Por Germán Ayala Osorio
Dicen que cuando se llega a
viejo, la vergüenza y el miedo se esfuman. De ahí que haya ancianos a los que poco
o nada les importe lo que digan de ellos, de sus compañías o de sus fachas;
andan en medias, semidesnudos o sin bañarse. Esa parece ser la situación del
expresidente Álvaro Uribe Vélez, de 72 años, quien estuvo en Armenia en un foro
con sus ahijados precandidatos presidenciales que se disputan el guiño del
Padrino para ser el candidato presidencial por el Centro Democrático. Al exmandatario
antioqueño poco le importó sentarse al lado de alias Calzones. La fotografía
fue ampliamente comentada en la red X. Pero ¿quién es el personaje?
Esto dijo Gustavo Petro en su
cuenta de X que “en mi campaña presidencial se anunció un atentado
contra mi vida proveniente de la banda delincuencial "La cordillera",
y se mencionó a alias "calzones" como posible financiador. ¿Vamos a
ver un país donde la justicia no investiga a quien iba a matar al presidente de
la Republica?”.
Las versiones socio-periodísticas
que circulan dicen que César Augusto Giraldo Montoya, alias Calzones es
señalado de ser jefe de la banda La Cordillera, con vínculos con el narcotráfico.
El Espectador sostiene que “César Augusto Giraldo Montoya, conocido en la
región como “Calzones”, es un empresario y finquero pereirano muy cercano
al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Empezó como vendedor minorista de víveres y
en pocos años se convirtió en millonario. Ha hecho negocios con
narcotraficantes o personas cercanas a la mafia”.
Otros medios registraron lo siguiente:
“La Revista RAYA y RTVC Noticias revelan otro informe judicial del 7 de
junio de 2022, en el que “Calzones” aparece reseñado por la Dirección de Apoyo
a la Investigación y Análisis Contra la Criminalidad Organizada (DAIACCO). En
él se reconstruye la génesis de La Cordillera, concluyendo que “18 años después
de su creación, la Cordillera dejó de ser una banda de surtidores de droga y se
ha diversificado para contener en su estructura miembros dedicados al lavado de
activos, la distribución internacional de cocaína y el tráfico interior”
A pesar de los señalamientos en
contra de Calzones, el expresidente y expresidiario no parece incomodarle que
le tomen fotografías al lado de su amigo, patrocinador y admirador. Mientras que
otros expresidentes suelen relacionarse con mujeres y hombres de letras e
intelectuales, Uribe parece disfrutar más la compañía de este tipo de personajes,
así como de reconocidos aboganster. Bien pudo el expresidente llegar a viejo entregado
a la lectura, a la discusión académica o a viajar por el mundo intercambiando ideas
sobre el Estado, el neoliberalismo y la libertad. Pero no. Ya el país sabe del
talante de Uribe, hoy procesado penalmente por delitos no políticos. Sin duda
alguna, convertido ya en un carcamal, a Uribe poco o nada le importa que el
país lo vea en Calzones.
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