miércoles, 26 de noviembre de 2025

LA CONDENA AL “APOSTOL” SANTIAGO URIBE EN LOS TITULARES

 



Por Germán Ayala Osorio

 

La condena a 28 de prisión proferida contra Santiago Uribe Vélez por homicidio y concierto para delinquir agravados constituye un hecho jurídico-político que debería concitar el interés periodístico de la prensa tradicional y también de los periodistas que hoy en las redes sociales fungen como faros morales, pero sobre todo como activistas anti-Petro. El registro noticioso de la decisión tomada por el Tribunal Superior de Antioquia ha sido marginal por parte de las principales empresas mediáticas del país. Parece que la intención es echarle tierrita para minimizar el impacto político-electoral de la condena del hermano del expresidente Uribe, candidato al Senado que además busca volver a poner en la Casa de Nari a otro títere. 

Baste con revisar algunos titulares para comprender que hay empresas periodísticas más interesadas en minimizar  la ejemplarizante condena contra el hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, que en cumplir con la aplicación de los criterios de noticiabilidad y los consabidos tratamientos noticiosos tendientes a explicar con lujo de detalles los pormenores del proceso penal que cumplió más de 25 años, el nacimiento del grupo paramilitar de Los 12 Apóstoles y las responsabilidades que la justicia le atribuyó a Santiago Uribe en la operación de la señalada estructura delincuencial  creada en Yarumal (Antioquia).

El 25 de noviembre, Noticias Caracol dedicó apenas dos minutos al fallo que condena a más de 28 años de prisión a quien sectores académicos señalan de ser el creador del grupo paramilitar o de “limpieza social y política, Los 12 Apóstoles.

Veamos algunos titulares: El Espectador: "Tribunal Superior de Antioquia condena en segunda instancia a Santiago Uribe por los 12 apóstoles". El diario bogotano evita conectar al condenado con el expresidente Uribe Vélez. Nótese que el segundo apellido no se registra en el título. No se debe suponer que las audiencias reconocen quién es Santiago Uribe y mucho menos pueden todos sus miembros saber qué fueron los 12 apóstoles. Parece que estamos ante una decisión editorial del diario de los Cano de minimizar el impacto de la condena pues en su cuenta de X registraron el hecho judicial con el siguiente titular: “El hermano del expresidente fue condenado a 28 años de prisión por su presunta participación en el grupo paramilitar”. Los delitos por los cuales fue condenado por el alto tribunal están asociados a la operación de Los 12 Apóstoles.

El Colombiano, diario uribizado, evitó también la conexión con el expresidente Uribe Vélez: "Tribunal de Antioquia condenó a 28 años de prisión a Santiago Uribe". El periódico regional no alude a los delitos y evita nombrar al grupo paramilitar al que periodistas serias como Olga Behar lo asocian con la figura del recién condenado.

Entre tanto, El Tiempo tituló: "Condena contra Santiago Uribe Vélez: lo que determinó el Tribunal de Antioquia para revocar la absolución previa". Aunque el diario del banquero Sarmiento Angulo identifica con los dos apellidos al hacendado y domador de bestias, incluye un hecho jurídico que oscurece el proceso de comprensión del significado del fallo condenatorio. El Tiempo opta por el uso del término “absolución”, usado casi exclusivamente por abogados y operados judiciales. Quizás su inclusión tenga la intención de cuestionar el fallo del Tribunal Superior de Antioquia con el que claramente se derrota de manera contundente el fallo del juez de primera instancia.

Ahora miremos el titular de Semana: "Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, fue condenado a 28 años por homicidio agravado y concierto para delinquir agravado". Sorprende el título de la publicación hebdomadaria porque su nombre y sus tratamientos periodísticos suelen asociarse con la defensa de los intereses de lo que se conoce como el “uribismo”. ¿Acaso hay una toma de distancia del Grupo Gilinski del expresidente Uribe o se trató de una decisión editorial inconsulta?

El País (Cali) registró el siguiente titular: "Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, fue condenado a más de 28 años de cárcel". El periódico caleño fue vendido recientemente por el Grupo Gilinski al empresario dominicano Eduardo Hernández Incháustegui, lo que podría explicar el interés de entregar todos los detalles que periodísticamente se espera se expongan en un titular.

Miremos algunos titulares medios internacionales que podrían estar en la misma línea editorial de El País de Cali, y la propia revista Semana de exponer en los titulares todos los detalles de semejante acontecimiento.

El País (España) en dos días consecutivos tituló así el hecho noticioso: "La justicia condena a 28 años de cárcel a Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe por paramilitarismo". El País (España): "“Dirigió un grupo criminal que hacía limpieza social”: los argumentos de la condena a Santiago Uribe Vélez por nexos con el paramilitarismo".

