viernes, 5 de septiembre de 2025

¿SE ATREVERÁ TRUMP A DESCERTIFICAR A COLOMBIA?

 

Por Germán Ayala Osorio 

El incómodo, ilegítimo, unilateral, arrogante e inamistoso mecanismo de la (des) certificación en la lucha contra las drogas con el que Estados Unidos amenaza a Colombia tiene al gobierno de Petro enviando comisiones de alto nivel para evitar el "castigo" que lo pondría en el mismo nivel de "inmoralidad" que llevó a los gringos a descertificar al gobierno de Ernesto Samper Pizano por los hechos que rodearon el escándalo del Proceso 8.000. No se puede descartar que la derecha colombiana esté haciendo lo propio con el claro objetivo de proponerle a la administración Trump que descertifique al país. 

Desde el mes de abril del año en curso se viene hablando de esa posibilidad que afectaría las ya tensas relaciones diplomáticas y políticas entre las dos naciones y por ende "calentaría" aún más el escenario electoral de 2026, en la medida en que la derecha lo usaría para insistir en la "validez" de su estribillo "vamos a recuperar el país", con el natural agregado, "y a recomponer las relaciones con nuestro principal socio comercial y aliado político". Con esta última idea, la derecha echaría para atrás todo lo que en materia de proyectos de infraestructura se haya echado a andar en el marco de la firma del memorando de entendimiento con China en el contexto de la Nueva Ruta de la Seda.

El Espectador sostiene que "a pocos días que la Casa Blanca comunique su decisión frente a la certificación de la política antidrogas de Colombia, desde la Casa de Nariño se alistan nuevos encuentros en Washington, Estados Unidos, en los que participarán miembros de la cúpula militar en un intento de obtener una respuesta favorable". 

Si la administración Trump opta por descertificar al país en su lucha contra las drogas, dicha decisión obedecería más a razones ideológicas atadas a la actitud megalómana del convicto presidente de los Estados Unidos, que a criterios "técnicos" asociados al incumplimiento de los objetivos que el gobierno Petro se trazó: golpear las finanzas de los narcotraficantes y sus relaciones con agentes estatales, en lugar de criminalizar a los campesinos que los grupos ilegales obligan a cultivar la mata de coca. 

Esa apuesta fue aceptada por Washington, de allí que una decisión negativa por parte del país del norte se explicaría por la actitud contestataria y cargada de una inusual dignidad de un presidente colombiano frente a asuntos como el trato criminal dado por Trump a los migrantes deportados, el genocidio en Gaza perpetrado por Israel y legitimado por los Estados Unidos y recientemente las acciones militares intimidantes y hostiles frente a las costas de Venezuela y la solidaridad del gobierno Petro con el régimen venezolano. 

Si finalmente USA descertifica a Colombia, las relaciones diplomáticas y los recursos económicos y la ayuda técnica se verían gravemente afectadas, hecho que favorecería electoralmente a la derecha colombiana y a las narcotraficantes gringos y colombianos, entre otros agentes que participan de la cadena de producción y distribución de toneladas de cocaína que entran a territorio norteamericano con la anuencia de autoridades de ese país. Descertificar al país alentaría a la administración Trump a tomar otra serie de medidas económicas y políticas con efectos políticos y electorales en Colombia que favorecerían a la derecha uribizada.  Ya veremos si el convicto de Donald Trump se atreve a descertificar al país en su lucha contra el narcotráfico y las rentas con las que se sostiene el sistema financiero colombiano y el nternacional. 



Foto: Ovidio Gonzalez S. Tomada de El Espectador.com 

jueves, 4 de septiembre de 2025

CORTE CONSTITUCIONAL DA ESTOCADA FINAL A LA FIESTA BRAVA

 

Por Germán Ayala Osorio 


La Corte Constitucional (CC)  dejó en firme la Ley 2385 de 2024, conocida como la Ley No Más Olé. Con esta decisión el alto tribunal traza el camino para que los sectores de poder asociados a la tauromaquia, corralejas, los coleos y peleas de gallo se animen a transitar hacia estadios civilizatorios a partir del cambio en las relaciones establecidas con los animales usados como objetos en aquellos grotescos espectáculos. 

La decisión de la CC debe leerse como un acto cultural y civilizatorio que, soportado en una ética ecológica biocéntrica, pone en crisis las relaciones de explotación y sometimiento establecidas entre los seres humanos y aquellos seres sintientes torturados en  corralejas y  en una fiesta brava que por años sirvió como lugar de enunciación de una élite clasista, violenta y mafiosa cuyos miembros jamás imaginaron que llegaría la prohibición al burdo espectáculo, validado por la cultura dominante. Todas estas bárbaras actividades daban cuenta de una sociedad culturalmente empobrecida por el discurso antropocentrista que por muchos años les dio un exagerado e insostenible ropaje cultural que hoy la Corte Constitucional les negó. 

Al correr y anular el velo de la culturalidad con el que los amantes de la tauromaquia defendieron su "derecho" a maltratar  a los toros de lidia, la CC les da la oportunidad para que se vayan instalando y poniendo a tono con los nuevos vientos que soplan de la mano de una ética biocéntrica y la consecuente revisión de las relaciones entre los animales humanos y los seres sintientes (animales no humanos). 

Las congresistas Esmeralda Hernández y Andrea Padilla son las más visibles figuras de todo el grupo de organizaciones y grupos sociales que vienen luchando por los derechos de los animales y en contra de la Fiesta Brava, las corralejas y otros espectáculos violentos en los que los seres humanos disfrutan viendo sufrir toros, gallos y perros. 

La reacción de la congresista-animalista Andrea Padilla no se hizo esperar. Esto dijo en su cuenta de X: "¡Bendita Corte Constitucional que hoy prohíbe las corralejas, las peleas de gallos y el coleo, además de las corridas de toros! ¡Persistiremos en la lucha contra las cabalgatas! #NoMasCrueldad #LeyAngel #JusticiaAnimal". 

La decisión del alto tribunal rompe la comunión entre la violencia contra los animales asumida por una élite privilegiada como una practica cultural y la inmoralidad de sus miembros que usaron por años el poder político y económico para imponer sus extravagantes gustos, cargados de clasismo y el morbo con el que disfrutaron de las sangrientas corridas de toros. Las corridas de toros, en particular las que solían realizarse en el marco de la Feria de Cali,  siempre estuvieron atadas a la presencia de traquetos exhibiendo a sus voluptuosas mujeres, sus enormes prótesis mamarias y cinturas esculpidas por talentosos cirujanos plásticos. De igual manera, la fiesta brava estuvo ancorada al poder político y económico de aquellos privilegiados que, alienados con la supremacía de la condición humana sobre los otros animales, sintientes, pero no hablantes, convirtieron el cruel espectáculo en una práctica cultural atávica. Unos y otros siempre compartieron las graderías de la plaza de Cañaveralejo.

Ahora solo queda que la sociedad en su conjunto acepte la invitación que hace la Corte con el histórico fallo para que empecemos a respetar la vida humana, lo que implica y exige hacer ajustes a las maneras como se asumen el poder y el ejercicio de la política, así como de las ideas políticas con las que hemos aceptado la captura mafiosa del Estado para el disfrute de los amantes de la tauromaquia y de otras violentas y anacrónicas actividades humanas. 


corridas de toros en Colombia - Búsqueda Imágenes

Adenda: sugiero ver estas otras columnas: 

1. LA OTRA TRIBUNA: CAYÓ EL "MAESTRO" CÉSAR RINCÓN EN DUITAMA

2. LA OTRA TRIBUNA: VOLVIERON LOS TOROS A LA CAÑAVERALEJO





LA SELECCIÓN DE FÚTBOL, CARLOS CAMARGO Y EL PERIODISMO PATRIOTERO

 

Por Germán Ayala Osorio 


A pocas horas del encuentro entre las selecciones de  Colombia  y Bolivia por las eliminatorias al Mundial de Fútbol de 2026, el país prácticamente se paraliza en buena medida gracias a que el periodismo deportivo y la prensa hegemónica llevan más de cinco días manipulando las emociones de las audiencias y de los aficionados. 

