Por Germán Ayala Osorio
Los controvertidos audios en los
que se escucha al congresista del Pacto Histórico, David Racero en una actitud
laboral propia de esclavistas hacen parte de la estrategia político-electoral e
informativa en la que periodistas vedettes como Daniel Coronell Castañeda juegan
un papel clave. El objetivo es claro: desprestigiar al gobierno Petro
y a sus alfiles al tiempo que se impulsan las candidaturas de “centro” de
Claudia López o de Sergio Fajardo.
Las fuertes críticas, algunas con
madrazos incluidos de parte de influenciadores petristas en la red X se ajustan
perfectamente al objetivo final planteado líneas atrás. Las luchas intestinas
que logre provocar lo “denunciado” por Coronell, así como los silencios de
parte de sus compañeros de bancada, aportan de manera clara al propósito
político de los sectores de poder electoral con los que Coronell Castañeda guarda
simpatías ideológicas. Muchos sienten que el periodista y columnista es cercano
a las causas defendidas por el progresismo y la izquierda por sus enconados enfrentamientos
con el expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez. Pero no es así: Coronell
es un periodista de derecha, cercano a específicos agentes del Establecimiento y defensor en silencio del genocidio que lidera
Israel contra el pueblo palestino en Gaza.
Una vez publicados los audios -periodísticamente
se trata de un “refrito”-, lo que Coronell esperaba era que la polémica desatada
y los audios mismos fueran recogidos por la prensa tradicional, tal y como está
sucediendo. El diario El Espectador, por ejemplo, en su portal titula una nota
que explica los efectos buscados con la “denuncia” del avezado periodista de
derecha. “No debe estar con nosotros”: ¿Petro le quitó el respaldo a
Racero?
En la nota, el diario bogotano cita
lo expresado por el presidente de Petro: “En un partido de izquierda no se
ordena el asesinato de trabajadores, no se hacen masacres de trabajadores, no
se vilipendia el mundo del trabajo, ni se usa la prensa para destruir la
organización de la gente que trabaja, no se hacen leyes para explotar más a las
y los trabajadores. Un movimiento progresista, es un movimiento de las y los
trabajadores”.
Estamos frente al primer efecto periodístico y político de los audios publicados por Coronell, que de manera ladina escondió detalles como la fecha (2020) de los hechos, para hacerlos aparecer como recientes y contradictorios frente a la coyuntura que vive el país en torno a la discusión de la reforma laboral en el Congreso de la República y a la consulta popular con la que se busca que el pueblo la apruebe dada la reticencia de los congresistas de la derecha de hacerlo.
En la misma nota del diario bogotano
se lee: “Aunque no mencionó a Racero, el mensaje del jefe de Estado llega
un día después de que Daniel Coronell publicara audios, de 2021, en los que se
escucha al representante ofreciendo un puesto de trabajo en un fruver de su
propiedad. La polémica está en que dice que el salario es de $1 millón, “sin
prestaciones sociales ni nada”, y que sería de “7 de la mañana a 8 de la noche,
ellos saben” durante seis días de la semana; es decir, 78 horas a la semana”.
Así las cosas y ante la cercanía de las elecciones presidenciales en Colombia, veremos más “trabajos periodísticos” como el aquí mencionado con miras a evitar que la “izquierda” y el progresismo se mantengan en la Casa de Nariño. Las "denuncias" de prácticas clientelistas cometidas por Racero en el Sena, hechas por Julio Sánchez Cristo, hacen parte de la misma estrategia. Frente al clientelismo, sea de "izquierda" o de derecha, constituye un asqueroso, pero "legítimo" vicio de la clase política colombiana.
Eso sí, por coherencia ideológica
y política, y para evitar más daños al proyecto político, Racero debería de irse
a hibernar un buen tiempo. El comunicado que publicó, en respuesta a lo que
divulgó Coronell, lo deja mal parado frente a la opinión pública.
danie coronell y david racero - Búsqueda Imágenes
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