viernes, 30 de agosto de 2024

FEMINISMO Y CANDIDATURAS DE CABAL Y VICKY DÁVILA

 

Por Germán Ayala Osorio


Las candidaturas presidenciales de las señoras conservadoras Victoria Eugenia Dávila Hoyos y María Fernanda Cabal Molina podrían asumirse como una reivindicación de las mujeres, en una sociedad patriarcal y misógina como la colombiana, en la que la política ha estado dominada por la presencia incontrastable de los hombres. Pero no. 

Por el contrario, tanto Dávila como Cabal, a pesar de ser mujeres, representan los intereses, pero sobre todo las formas en las que vienen actuando el grupo de machos que concentran el poder económico y político en el país. Representan la tradición, la premodernidad y la doble moral de una sociedad como la colombiana que deviene confundida ética y moralmente. Ambas rezanderas y seguidoras de la iglesia Católica, institución que a través del tiempo demostró su misoginia institucionalmente naturalizada. 

Más claro: sus candidaturas en lugar de ayudar a la consolidación de las apuestas, o por lo menos de representar en algo la lucha feminista, son la constatación de que en Colombia hay mujeres, sobre todo en la política, que se la juegan todo el tiempo para que esa sociedad patriarcal y misógina se extienda en el tiempo a través de la vigencia de hombres públicos como Álvaro Uribe Vélez,  líder y patrón de las dos aspirantes. 

Eso sí, no faltará que de manera interesada aparezca una columnista que diga lo contrario: que Cabal Molina y Dávila Hoyos son dos abanderadas feministas, circunstancia que debería de garantizarles todo el apoyo electoral de las mujeres que hacen parte del movimiento feminista o que simpatizan con sus ideas. 

Cabal Molina, apoyada por lo que se conoce como el uribismo y el sector azucarero del Valle del Cauca, defiende a dentelladas al expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez, un macho cabrío, violento y con visos de misoginia, que demostró su desconfianza en las mujeres que desean gobernar a un país machista como Colombia. La misma defensa ha hecho a través de su particular ejercicio del periodismo la señora Dávila Hoyos. Su admiración hacia el vulgar latifundista y caballista raya con una ridícula veneración, muy propia de la gente creyente en Colombia que suele hacerle la venia a machos a pesar de los cuestionamientos  morales, éticos y los líos judiciales, como es el caso del exmandatario antioqueño. 

A la directora de Semana la apoyan los clanes Gilinski y Gnecco. Recordemos que los miembros del primer clan son de origen judío-lituano. Es posible, entonces, que dentro de esa familia se defienda la estructura patriarcal hebrea que de acuerdo con Aurora Salvatierra Ossorio, "concede al varón la autoridad sobre los miembros de lo que se designa como la casa del padre". Así las cosas, una eventual presidencia de Cabal o Dávila las convertiría en  meros instrumentos de los agentes más visibles del machismo en Colombia. 

Ojalá que las mujeres en Colombia no coman cuento al "discurso feminista" que de manera natural brota de las aspiraciones políticas de Cabal y Dávila por el solo hecho de ser mujeres.  


 

Imagen tomada de Infobae. 


 






INVAMER, NOTICIAS CARACOL Y LA PETROFOBIA

 

Por GERMÁN AYALA OSORIO


En la más reciente encuesta publicada por Noticias Caracol  contratada con la firma Invamer, la desaprobación del presidente de la República llega al 60%, mientras que la aprobación de la gestión del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, alias Fico, llega al 70%.  Ese contraste tiene detrás toda una intención electoral de cara a las elecciones de 2026. Sobre este asunto, volveré al final.

Las encuestas que hace Invamer para Noticias Caracol tienen varios elementos que le hacen perder credibilidad a los resultados, mirados estos desde una perspectiva ético-política: el primero, que el propietario de la empresa demoscópica es Jorge Londoño de la Cuesta, exgerente de EPM, amigo íntimo de Fico Gutiérrez, uribista pura sangre y enemigo de Petro. El segundo, que el Noticiero Caracol hace parte de la cofradía de medios masivos que optaron por hacerle oposición política al actual gobierno, decisión que hace pensar que al contratar la encuesta subyace el interés de seguir afectando la imagen de Petro. Lo más probable es que sigan contratando encuestas hasta antes del 7 de agosto de 2026.

La contratación de la encuesta sirve de cierre al plan trazado por varias empresas periodísticas, incluidas Caracol y Blu radio, consistente en generar incertidumbres y un sutil pánico económico a través de escándalos, falsas noticias y exageraciones. Las recientes tergiversaciones con la supuesta escasez del combustible para los aviones, los problemas para sacar y renovar los pasaportes; la expropiación de la propiedad privada en el marco de la jurisdicción agraria y la expropiación del ahorro de los colombianos por cuenta de las "inversiones forzosas", sirven para que la opinión pública vaya aceptando la narrativa mediática que señala que el país va mal, que "llegó el comunismo" y que "nos vamos a convertir en Venezuela". 

Así las cosas, lo que hace Caracol al contratar la encuesta con Invamer es confirmar si el esfuerzo político-mediático de afectar negativamente al gobierno ha valido la pena. Y el resultado del 60% de desaprobación (es del 58%, pero los mismos medios, lo redondean), cierto o no, le da confianza a los directivos del señalado noticiero para seguir en la misma línea editorial. 

En cuanto a la imagen favorable de Gutiérrez que exhibe el resultado de la encuesta, le sirve a la derecha antioqueña para insistir en que el pupilo del GEA y de  otros grupos de poder económico y político le siguen apostando a una eventual candidatura presidencial de alias Fico. Creerán que su evidente Petrofobia puede ser suficiente para enfrentar a la candidata o candidato que reciba el guiño del jefe del Estado en búsqueda de dar continuidad al proyecto progresista. 




Imagen tomada  de Caracol. 


miércoles, 28 de agosto de 2024

LA CAÑA DE AZÚCAR: ¿PAISAJE CULTURAL?



 Por Germán Ayala Osorio

Proponerle a la Unesco que reconozca a Cali y al Valle del Cauca, o quizás al valle geográfico del río Cauca como "paisaje cultural de la caña de azúcar" es pretender invalidar, desconocer, ocultar  o minimizar los graves impactos socio ambientales, ecológicos y paisajísticos generados por el monocultivo de la señalada gramínea en ese vasto territorio. 

Semejante propuesta salió de un "acuerdo marco" entre los alcaldes de Palmira, Pradera, Candelaria, Florida y Cali, territorios asediados y cercados por el monocultivo de la caña de azúcar. Imagino que el exabrupto histórico-cultural salió de boca del alcalde de Cali, reconocido hijo de la élite azucarera. 

Como sede de la COP16, sus autoridades no pueden maquillar la realidad que agobia a los caleños y  a los vallecaucanos. Cali enfrenta grandes desafíos socio ambientales y ecológicos. Sus 7 ríos mueren lentamente. En cuanto a los Farallones, la minería y las constructoras amenazan su estructura ecosistémica y los servicios ambientales que de allí se derivan. Y la situación ambiental del Valle del Cauca no es la mejor. Candelaria, por ejemplo, en los 90 ya enfrentó una crisis en sus aguas subterráneas, resultado de la sobreexplotación azucarera. La infraestructura vial está sometida a los pesados tracto camiones y los habitantes de los cinco municipios a millones de partículas suspendidas por cuenta del polvo que levantan las tractomulas. 