Los periodistas deportivos le apuestan a generar sentimientos patrioteros usando la bandera como símbolo de una unidad nacional históricamente esquiva por el pérfido ejercicio del poder y de la política.  Curiosamente, estos  mismos  cronistas y comentaristas insisten, engañosamente, de alejarlos y separarlos de las dinámicas del fútbol como deporte espectáculo. Es un error: el fútbol es un apéndice clave del poder y del sistema cultural dominante para manipular a las masas. 

Mientras que el periodismo deportivo patriotero hace su trabajo, lo sucedido con la vergonzosa elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional perderá aún más vigencia si la Selección de Fútbol de Mayores logra vencer a Bolivia y confirmar así su próxima participación en el campeonato mundial de esa disciplina deportiva a celebrarse en los Estados Unidos, Canadá y México. 

La "Selección Colombia nos une" es el estribillo con el que los periodistas deportivos cautivan a los aficionados y a las audiencias para borrar por largos 90 minutos los problemas- verdaderas taras civilizatorias- que se evidenciaron en la elección de Camargo: el clientelismo, racismo, clasismo, machismo y la estigmatización con la que finalmente fue derrotada María Patricia Balanta, jurista afrocolombiana que exhibía una mejor hoja de vida profesional, frente a la de quien siendo Defensor del Pueblo durante el gobierno de Iván Duque, se puso del lado del establecimiento y abandonó la defensa del pueblo que se levantó en el marco del estallido social. Camargo validó la tesis jurídico-política promovida por el uribismo que indicaba que dicho levantamiento popular obedecía a prácticas y ejercicios propios  del "terrorismo urbano". 

El periodismo deportivo usa el partido Colombia vs Bolivia como un poderoso sedante con el que nos olvidamos, por un rato,  de que efectivamente somos una sociedad clasista, machista, racista, aporofóbica, mafiosa, gazmoña, puritana, morronga, mezquina, y corrupta. Al momento de celebrar los triunfos, e incluso en las derrotas del Seleccionado, esos factores socioculturales suelen aflorar en formas de violencia física y simbólica que nos regresan a la realidad que los cronistas deportivos maquillan cinco días antes de cada partido del combinado nacional de fútbol. Disfrutemos del partido, pero no caigamos en aquella trampa mediática que acompaña al señalado estribillo. Somos lo que somos porque jamás hubo una revolución cultural que nos sirviera de "parteaguas" entre el pasado colonial y el nacimiento de la República que aún no consolidamos. Seguimos atados a un primitivo pasado  y a las prácticas feudales de unos Señores que nos quieren, además de divididos, obedientes y sumisos,  sedados por el fútbol. No olvidemos que varios de los jugadores de esta Selección se han hincado ante el poder de uno de esos Señores Feudales que no dejan progresar al país. 




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miércoles, 3 de septiembre de 2025

HABLEMOS DE LA ELECCIÓN DEL NUEVO MAGISTRADO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL

 

Por Germán Ayala Osorio 

Para los opositores, incluida a la prensa hegemónica, la elección de Patricia Balanta como magistrada de la Corte Constitucional afectaría en materia grave a la democracia por ser cercana al presidente Petro; eso si, de resultar elegido Carlos Camargo, exdefensor del Pueblo y proveedor de cargos públicos a familiares de varios de los togados de la Corte Suprema de Justicia, el régimen democrático se salvaría para fortuna de los colombianos. Detrás de Camargo está la derecha uribizada y Vargas Lleras, el eterno delfín.  Olvidan los medios masivos y los miembros de la oposición que ese tipo de pulsos políticos son ya tradición en el país: todos los gobiernos intentan hacerse con el control de ese alto tribunal. Al final, el senado eligió a Camargo como el nuevo magistrado de la Corte Constitucional. 

Vaya manera de naturalizar el clientelismo como práctica institucional atada a las maneras como opera, de acuerdo con el diseño constitucional, la elección de los magistrados de todas las altas cortes en el país. Justamente el problema de fondo está en que los procedimientos para elegir a los togados de la Corte Suprema de Justicia, Consejo de Estado y Corte Constitucional devienen originalmente manchados por las intrigas políticas, los intereses burocráticos de los togados, así como los de los congresistas que participan de la elección de los juristas. Todos esos elementos confluyen en lo que en varias columnas llamo el ethos mafioso que se expresa en "yo te elijo, tú no me investigas; o "yo te incluyo en la terna, para que apruebes o validez mis decisiones". 

El artículo 239 de la Carta Política es la constatación de que el problema está en el diseño constitucional y por supuesto al sistema cultural colombiano: "la Corte Constitucional tendrá el número impar de miembros que determine la ley. Los magistrados de la Corte Constitucional serán elegidos por el Senado de la República para periodos individuales de ocho años, de sendas ternas que la presenten el presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado". 

El cubrimiento mediático expone la situación como parte del paisaje, con la intención manifiesta de echarle el agua sucia al gobierno por querer "capturar" a la Corte Constitucional y por esa vía garantizar acciones y decisiones de gobierno que más adelante requerirán del control de ese alto tribunal. Eso sí, los magistrados electos y electores suelen guardar silencio ante lecturas políticas y periodísticas que claramente ensucian la cacareada independencia de la justicia, que no es otra cosa que una quimera, a juzgar por los procedimientos reglados prescritos en la Carta Política de 1991. 

El Espectador titula así el hecho jurídico-político y noticioso: "Paridad, jugadas políticas y poder: así va elección de magistrado para Corte Constitucional. Patricia Balanta, Carlos Camargo y Jaime Tobar se disputan en el Senado el cargo que deja el saliente José Fernando Reyes Cuartas. La trasescena está cargada de cálculos milimétricos y movidas para conceder el puesto".

La revista Semana dice lo siguiente: "En Cambio Radical las tensiones al interior del partido suben de nivel porque los senadores Temístocles Ortega y Ana María Castañeda —sancionados por su casa política sin voz ni voto porque desobedecieron a la colectividad a la hora de votar la consulta popular de Gustavo Petro—, al parecer, planean repetir su rebeldía este miércoles 3 de septiembre. Pretenden votar por Patricia Balanta, la candidata de la Casa de Nariño, pese a que Cambio Radical, en una decisión de bancada, optó por respaldar al exdefensor del Pueblo, Carlos Camargo". Y así titula el portal La Silla Vacía: Carlos Camargo les dio puestos a familiares del 30% de la Corte que ahora podría ternarlo. 

¿Es posible evitar ese tipo de intrigas y pulsos políticos para la elección de los magistrados? La respuesta es clara y contundente: No. Ya en el pasado se propuso que los magistrados fueran elegidos por voto popular. Esa no es la solución. La única solución es cultural: proscribir el ethos mafioso. El Cartel de la Toga es la prueba fehaciente de que hay sectores de la  justicia que tienen precio. 

Pero sabemos que eso no sucederá jamás en el país. El sistema cultural está pensado para garantizar el clientelismo y el ejercicio sucio y asqueante de la política. Mientras magistrados, congresistas, ministros y demás insistan en garantizarles a sus familiares y amigos cargos públicos, la democracia seguirá siendo una formalidad y la independencia de la justicia continuará siendo una quimera. 



Foto: Defensoría.


lunes, 1 de septiembre de 2025

PERIODISMO, GENOCIDIO EN GAZA Y ASESINATO DE REPORTEROS

Por Germán Ayala Osorio

Al genocidio que Israel viene cometiendo en Gaza se suma los cobardes asesinatos de periodistas que cubren la invasión y la limpieza étnica del ejército sionista al mando del criminal, Benjamín Netanyahu.

Más de 122 reporteros han caído en la franja de Gaza desde octubre de 2024, asesinados en su mayoría por tropas de Israel. Hamas también tiene su cuota en los execrables crímenes contra el periodismo. Estamos ante una afrenta a la libertad de prensa como principio universal y al ejercicio periodístico como actividad humana con la que el resto del mundo puede acercarse a comprender lo que sucede en el convulsionado territorio.

