Por Germán Ayala Osorio
La alocución presidencial del 7 del agosto no solo sirvió para que Gustavo Petro hiciera un balance de sus dos años de mandato, sino para consolidar la narrativa que indica que el gobierno del uribista Iván Duque Márquez fue nefasto económica, política, ambiental y socialmente.
En un lenguaje sencillo y desde una tienda de Ventaquemada, el presidente Petro volvió a usar el espejo retrovisor para señalar que la administración de Duque es responsable en gran medida del crecimiento de la pobreza en el país, durante el tiempo de la pandemia del covid19. Así mismo, Petro calificó de "tonta" la decisión tomada por Iván Duque de endeudarse con el FMI, para que fuese el siguiente gobierno el que asumiera el pago tan solo en dos años. Así se expresó el jefe del Estado:
"No hemos logrado todo, pero sí hemos más, pero la situación fiscal que encontramos no fue la más favorable. Al país lo sobre endeudaron, al país lo esquilmaron innecesariamente. Los dineros recaudados con la reforma tributaria que se aprobó en mi primer año de gobierno y que no grabó a las personas naturales de escasos recursos, no le puso el impuesto a los pobres, no le puso impuesto a la sopa, se destinaron esos recursos para el pago de una deuda pública que adquirió el expresidente Iván Duque de una manera que me pareció, en realidad, tonta. Un crédito por 5.600 millones de dólares al FMI pagadero en dos años, que estoy comenzando a pagar y que se dedicó a subsidiar las nóminas de los empleados de las empresas más poderosas de Colombia".
Más allá de los 15 logros que el presidente expuso en su alocución, hacer referencia a la nefasta administración de Duque y calificarlo de "tonto", constituye un hecho político con el que Petro, usando la imagen del fatuo e infantil de Iván Duque, le endilga a la derecha toda la responsabilidad de los graves problemas que su gobierno está intentando solucionar o por lo menos paliar sus efectos en particular sobre los colombianos más vulnerables. De cara a las elecciones de 2026, los candidatos progresistas podrían usar las palabras de Petro para erosionar la idea naturalizada y legitimada por los medios masivos de que la derecha sí sabe administrar el Estado.
Ojalá los asesores políticos de los candidatos progresistas recojan lo dicho por Petro en esta alocución del 7 de agosto para acabar de consolidar la narrativa que hizo posible darle a Iván Duque el deshonroso lugar del "peor presidente de Colombia", en la historia reciente, superando con creces al también infantil y nefasto de Andrés Pastrana Arango.
Ya sabemos que dentro del mismo uribismo se critican las acciones y las maneras como gobernó Duque. Baste con recordar lo expresado por María Fernanda Cabal cuando dijo que "Duque fue puesto- en el partido CD- por Fabio Correa porque Duque fue el muchacho inteligente y aplicado mandó para acompañar al vago de su hijo, que no sirve para un culo, que es Luigi Echeverry".
En un audio revelado por Cuestión Pública, Cabal termina descalificando a Duque, de esta manera: "Zapateiro es un desastre, todo el mundo lo sabe menos este gobierno, que usted sabe que este gobierno nos tiene ad portas de una catástrofe, con ese gordo marica viajando por el mundo con 150 personas de comitiva (…) todo vuelto mierda"
Es claro que el país, económicamente, va bien y que podría ir mejor si el gobierno de Duque no le hubiese entregado un país sobre endeudado y con niveles superlativos de pobreza y miseria. Y si la Junta del Banco de la República no hubiese dilatado la baja de la tasa de interés, en un proceso a cuenta gotas que ha frenado la reactivación de la economía.
Al actual gobierno le tocó "darse la pela" de acabar con el subsidio a la gasolina y pagar una billonaria cifra por cuenta de que el gobierno de Iván Duque no subió el precio, aunque era consciente del crecimiento del déficit del fondo de estabilización de los precios de los combustibles.
Imagen tomada de EL TIEMPO.COM
Vea la alocución en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=JeLTfSeZDF0
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