Si semejante propuesta nace porque está por comenzar la COP16, ello solo confirma que dicho evento solo servirá para seguir debatiendo y debatiendo, como parte del "turismo académico", mientras el actual modelo agro extractivista y la construcción desordenada de la ciudad ponen en riesgo la sostenibilidad sistémica de la ciudad y la vida de caleños y caleñas.  

Si semejante propuesta la hizo el alcalde de Cali, debemos hacer memoria para entender que efectivamente semejante solicitud a la Unesco constituye un exabrupto. 

El alcalde de Cali, Alejandro Eder es miembro de la familia latifundista y cañicultora, responsable en buena medida de la violenta transformación del paisaje biodiverso que ofrecía la región antes de la llegada de la caña de azúcar. Entre 1967 y 1976 Henry Eder fue director de la CVC y continuó haciendo parte de la junta directiva de dicha "autoridad" ambiental que prácticamente "le hizo y le hace aún el cuarto" a los azucareros que sobreexplotan las aguas superficiales y las subterráneas y abusan de la quema del follaje de la caña que produce lo que se conoce como la "nieve negra" o la insoportable pavesa. 

Lo que se ha vivido en el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca es un proceso violento de sometimiento social y cultural de las comunidades campesinas (afros e indígenas) que vivían del pan coger. Cuando se asentó el Ingenio del Cauca en jurisdicción de Miranda (Cauca), bajo la dirección de Harold Eder, esos cultivos de pan coger empezaron a desaparecer para darle paso a la presencia extensiva e incontrastable de la caña de azúcar. Murieron árboles frutales como zapote, caimo y la naranja lima y cultivos de millo, entre otros más. El hermoso paisaje natural fue pereciendo ante la fuerza invasora de la gramínea. Lo que tenemos hoy en el valle geográfico del río Cauca es un paisaje artificial monótono, que aburre a quienes recorren las vías principales y las secundarias rodeadas por el monocultivo. 

La presencia hegemónica de la caña de azúcar en el norte del Cauca y en todo el Valle del Cauca y los alrededores de la ciudad de Cali obedece a un proceso de sometimiento de los ecosistemas naturales-históricos con todo y las territorialidades que allí florecían de la mano de las comunidades allí asentadas y que fueron desarraigadas a través del uso de la violencia física, la inundación de predios para que perdieran sus cosechas, para obligarlos a vender barata la tierra; otros fueron víctimas de engaños judiciales de todo tipo. 

En el valle geográfico del río Cauca no hay un paisaje cultural. Lo que hay es un paisaje monótono, fruto de un largo proceso de sometimiento socio ambiental, ecológico y cultural. 

Adenda: sugiero buscar las investigaciones y los artículos científicos de los profesores Mario Pérez y Hernando Uribe Castro. Pueden también consultar mi tesis doctoral intitulada "Estado, agroindustria cañera y afectaciones socio-ambientales. Sostenibilidad asistémica funcional y ontologías de la resistencia en municipios del Norte del Cauca y Sur del Valle del Cauca".  





martes, 27 de agosto de 2024

INFLUENCER, CUARTO PODER, LA RED X Y LA CALLE

 

Por Germán Ayala Osorio 


La crisis de credibilidad y legitimidad por la que atraviesan las empresas que hacen parte de lo que se conoce como el Cuarto Poder se aceleró y profundizó con la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño. 

No hay duda alguna de que al fungir como actores políticos en oposición al gobierno, de la mano de sectores de poder económico y político, medios tradicionales como RCN, Caracol, Semana, El Colombiano, El Tiempo, El País y los magacines radiales La FM, La W y Blu radio perdieron el bien preciado de la credibilidad y terminaron pareciéndose en su actuar a las "bodegas ideologizadas" a las que atacan por estar al servicio del gobierno Petro.

El haberle apostado a deslegitimar al primer gobierno progresista en Colombia, apelando a las tergiversaciones de los hechos y a las mentiras, obligó al presidente Petro a rodearse de periodistas alternativos o influencer para enfrentar los ataques diarios de esas empresas mediáticas que al correr  sus líneas éticas terminaron sacrificando credibilidad e incluso la legitimidad de un oficio como el periodismo que en sí mismo es una forma de poder y es la extensión mediatizada de los intereses de los conglomerados económicos que los sostienen. 

Las disputas entre periodistas afectos al viejo régimen uribista y los amigos del gobierno Petro se dan en el escenario predilecto del presidente de la República: la red X. Es allí en donde los influencer defensores del gobierno se la juegan a diario por desmentir a los periodistas-estafetas que cumplen con la innoble tarea de generar miedo, desazón, incertidumbres sociales y hasta pánico económico. 

Por supuesto que se trata de una pelea entre tigre y burro amarrado. Los periodistas afectos a Petro deben de saber que la influencia de las empresas mediáticas se mantiene en sectores poblacionales que creen ciegamente en lo que les dicen a diario noticieros como Caracol y RCN y revistas radiales como Blu radio. Por lo anterior, sería recomendable que los influencer que hoy reciben remuneraciones del gobierno salgan de la red X y se vayan a la calle para contrarrestar los efectos negativos que la prensa tradicional genera en sectores de la opinión. Ojalá visitaran restaurantes populares y peluquerías en las que sintonizan a los noticieros de televisión de RCN o Caracol  para que se den cuenta de que es en esos espacios en los que también se deben confrontar las mentiras y las amañadas interpretaciones que a diario hacen de los hechos políticos y económicos. 

Quedan dos años de noticias falsas y tergiversaciones, lo que obliga a los influencer a doblegar esfuerzos para desmentir a la gran prensa bogotana  que hará hasta lo imposible para dejar en sus audiencias la sensación de que el primer gobierno de izquierda fue un verdadero fiasco, lo que se traduce en la necesidad de votar en el 2026 en contra del proyecto político que representa el Pacto Histórico. 

Insisto: hay que salir de esa letrina ideológica que es la red X. Hay que andar las calles para tomarle el pulso a la opinión pública que a diario recibe la influencia de la prensa uribizada. La red X es una trinchera, pero también constituye una burbuja que nos aleja de la realidad cotidiana. Hay que salir a conversar con taxistas y choferes de bus, población que suele consumir a diario magacines como Blu radio y La FM, los dos espacios radiales que a diario destrozan al gobierno Petro. Esa es la estrategia. 


Imagen tomada de Semana.com


lunes, 26 de agosto de 2024

REUNIÓN URIBE-CARLOS FERNANDO GALÁN

 

Por Germán Ayala Osorio


Bastó con que el presidente Petro dijera que buscaría la unificación en un solo partido de todas las fuerzas políticas de izquierda y progresistas, para que el expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez iniciara actividades proselitistas de cara a recuperar la Casa de Nari en el 2026. 

Uribe Vélez, como buen "animal político" invitó a Carlos Fernando Galán, alcalde mayor de Bogotá, para ir definiendo posibles candidatos de la derecha de cara a las elecciones de 2026. 

El anuncio presidencial pone a Petro de manera anticipada como jefe único de la izquierda democrática y el progresismo. Petro le está apostando a graduarse en el 2026 de "gran elector" , poniendo en  la Casa de Nariño al candidato o candidata de su predilección. Ojalá apoye las aspiraciones de Carolina Corcho. 