DW (Deutsche Welle, Alemania): "Justicia de Colombia condena a hermano de expresidente Uribe". Corriere del Mezzogiorno (Italia): "Sentencia de 28 años de cárcel para Santiago Uribe por vínculos paramilitares y homicidio en Antioquia”.

Los tratamientos periodísticos dados por El Espectador, El Tiempo y El Colombiano al hecho jurídico al que se alude en esta columna permiten pensar que detrás puede haber intereses políticos atados a la necesidad de no golpear la imagen ya raída del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez.

martes, 25 de noviembre de 2025

CONDENADO EL “APOSTOL” SANTIAGO URIBE VÉLEZ

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La condena proferida contra de Santiago Uribe Vélez deviene, aunque ejemplarizante, tardía porque el proceso penal al que estuvo vinculado el hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez supera los 25 años, tiempo que habla muy mal de la eficacia, eficiencia y efectividad de la justicia colombiana.

El fallo de segunda instancia proferido por el Tribunal Superior de Antioquia impone al hacendado antioqueño una pena de 28 años de prisión por los delitos de concierto para delinquir y homicidio agravados atados a la conformación y operación del grupo paramilitar conocido como Los 12 Apóstoles. La providencia de los togados echa para atrás la decisión judicial de primera instancia en la que Santiago Uribe Vélez resultó absuelto de los delitos por los que el alto tribunal hoy lo condena.

La decisión judicial llega al final del gobierno de Gustavo Petro, visto por la familia Uribe Vélez como un enconado enemigo político en la medida en que en su pasado rol de Senador señaló directamente a Santiago Uribe Vélez de haber creado al grupo paramilitar Los 12 Apóstoles. En su cuenta de X, el presidente Petro sacó pecho por sus denuncias: “Yo denuncié por primera vez ante el país, a los "12 apóstoles" como precursores de las convivir que crearon el paramilitarismo, el primer grupo narcoterrorista del mundo, aliado al poder político de Colombia. Lo hice en el año 2007 en mi debate parlamentario en el senado sobre el paramilitarismo en Antioquia. Allí demostré la complicidad y dirigencia de Santiago Uribe Vélez de estos grupos de limpieza social en el departamento. El gerente del actual @Elcolombiano, de ahí su odio político, fue o es socio de la hacienda "La Carolina" y de ahí porque Fico y la gobernación de Antioquia tratan de controlar la fiscalía antioqueña con omisión de la actual fiscal general. Santiago Uribe actuó entre el grupo de limpieza social llamado "la banda de los erres"”.

Esa circunstancia temporal que genera automáticamente la providencia que hoy conoció el país coadyuva en gran medida a consolidar la narrativa nacida en las huestes uribistas con la que se asegura que este fallo condenatorio contra el hacendado hace parte de la misma persecución política que ha venido sufriendo su hermano el expresidente Uribe Vélez, investigado, procesado, condenado y absuelto recientemente por el Tribunal Superior de Bogotá por manipulación de testigos y fraude procesal. De igual manera, este fallo aporta al ambiente de crispación ideológica y política entre lo que se conoce como el uribismo y el petrismo.

A pesar de todo, el veredicto del Tribunal Superior de Antioquia en algo contribuye a que las víctimas de Los 12 Apóstoles sientan algo de sosiego, aunque lo más probable es que jamás haya reparación material y mucho menos la petición de perdón por parte de Santiago Uribe Vélez condenado por los delitos de lesa humanidad por los cuales fue procesado y que están atados a la operación del señalado grupo paramilitar que nació en Yarumal (Antioquia).

El fallo de segunda instancia destruye el imaginario colectivo que alcanzaron a crear los defensores y amigos de la familia Uribe Vélez con el que se señaló por muchos años que Los 12 Apóstoles era un “mito”, cuando diversas fuentes periodísticas y académicas y ahora la justicia confirman que existió y operó como un grupo de limpieza social y política. 27 años después, la justicia colombiana castiga a Santiago Uribe por las actividades desarrolladas durante su sangriento "apostolado" en Yarumal (Antioquia). 



los 12 apostoles de Olga behar - Búsqueda Imágenes

NOTICIAS CARACOL, EL CASO DE ALIAS CALARCÁ Y LA CONDENA A SANTIAGO URIBE VÉLEZ

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Dentro de las dinámicas informativas de los medios masivos los criterios de noticiabilidad juegan un papel clave a la hora de reconocer qué hechos merecen ser elevados a la condición de noticia y, por tanto, ocupar el privilegiado lugar en la página principal de un periódico o en la emisión de un noticiero de televisión y radio. La aplicación de esos criterios deviene siempre acomodaticia de acuerdo con la agenda política de las empresas periodísticas y las decisiones que toman los jefes de emisión de noticieros o jefes de redacción, todos alineados con las apuestas políticas e ideológicas de los medios para los cuales trabajan.

