miércoles, 28 de agosto de 2024

LA CAÑA DE AZÚCAR: ¿PAISAJE CULTURAL?



 Por Germán Ayala Osorio

Proponerle a la Unesco que reconozca a Cali y al Valle del Cauca, o quizás al valle geográfico del río Cauca como "paisaje cultural de la caña de azúcar" es pretender invalidar, desconocer, ocultar  o minimizar los graves impactos socio ambientales, ecológicos y paisajísticos generados por el monocultivo de la señalada gramínea en ese vasto territorio. 

Semejante propuesta salió de un "acuerdo marco" entre los alcaldes de Palmira, Pradera, Candelaria, Florida y Cali, territorios asediados y cercados por el monocultivo de la caña de azúcar. Imagino que el exabrupto histórico-cultural salió de boca del alcalde de Cali, reconocido hijo de la élite azucarera. 

Como sede de la COP16, sus autoridades no pueden maquillar la realidad que agobia a los caleños y  a los vallecaucanos. Cali enfrenta grandes desafíos socio ambientales y ecológicos. Sus 7 ríos mueren lentamente. En cuanto a los Farallones, la minería y las constructoras amenazan su estructura ecosistémica y los servicios ambientales que de allí se derivan. Y la situación ambiental del Valle del Cauca no es la mejor. Candelaria, por ejemplo, en los 90 ya enfrentó una crisis en sus aguas subterráneas, resultado de la sobreexplotación azucarera. La infraestructura vial está sometida a los pesados tracto camiones y los habitantes de los cinco municipios a millones de partículas suspendidas por cuenta del polvo que levantan las tractomulas. 

Si semejante propuesta nace porque está por comenzar la COP16, ello solo confirma que dicho evento solo servirá para seguir debatiendo y debatiendo, como parte del "turismo académico", mientras el actual modelo agro extractivista y la construcción desordenada de la ciudad ponen en riesgo la sostenibilidad sistémica de la ciudad y la vida de caleños y caleñas.  

Si semejante propuesta la hizo el alcalde de Cali, debemos hacer memoria para entender que efectivamente semejante solicitud a la Unesco constituye un exabrupto. 

El alcalde de Cali, Alejandro Eder es miembro de la familia latifundista y cañicultora, responsable en buena medida de la violenta transformación del paisaje biodiverso que ofrecía la región antes de la llegada de la caña de azúcar. Entre 1967 y 1976 Henry Eder fue director de la CVC y continuó haciendo parte de la junta directiva de dicha "autoridad" ambiental que prácticamente "le hizo y le hace aún el cuarto" a los azucareros que sobreexplotan las aguas superficiales y las subterráneas y abusan de la quema del follaje de la caña que produce lo que se conoce como la "nieve negra" o la insoportable pavesa. 

Lo que se ha vivido en el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca es un proceso violento de sometimiento social y cultural de las comunidades campesinas (afros e indígenas) que vivían del pan coger. Cuando se asentó el Ingenio del Cauca en jurisdicción de Miranda (Cauca), bajo la dirección de Harold Eder, esos cultivos de pan coger empezaron a desaparecer para darle paso a la presencia extensiva e incontrastable de la caña de azúcar. Murieron árboles frutales como zapote, caimo y la naranja lima y cultivos de millo, entre otros más. El hermoso paisaje natural fue pereciendo ante la fuerza invasora de la gramínea. Lo que tenemos hoy en el valle geográfico del río Cauca es un paisaje artificial monótono, que aburre a quienes recorren las vías principales y las secundarias rodeadas por el monocultivo. 

La presencia hegemónica de la caña de azúcar en el norte del Cauca y en todo el Valle del Cauca y los alrededores de la ciudad de Cali obedece a un proceso de sometimiento de los ecosistemas naturales-históricos con todo y las territorialidades que allí florecían de la mano de las comunidades allí asentadas y que fueron desarraigadas a través del uso de la violencia física, la inundación de predios para que perdieran sus cosechas, para obligarlos a vender barata la tierra; otros fueron víctimas de engaños judiciales de todo tipo. 

En el valle geográfico del río Cauca no hay un paisaje cultural. Lo que hay es un paisaje monótono, fruto de un largo proceso de sometimiento socio ambiental, ecológico y cultural. 

Adenda: sugiero buscar las investigaciones y los artículos científicos de los profesores Mario Pérez y Hernando Uribe Castro. Pueden también consultar mi tesis doctoral intitulada "Estado, agroindustria cañera y afectaciones socio-ambientales. Sostenibilidad asistémica funcional y ontologías de la resistencia en municipios del Norte del Cauca y Sur del Valle del Cauca".  





No hay comentarios:

Publicar un comentario

PERFILAR, CANCELAR Y ELIMINAR, UN ASUNTO CULTURAL

  Por Germán Ayala Osorio   El lenguaje del silencio, junto a los actos de habla suelen decir mucho de lo que somos como individuos y c...