La reunión de Uribe-Galán confirma la intención  del expresidente antioqueño de seguir siendo el gran elector que fue capaz de poner dos presidentes. En su "palmarés" electoral están los nombres de Juan Manuel Santos e Iván Duque Márquez. Este último, un títere silencioso, fiel y obediente. A pesar de su desastrosa y violenta administración y los líos judiciales del caudillo, el uribismo como seudo doctrina sigue vigente porque una parte importante del país comulga con el ethos mafioso, la política de seguridad democrática, el Todo Vale, el unanimismo ideológico, el Estado mínimo al servicio de unos pocos y un modelo de desarrollo que desestima la vida de los campesinos y el valor de los ecosistemas naturales. Ganaderos, mineros y el sector agroindustrial gustan de Uribe porque saben que jamás le interesó conservar la biodiversidad.  Justamente, el encuentro entre el vulgar caballista -Santos diría el rufián de esquina- confirma que lejos está Uribe de retirarse de la vida política y electoral. Él necesita mantener su vigencia política porque sus líos con la justicia y los de su hermano Santiago requieren de favores y presiones políticas. 

Al reunirse con Carlos Fernando Galán, el expresidiario y expresidente golpea  a Germán Vargas Lleras, quien prácticamente "crió" políticamente al hoy alcalde de Bogotá. El mandatario de los bogotanos al parecer optó por  tomar distancia de Vargas Lleras porque sabe que su falta carisma y el mal nombre que arrastra no le ofrecen garantías para apostarle a convertirse en presidente de la República.   

Es probable que la reunión con Carlos Fernando Galán sirva para que el alcalde de la capital del país piense en renunciar para convertirse en el candidato-títere de Uribe; o quizás para abrirle espacio a su hermano Juan Manuel Galán para jugar a lo mismo: ser un Duque II, con una salvedad: el apellido Galán aún seduce a una parte de la población que cree que  Juan Manuel y Carlos Fernando pueden enarbolar la bandera que agitó su inmolado padre, Luis Carlos Galán Sarmiento. Por supuesto que se trata de un sector del país y de la opinión pública que arrastra una enorme  e incontrastable ingenuidad -diría que ignorancia-  pues no quieren ver que los hijos de Galán hace rato demostraron que les gusta relacionarse con la vieja derecha colombiana e incluso que parecen simpatizar con aquellos sectores de poder económico y político de los que se sospecha salió la orden para asesinar a su progenitor.  

Está claro que en el 2026 veremos a dos pesos pesados de la política colombiana disputándose la Casa de Nariño. Dos caudillos: uno, progresista y con un modelo de Estado y sociedad modernos; y el otro, un viejo anacrónico y derechoso que cree profundamente en la "violencia legítima del Estado" como la única forma de superar los problemas del país. Petro representa la modernidad, mientras que Uribe Vélez, el atraso y la consolidación de la tara civilizatoria y democrática de la que vengo hablando en esta tribuna. 


 


Imagen tomada de Semana.com

domingo, 25 de agosto de 2024

LA DIVISIÓN DE PODERES Y LA DÍFICIL TAREA DE GOBERNAR A COLOMBIA

 

Por Germán Ayala Osorio

Son varias las razones y circunstancias que hacen ingobernable a Colombia. A simple vista se notan las circunstancias culturales que, asociadas a un naturalizado ethos mafioso, impiden que cualquier esfuerzo de cambio en las corruptas prácticas políticas y el ejercicio criminal del poder fructifique en el mediano plazo.

Como sociedad arrastramos una especie de "tara civilizatoria y democrática" que exhiben de tiempo atrás los grupos armados, en especial aquellos que en los años 60 se presentaron como "revolucionarios", pero que terminaron convertidas en estructuras criminales que le hacen el juego a los sectores de poder tradicional que los llevaron a pensar en que era posible tomarse el poder a tiros.  

Esa "tara" también es la marca visible que dejan ver los miembros de una élite tradicional rentista, inmoral, pero pacata; esa misma "tara civilizatoria y democrática" es la fuente de su racismo, aporofobia, clasismo y una homofobia de dientes para afuera, porque adentro de sus clanes conviven con todo tipo de experiencias homosexuales que en el fondo avergüenzan a sus más importantes líderes. 

Todo lo anterior termina manifestándose en las maneras como operan instituciones estatales que, permeadas por el ethos mafioso y la "tara civilizatoria y democrática", consolidan ideas disímiles alrededor de lo que debe ser el Estado.

La operación de los tres poderes públicos en Colombia hace pensar en que a las dificultades culturales se suman las institucionales, ancoradas a disímiles concepciones del Estado que terminan en una separación de poderes que supera el espíritu de los pesos y contrapesos de la democracia, para terminar en las siempre caprichosas interpretaciones de la Constitución de 1991 de parte de encopetados magistrados que no son inmunes a las "taras civilizatorias y democráticas" que como sociedad arrastramos.  

Las altas cortes no actúan siempre como garantes del cambio en las maneras como actúa el Estado y en los resultados de esa operación en materia de de garantía de derechos humanos, justicia ambiental y tributaria, entre otras. 

Para la derecha, por ejemplo, el Estado debe estar al servicio exclusivo de los intereses particulares y en particular de los más ricos. Ello explicaría el sentido de recientes fallos de la Corte Constitucional a los que el jurista Rodrigo Uprimny caracteriza como "pro ricos". 

"Nuestra Corte Constitucional parece estar entrando en una suerte de era Lochner por decisiones que están dando al traste con la reforma tributaria de Petro, que precisamente buscaba una mayor justicia tributaria. La primera de ellas fue la sentencia C-489/23, que declaró inconstitucional la prohibición de la deducción de las regalías, con lo cual privó al Estado de unos seis billones de pesos anuales, que ahora quedan en manos de las industrias extractivas. Y ahora, según información de prensa, existe un riesgoso empate en la Corte que podría acarrear la caída del impuesto al patrimonio...Pasaríamos así de la vieja Corte, que protegía a los más vulnerables y defendía el Estado social de derecho, a la época Lochner de la nueva Corte: un tribunal que sobreprotege las libertades económicas y la propiedad en desmedro de la garantía de los derechos sociales, con lo cual termina favoreciendo a los ricos y poderosos y minando los esfuerzos de justicia social".

Nadie puede atreverse a desconocer que la violencia política en los territorios rurales, a lo que se suma la inseguridad en las ciudades capitales aportan su grano de arena a la difícil tarea de gobernar del primer presidente progresista en más de 200 años de República. Pero quizás la mayor dificultad para lograr cambiar lo que viene mal en el país está en una división de poderes permeada por los mezquinos intereses de los miembros de una élite rentista que acostumbró al país a que la operación del Estado debe estar orientada exclusivamente al servicio del capital y del enriquecimiento de unos pocos. 

No todos los magistrados que llegan a las altas cortes, en especial a la Corte Constitucional y el Consejo de Estado están alineados con la idea de consolidar en Colombia un Estado moderno, civilizado y una República. Por el contrario, muchos togados llegan a esas instancias de poder con la firme intención de mantener las condiciones históricas de un establecimiento que le apunta a mantener las injusticias ambientales y tributarias.

Así las cosas, olvidémonos de cualquier posibilidad de superar las injusticias ambientales, laborales y la tributarias con una Corte Constitucional que funge más como opositora política del actual gobierno, que como garante de la Carta Política; de igual manera, desechemos cualquier deseo de que algún día Colombia se comporte como una verdadera República. 



Imagen tomada de Colombia.com




viernes, 23 de agosto de 2024

OPOSITORES Y DEFENSORES DEL GOBIERNO: UNA LUCHA DIARIA

 


Los sectores políticos y mediáticos que le hacen oposición al gobierno Petro han apelado a todo tipo de exageraciones, mentiras, interpretaciones maliciosas y noticias falsas para generar un mal ambiente político y económico y crear pánico en la opinión pública. Eso es innegable. Hay suficientes pruebas que así lo demuestran. 