A pesar de la probada barbarie genocida cometida por el Estado de Israel, el grueso de la prensa colombiana sigue hablando de “guerra en Gaza”, de civiles muertos por el ejército israelí y de la hambruna provocada por Netanyahu. Pocas veces hablan de asesinatos, aunque en los últimos meses parecen haberse sensibilizado con la tragedia humanitaria, sin que ello signifique que están cerca de llamar genocidio a lo que sucede en Gaza.

Varios medios masivos tradicionales, entre ellos el noticiero Caracol Noticias, evitan llamar genocidio a lo que acontece en Gaza, lo que constituye una forma de autocensura que hace pensar que sus directivas comparten las prácticas genocidas con las que Israel busca aniquilar al pueblo palestino. Mantenerse alineados con la política exterior de los Estados Unidos parece explicar el miedo y el silencio de Noticias Caracol a calificar como genocidio lo que está ejecutando Israel en la disputada franja.

Reporteros sin Fronteras reaccionó ante el último asesinato de periodistas a manos de Israel y le pidió a todos los medios y periodistas del mundo sumarse al rechazo de esos crímenes. Por supuesto que Caracol Noticias se sumó al llamado: “Noticias Caracol se suma a cientos de medios de comunicación alrededor del mundo que se unieron al llamado de Reporteros sin Fronteras para rechazar el asesinato de periodistas en la franja de Gaza y demandar el libre acceso de la prensa internacional”.

No basta con exigir respeto por la vida de los periodistas y demandar el libre acceso de la prensa para exponer al ejército sionista ante el resto del mundo. Es importante para el periodismo y la propia historia de la humanidad consolidar la narrativa que da cuenta de que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza. No hacerlo es asumir una actitud complaciente, políticamente incorrecta y cobarde que entra en contradicción con la deontología del oficio. Quizás sea tiempo para que las directivas de Noticias Caracol revisen las frases célebres de Kapuscinski. Cito varias: “El periodismo moderno no sólo se ha vuelto superficial, sino que ha perdido el sentido de la solidaridad y la responsabilidad”, “El periodismo debe ser valiente y no tener miedo de decir la verdad” y “El periodismo debe denunciar las violaciones a los derechos humanos”.

Si asumimos las sentencias de Kapuscinski como principios éticos de obligatorio cumplimiento, Noticias Caracol, junto a otros medios, claramente están cubriendo lo que sucede en Gaza de manera insolidaria, irresponsable, superficial, cobarde, miedosa y cómplice del terror generado por el señalado ejército sionista.




OBLIGADO A RECTIFICAR EL ESPECTADOR

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La prensa suele usar la moral colectiva para exponer, cuestionar y juzgar con especial dureza a quienes se atreven a violar sus preceptos. Y lo suele hacer a través del género noticia, convertido en el más dañino, pero efectista de todos los géneros periodísticos en la medida en que es ahistórico, coyuntural y se expresa a través de titulares espectaculares y llamativos. El amplio y fastuoso despliegue es una de las características de la noticia.

Eso sí, cuando uno de esos ciudadanos hace parte del núcleo familiar de los propietarios del medio de comunicación o de un grupo social privilegiado, a ese indebido e inmoral comportamiento no se le aplican los criterios de noticia lo que de inmediato activa la autocensura como mecanismo de defensa del “buen nombre” de quienes sostienen económicamente al medio de comunicación y las relaciones políticas con el poder tradicional.

Es decir, la deontología del oficio está íntimamente atada al carácter hegemónico con el que opera la moral colectiva y sometida a los intereses de clase de quienes usan la prensa para legitimar un sistema cultural de dominación que, para el caso de Colombia, promueve el clasismo y la existencia de ciudadanías de primera, segunda y hasta de tercera categoría. Y peor resulta el asunto cuando esos medios masivos operan como actores políticos que le hacen oposición al gobierno.

Así las cosas, cuando la prensa informa, las audiencias creen a pie juntillas que lo publicado es el resultado de un serio análisis de los hechos y dan por sentado que es verdad. Pero cuando las noticias publicadas afectan de manera negativa el buen nombre de personas del común y de usuarios de las redes sociales, y estos últimos exigen la rectificación de la información publicada, los medios masivos suelen asumir la cobarde actitud de no rectificar en las mismas condiciones en las que originalmente fueron expuestos los hechos noticiosos que, a juzgar por las sentencias de los jueces, no resultaron ser tan veraces como inicialmente se pensó.

Recientemente el diario El Espectador fue obligado, por orden de jueces, en primera y segunda instancia a rectificar parte de la información publicada en una controvertida nota periodística titulada Tropas de influenciadores de Petro en la que relacionó los nombres de por lo menos 11 tuiteros sobre los que el diario capitalino señaló que tenían contratos con el gobierno Petro y que actuaban como parte de las “bodegas petristas” desde donde se defiende las actuaciones del gobierno. Como actor político en oposición al gobierno Petro, El Espectador creyó que había logrado desenmascarar al presidente y a sus asesores en comunicación al develar los nombres de los influenciadores que defienden a dentelladas a la actual administración. Pero se equivocó de cabo a rabo el diario bogotano.

Así “cumplió” el cuestionado diario bogotano la orden emitida por la justicia: Este fue el titular: Rectificación sobre nota “Tropa de influenciadores de Petro se mueve con el erario y se agita la campaña”. Y el sumario o bajada, este: “En cumplimiento de lo ordenado por la Sala Cuarta de Decisión Civil del Tribunal Superior de Bogotá, El Espectador rectifica la información publicada los días 5, 6 y 7 de abril de 2025 en la nota titulada “Tropa de influenciadores de Petro se mueve con el erario y se agita la campaña”.

Sin embargo, la rectificación no se hizo en las mismas condiciones de espacio y divulgación de la nota que originó las acciones de tutela de los afectados que se sintieron “perfilados” y afectados en su buen nombre por El Espectador. La Corporación VLID (Voces Libres para la Democracia) señaló en su cuenta de X “que hemos decidido interponer incidente de desacato contra @elespectador por incumplir con la rectificación: omite la admisión de responsabilidad exigida por la Corte y no cumple con la extensión ni frecuencia de publicación de la nota original, como lo ordenó el despacho”.

Le queda muy mal a El Espectador negarse a publicar la rectificación en las mismas condiciones de espacio que le dio a la nota que motivó que los afectados instauraran las acciones de tutela con las que finalmente le ganaron el pulso jurídico y político al medio de comunicación. Como agente defensor de la moral colectiva e instrumento del sistema cultural de dominación El Espectador está obligado por la deontología del oficio a respetar a los ciudadanos y por supuesto a acatar las decisiones de los jueces. Al no hacerlo, el histórico periódico se ubica en el mismo plano inmoral en el que a diario suele exponer a políticos, empresarios y ciudadanos del común.

Les vendría bien a los Cano revisar las maneras y las lógicas con las que vienen haciendo periodismo, pero especialmente analizar los daños a la reputación del medio que les está generando la decisión política de hacer parte del conglomerado de empresas mediáticas que todos los días le hacen oposición al gobierno Petro. Como lo dije en anterior columna, me quedo con El Espectador del pasado y rechazo el de hoy porque entró en el peligroso juego de la estigmatización ideológica. Sin duda alguna estamos ante un retroceso enorme: pasó de ser un referente periodístico nacional y un defensor de las ideas liberales, para fungir como un agente Estigmatizador Ideológico al servicio del capital.






domingo, 31 de agosto de 2025

MÁS ALLÁ DE LA POLARIZACIÓN POLÍTICA

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Casi todos los días los medios masivos de información hablan de polarización política y crispación ideológica como factores sobre los cuales se desarrollará el escenario electoral de 2026.

Esas mismas empresas mediáticas les niegan a sus propias audiencias la posibilidad de entender qué es lo que realmente viene pasando en el país con la irrupción del proyecto progresista como alternativa de poder y de cambio de las circunstancias y condiciones bajo las que ha venido transcurriendo la vida en Colombia. Y no hablo exclusivamente del proyecto político que orienta el presidente Petro, que con todo y errores ha logrado un despertar social, cultural y político en buena medida gracias a su discurso humanizador que, cargado de un populismo reivindicador de los derechos de los excluidos, permitió desenmascarar la mezquindad, la estolidez y la aporofobia de los miembros de la élite tradicional (política y económica) responsable de haber convertido a Colombia en uno de los países más desiguales del mundo, resultado de la naturalización de un incontrastable ethos mafioso.

