lunes, 16 de octubre de 2023

EXRECTOR DE LOS ANDES, ALEJANDRO GAVIRIA, DEJÓ VER SU TALANTE URIBISTA

 

Por Germán Ayala Osorio

Alejandro Gaviria Uribe quiere parecerse, en sus modales y discurso, al inefable expresidiario y expresidente, Álvaro Uribe Vélez. En un cruce de trinos con otro usuario de la red social X, soltó esta amenaza contra el presidente Gustavo Petro, que lo acerca al talante del vulgar político antioqueño: “en 2026 se tiene que ir. Sale o lo sacamos”. Claro que el sentido del acto de habla del exministro de Educación de Petro se acerca al de la frase proferida por el congresista uribista, Miguel Polo Polo, quien le mandó este mensaje al presidente de la República: “o se aquieta, o lo aquietamos”. Recordemos una famosa frase de las tantas que ha pronunciado públicamente el “rufián de esquina”, Álvaro Uribe Vélez: “o se callan, o los callamos”.

Los tres son actos de habla desafortunados, violentos y que hablan muy bien del real talante de quienes los pronunciaron. La verdad es que de Uribe Vélez y Polo Polo solo se pueden esperar estos improperios y amenazas pues ambos exhiben un pobre capital cultural que suele confundirse con “valentía, carácter, arrojo y combatividad política”.

Volvamos a la amenaza proferida por el académico. Aunque no se conoce el contexto en el que profirió el ultimátum, parece que Gaviria Uribe tiene información o la simple sospecha de que Petro no entregará el poder en el 2026, cuando termina su mandato. Eso explica la violenta reacción del controvertido exrector de los Andes, quien, de acuerdo con lo dicho, estaría dispuesto a todo, con tal de sacar de la Casa de Nariño a Gustavo Petro.

Profesor Gaviria Uribe, morigere su lenguaje. Si cree que, al pasar de un discurso académico, a arengas y amenazas muy propias del patán de El Ubérrimo conseguirá votos y el respaldo popular, se equivoca. Lo único que ganará es que el electorado lo compare y asimile con el lenguaje coloquial y burdo que usa Uribe Vélez. Y si cree que el portal de Semana es la mejor plataforma para mantenerse como figura política y opción electoral, vuelve a equivocarse, profesor.

Guarde compostura y prepárese para ser una opción real de poder, alejada de la doctrina uribista y de la patanería de varios de sus miembros. No se desdibuje de esa manera, profesor Gaviria. Parecerse a Polo Polo, a María Fernanda Cabal, a Ernesto Macías y al propio Uribe no puede ser la opción para que un académico busque aceptación social en un país lleno de patanes y de machos cabríos dispuestos a “dar en la cara marica”.

Su salida del gobierno y sus posteriores declaraciones sobre Petro y el proyecto de reforma a la salud, así como su defensa a ultranza de las EPS y ahora su desafortunada amenaza, van consolidando una idea negativa como persona y político. No caiga en la trampa de quererse parecer al uribista promedio: básico, hostil, pendenciero, poco leído e intolerante con el diferente.




Imagen tomada de EL PAÍS.

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