El objetivo inicial de desestabilizar al actual gobierno cambió. Al faltar apenas dos años para terminar, ahora le apuntan a consolidar una mala imagen de figuras como Francia Márquez Mina y en general de todos los que participaron del primer gobierno progresista y de izquierda en la Colombia derechosa, clasista, homofóbica, aporofóbica y racista.  Ya están en "modo" elecciones de 2026, lo que indica que la guerra sucia ya empezó. 

Eso sí, ante las bajezas y ruindades de esos sectores de poder político y mediático, el gobierno, sus más fieles congresistas y sus simpatizantes en la red social X, se han defendido de buena manera, sin superar el problema de comunicación que aún acompaña a la actual administración. ¿Qué ha faltado? 1. Saber  "cacarear" los logros, en lugar de enfrascarse en disputas discursivas que desgastan más al gobierno que a quienes le hacen oposición.  2. Una gran dosis de auto crítica para reconocer que se han cometido errores garrafales. En la  más reciente alocución, Petro reconoció que el ethos mafioso permeó las huestes de su gobierno. 

Nombro algunos de esos errores sobre los que la prensa hegemónica y afecta al "viejo" régimen les cobra a diario: haber hecho alianzas con políticos del talante de Armando Benedetti, crear el ministerio de la Igualdad sin haber entendido que en sus dinámicas las otras carteras y en general el Estado es paquidérmico, ineficiente e ineficaz por cuenta de una cantidad de burócratas a los que solo les interesa cobrar el sueldo; otro error garrafal fue haberse metido  con el negocio de los pasaportes sin haber asegurado la existencia de la firma y la infraestructura suficiente para asegurar el control estatal de la emisión de esos documentos; y mantener dentro del gobierno cuotas burocráticas asociadas a los intereses de varios expresidentes y congresistas uribistas.

Para defender las gestiones de Petro y su vicepresidenta los activistas de las redes sociales exponen como argumentos los malos ejemplos Iván Duque y Martha Lucía Ramírez. Ello constituye un error pues caen en comparaciones que terminan aprovechando los periodistas y las empresas mediáticas que en el pasado defendieron a los gobiernos uribistas, tapándoles todas sus cochinadas. 

Cuando se llega a gobernar, el espejo retrovisor es importante para exponer aquellas decisiones tomadas en el pasado que afectan en materia grave la operación y la propia de toma de decisiones de la actual administración. Lo que está mal es quedarse en la queja que señala que antes la prensa tradicional jamás criticó lo hecho por la dupla Duque-Ramírez y que hoy sus medios y periodistas están dedicados a examinar con lupa, pero sin perspectiva histórica, todo lo que hacen y dicen Petro y Francia Márquez. 

Se sabía de antemano que la derecha apelaría a todas las formas de lucha con tal de desprestigiar al primer gobierno de izquierda. La unión de empresas mediáticas y la permanente consulta periodística a los enemigos y detractores de Petro y Márquez Mina es la más evidente de las estrategias a las que apelaron los sectores de poder que perdieron el control de la Casa de Nariño.

Queda realmente un año para ejecutar bien el presupuesto. Ojalá se haga de manera inteligente, sin mezquindades y sin las prácticas clientelistas y corruptas que se prometieron superar. El 2026 será un año electoral, lo que obliga al gobierno y a sus defensores a consolidar un balance y una narrativa convincente y certera que destaque los logros, reconozca lo que no se hizo, así como los errores cometidos. Y de una vez ir preparando los cuadros y la estrategia electoral si de verdad están pensando en darle continuidad al proyecto político que dejará andando Gustavo Petro. 







Imagen tomada de Facebook

jueves, 22 de agosto de 2024

FRANCIA MÁRQUEZ Y EL MINISTERIO DE LA IGUALDAD

 

Por Germán Ayala Osorio


Con la irrupción de Francia Márquez Mina como figura política y agente electoral, el racismo y el clasismo se exacerbó de tal manera que la Vicepresidenta debió hacer uso del aparato de justicia para ponerle freno al hostigamiento étnico del que fue víctima. La más mediática de sus victimarias fue la señora Luz Fabiola Rubiano, condenada a 17 meses de prisión por actos de discriminación y hostigamiento. Recordemos que la llamó "simio". 

Aunque las agitadas aguas del racismo estructural se calmaron un poco al ver que Francia Márquez estaba dispuesta a llevar a los tribunales a los "odiadores raciales de oficio", las miradas de los medios y de los sectores de Oposición se volcaron sobre la doble condición de Vicepresidenta y ministra de la Igualdad para examinar su capacidad de gestión frente a la nueva cartera, creada en buena medida para pagarle con burocracia el millón de votos que puso a la campaña presidencial de Gustavo Petro. 

Más allá de la ínfima ejecución presupuestal de la cartera de la Igualdad (del 0.3%), que puede leerse de varias maneras, la discusión de fondo está en si realmente para atacar la desigualdad en el país se necesitaba de un ministerio cuando esa condición deviene normalizada porque es generada por las lógicas del modelo político, social, económico y cultural dominante que para nada tienen en cuenta a los pueblos afros, campesinos e indígenas. Se trata, finalmente, de un modelo de sociedad urbanizada que odia a todo lo que huela a ruralidad, incluido en ese sentimiento a quienes viven en esos territorios alejados de las ciudades capitales, pero sobre todo de las lógicas del consumo y de la ausencia de conexiones con los ecosistemas naturales-históricos.

Es decir, la desigualdad en Colombia está íntimamente atada a la problemas de acceso y calidad de la educación y la salud, el ejercicio del poder atado a una élite "blanca" que practica muy bien el racismo y el clasismo; a la operación misma del Estado y por supuesto a los problemas de productividad de un modelo económico de origen agro extractivo y un débil aparato productivo. 

Hubiese sido suficiente con sentarse a diseñar planes y políticas públicas con un enfoque sistémico que permitiera combatir la desigualdad comprometiendo los presupuestos, pero sobre todo cambiando las miradas de todos los ministerios. Insistir en crear un nuevo ministerio sin haber solucionado la paquidérmica operación de las instituciones oficiales es un error de cálculo político que la derecha le está cobrando muy duro a Francia Márquez en primera instancia por ser mujer y negra, y al gobierno, por ser de izquierda. 

Las empresas mediáticas y los periodistas que se declararon en oposición al gobierno Petro decidieron vigilar muy de cerca el lenguaje de la ministra Márquez Mina para calificarla como una mujer "arrogante, soberbia, grosera y displicente". Primero fue la expresión "de malas" en el caso del uso del helicóptero y ahora la frase "rebotó dos voces, eso ya no es problema mío". Esos actos de habla deben conectarse con la manera errada con la que Francia Márquez asumió la rápida transición de lideresa social, a mujer política, a funcionaria pública. 

Francia Márquez está pagando con creces la novatada y el tratar de enfrentar el racismo asumiendo una postura reactiva y confrontacional que dejó al descubierto su inmadurez política, pero sobre todo, el nulo acompañamiento de asesores de imagen que le ayudaran a manejar las presiones, las críticas y el asedio político-mediático. 

Márquez Mina debe entender que su futuro político no depende exclusivamente de si hace o no una buena gestión frente al ministerio de la Igualdad. Le quedan dos años para intentar cambiar la imagen de inepta e ignara que la Oposición político-mediática le está consolidando. Ya el Pacto Histórico cometió el error de crear esa cartera. Quizás la salida esté en trasladar o de usar esos recursos junto con otros ministerios que permitan abordar sistémicamente el problema de la desigualdad. De esa manera, podrán darle un entierro digno a una idea que claramente resultó mal. 



