lunes, 16 de septiembre de 2024

PERIODISMO EN COLOMBIA: ENTRE “VIEJAS” Y “NUEVAS” BODEGAS

 

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Dos hechos sociopolíticos y comunicativos sirvieron para poner en crisis la hegemonía mediática en Colombia: el primero y el más evidente, la llegada de Gustavo Petro a la Casa de Nariño, convertida en una suerte de trinchera desde donde el actual presidente hace contrapoder al “viejo” establecimiento; y el segundo, la irrupción y consolidación de activistas de izquierda y progresistas que confluyen en lo que se ha dado por llamar “medios alternativos” desde donde se confrontan las mentiras, los cubrimientos amañados y la “mala leche” de las empresas mediáticas que se juntaron para hacerle oposición política al primer gobierno progresista en más de 200 años de República.

Bajo el anterior contexto se deben ubicar y entender las ácidas disputas discursivas entre los periodistas vedettes que defienden a dentelladas al vetusto establecimiento colombiano (el uribismo) y los activistas que hoy defienden al gobierno de Gustavo Petro. El detonante de la “guerra mediática” entre estos actores generadores de contenido político e ideológico fue el encuentro “Uniendo Voces” patrocinado por el Mintic.

Antes de dicho encuentro, que contó con el aval del presidente de la República, ya los improperios de un lado y del otro circulaban en las redes sociales, en particular en la red X. Del lado de las empresas mediáticas, sus periodistas vedettes descalifican a los influenciadores o activistas llamándolos “bodegueros” y a sus espacios virtuales en “bodegas” pagadas por el gobierno Petro. Entre tanto, desde las huestes de los “alternativos” se califica la labor periodística tradicional y hegemónica y a sus agentes informativos como “vendida”, “prepagos”, “muñecos y muñecas” y “manipuladores”.

Después de que el presidente Petro hiciera referencia a unas “muñecas de la mafia”, amigas del poder o del establecimiento, los enfrentamientos entre estos sectores de opinión se tornaron más ásperos. Luis Carlos Vélez es el conductor de la FM, espacio de opinión de RCN desde donde se ataca sin piedad al gobierno de Petro y se defiende al uribismo. Vélez es un periodista de derecha que no oculta su clasismo y racismo. Además, es arrogante y deja ver su aporofobia. Su animadversión hacia Petro y a todo lo que huela a izquierda es notoria. En su mesa de trabajo todos piensan como él.

Desde su trinchera “informativa”, Luis Carlos Vélez descalificó de manera directa a uno de los jóvenes activistas que defienden al gobierno. Se trata de Walter Rodríguez, conocido en las redes como Wally. Vélez lo llamó “ballena impresentable”. Con anterioridad, el locutor de la FM había sido “bautizado” con el remoquete de “Pollo triste”. El mismo periodista radial llamó “cloacas” a los medios alternativos y a los activistas progresistas.

Es decir, asiste el país a una lucha infantil en la que poner apodos parece resultar más atractivo que dedicarse a hacer periodismo, verdadero periodismo. Los enfrentamientos entre unos y otros aumentan el clima de crispación política e ideológica en el país, situación que podría agravarse en las elecciones de 2026. De igual manera, ambos actores afectan el periodismo en su deontología, dejando el oficio en una enorme crisis de credibilidad y legitimidad. 

Lo que hacen en la W, La FM, Blu radio, El Colombiano, Semana, El Tiempo, y los noticieros RCN y Caracol hace rato dejó de ser periodismo. Todos, desde el 7 de agosto de 2022 fungen como actores que manipulan los hechos noticiosos para generar efectos políticos con los que se pretende deslegitimar al gobierno de Petro. Al fabricar mentiras, reproducir odio y hacer amañados tratamientos periodísticos esos espacios informativos pierden ese carácter para convertirse en ruedas de transmisión del establecimiento; y sus periodistas, en estafetas y mandaderos de la derecha uribizada que le hace oposición al gobierno progresista. Finalmente, el remoquete de “bodegas” les sirve a estos dos bandos. Se trata de “viejas” bodegas, esto es, los medios hegemónicos y las “nuevas” que se activaron de la mano del progresismo.



wally es una ballena impresentable, dice Luis Carlos Vélez - Búsqueda Imágenes (bing.com)

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