizatorio moderno en el departamento del Atlántico. Alex Char ya fue alcalde de la ciudad en dos oportunidades. 

En términos mediáticos, la orden de captura será minimizada por los periodistas y medios afectos al Clan Char, por motivos de fidelidad política, relaciones de consanguinidad e incluso, por asuntos asociados a la pauta publicitaria proveniente de tiendas Olímpica, cadena de tiendas pertenecientes a la poderosa familia barranquillera.

Noticias Caracol, en su emisión del medio día de hoy 6 de septiembre, día en el que se conoce la expedición de la orden de captura internacional en contra de Arturo Char, apenas si tocó el asunto, pues el noticiero privado decidió, editorial y políticamente, dedicar, desde hace varios días, a hacer un cubrimiento espectacular, tipo publirreportaje, de las obras de infraestructura hechas en la capital del Atlántico, que la opinión pública asocia a la gestión de la familia Char. La dirección del noticiero lo hizo bajo la disculpa de cubrir el primer partido (y contra Venezuela) por la eliminatoria al Mundial de Fútbol (masculino) 2026.

En la radio pasó algo similar con La FM, cuyo director, Luis Carlos Vélez está emparentado con el Clan Char. Ambos medios no van a asumir la tarea de desglosar la investigación de los magistrados de la Corte que investigan al exsenador y mucho menos harán referencia a viejos cuestionamientos que medios internacionales, como El País, hizo en su momento en este titular y en la bajada: Un documento judicial vincula a la familia Char con el narcotráfico en Colombia. El expediente sostiene que la familia de uno de los candidatos a presidir el país traficaba en los noventa con marihuana y cocaína en Barranquilla, según revela una investigación periodística”. Como tampoco creo que se tomen la molestia de leer y comentar apartes del libro que la editorial Planeta censuró a la periodista Laura Ardila, titulado La Costa Nostra, la historia no autorizada de los Char, el clan político más poderoso de Colombia, publicado por Rey Naranjo Editores.

Bien por la Corte Suprema de Justicia que adopta la decisión no solo por las contundentes pruebas que Aída Merlano, condenada por delitos electorales, les entregó a los magistrados, sino por la actitud burlona que asumió el exsenador Char. Al eCHARle mano al excongresista, el mito de que los miembros de esa familia feudal son intocables, empieza a minarse, lo que sin duda es un triunfo para la justicia y para quienes esperamos que el país avance en sus procesos civilizatorios, se instale por fin en la modernidad y supere la confusión moral en la que deviene el conjunto de la sociedad colombiana.



Imagen tomada de EL ESPECTADOR. 

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