Imagen tomada de Caracol.

martes, 20 de agosto de 2024

COMISIÓN ASESORA DE RELACIONES EXTERIORES: DUQUE, PASTRANA, GAVIRIA Y URIBE DIJERON NO; SAMPER Y SANTOS, SÍ

 

Por GERMÁN AYALA OSORIO


Los expresidentes de la República son figuras políticas de las que la opinión pública espera, imagina y hasta desea que sus comportamientos sean ejemplares y acordes con la dignidad que representan en su calidad de ex jefes de Estado. 

Dentro de ese deseado perfil se espera que actúen con sindéresis y la madurez suficientes para responder ante coyunturas en las que sus opiniones se consideran importantes para el devenir del país, en lo que tiene que ver con las relaciones exteriores. 

Ante la compleja crisis política que enfrenta Venezuela, el gobierno de Petro ha tratado de no afectar las relaciones comerciales, diplomáticas y políticas con el vecino país. Ello explica su cautela ante los hechos electorales que hacen pensar en que efectivamente hubo fraude en las pasadas elecciones presidenciales en la República Bolivariana de Venezuela; Petro propuso, junto con México y Brasil, salidas políticas y civilizadas a esa difícil situación. 

Pensar en volver a cerrar la frontera con Venezuela y romper relaciones, como lo hizo Iván Duque durante su gobierno, afectaría en materia grave la vida de cientos de miles de colombianos y venezolanos que sobreviven del comercio legal e ilegal que ocurre en la porosa frontera entre los dos países. 

En la actual coyuntura, Colombia prácticamente se quedó sola lidiando con las presiones internacionales. Petro debe lidiar a diario con las presiones que le hacen los medios y los sectores de la Oposición que lo califican de ser "cómplice de Maduro en el robo de las pasadas elecciones presidenciales" en Venezuela. 

Así las cosas y quizás buscando consensos en medio de un clima político crispado, el gobierno de Petro invitó a los expresidentes a reunirse bajo el manto de lo que se conoce como la Comisión Asesora  de Relaciones Exteriores (artículo 225 de la Constitución). 

Los exmandatarios Andrés Pastrana e Iván Duque Márquez dijeron no a la invitación. Se sumaron a la negativa, los expresidentes Gaviria y Uribe. Este último conversó con el canciller Murillo, a quien le expuso sus consideraciones.  Al final, solo Juan Manuel Santos y Ernesto Samper asistirán. 

Aunque no están obligados a asistir, de ellos se espera que ante la invitación del actual Gobierno acudan al llamado dejando de lado las diferencias ideológicas, personales y políticas. La convocatoria del Canciller, emanada del presidente de la República, debe entenderse como un acto político con el que todos deponen sus diferencias para poner por encima un asunto de Estado clave: conservar  o no las relaciones diplomáticas, comerciales y políticas con el régimen de Nicolás Maduro Moros. 

El mentecato de Iván Duque expresó públicamente sus razones:  “No asistiré a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores porque no comparto la posición ambivalente y cómplice del gobierno Petro con la dictadura de Venezuela, frente a las atrocidades, sistematicidad de la violación de los derechos humanos”.

En el mismo sentido se pronunció el también mentecato expresidente Pastrana: “En lo internacional Colombia siempre ha mantenido una política clara de respeto a la libertad y la democracia. Este gobierno prefirió el apoyo a las tiranías y al terrorismo”.

Sin duda alguna, las reacciones de Pastrana y Duque devienen con un carácter infantil, propias de dos exmandatarios viscerales en sus posturasy declarados enemigos del presidente Petro. El primero está enfrentado judicialmente con el jefe del Estado por una demanda que interpuso el presidente contra Pastrana por  injuria y calumnia. Entre tanto, Iván Duque y Petro mantienen agarrados en la red X por decisiones  económicas equivocadas que según el jefe del Estado tomó Duque durante su administración. 

Todo el tiempo se quejan Pastrana y Duque que el actual presidente ideologizó los temas económicos, la diplomacia y los asuntos políticos. Pero actúan de manera similar, exponiendo argumentos ideologizados que por estar atados a la naturaleza misma de la Derecha, les parece que no devienen con ese carácter. Para este par de mentecatos solo existe la ideología de izquierda en razón a que aún no se acostumbran a ver en la Casa de Nariño a un político diferente y un tanto hostil para las maneras en las que el establecimiento colombiano está acostumbrado a relacionarse con los jefes de Estado: a manosearlos y a imponerles decisiones de carácter macroeconómico. 

Bien por Santos y Samper que al decir sí a la invitación, dejan ver su talante de estadistas, en el sentido en que son capaces de deponer sus diferencias y reparos, en beneficio del Estado y de la nación. Muy mal por Duque y Pastrana dos infantiles expresidentes. El hijo de Pastrana envejeció y no maduró. Y Duque, más joven, prefiere seguir actuando con la inmadurez propia de un cuarentón que se encontró con la presidencia y con una vida pública que lo supera porque claramente actúa como un hombre falto de juicio, esto es, un cretino. Entre tanto, el expresidiario y expresidente Álvaro Uribe por lo menos tuvo la gallardía de llamar al Canciller a exponer sus puntos de vista. César Gaviria morirá siendo el mismo político ambivalente del que se puede esperar cualquier cosa. Al igual que Pastrana, también envejeció mal. 



Imagen tomada de EL TIEMPO.COM


lunes, 19 de agosto de 2024

"Nosotros no confiamos en los negros"

 


Por GERMÁN AYALA OSORIO


Otro hecho de racismo en la Sucursal del Cielo, en la Cali negra, en la del Petronio Álvarez. En la Colombia racista. Esta vez por cuenta de un patrullero de la Policía que en medio de un rifirrafe con un joven afro le dijo que ellos, los policías,  "no confían en los negros". Esa fue la respuesta que el policial le dio al joven de piel de ébano quien expresó que desconfía de la institución armada. El reprochable acto racista se dio en medio de un llamado que hizo el muchacho afrocolombiano a la policía ante un robo que él estaba presenciando, pero que los uniformados asumieron que el muchacho hacía parte del ilícito. 

Una vez hecho viral el episodio, desde la dirección general de la Policía se indicó que se abriría una investigación contra el uniformado. Lo sucedido me hizo recordar una anécdota que protagonizó una tía hace muchísimos años atrás y la letra de la canción Han cogido la cosa. Vamos primero con el "cuento" de mi  querida tía. 

Caminaba ella junto con un amigo afro de toda la familia, de más o menos 1.85 de estatura, por el centro de la ciudad de Cali. Caía la tarde. Oscurecía. Ella se percata de que vienen en sentido contrario dos hombres afrocolombianos. La tía toma del brazo a su acompañante, también afro y le dice: "Ay Édgar, ahí vienen dos negros". El espigado hombre negro le contesta: "Aquí viene otro". Ahora recordemos apartes de la canción Han cogido la cosa, del Grupo Niche.

Que pa reirse se burlan de mi
Han cogido la cosa
Que pa reirse me agaran a mi
Que tengo grande la boca y la nariz
Que nada bueno no me encuentran a mi
Que yo soy prieto, que soy carabalí
Pero orgulloso me siento yo así
Han cogido la cosa
Que estoy de luto desde el dia que nací
Que trabajar no lo hizo dios para mi
Que me tostaron como si fuera cafe
Que me colaron y negrito quede
Han cogido la cosa
Blanco corriendo, atleta, negro corriendo, ratero
Blanco sin grado doctor y el negrito yerbatero...