Prefieren los directores y periodistas de esos medios insistir en reducir la complejidad que acompaña al ambiente de polarización política y crispación ideológica que bien pueden llevarnos a vivir una jornada electoral sangrienta sino logramos desescalar el lenguaje, atemperar los ánimos y bajarle a la pugnacidad alimentada especialmente por los voceros de las mesnadas uribistas interesadas únicamente en hacerse con  la Casa de Nari y de esa manera “recuperar el país”, consigna sostenida en dos propósitos: enterrar para siempre las ideas progresistas y regresar al país a los tiempos en los que la concepción minimalista del Estado caminaba de la mano de su privatización y su captura mafiosa en beneficio de unos pocos.

A esos medios les queda más fácil evitar ahondar en las diferencias abismales que existen entre quienes defienden ese anacrónico modelo de sociedad y de Estado que por más de 50 años ha operado en Colombia, y aquellos que le apuestan a superarlo por considerarlo premoderno, violento, deshumanizado y propio de sociedades que creen que han progresado y alcanzado un óptimo desarrollo bajo la orientación de unos señores neofeudales que acaparan tierras, construyen  carreteables para cobrar costosos peajes, concentran poder y riqueza a costa del bienestar de las grandes mayorías.

Los periodistas que están sometidos a las corporativas líneas editoriales de sus empresas informativas cumplen con lo que les ordenan sus propietarios: no hagan registros espectaculares de las acciones positivas ejecutadas por el gobierno Petro; por el contrario, visibilicen lo negativo e insistan en que el “país va mal, que vamos hacia el abismo”, ideas que por supuesto coadyuvan a que el gran relato de la polarización política y la crispación ideológica se imponga y resulte determinante y benéfico a las huestes uribistas a las que no les interesa que el país empiece a caminar hacia estadios de modernidad, lo que implica desprivatizar el Estado y el compromiso de proscribir el ethos mafioso que entre el 2002 y el 2010 se entronizó en los ámbitos público y privados.

Es tiempo de que los asesores del gobierno y el propio presidente de la República se concentren en diseñar estrategias de comunicación para poner en crisis ese mega relato de la polarización política y la crispación ideológica que niega la historia de un país sometido a los intereses de cuatro poderosas familias y le sirve a sus empresas mediáticas para reducir la complejidad a frases que solo sirven para generar miedo y desazón, en particular en la población menos formada para discutir, con argumentos,  asuntos públicos que nos interesan a todos; que suele ser la misma que aplaude a rabiar a quienes ofrecen “balín” , gritan “Ajúa” y prometen “destripar” a quienes piensan diferente.



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SAE: ¿SOCIEDAD DE AMIGOS ESPECIALES?

 

Por Germán Ayala Osorio

 La Sociedad de Activos Especiales (SAE) fue creada en 2009 en remplazo de la Dirección Nacional de Estupefacientes. De acuerdo con investigaciones de la Contraloría, las denuncias hechas por el presidente Petro y la reciente captura de Enrique León Machado, la SAE, durante el gobierno Duque pasó a llamarse “Sociedad de Amigos Especiales” a juzgar por el aprovechamiento que gente cercana del gobierno del pagafantas (tonto útil) del uribismo habrían hecho de varios bienes inmuebles.

Según la SAE, en el inmueble en el que fue aprendido el abogado León Machado, era usado por testaferros del Clan del Golfo y en este mismo fueron encontrados documentos de uso oficial y exclusivo de la SAE, entre ellos listados de folios de matrícula inmobiliaria, así como registros con los nombres de empleados de la entidad y sus respectivos cargos y roles". De esa forma se podría configurar una especie de SAE paralela operada por políticos y testaferros de organizaciones criminales. De acuerdo con versiones que circulan en las redes sociales, detrás de esa presunta SAE paralela estaría el político Juan Diego Gómez Jiménez. Sobre este caso en particular el presidente Petro dijo en su cuenta de X: “Adivinen cuanto valen mil, (1.000) propiedades de narcos en la SAE, la SAE es la entidad pública que concentra las propiedades de los mafiosos, extinguidas por la justicia y vueltas propiedad pública o en proceso. Esa cantidad que imagino usted, se la entregaron al abogado personal del expresidente del senado en el gobierno del expresidente Duque. Y parece que eran varios paquetes de a mil bienes, los repartidos. Les voy a llamar: "cupos de devolución de bienes a narcos y políticos y sus amigos". ¿A cambio de qué? El gobierno del cambio cogió los bienes que eran de los narcos y los está entregando a campesinos, universidades organizaciones populares y juveniles”.

El presidente Petro se refirió a la captura del abogado, y recordó el caso del hacker Carlos Escobar que vivía cómodamente en un pent-house hasta mayo de este año, cuando fue desalojado por orden de la nueva administración de la SAE.

Esto mismo sucedió con el hacker Carlos Escobar. Son testaferros de políticos con grandes cuotas de bienes de la SAE que intermediaban con otros políticos y narcos. Duque entregó la SAE y se estableció allí, ya no los cupos de contratación con parlamentarios, sino los cupos de devolución de bienes a la mafia".

Así las cosas, la lucha contra el narcotráfico se torna inútil y mentirosa en la medida en que las incautaciones de propiedades, como fincas, haciendas y apartamentos, así como el decomiso de obras de artes, relojes y autos de alta gama, entre otros, terminan siendo operativos muy mediáticos, pero poco efectivos a la hora de afectar las finanzas de los narcotraficantes. Por ese camino la SAE, durante el gobierno uribista de Iván Duque Márquez bien puedo asumirse como la Sociedad de Amigos Especiales.

Desde los inicios del gobierno Petro se busca entregar fincas, lotes y demás propiedades en manos de la SAE a organizaciones campesinas e incluso a universidades públicas. A pesar de esas buenas intenciones, parece haber problemas internos de dicha entidad a juzgar por denuncias hechas por la Contraloría en el 2023 por la pérdida de lujosos bienes. Lo cierto es que proscribir el ethos mafioso que se enquistó de tiempo atrás en la SAE es una tarea titánica por todos los años que la SAE operó como una Sociedad para beneficiar a Amigos Especiales, esto es, congresistas y testaferros de las organizaciones criminales. 

Adenda: la madre de Iván Duque estaría comprometida en la entrega de bienes incautados a las mafias. La revista Cambio publicó un artículo y las grabaciones. https://cambiocolombia.com/articulo/poder/la-grabacion-comprometedora-de-la-mama-del-presidente-duque





viernes, 29 de agosto de 2025

YOUTUBERS E INFLUENCIADORES QUIEREN SER CONGRESISTAS

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Con el anuncio de varios youtubers, influenciadores y del caricaturista Matador de querer llegar al Congreso con las banderas del progresismo, varios tuiteros criticaron esas aspiraciones con el argumento de que “no están preparados” para llegar al legislativo, pues en los últimos años estuvieron dedicados a divulgar, defender a dentelladas y apoyar las decisiones del gobierno Petro.  

El artículo 172 de la Constitución señala que para “ser elegido senador se requiere ser colombiano de nacimiento, ciudadano en ejercicio y tener más de treinta años en la fecha de la elección”. El 179 hace referencia a las condiciones que podrán impedir a un colombiano aspirar a ser congresista.

Todos tenemos el derecho a elegir y ser elegidos dice la misma carta constitucional. Quienes no ven con buenos ojos los deseos de convertirse en congresistas a esos agentes de las redes sociales parecen olvidar los requisitos de ley. Al final, validan las circunstancias en las que históricamente cientos de congresistas han resultado elegidos en Colombia: listas cerradas con candidatos formados académicamente, normalmente abogados,  que llegan al legislativo no solo a defender los intereses de quienes financian sus costosas campañas, sino con el convencimiento de que el Estado en su conjunto debe operar para garantizar los mezquinos intereses de la clase política y empresarial que usa a los congresistas para que legislen en contravía de los derechos de las grandes mayorías. Al final, le apuntan a que con leyes de la República logren mantener en el tiempo la captura mafiosa del Estado.

