Por GERMÁN AYALA OSORIO
Otro hecho de racismo en la Sucursal del Cielo, en la Cali negra, en la del Petronio Álvarez. En la Colombia racista. Esta vez por cuenta de un patrullero de la Policía que en medio de un rifirrafe con un joven afro le dijo que ellos, los policías, "no confían en los negros". Esa fue la respuesta que el policial le dio al joven de piel de ébano quien expresó que desconfía de la institución armada. El reprochable acto racista se dio en medio de un llamado que hizo el muchacho afrocolombiano a la policía ante un robo que él estaba presenciando, pero que los uniformados asumieron que el muchacho hacía parte del ilícito.
Una vez hecho viral el episodio, desde la dirección general de la Policía se indicó que se abriría una investigación contra el uniformado. Lo sucedido me hizo recordar una anécdota que protagonizó una tía hace muchísimos años atrás y la letra de la canción Han cogido la cosa. Vamos primero con el "cuento" de mi querida tía.
Caminaba ella junto con un amigo afro de toda la familia, de más o menos 1.85 de estatura, por el centro de la ciudad de Cali. Caía la tarde. Oscurecía. Ella se percata de que vienen en sentido contrario dos hombres afrocolombianos. La tía toma del brazo a su acompañante, también afro y le dice: "Ay Édgar, ahí vienen dos negros". El espigado hombre negro le contesta: "Aquí viene otro". Ahora recordemos apartes de la canción Han cogido la cosa, del Grupo Niche.
Que pa reirse se burlan de mi
Han cogido la cosa
Que pa reirse me agaran a mi
Que tengo grande la boca y la nariz
Que nada bueno no me encuentran a mi
Que yo soy prieto, que soy carabalí
Pero orgulloso me siento yo así
Han cogido la cosa
Que estoy de luto desde el dia que nací
Que trabajar no lo hizo dios para mi
Que me tostaron como si fuera cafe
Que me colaron y negrito quede
Han cogido la cosa
Blanco corriendo, atleta, negro corriendo, ratero
Blanco sin grado doctor y el negrito yerbatero...
Tanto la anécdota como el fragmento de la popular canción reflejan que el lenguaje de odio hacia los negros sigue estando presente entre nosotros. También en el humor. El policía que dejó salir la expresión racista hace parte de los sectores de la sociedad caleña y colombiana que desprecian, odian o subvaloran a la población negra, a los pueblos afros.
Así entonces, más que una sanción ejemplarizante contra el uniformado, lo que necesita es educación. El mejor castigo que puede recibir el policía es asistir y aprobar un curso que dé cuenta del proceso de mestizaje del que él mismo hace parte, al igual que sus compañeros negros que también portan el uniforme de la Policía nacional. Debe leerse el libro Por qué somos así, de Emilio Yunis Turbay. Y también, escuchar, unas 10 veces, la canción Han cogido la cosa. Y claro, debe ofrecer disculpas públicas al joven y a todos los miembros de la comunidad afrocolombiana, incluida la vicepresidenta Francia Márquez Mina, mujer afro que ha soportado toda suerte de ataques racistas.
El joven agredido también está obligado a ofrecer disculpas a los policiales y a la institución en general. No está bien desconfiar de la Policía, en particular cuando de reportar un ilícito se trata.
Imagen tomada de ATB DIGITAL
Necesitamos confianza y respeto!!
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