Tanto la anécdota como el fragmento de la popular canción reflejan que el lenguaje de odio hacia los negros sigue estando presente entre nosotros. También en el humor. El policía que dejó salir la expresión racista hace parte de los sectores de la sociedad caleña y colombiana que desprecian, odian o subvaloran a la población negra, a los pueblos afros. 
Así entonces, más que una sanción ejemplarizante contra el uniformado, lo que necesita es educación. El mejor castigo que puede recibir el policía es asistir y aprobar un curso que dé cuenta del proceso de mestizaje del que él mismo hace parte, al igual que sus compañeros negros que también portan el uniforme de la Policía nacional. Debe leerse el libro Por qué somos así, de Emilio Yunis Turbay. Y también, escuchar, unas 10 veces, la canción Han cogido la cosa. Y claro, debe ofrecer disculpas públicas al joven y a todos los miembros de la comunidad afrocolombiana, incluida la vicepresidenta Francia Márquez Mina, mujer afro que ha soportado toda suerte de ataques racistas. 
El joven agredido también está obligado a ofrecer disculpas a los policiales y a la institución en general. No está bien desconfiar de la Policía, en particular cuando de reportar un ilícito se trata. 



Imagen tomada de ATB DIGITAL 

NEUTRALIZACIÓN DE LABORATORIOS DE COCAÍNA Y RESTAURACIÓN AMBIENTAL

 

Por GERMÁN AYALA OSORIO

El gobierno de Gustavo Petro asumió como ningún otro, dos tareas importantes que muy seguramente la opinión pública citadina no valora: la primera, detener la deforestación de ecosistemas naturales-históricos como Chiribiquete, sometido a disruptivos procesos de sometimiento y transformación a manos de narcos y ganaderos; y la segunda, atacar las economías ilegales que benefician a narcos, "guerrillas", paracos y empresarios, a través del decomiso constante de toneladas de cocaína.   

En lo que toca a la segunda tarea, hay que señalar que la interdicción de sumergibles y de otras formas por las que se logra sacar la cocaína procesada en zonas selváticas, expone dos objetivos sobre los que debería también de enfocarse la actual administración: la destrucción de los laboratorios para evitar justamente que se produzca el clorhidrato de cocaína y el inicio de la restauración de los ecosistemas afectados tanto por la adecuación de las zonas para instalar las "cocinas", como la quema misma de esas instalaciones rudimentarias. 

Hasta el momento no he escuchado de boca del presidente Petro y mucho menos de las autoridades ambientales y de la policía ambiental, el inicio de actividades de restauración o recuperación de los ecosistemas afectados. Lo peor que le puede pasar al país es abandonar los territorios intervenidos por las mafias, pues detrás de ellos siempre vienen la construcción o el mejoramiento de vías irregulares o ilegales y la llegada de colonos. 

Si bien se aplauden los resultados positivos obtenidos en la cumplimiento de las dos tareas, se echa de menos una política de restauración de los ecosistemas afectados. Si existe, debe el gobierno hacerla pública para que los expertos ofrezcan sus servicios para recuperar esas zonas afectadas.

Justamente, en Chiribiquete la Policía nacional anunció hace unos días que había destruido 5 puentes e igual número de vías construidos al interior del parque Chiribiquete. ¿En dónde estaban las autoridades cuando los ilegales hicieron el trazado e intervinieron la zona? 

Otro asunto del poco o nada se habla cuando se reportan esos hechos:¿ a los detenidos con la cocaína o los narcos que están detrás de esas actividades ilícitas se les imputan delitos contra el medio ambiente? 

Si estamos viviendo los efectos del cambio climático, no será hora de tipificar de una mejor manera los delitos ambientales y empezar hablar de "violencia ambiental" o "terrorismo socio ambiental"; habría que pensar en un aumento significativo de las penas para todos los agentes que participan del entramado criminal de deforestar para ganadería extensiva y la instalación de laboratorios de cocaína. 



Imagen tomada de Confidencial Colombia. 

EL "ESTADO DE PROPAGANDA" QUE VE EL COLOMBIANO

 

Por Germán Ayala Osorio


En reciente editorial el periódico El Colombiano se fue lanza en ristre, una vez más, contra el presidente Petro. El ultra godo diario antioqueño considera que el jefe del Estado viene consolidando una especie de "Estado de Propaganda" que se explica por la cantidad de anuncios, ideas y propuestas polémicas que lanza Petro para entretener a la opinión pública. 

Así se lee en el editorial intitulado !Qué desorden!: "El presidente Gustavo Petro ha decidido que su estilo de gobierno es mantener a la opinión pública ocupada dejando caer día por día una propuesta polémica. Una suerte de Estado de la Propaganda donde todo se dice pero nada se hace. Lo cual, por supuesto, se traduce en un monumental desorden, que no se sabe si es justo o injusto, pero es un total desorden".

Algo de razón le cabe a los editorialistas del diario conservador, defensor acérrimo de lo que se conoce como el uribismo, al que están colgados los intereses del clan de los Valencia Cossio. Sí, el presidente de la República parece ser una fuente inagotable de ideas y propuestas que bien podrían aplicarse y salir bien muchas de estas si hubiese una burocracia oficial eficiente y el interés de los sectores de poder que en el pasado apoyaron y aplaudieron con furor todo lo que Uribe Vélez hizo y deshizo en 8 años de gobierno. 

Imagino que recordarán que entre 2002 y 2010 el país sufrió las consecuencias del unanimismo ideológico y político que impusieron todas las grandes empresas mediáticas, incluido El Colombiano, responsables en gran medida de haber convertido a Uribe Vélez en un fenómeno político-mediático. Se hincaron a los pies del Mesías antioqueño y se negaron a ver las atrocidades de los falsos positivos,  la crisis de la agricultura de pan coger, en beneficio de los monocultivos y la naturalización del ethos mafioso sobre el que se sostienen los innumerables hechos de corrupción público-privada ocurridos durante las dos administraciones de Uribe. ¿Les suena la "Yidispolítica, las chuzadas del DAS? Claro, no se trató de ideas o de anuncios, sino de acciones criminales perpetradas sin aviso alguno. 

Recordemos que el ultra conservador diario paisa apoyó las zonas francas de los hijos de Uribe, guardó silencio  frente al apalancamiento de los centros comerciales construidos por los vástagos del político antioqueño con dineros de los fondos de pensiones privados, así como el programa Agro Ingreso Seguro que terminó convertida en una política pública con la que se regalaron millonarias sumas de dinero a empresas y empresarios que aportaron dinero a la campaña reeleccionista que permitió a Uribe Vélez quedarse cuatro años más en la Casa de Nari (así la llamó alias Job). 

A las directivas de El Colombiano les disgusta lo que hace, pero sobre todo lo que dice el presidente Gustavo Petro. Y sí, a lo mejor habla y propone mucho, pero no se violan los DDHH como sí ocurrió entre 2002 y 2010. Incluso, entre 2018 y 2022, período en el que también gobernó Uribe, así fuera en las "carnotas y huesitos" del mentecato de Iván Duque. 

Lo que si les gustaba en el pasado- y mucho- era el Estado de Opinión en el que creía el entonces presidente Uribe Vélez, y del que dijo que obedecía a una fase superior del Estado de Derecho.

Este mismo periódico critica la "ideologización" de los procesos y las decisiones políticas, económicas y sociales que viene haciendo Petro, pero calló frente a la "uribización" de los mismos procesos y decisiones que hoy les escandaliza.  Esa "uribización" constituye una forma de ideologización de la derecha con la que El Colombiano estuvo de acuerdo.  

