Por Germán Ayala Osorio
Con la muerte de la senadora Piedad Córdoba Ruiz nuevamente el país de las redes sociales y la política deja ver los miedosos niveles de crispación ideológica y animadversión de una sociedad que no encuentra el camino para convivir en medio de las diferencias. En los titulares de la prensa tradicional se puede observar el fenómeno socio cultural y político que nos confirma a nosotros mismos y al mundo, que somos una sociedad intolerante, racista, misógina y clasista.
Los titulares en la prensa cumplen
la función de recoger el sentido y la importancia de los hechos noticiosos de
los que dan cuenta. Y con enorme claridad dejan ver la postura política del
medio e incluso, su nivel de animosidad frente a personajes públicos o a los
hechos en los que están involucrados.
Veamos varios titulares para
ejemplificar el asunto. EL TIEMPO, periódico del banquero Sarmiento Angulo,
expuso en primera página de su versión impresa el siguiente titular: Ataque
cardíaco puso fin a la vida de Piedad Córdoba (21 de enero). El día
del fallecimiento fue el 20 de enero y así título EL TIEMPO en su versión
digital: Atención: fallece en Medellín la senadora Piedad Córdoba.
El cambio de tono es evidente.
Desde la ubicación y el diseño, el
suceso político es minimizado por el editor general, quien decidió exponer el
hecho noticioso en una sola columna y al lado derecho del lector. Es claro que el
fallecimiento de la congresista no daba para reseñarlo a dos o tres columnas. Podrán
argumentar que ya habían reseñado la muerte y que no valía la pena dedicarle más
espacio a reseñar lo que en vida hizo o dejó de hacer la senadora liberal. Para acabar de expresar y registrar la animadversión de EL TIEMPO como medio informativo, en el lead de la noticia se lee lo siguiente: "la combativa y polémica senadora Piedad Córdoba, muy cercana a Hugo Chávez y a las Farc, y sobre quien pesaba una investigación de la Corte Suprema de Justicia por Farcpolítica y por enriquecimiento ilícito, murió ayer en Medellín a los 68 años de edad".
Decir que era cercana a Chávez Frías y a las Farc, conlleva una carga ideológica con la que claramente se busca ahondar en las negativas narrativas con las que se macartiza y se persigue a todo lo que huela a izquierda. Y sobre la investigación por "Farcpolítica" hay que señalar que al romperse la cadena de custodia de las USB halladas en el campamento de Raúl Reyes en el Ecuador, todos los señalamientos sobre su cercanía a las Farc quedaron sin sustento legal. En cuanto al proceso de enriquecimiento ilícito, desconozco los detalles del mismo y del material probatorio.
Sobre el titular hay que decir
que deviene con un tono celebrativo en la medida en que se desprecia, de
entrada, las luchas políticas que libró la congresista, que le valieron el
desprecio de una parte de la sociedad, en especial de la derecha que ella tanto
confontó por las responsabilidades que jamás asumieron sus máximos exponentes, frente
a la pobreza extrema, la sempiterna corrupción política, la violencia en los
campos, el paramilitarismo y el racismo estructural que produjeron en tantos
años al frente del Estado.
Cuando EL TIEMPO dice que la
falla cardíaca “puso fin a la vida de Piedad Córdoba” quiere dejar claro que el
sentimiento de rechazo o desprecio que en las directivas de EL TIEMPO se siente
hacia la figura de la congresista liberal. No hay lugar para lamentar la muerte
de Córdoba Ruiz, justamente, porque el hasta hace poco periódico liberal, es
hoy la trinchera ideológica de la derecha y la ultraderecha.
Entre tanto, EL ESPECTADOR tituló
el 20 de enero, día del fallecimiento de Córdoba: Falleció la senadora
Piedad Córdoba en Medellín. El diario de los Cano se preocupó por registrar
el hecho destacando el rol en la sociedad política de la fallecida y el lugar
en el que se produjo su deceso. Y lo hizo con varias notas con titulares
distintos, en su versión digital. En su versión del 21 de enero, EL ESPECTADOR rotula
de esta manera: Así serán las exequias de Piedad Córdoba: estará en
cámara ardiente en el Congreso. Aunque la ubicación de la nota se
mantiene en primera página, su relevancia disminuyó pues se ubicó casi en la
mitad de la tapa.
Entre tanto, EL TIEMPO, en su
versión online del 21 de enero, sella la nota sobre el mismo hecho de esta
manera: Cuerpo de Piedad Córdoba estará en cámara ardiente en el
Congreso, dice la familia. En su tapa digital, EL TIEMPO apenas si
registró la actividad protocolaria que normalmente se da cuando fallece un político,
sea presidente o congresista. Nuevamente el periódico del banquero insiste en borrar
el carácter político de la vida pública de la senadora. El uso del término “cuerpo”
tiene la intención de despojar la dignidad congresional de Piedad Córdoba,
quien murió siendo senadora de la República por el Pacto Histórico. Al añadir “dice
su familia”, EL TIEMPO le quita el carácter simbólico e institucional que tiene
exponer los despojos mortales en cámara ardiente. No es que lo diga su familia,
es que corresponde por la dignidad que ostentó en vida la congresista.
Las negativas narrativas que la
prensa construyó durante más de 20 años sobre Piedad Córdoba permiten que hoy,
en las redes sociales, congresistas del Partido Verde y del Centro Democrático
celebren la muerte de la senadora. Ahí aparecen de fiesta los anodinos y momios
congresistas Polo Polo, JP Hernández y María Fernanda Cabal. En esos discursos,
la gran prensa colombiana dio cuenta y azuzó el racismo, la misoginia y el
clasismo desde donde fue lapidada y sigue siendo atacada, Piedad Córdoba Ruiz.
Foto tomada de EL ESPECTADOR. Foto de Gustavo Torrijos Zuluaga.
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