De acuerdo con lo anterior, el problema de fondo no está en si han estudiado maestrías y doctorados, o si llegan al Congreso únicamente con la primaria o el bachillerato. El asunto de fondo es a qué llegan, con qué intereses y al servicio de quién estarán sus curules. Baste con revisar los casos de los congresistas Ernesto Macías y Carlos Fernando Mejía, dos vociferantes congresistas que poco o nada le aportaron al país desde sus curules, pero muchos a las huestes uribistas. O los casos de Miguel Abraham Polo Polo, Catherine Juvinao y Jota Pe Hernández para ratificar que para llegar a esa corporación no se necesita preparación alguna: unos llegan por un golpe de suerte, otros porque saben manipular electoralmente el sistema o supieron aprovechar una coyuntura social y política como la del estallido de 2021 para investirse de congresista. Polo Polo no representa a las negritudes y terminó defendiendo a los patrones “blancos”. Polo fue una especie de “capataz negro”.  En cuanto a Jota Pe, este energúmeno y básico homúnculo supo venderse como alternativo y crítico de la derecha y del uribismo, pero terminó defendiendo los intereses de los sectores que tanto criticó. Y Juvinao, durante su campaña prometió esforzarse por “rebajarles el salario a los congresistas”. Al momento de discutir el proyecto, se ausentó. Hoy es recordada porque busca quedarse 16 años en el Congreso no para servir a los colombianos sino para irse a vivir a una isla paradisíaca y olvidarse de los problemas del país. Otras, como Paloma Valencia, van a cumplir órdenes del Patrón y romper el Quorum, muestra clara de su precaria formación para discutir con argumentos.

Lo que sí me parece que se les debe exigir a los congresistas es que sean capaces de leer y escribir ponencias y por supuesto proyectos de ley. Que apelen al pensamiento crítico, usen categorías de análisis y conozcan el funcionamiento del Estado. Que antes de llegar se hayan leído por lo menos la ley 5ta. Y quizás lo más importante: que no pongan sus curules al servicio de quienes por tantos años han impedido construir una verdadera República en Colombia.

Adenda: los aspirantes que integran comunidades indígenas y negras que devienen atados culturalmente a la oralidad, este factor diferenciador debe entenderse como parte de su formación para discutir asuntos públicos. Y lo mismo para ellos: con qué idea del Estado llegan al Congreso. 





ESTADOS UNIDOS: EL INMORAL “SHERIFF” QUE VE LA PAJA EN EL OJO AJENO…

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Los Estados Unidos opera como una especie de “sheriff” de la acomodaticia moral internacional. Y con toda su capacidad en actividades de inteligencia y espionaje, suele o cree saber todo lo que acontece por fuera de sus fronteras: detecta armas de destrucción masiva en Irak, monta y desmonta dictadores, mientras "lleva" la democracia en su equipaje diplomático y militar; es capaz de  asociarse con tipos como Osama Bin Laden para luego calificarlos de “enemigo” y responsable de los (auto) ataques a las Torres Gemelas y recientemente se dio cuenta de la existencia del Cartel de los Soles en Venezuela y hasta le alcanza para amenazar al presidente Petro de ser cómplice de las actividades mafiosas de dicho cartel; curioso que los mismos gringos desestiman la existencia de la Junta del Narcotráfico que opera en Dubai.

Con toda esa capacidad para crear y recrear fantasiosas narrativas con el firme propósito de apoderarse de pozos de gas y petróleo como lo hicieron en Irak; o para retroceder en materia de derechos civiles y libertades después de los atentados terroristas del 9/11, las autoridades norteamericanas poco o nada saben de sus carteles internos, legales e ilegales, que dentro de su territorio reciben, controlan y se benefician de la entrada de cientos de toneladas de cocaína venidas de Colombia y ahora de Venezuela, entre otros países productores.

Por cuenta de la existencia del Cartel de los Soles en Venezuela, el fascista, convicto y pederasta presidente de los Estados Unidos ordena un despliegue militar que más parece una preparación para invadir a Venezuela, que ejercicios de interdicción en alta mar de las embarcaciones que transportan la cocaína que millones de gringos consumen como si se tratara de goma de mascar. Mientras ocupan el mar Caribe, el Pacífico parece quedar libre para que la droga siga llegando a sus costas sin ningún problema.

Lo curioso es que Henrique Capriles, uno de los líderes de la oposición venezolana duda de la temeraria versión gringa: «No sabemos los venezolanos quiénes integran el Cartel de los Soles. Yo en eso no tengo información, no puedo darla y creo que los Estados Unidos tiene que poner eso, una acusación tan grave, tiene que poner las pruebas sobre la mesa. ¿Quiénes son los integrantes del Cartel de los Soles? ¿Quién opera y dónde opera el Cartel de los Soles?, pero con no en retórica, sino mostrar las pruebas».

En todo esto la doble moral de los gringos es aceptada por los presidentes de América del Sur. Estamos ante un vergonzoso silencio de las autoridades colombianas, de sus líderes, intelectuales y periodistas frente a lo que acontece al interior de los Estados Unidos con la facilidad con la que entra la cocaína a ese territorio. De la misma manera como sus autoridades civiles y militares crean y recrean narrativas y enemigos de la seguridad nacional, sus espejos en Colombia deberían hacer lo propio y decir que dentro de los Estados Unidos hay carteles enquistados en las propias instituciones que dicen luchar contra el flagelo del narcotráfico. Va siendo tiempo que nos atrevamos a cuestionar la doble moral de este “inmoral policía” que alienta a un sistema mundo capitalista que necesita del narcotráfico para poder mantenerse a flote.

Adenda: la lancha rápida, con 11 pasajeros y un alijo de droga que bombardeó Estados Unidos en altamar es una ejecución extrajudicial. No hubo interdicción marítima. Es un crimen, un ajusticiamiento. ¿Por qué no fueron capturados? Esta masacre ocurrió el 2 de septiembre. 




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miércoles, 27 de agosto de 2025

CABAL, VALENCIA Y HOLGUÍN, LAS SOMETIDAS “MUÑECAS” DE ÁLVARO URIBE VÉLEZ

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Álvaro Uribe Vélez es quizás la figura que mejor representa a la sociedad patriarcal, misógina y machista que promueve y defiende el violento sistema de dominación que impuso a la Mujer los roles de Madre, Esposa, Cuidadora de Hijos y del Marido. Es desde ese lugar de enunciación y representación que el condenado expresidente asume la presencia de sus decorativas y combativas precandidatas presidenciales, María Fernanda Cabal, Paola Holguín y Paloma Valencia.

Es evidente que el exdirector de la Aerocivil y exgobernador de Antioquia las prefiere como bastoneras y animadoras de la fiesta electoral, y no como serias candidatas presidenciales. Tanto así, que a su leal y vociferante Paloma Valencia ya le ofreció ser cabeza de lista para el Senado. Una forma clara de decirle que “no está preparada para gobernar al país por su condición de mujer”.

Al parecer, la única de las tres que está montada en la película de creer que podrá ser presidenta de la República por el Centro Democrático es María Fernanda Cabal. O por lo menos la candidata única de la señalada secta-partido, pues con De la Espriella y Pinzón de por medio, lo más probable es que se quede viendo un chispero. Holguín, Cabal y Valencia no son capaces de contrariar al Patrón y mucho menos están en la capacidad de entender que ellas como mujeres no están realmente en los planes del expresidente para hacerse nuevamente con la Casa de Nariño. Todo el mundo sabe que el Gran Condenado preferiría poner en el Solio de Bolívar a otro Iván Duque, es decir, le gustan más los “títeres” que las “muñecas”. Quizás se sienta más cómodo diciéndole a otro macho, “donde lo vea le voy a dar en la cara marica”. Como posa de “caballero”, no le gustaría tener que “putiar” a su presidenta de la República. ¿Cuántas veces Uribe habrá tratado mal al homúnculo del Iván Duque Márquez?