Queda claro que El Colombiano seguirá siendo un periódico parroquial que defiende las visiones premodernas de esa casta antioqueña, de mula, poncho y carriel, que le apuesta a mantener la operación del Estado para beneficio de unos pocos.  


Imagen tomada de EL COLOMBIANO. COM


sábado, 17 de agosto de 2024

EL COMPLIQUE DE NACER O DE PARIR EN COLOMBIA

 

Por GERMÁN AYALA OSORIO


El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), dio a conocer que bajaron los nacimientos en Colombia. En 2023 se registraron 510.746 nacimientos en el país, con una reducción de 58.563 nacimientos en comparación con el año anterior. Se habla de una caída histórica. De hecho, el índice de natalidad viene disminuyendo año tras año. Esto se traduce en que pronto seremos un país de viejos, pues cada vez más jóvenes aplazan la decisión de tener hijos, o prefieren nunca parirlos.

¿Qué razones esgrimirán las y los jóvenes para no considerar la opción de ser madres y padres? No lo sé, pero me aventuro a señalar algunas circunstancias que bien podrían estar incidiendo en esa decisión, asociada sin duda alguna a proyectos de vida que se alejan sustancialmente del proyecto dominante con el que reproducirse se asumió como una obligación ineludible para hombres, pero en particular para las mujeres, por cuenta de la sociedad patriarcal y el machismo. Baste con recordar que a la Mujer se le impuso el rol de ser madres, esposas amorosas y fieles y buenas cocineras.

Las complejas circunstancias contextuales que rodean la vida en Colombia pueden estar incidiendo en la decisión de muchos jóvenes de negarse a tener hijos. Asuntos y problemas como la violencia política en territorios donde hacen presencia las sempiternas y anacrónicas “guerrillas”, y las históricas dificultades para asegurar una vida digna como empleado o como emprendedor, serían razones de peso para no querer meterse en semejante responsabilidad de tener hijos, pues saben los jóvenes que eso les implica dedicar gran parte de su vida a criar a los vástagos. 

Se suma a lo anterior las incertidumbres que se desprenden de un mundo convulsionado por las guerras, prácticas xenofóbicas en el Norte opulento al que desearían emigrar los y las jóvenes de hoy, y una globalización económica que en lugar de invitar a insertarse en el mundo capitalista para alimentarlo cumpliendo con la vieja norma social de tener hijos, aleja a cientos de miles de muchachos y muchachas de cumplir con la cuota establecida para asegurar la vida de dicho sistema.

Cientos de miles de jóvenes muy seguramente no tienen en mente entregar sus vidas a un trabajo mal remunerado, endeudarse para comprar casa y carro, cuando les atraen otras formas de vivir y de disfrutar, alejadas de ese modelo de familia que inocularon la iglesia Católica, las empresas mediáticas y la cultura dominante.

Es probable también que la condición finita de la vida le esté ganando la partida al modelo vida tradicional que se impuso: casarse, tener hijos, endeudarse para conseguir una casa o un carro… que les impide viajar.

La consolidación del movimiento feminista también viene aportando al cambio de “paradigma”. Muchas mujeres no quieren tener hijos, como rechazo a años de dominación sexual, social, política y económica, fruto de la vida de casadas.

Es posible pensar que la incertidumbre que genera el capitalismo vacía de sentido la vida y empobrece la experiencia de vivir. De allí que reproducirse haya dejado de ser una opción de vida gratificante.

De mantenerse la tendencia en Colombia y en los países del Norte, imagino que vendrán medidas punitivas para aquellos que se nieguen a reproducirse; como también otras que, con incentivos económicos y ventajas financieras, intentarán persuadir a las jóvenes para que por los menos traigan un hijo a este mundo, para que el sistema de dominación universal siga operando y reproduciendo todos los problemas y los males ancorados a la aviesa condición humana.

Moraleja y conclusión: la gente está follando más… pero pariendo menos.


Imagen tomada de Actualidad RT.

 


viernes, 16 de agosto de 2024

PAUTA OFICIAL EN MEDIOS: ¿UNA FORMA DE CORRUPCIÓN?

 

Por Germán Ayala Osorio


Alcaldías, gobernaciones y desde la propia Casa de Nariño se destinan millonarias sumas de dinero a las empresas mediáticas a través de la figura de la "pauta publicitaria oficial"; esa pauta debería de servir al propósito político de visibilizar los programas estatales en aquellos programas radiales, medios impresos, agencias de comunicación y publicidad digital, así como noticieros de televisión de gran reconocimiento en la opinión pública. Pero no siempre es así. Se viene utilizando para "seducir" a los periodistas con el objetivo de evitar críticas a las acciones de gobierno.

Esa misma pauta oficial en ocasiones suele convertirse en una forma chantaje que en doble vía compromete la ética de las empresas de información masiva y la legitimidad de los gobiernos locales, regionales y el central que apelan a esa figura para pagar favores periodísticos atados a tratamientos informativos con los que se espera que esas administraciones salgan bien libradas. O también, para posicionar la imagen del mandatario de turno. Por ejemplo, Iván Duque se gastó 20 mil millones de pesos tomados en parte del Fondo de la paz en posicionar su imagen. Al final, una plata perdida porque fue tan desastroso su gobierno, que no había forma de matizar o tapar todo lo que hizo mal este mentecato durante cuatro años. 

Esa pauta oficial constituye una forma de corrupción público-privada cuando los hechos noticiables sobre los que las empresas mediáticas ponen el foco, terminan siendo cubiertos periodísticamente para favorecer a una administración en particular, en razón a la cuantía de la pauta oficial recibida. Incluso, cuando alcaldes invitan a específicos periodistas-vedettes y conductores de programas radiales para que "hablen" bien de la ciudad, ese pago millonario podría considerarse como una forma de corrupción. 

Resulta a todas luces inconveniente que alcaldías, gobernaciones y la propia presidencia de la República destinen millonarios recursos al pago de pauta publicitaria con la sola intención de "ablandar" al medio de información para que no destaque hechos negativos que ensucien la imagen de los mandatarios. 

Urge entonces una reglamentación de la entrega de esos millonarios recursos en pauta oficial. Hay que ponerle topes, incluso, vigilar muy bien su entrega y medir los efectos sociales que genera la pauta oficial cuando es emitida por los medios tradicionales.  

Los conglomerados económicos que hoy están detrás de los medios masivos no tendrían porqué recibir dineros oficiales, cuando sus empresas mediáticas tienen un carácter privado. Esto dijo el director de la FLIP: "En Colombia, “el uso indebido de la publicidad oficial es el principal motivo de censura en los medios después de la violencia”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Jonathan Bock, director de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de ese país". 

Se equivoca el señor Bock. La pauta oficial no sirve como mecanismo de censura, sino de auto censura, en la medida en que los gobernantes pagan para que los periodistas no saquen información sensible de esas administraciones. Insisto: si detrás de una empresa mediática hay un conglomerado económico, la pauta oficial se tiene que reducir al máximo. Por ello se necesita de una reglamentación que le ponga topes. 

Consolidar una relación mafiosa entre el Estado local, regional y nacional con la prensa a través de la pauta oficial afecta negativamente el ejercicio del periodismo y a la democracia misma, pues quien termina engañada es la opinión pública. 



