lunes, 19 de agosto de 2024

EL "ESTADO DE PROPAGANDA" QUE VE EL COLOMBIANO

 

Por Germán Ayala Osorio


En reciente editorial el periódico El Colombiano se fue lanza en ristre, una vez más, contra el presidente Petro. El ultra godo diario antioqueño considera que el jefe del Estado viene consolidando una especie de "Estado de Propaganda" que se explica por la cantidad de anuncios, ideas y propuestas polémicas que lanza Petro para entretener a la opinión pública. 

Así se lee en el editorial intitulado !Qué desorden!: "El presidente Gustavo Petro ha decidido que su estilo de gobierno es mantener a la opinión pública ocupada dejando caer día por día una propuesta polémica. Una suerte de Estado de la Propaganda donde todo se dice pero nada se hace. Lo cual, por supuesto, se traduce en un monumental desorden, que no se sabe si es justo o injusto, pero es un total desorden".

Algo de razón le cabe a los editorialistas del diario conservador, defensor acérrimo de lo que se conoce como el uribismo, al que están colgados los intereses del clan de los Valencia Cossio. Sí, el presidente de la República parece ser una fuente inagotable de ideas y propuestas que bien podrían aplicarse y salir bien muchas de estas si hubiese una burocracia oficial eficiente y el interés de los sectores de poder que en el pasado apoyaron y aplaudieron con furor todo lo que Uribe Vélez hizo y deshizo en 8 años de gobierno. 

Imagino que recordarán que entre 2002 y 2010 el país sufrió las consecuencias del unanimismo ideológico y político que impusieron todas las grandes empresas mediáticas, incluido El Colombiano, responsables en gran medida de haber convertido a Uribe Vélez en un fenómeno político-mediático. Se hincaron a los pies del Mesías antioqueño y se negaron a ver las atrocidades de los falsos positivos,  la crisis de la agricultura de pan coger, en beneficio de los monocultivos y la naturalización del ethos mafioso sobre el que se sostienen los innumerables hechos de corrupción público-privada ocurridos durante las dos administraciones de Uribe. ¿Les suena la "Yidispolítica, las chuzadas del DAS? Claro, no se trató de ideas o de anuncios, sino de acciones criminales perpetradas sin aviso alguno. 

Recordemos que el ultra conservador diario paisa apoyó las zonas francas de los hijos de Uribe, guardó silencio  frente al apalancamiento de los centros comerciales construidos por los vástagos del político antioqueño con dineros de los fondos de pensiones privados, así como el programa Agro Ingreso Seguro que terminó convertida en una política pública con la que se regalaron millonarias sumas de dinero a empresas y empresarios que aportaron dinero a la campaña reeleccionista que permitió a Uribe Vélez quedarse cuatro años más en la Casa de Nari (así la llamó alias Job). 

A las directivas de El Colombiano les disgusta lo que hace, pero sobre todo lo que dice el presidente Gustavo Petro. Y sí, a lo mejor habla y propone mucho, pero no se violan los DDHH como sí ocurrió entre 2002 y 2010. Incluso, entre 2018 y 2022, período en el que también gobernó Uribe, así fuera en las "carnotas y huesitos" del mentecato de Iván Duque. 

Lo que si les gustaba en el pasado- y mucho- era el Estado de Opinión en el que creía el entonces presidente Uribe Vélez, y del que dijo que obedecía a una fase superior del Estado de Derecho.

Este mismo periódico critica la "ideologización" de los procesos y las decisiones políticas, económicas y sociales que viene haciendo Petro, pero calló frente a la "uribización" de los mismos procesos y decisiones que hoy les escandaliza.  Esa "uribización" constituye una forma de ideologización de la derecha con la que El Colombiano estuvo de acuerdo.  

Queda claro que El Colombiano seguirá siendo un periódico parroquial que defiende las visiones premodernas de esa casta antioqueña, de mula, poncho y carriel, que le apuesta a mantener la operación del Estado para beneficio de unos pocos.  


Imagen tomada de EL COLOMBIANO. COM


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