Margarita Rosa de Francisco exhortó a Cabal y Valencia - desconoció a Paola Holguín quizás porque es la menos opcionada de las tres- para que se liberaran del yugo político al que están sometidas, ahora que Uribe Vélez le hace “ojitos” a Juan Carlos Pinzón Bueno para que sea su nuevo títere, esto es, un “Duque 2”: “Si yo fuera María Fernanda o Paloma me daría mucha rabia que el patriarca del partido me ninguneara de semejante forma porque le han trabajado sin descanso a la causa. Ni siquiera se pueden quejar públicamente del jefe, porque les va peor. El patriarcado que ellas mismas defienden es traicionero. Emancípense, mujeres”.

Cabal, Valencia y Holguín le hacen un enorme daño a los procesos y movimientos de liberación femenina que pretenden que como sociedad dejemos atrás esa “tara civilizatoria” en la que confluyen el machismo, la misoginia y el sistema patriarcal. Cabal, Valencia y Holguín representan a la Mujer sumisa, dócil y entregada que le pasa todo al Macho de la casa porque éste cumple con su histórico  rol de proveedor: lleva el dinero para la comida, sostiene a la familia y lo más importante en este caso: les regala visibilidad y algo de  poder político. No creo que sean capaces de emanciparse como se los sugirió que lo hicieran Margarita Rosa de Francisco. Ellas dirán: con el Patrón, hasta donde él diga. 



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martes, 26 de agosto de 2025

ATENTADO TERRORISTA EN CALI Y CRIMEN DE MIGUEL URIBE: ¿DE VERDAD RETROCEDIMOS 30 AÑOS?

 

Por Germán Ayala Osorio

El histórico rechazo a la violencia política y electoral vivida en Colombia en los años 90, que cobró la vida de tres candidatos presidenciales, siempre estuvo asociado a la preeminencia de la derecha como sector ideológico dominante.  Hasta el 2022 fue la única fuente de poder político legal de donde podrían brotar candidatos presidenciales.

De igual manera, los paradigmáticos ejemplos de la violencia electoral desatada por fuerzas narcoparamilitares, con la anuencia de agentes del Estado naturalizaron el desprecio de cualquier opción de poder surgida desde la izquierda, ampliamente demonizada por la prensa y la opinión pública al asociar a los candidatos presidenciales asesinados, Carlos Pizarro Leóngomez y Bernardo Jaramillo con las guerrillas nacidas en los años 60.

A pesar de que los hechos violentos en posteriores escenarios electorales no cesaron, los atentados criminales contra connotadas figuras presidenciales disminuyeron sustancialmente, a pesar de la operación de las estructuras armadas ilegales en pueblos y en ciudades que sufrieron las amenazas y las acciones militares conducentes a enrarecer las jornadas electorales.

Es posible que posterior a los tres magnicidios ocurridos en los 90 se haya generado confianza colectiva en las instituciones democráticas, de la mano de unas prácticas institucionales de parte de un Estado que en lo consecutivo pudo mejorar en algo su capacidad de proteger a los candidatos presidenciales. Volver atrás era un imposible social y político que fungía como una suerte de certeza de que como sociedad y Estado se habían superado las circunstancias que provocaron ese fatal desenlace político, usado por la prensa tradicional como dispositivo ideológico para indicar no solo la superación de esas formas de violencia, sino la llegada a soñados estadios de modernidad y civilidad.

Con la irrupción del progresismo y la izquierda como opción política y electoral, y en medio de un clima de polarización política y crispación ideológica originado en los resultados del plebiscito por la paz de 2016, la posibilidad de que como sociedad regresáramos a los 90 seguía estando lejana a pesar de los infundados miedos por el pasado revolucionario del presidente Petro.

Después del estallido social y el nefasto gobierno de Iván Duque Márquez, el progresismo y la izquierda democrática irrumpieron en la escena electoral de la mano del candidato presidencial y posterior jefe de Estado, Gustavo Petro Urrego. Las correlaciones de fuerza parecían cambiar y ajustarse a unos nuevos tiempos marcados por la tolerancia, el respeto a las ideas ajenas, pero, sobre todo, al convencimiento social y político de que jamás el país volvería a vivir algo parecido a lo que soportamos en los años 90 con el crimen de los tres candidatos presidenciales: Galán, Pizarro y Jaramillo.

Pero lo inesperado sucedió: entramos en una etapa de ataques ideologizados entre la izquierda y la derecha, en virtud de la llegada a la Casa de Nariño del primer presidente progresista y venido de la lucha armada: Gustavo Petro. Los medios masivos se consolidaron como actores políticos en oposición, la derecha, derrotada electoralmente, puso una marcha la estrategia de generar miedo en las audiencias apelando al fantasma del “comunismo” con la sentencia de que nos “convertiríamos en Venezuela” y por ese camino habría expropiaciones de viviendas y la nacionalización de la banca privada.

El objetivo del presidente de la República de priorizar la lucha contra las drogas, persiguiendo a las agentes políticos y económicos que hacen parte de lo que él llama la Junta del Narcotráfico, activó en los sectores comprometidos con el negocio del narcotráfico las viejas y ya naturalizadas relaciones con agentes económicos y políticos que dentro de la legalidad institucional  siempre garantizaron actividades de minería ilegal, incluido el negocio de las esmeraldas, y por supuesto, la producción y exportación de cocaína a los Estados Unidos, Europa y otros mercados.

Los positivos resultados en materia económica, pero en particular la demostración clara de que no se cambió el modelo económico, es decir, que no nos convertimos en un país comunista de poco sirvió para que la polarización disminuyera. De igual manera los avances en la recuperación del Estado para mejorar la vida de millones de colombianos en los sectores rurales y en los cordones de miseria de ciudades capitales, la reforma agraria y el impulso al turismo, entre otros logros y apuestas, despertaron miedos y preocupaciones en particulares agentes del Establecimiento político que ven como un riesgo la posibilidad de que el progresismo gane las elecciones en el 2026.

Entonces, al clima de polarización política y crispación ideológica se sumaron los miedos de la continuidad del progresismo en la Casa de Gobierno. Bajo esas circunstancias, el atentado sicarial contra Miguel Uribe Turbay se erige como una respuesta planeada de sectores ilegales y legales para deslegitimar al actual gobierno, generar miedo y zozobra llevando el país a sentir que retrocedimos 30 años de la mano y por culpa de un gobierno de izquierda. Sin lugar a duda, una lectura catastrofista que le conviene al viejo Establecimiento y al uribismo, fuerza política que sectores de la opinión pública asocian, con mucho de ingenuidad, con el camino de la salvación de Colombia por su lucha frontal contra los violentos. Lo que no perciben esas audiencias es que esa confrontación es selectiva porque prima el ethos mafioso y por supuesto la extensión en el tiempo de las relaciones entre ilegales y legales (narcos, contrabandistas y lavadores de dinero, entre otros, con políticos y empresarios).

El atentado terrorista en Cali facilita la narrativa catastrofista de la derecha y la prensa hegemónica que indica que efectivamente el país retrocedió 30 años. El objetivo es claro: generar miedo, de la mano de la consigna electoral que nos recordará en el 2026 que el “magnicidio” de Uribe Turbay y el cobarde ataque dinamitero en la capital del Valle del Cauca se dieron durante el primer gobierno progresista, de allí la necesidad de que la derecha uribizada regrese a la Casa de Nari, para “poner orden a un país descuadernado”.

No retrocedimos 30 años. El atentado terrorista en Cali y el crimen del político del Centro Democrático pueden no ser el resultado de un plan de la derecha en articulación con mafias y sus relaciones con los narcos de camuflado que aún insisten en llamarse guerrillas; lo que sí es cierto es que calzan perfecto con las lógicas de particulares agentes del Establecimiento colombiano afectados por un gobierno progresista que les esculcó sus madrigueras y sus fétidas relaciones con agentes del Estado.




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lunes, 25 de agosto de 2025

IVÁN DUQUE MÁRQUEZ Y SU ORGULLO DE VISITAR A NETANYAHU

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Mientras el mundo sigue en vivo y en directo el genocidio en Gaza, la revista Semana registra con algo de alborozo que Iván Duque Márquez y el empresario Gabriel Gilinski se reunieron con el genocida Benjamín Netanyahu. No puede haber duda alguna de que reunirse con Netanyahu constituye un asqueante, grotesco y ruin acto prepolítico y claramente significa la renuncia irrevocable y vergonzante a los principios éticos y morales que acompañan el sentido de humanidad que, de la mano de la razón, intentan alejarnos de las pulsiones que devienen atadas a la siempre aviesa condición humana.