Imagen tomada de facebook



FRENTE NACIONAL EN VENEZUELA

 

Por Germán Ayala Osorio 

La propuesta de diseñar una especie de Frente Nacional (FN) en Venezuela es, por decir lo menos, audaz. Cuando Petro propone semejante salida a la crisis política en el vecino país está reconociendo que efectivamente Maduro instauró un régimen violento que desconoce los mínimos institucionales de la democracia liberal. Incluso, diría que la democracia popular de la que llevan haciendo alarde 25 años está en un proceso de fracturación, a juzgar por el éxodo venezolano y por aquellos chavistas de tradición que en las pasadas elecciones votaron por el "cambio" ofrecido por la Oposición. 

Todos sabemos que el Frente Nacional (FN) en Colombia fue un sistema político caracterizado por el cerramiento democrático, fruto de los acuerdos burocráticos a los que llegaron Liberales y Conservadores para turnarse el poder cada cuatro años. Que le hayan puesto fin a la violencia bipartidista y a la Violencia, no alcanza para ocultar que se trató de una salida política con restricciones democráticas porque no permitieron la participación de otras fuerzas políticas. Colombia vivió en una democracia de papel, justificada por las fuerzas políticas que tardíamente entendieron que era necesario llevar algo de modernidad a un país sumido en la barbarie, fruto de procesos civilizatorios fallidos.  

Instaurar un FN en Venezuela es "abrir" el régimen hacia una salida democrática con limitaciones, pero que bien podría servir para minimizar las presiones internacionales que se ciernen sobre el país petrolero y mejorar la convivencia entre opositores y chavistas.

Le corresponderá a la Oposición, encarnada en María Corina Machado, leer en perspectiva de futuro la propuesta de Petro. Si se queda pensando en el "robo" de las elecciones, podrá quedarse eternamente reclamando el triunfo de su títere, Edmundo González. Nicolás Maduro deberá hacer lo propio, pues sabe que hay un evidente cansancio popular, incluso en las propias huestes chavistas. Quienes aún lo respaldan  están directamente conectados con la burocracia oficial y el poder de los militares, amplificado en esos 25 años de chavismo. 

Les quedan poco menos de 5 meses para sentarse a diseñar el FN con el que ambas partes, ávidas de poder, lleguen a acuerdos en materia económica y política. El problema de fondo está en que las partes enfrentadas defienden modelos distintos de país. Mientras que Maduro insiste en el estatismo, al que llaman socialismo del siglo XXI, María Corina Machado defiende a dentelladas el neoliberalismo. Esa es la mayor talanquera que enfrenta la posibilidad de que se instaure en el vecino país un Frente Nacional. 

Eso sí, antes de cualquier discusión en torno a la audaz propuesta de Petro el régimen de Maduro debe desmontar los colectivos chavistas, liberar a los presos políticos y ponerle fin a la violación de los derechos humanos. 


Imagen tomada de Youtube.com

jueves, 15 de agosto de 2024

LAS APUESTAS POLÍTICAS DE LOS CLANES GNECCO Y GILINSKI

 

Por Germán Ayala Osorio


La ultraderecha representada por los clanes Gnecco y Gilinski están jugando a ver si les cuaja la candidatura presidencial de Vicky Dávila. Aunque los líderes de esas dos cofradías conocen muy bien las limitaciones discursivas de la periodista, que se reflejan en su incapacidad para comprender factores propios de la economía, la macroeconomía y de la política menuda, mantenerla como posible candidata presidencial les permite tener niveles de conversación y negociación política con otros sectores de poder económico y político que igualmente no creen que Dávila sea capaz de dirigir un país tan complejo como Colombia. 

Los Gnecco y los Gilinski le apuntan a poner presidente en el 2026, pero ello no es garantía de que sea la directora de Semana. Eso sí, la algarabía que a diario genera la señora Dávila y en particular sus rifirrafes con Petro en la red X le van dando un protagonismo y una visibilidad importantes, que afectan negativamente los planes de María Fernanda Cabal, una de las "tigresas" del expresidente Uribe Vélez que sueña con el guiño del propietario de la secta-partido, el Centro Democrático. Aunque Cabal no es la más versada en el manejo de las variables económicas, políticamente le va mejor que a Dávila, sobre quien pesará siempre su perfil de periodista formada para producir escándalos, bochinches y no para generar acuerdos y transacciones políticas. 

La figura de Dávila puede ser el puente para una eventual alianza política entre Uribe y los dos señalados clanes, lo que representaría un alejamiento de aquellas fuerzas uribistas que insistirán en candidaturas de candidatos desgastados en  su imagen como Sergio Fajardo, Fico Gutiérrez, Claudia López Hernández, Germán Vargas Lleras y Alejandro Gaviria, entre otros. Bajo esas circunstancias, la candidatura de María Fernanda Cabal podría madurar bien para los intereses de la derecha y la ultraderecha. Vicky Dávila sería la jefa de debate, pues ha demostrado tener la habilidad para "cazar peleas" con la izquierda y el progresismo, e incluso, con la propia Claudia López que sagazmente se presenta como de centro-izquierda, cuando claramente es de derecha.

El país sabe que Vicky Dávila es incondicional con Uribe, lo idolatra como ninguna otra, lo que facilitaría las conversaciones entre el expresidente antioqueño y los dos clanes que harán todo lo que sea posible para poner presidente en el 2026.

Eso sí, tanto Cabal como Dávila saben que sus candidaturas se enfrentan al naturalizado machismo y al sistema político patriarcal que, de la mano de machitos como Uribe, desconfían de la capacidad de la Mujer para gobernar. Mientras los clanes Gilinski y Gnecco negocian con el uribismo, el expresidente y expresidiario, Álvaro Uribe tiene al abogado Abelardo de la Espriella como el "tigre" con el que podría darle el zarpazo a las aspiraciones del banquero y de la familia de Vicky Dávila. 

Cabal y Dávila apelarán al discurso feminista, en particular a la idea que señala que ya Colombia está lista para ver a una mujer presidenta. Eso sí, esa narrativa feminista evitará hacer referencia a que una eventual llegada de una mujer a la Casa de Nariño estaría asegurada bajo las condiciones que sabrán imponer los machos que pusieron el dinero y todo lo demás, para llevar a una mujer al Palacio Presidencial. 

El presidente Petro se equivoca al confrontar a la periodista Dávila en la  red X. De inmediato se victimiza y por esa vía busca graduar a Petro de "dictador", tal y como lo hizo cuando el presidente de la República le endilgó que su lectura equivocada del tema de las "inversiones forzosas" rayaba con el delito de pánico económico. Esa tarea  de desnudar las mentiras de la señora periodista la tendrían que asumir sus ministros y los congresistas del Pacto Histórico. 

A los viejos y nuevos enemigos de la izquierda, del progresismo y de Petro poco les importará quién se pueda sentar en el solio de Bolívar en el 2026. Ya en el pasado inmediato votaron por Iván Duque Márquez y Rodolfo Hernández; el primero, un fatuo mentecato que dejó la vara tan bajita que ya cualquier pelafustán se siente capaz de gobernar al país. Y el segundo, un político mañoso, corrupto y patán que de haber resultado electo presidente, la derecha lo habría manejado a su antojo, tal y como lo hizo Uribe con Duque, su títere predilecto.

Insisto en que después de Duque, cualquiera que vaya pasando por las sedes de la partidos políticos de derecha puede convertirse en candidato presidencial. Al establecimiento lo único que le interesa es recuperar la Casa de Nariño. Solo eso. 


Imagen tomada de Pulzo.com


“VAMOS A RECUPERAR EL PAÍS”

  Por Germán Ayala Osorio   En el ejercicio de la política suelen aparecer frases que bien pueden servir como eslogan de futuras campañ...