La revista Semana alude a la visita de Iván Duque y Gabriel Gilinski y destaca las palabras del exsubpresidente: “Siempre es un honor visitar el Estado de Israel y dialogar con un cercano amigo y aliado del pueblo colombiano, el Primer Ministro @netanyahu con quien impulsamos una vigorosa agenda de inversión y comercio entre 2018 y 2022. Con el empresario Gabriel Gilinski y el equipo de la Fundación I+D (¿@fimasd_org) @Vicmunro conversamos sobre cómo fortalecer la agenda de innovación social entre emprendedores de Israel y Colombia”.

Iván Duque Márquez es una suerte de perfumado mentecato, un pagafantas, un homúnculo, un lagarto, y emisario de la derecha internacional que viene legitimando las prácticas genocidas aplicadas por Netanyahu contra el pueblo palestino en la franja de Gaza. Claro que resulta entendible que este majadero uribista se sienta a gusto al lado del criminal de guerra pues durante su pasantía por la Casa de Nari criminalizó la protesta social y elevó a los jóvenes a la condición de terroristas. El ungido de Uribe Vélez lanzó la tesis ideologizada con la que las movilizaciones sociales y los actos vandálicos acaecidos en el marco del estallido social fueron asumidos por la justicia colombiana como parte de acciones de terrorismo urbano.

El manejo clasista, racista y con visos claros de aporofobia que hizo de la crisis económica generada por la pandemia del covid19 se parece mucho a los despiadados ataques contra mujeres y niños, así como a los manejos deshumanizantes que Israel viene haciendo con la entrega de la ayuda humanitaria en territorio gazatí.  

El presidente Petro criticó con dureza las actividades asociadas a paliar la hambruna de los gazatíes. A través de un comunicado oficial, que no fue recogido por la prensa hegemónica, el mandatario de los colombianos señaló “que la manipulación de la ayuda humanitaria en Gaza, donde el dolor de un pueblo ha sido convertido en instrumento de control, propaganda y exterminio. Lo que se ha instaurado no es un canal humanitario, sino una red de humillación. Se niega el acceso libre y seguro a la ayuda internacional, se impide la entrada de trabajadores humanitarios con independencia y se expulsa a organismos que, como la UNRWA, han sido pilares del auxilio a millones de refugiados”.

Que Iván Duque Márquez pose con orgullo el haberse reunido con un criminal del talante de Netanyahu realmente no sorprende si revisamos en detalle el carácter pusilánime de este “botones” de la derecha uribizada que asume el genocidio en Gaza como “gajes del oficio” o quizás como “errores” como los 6402 asesinados por el Estado colombiano bajo la administración de Uribe Vélez. Bueno, tampoco sorprende que el empresario Gabriel Gilinski, de origen judío y uribista hasta los tuétanos, se sienta orgulloso al estrechar las manos con el genocida de marras, pues primero están los negocios, luego la humanidad. Bueno, no podemos esperar mucho de quien se mostró orgulloso de haber aprendido a decir "Ajúa". De ese tamaño es su estolidez. 

El genocidio en Gaza que ejecuta en estos momentos Israel contra el pueblo palestino hace parte de lo que aquí llamo la “sionización” de las relaciones internacionales, acompañadas del silencio cómplice de varios países europeos que tácitamente aprueban semejante atrocidad; a esa andanada deshumanizante se suma la persecución de los migrantes latinos por parte del fascista de Donald Trump.

 

 

Imagen tomada de la revista Semana.com 

domingo, 24 de agosto de 2025

PATRIA Y MUERTE

 

Por Germán Ayala Osorio

 Las próximas elecciones en Colombia girarán en torno a dos fuerzas políticas diametralmente contradictorias: el uribismo y el petrismo. Eso nadie lo discute. Como tampoco parece haber discusión en torno a que la primera representa un oscuro pasado al que unos pocos privilegiados y cientos de despistados e ignorantes quieren regresar; mientras que la segunda, en proceso de consolidación, simboliza los deseos de construir por fin una verdadera República que supere el tenebroso sistema feudal y feudatario que impuso el condenado expresidente antioqueño, de la mano de una élite rentista que supo capturar el Estado para su propio beneficio y en contravía de lo prescrito en la carta de 1991 en torno a que Colombia debería de ser y operar como un Estado Social de Derecho.

La campaña presidencial arrancó de manera temprana y ya exhibe los derroteros éticos y morales de los precandidatos de la derecha uribizada ancorados a la presencia de Dios, al discurso patriotero y a la explotación política y electoral de la muerte del forzado mártir, Miguel Uribe Turbay.

Es tal el desespero por recuperar la Casa de Nari, que les falta poco para acercarse a la consigna lanzada en los años 60 por Fidel Castro Ruz, Patria o Muerte. Por supuesto que se trata de una acercamiento al inversa del sentido que el revolucionario de entonces le dio a la frase. Con los años, Castro Ruz se acercó al perfil del sátrapa al que derrocó en 1959.

Claro que desde la perspectiva del precandidato Abelardo de la Espriella, a quien Uribe alguna vez lo llamó “bandidito”, lo dicho por Castro Ruz cambiaría sustancialmente a Patria y Muerte, pues el abogado que al parecer no necesita de la ética para ejercer el derecho prometió “destripar a la izquierda”. La apuesta de la Espriella es compartida por cientos de seguidores de eso que se conoce el uribismo que suelen ofrecer bala o balín; o acabar con la “plaga de la izquierda”.

La explotación político-electoral del crimen de Uribe Turbay empezó desde el preciso momento en el que se produjo el atentado sicarial que meses después le costó la vida. Y se hizo de la mano de la fe religiosa y las peticiones al Señor (a Dios) no solo para que le salvara la vida, sino para que les diera fuerza a los uribistas para “recuperar el país, defender la democracia y recuperar el rumbo”, guiados por Miguel Uribe Turbay, quien  de seguro ya ocupa en lugar privilegiado en el reino de los cielos.

La despedida de estadista, héroe y mártir brindada a Uribe Turbay es posible por una combinación de factores mediáticos, religiosos y morales brindados por un pueblo creyente que colectivamente llora la partida de unos “líderes inmolados” creados y recreados en las salas de redacción de noticieros privados al servicio del uribismo y en contravía de los derechos del colectivo. Sobre el féretro del congresista asesinado, su propio padre, Miguel Uribe Londoño, depositó las ideas -dicen que el legado- del desaparecido político conservador, en las manos del condenado expresidente para que él “salvara la Patria”. Una vez recuperó la libertad el expresidente antioqueño su presencia en el lugar en el que cayó gravemente herido Uribe Turbay se daba por descontado.

En un lenguaje muy propio del paisa camandulero y rezandero, Álvaro Uribe Vélez espetó que “…en este lugar se simbolice una llama eterna, como el amor eterno de Miguel por Colombia, que quienes concurramos no veamos aquí un lugar de venganza, tampoco de falsa paz. Que nos comprometamos a animar la fe en Colombia y a estimular que germine la esperanza que no puede estar rota y que en el paso por este lugar Miguel inspire seguridad para que alguna haya paz”.

Ese discurso cifrado del condenado expresidente va y viene entre la política electoral, el sentido del poder y la religiosidad de quien sabe cautivar a esa Colombia puritana, gazmoña, clasista, racista, homofóbica y mezquina que todos los días se persigna y pone en las manos de Dios la vida de todos los colombianos.

Uno de los precandidatos presidenciales y ficha del uribismo neoliberal, Mauricio Cárdenas Santamaría también dejó ver que él está con Dios y con el pueblo creyente. Esa es la única manera que encuentra el hijo del vetusto establecimiento para acercarse al pueblo: “Ilumíname Señor de los Milagros. Dame la sabiduría para unir a esta gran familia que es Colombia y acertar en el rumbo que requiere”.

Es en esa Colombia feudal, premoderna, camandulera y patriotera en la que cobran sentido la película y la novela la Virgen de los Sicarios porque dan cuenta de las paradojas en las que se mueve aún el creyente pueblo colombiano, el mismo que practica la homofobia y la transfobia y otras formas de violencia que lo hace proclive a creer en falsos Mesías y en lo que a diario les dice la prensa hegemónica. Quizás por ello quienes creen gritan la consigna Patria y Muerte sienten que cuentan con la bendición de la Virgen y del Todopoderoso. ¡Ajúa!



alvaro uribe velez visitó el lugar del atentado contra miguel uribe - Búsqueda Imágenes


sábado, 23 de agosto de 2025

CARACOL NOTICIAS Y SUS "DIÁLOGOS PARA NO POLARIZAR"

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Caracol Noticias creó la sección Diálogos para no polarizaren la que la periodista Alejandra Giraldo habla con expertos que analizan, sin sesgos y sin intención política, la polarización del país y el odio que embarga a las redes sociales”.

Se trata de un espacio al que han acudido académicos, miembros de la curia, escritores (asumidos como intelectuales) y pedagogos, entre otros, para conversar con Giraldo alrededor de las circunstancias, razones y discursos que llevaron a que el país llegara a la polarización política y la crispación ideológica que hoy se registran en los medios tradicionales y redes sociales.

Pensar que a través de ese formato periodístico se puede reducir en algo esa polarización suena quimérico por dos razones fundamentales: la primera, porque los “expertos” invitados hablan desde lugares de enunciación que la periodista no cuestiona a pesar de las responsabilidades que les podría caber por la crisis democrática,  dialógica y de reconocimiento de la Otredad que se evidencia en la polarización política y crispación ideológica que viene desde el plebiscito por la paz de 2016 y el consecuente triunfo del No. Justamente, porque cada “experto” habla desde su particular lugar de enunciación, resulta poco creíble que sus “análisis” los hacen “sin sesgos y sin intención política”.

Noticias Caracol cree que su sección “Diálogos para no polarizar” en sí mismo es un espacio aséptico, esto es, previamente “esterilizado” de las siempre “inconvenientes ideas políticas” cuando eso es un imposible. Así entonces, esa tribuna parte de un engaño y de considerar la confrontación de ideas, discursos y opiniones como un asunto problemático, cuando lo que debería de alentarse desde ese tipo de secciones es el intercambio de ideas y el reconocimiento de que la naturaleza de nuestros conflictos está atada, por ejemplo, a las maneras como una élite privilegiada ha capturado el Estado para su propio beneficio.

Y la segunda razón y quizás la más importante es que al hacer parte del problema, en  el entendido de que se asume como tal la polarización y la crispación, con la sección Diálogos para no polarizar de manera olímpica Noticias Caracol toma distancia del problema, cuando como empresa y actor político tienen un enorme grado de responsabilidad en las formas de violencia discursiva que ocurren en las redes sociales y que la propia prensa registra y provoca con tratamientos periodísticos sesgados de hechos públicos que podrían cubrirse desde otras perspectivas.

En estos tiempos en los que la violencia física y discursiva se incrementan peligrosamente es cuando las empresas mediáticas deben entrar en un proceso de revisión de las lógicas periodístico-noticiosas atadas en grado sumo a los intereses de sus propietarios y a la política editorial derivada de estos. Es claro que ningún medio masivo lo hará porque lo que menos hay en los colegas periodistas es la autocrítica como primer paso para cuestionar y poner en crisis las dinámicas y las lógicas con las que se registran los hechos públicos (políticos) en y para una sociedad conservadora, mal educada,  que poco lee, clasista, racista y violenta como la colombiana que cree que lo que muestran los medios masivos en sus emisiones es la realidad, cuando lo que realmente se publican son interpretaciones de  unos hechos convertidos en noticia después de aplicar unos criterios de noticiabilidad engañosos y acomodaticios.

Los sesgos ideológicos y políticos en los que incurre a diario Caracol Noticias invalidan la apuesta con la señalada sección. Baste con revisar las maneras como cubrieron el ataque sicarial, la posterior muerte y el sepelio de Miguel Uribe Turbay para entender que el interés era aportar a que la polarización política se acrecentara.




ME SUENA CORCHO PRESIDENTA; CEPEDA, VICEPRESIDENTE

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Con la entrada de Iván Cepeda Castro a la baraja de precandidatos presidenciales del Pacto Histórico, la izquierda y el progresismo suman a una figura política que acumula simpatías políticas por haber enfrentado con serenidad, sin miedo y convencimiento al temido expresidente Álvaro Uribe, condenado por delitos no políticos gracias a la templanza del senador, la valentía de la jueza Sandra Heredia y la estrategia jurídica de su equipo de abogados que logró llevar a juicio y vencer en primera instancia al político antioqueño.

La experiencia congresional de Cepeda, sumado a una trayectoria política sin tacha, lo acerca a los pergaminos con los que llegó Petro a la presidencia de la República: la lucha contra la corrupción público-privada, la entronización del paramilitarismo en las correlaciones de fuerza y las acciones legislativas y el control político conducentes a minar el proyecto privatizador del Estado por parte de la derecha uribizada, hacen de Iván Cepeda un candidato de peso de cara a enfrentar a los débiles candidatos presidenciales que se asoman desde la derecha.

Los 5 precandidatos[1] del Centro Democrático, más Juan Carlos Pinzón Bueno, De la Espriella y un par de exministros de Hacienda poco carismáticos y además consumados neoliberales, confirman que la derecha llega al escenario electoral de 2026 en “desventaja”  frente a los candidatos del progresismo por varias razones a saber: de un lado, porque el país no se derrumbó como lo vaticinaba el uribismo, esto es, no nos convertimos en Venezuela, y del otro lado, porque parece haber un aprendizaje en las audiencias y en los sectores poblacionales históricamente golpeados por las prácticas neoliberales.

Diana Carolina Corcho Mejía e Iván Cepeda Castro se erigen como una interesante fórmula presidencial: el aplomo del senador y el vigor de Corcho, entre otras características, los convierten en una pareja que recoge las banderas del proyecto progresista y las de una izquierda democrática golpeada en el pasado por los poderes criminales de un Establecimiento colombiano que enfiló baterías para borrar a la izquierda del panorama político. Es más, si los demás precandidatos por el Pacto Histórico aceptan de buena manera la fórmula electoral Corcho presidenta y Cepeda, vicepresidente, esa colectividad podría ahorrarse el desgaste político que supondrá la consulta interna que se avecina. A todas luces, Corcho-Cepeda es la mejor combinación posible.

Gustavo Bolívar, Susana Muhamad, María José Pizarro, Daniel Quintero, Gloria Flórez, Alí Bantú Ashanti y Camilo Romero podrían hacer parte del equipo de gobierno de la pareja Corcho-Cepeda, lo que sin duda alguna aseguraría la consolidación desde los ministerios del proyecto que lidera el presidente de la República, Gustavo Petro Urrego. En el caso de Quintero, puntualmente, sería la oportunidad para despejar las dudas que sobre el exalcalde de Medellín recaen desde la izquierda y el progresismo.

Ya veremos qué sucede, pero esta pareja y en ese estricto orden en los cargos a desempeñar podría atraer a más de un indeciso e incluso de la propia derecha por la inteligencia, el fuerte carácter y la formación académica de Carolina Corcho. El país sabe que la primera mujer presidenta está más cerca de darse del lado del progresismo, que de la derecha uribizada que sigue inspirada en el machismo, el sistema patriarcal y en eso que la escritora Carolina Sanín llamó el “cacorraje nacional”.

El progresismo y la izquierda deben ser pragmáticos a la hora de tomar decisiones políticas y electorales. La derecha da “cátedra” de pragmatismo. Enredarse en discusiones filosóficas y conceptuales es propio de la izquierda y el progresismo. Es tiempo de darle mayor relevancia a la utilidad práctica.



Imagen tomada de Semana.com 




[1] Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado, es desde ya el quinto precandidato presidencial del Centro Democrático.

PEDRO VIVEROS: DE ANALISTA POLÍTICO A "BODEGUERO URIBISTA"

  Por Germán Ayala Osorio Inicio esta columna con una imagen que empobrece el debate político al tiempo que crea falsos y moralizantes dilem...