Noticias Caracol es una empresa que hace parte de la cofradía de medios que le hacen oposición al gobierno Petro y protegen los intereses de específicos agentes del Establecimiento. En su emisión del 25 de noviembre se pudo evidenciar el carácter flexible de esos criterios de noticiabilidad al momento de ser aplicados. Caracol Noticias abrió su emisión del medio día con un indiscutible hecho noticioso: la condena a más de 28 años de prisión contra Santiago Uribe, hermano del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez.

La relevancia de la decisión tomada por el Tribunal Superior de Antioquia en contra del caballista está ancorada a su condición de hermano del expresidente de la República, a la gravedad de los delitos -concierto para delinquir y homicidio agravados- y a la asociación colectiva de su nombre con la conformación y operación de grupos paramilitares como Los 12 Apóstoles  y el paramilitarismo como fenómeno sistémico del que hay cientos de miles de víctimas por desplazamiento y desaparición forzadas, tortura y homicidios. El mencionado noticiero apenas le dedicó dos minutos a una nota sobre la condena emitida en segunda instancia contra Santiago Uribe Vélez. De esa manera minimizó el impacto político y jurídico de una decisión trascendental dentro de un proceso penal que lleva 30 años de dilaciones y decisiones de primera instancia que favorecieron al hoy condenado hacendado.

La razón por la que Noticias Caracol aplicó de manera flexible y acomodaticia los criterios de noticiabilidad a la decisión judicial del Tribunal Superior de Antioquia es el informe publicado por la misma empresa periodística en el que salen muy mal librados el gobierno Petro, la Fiscalía, un general de la República y un alto funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI). Aunque los hechos revelados por Caracol Noticias fueron desmentidos ayer por el presidente Petro y los demás involucrados, la empresa informativa le dedicó más de 20 minutos a unos hechos que aún se están corroborando por parte de las autoridades y que hasta tanto no haya decisiones judiciales en firme, su veracidad seguirá siendo cuestionada.

Caracol Noticias insiste en que hay relaciones probadas entre el general del Ejército y el funcionario del DNI con alias Calarcá, narco mafioso de las disidencias de las Farc. El largo informe publicado en la emisión de hoy 25 de noviembre dejó en claro varios asuntos a saber: el primero, la intención editorial, periodística y política de afectar la legitimidad del gobierno Petro ad portas de un proceso electoral en el que están en juego la continuidad del proyecto progresista o el regreso del uribismo a la Casa de Nariño, espectro ideológico al que es cercano Caracol Noticias; el segundo, que el noticiero aplicó lo que se conoce como el “auto bombo” con el que insiste en la veracidad de los hechos conocidos y divulgados por su Unidad Investigativa.

Muestra de ese “auto bombo” o auto exaltación es la frase “Revelaciones han tenido eco en EE.UU.” generada en el informe al momento de dar paso a la reacción del gobierno de Trump frente a las señaladas relaciones del general Juan Miguel Huertas y el director de Operaciones del DNI, Wilmar Mejía con los narco mafiosos que visten de camuflado; y un tercer asunto está atado a la decisión política de la empresa periodística de legitimar la injerencia gringa en los asuntos internos de Colombia, justo cuando las relaciones entre  la Casa de Blanca y la Casa de Nariño pasan por un difícil momento por los enfrentamientos personales entre Petro y Trump. Esa actitud pro-gringa ensucia la búsqueda de la verdad periodística, pero, sobre todo, confirma que empresas informativas como Caracol Noticias son, antes que medios periodísticos, actores políticos con agenda propia alejada de la necesidad de entregarle a las audiencias información veraz y confiable.



caracol noticias y el caso alias Calarcá - Búsqueda Imágenes

lunes, 24 de noviembre de 2025

EL ESCÁNDALO CON ALIAS CALARCÁ AMERITA UNA ALOCUCIÓN PRESIDENCIAL

 

Por Germán Ayala Osorio

 

El informe periodístico presentado por Noticias Caracol en el que se divulgan vínculos de las disidencias al mando de alias Calarcá con el general del Ejército, Juan Miguel Huertas y Wilmar Mejía, director de operaciones de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) golpea directamente al presidente Petro, a su gobierno, a la institucionalidad castrense y la credibilidad de la inteligencia y contrainteligencia.

Por tratarse de un asunto que involucra la seguridad nacional el presidente de la República debería dirigirse al país a través de una alocución que controvierta con documentos y hechos fácticos irrefutables el sentido de ese informe. No basta con la respuesta dada por el presidente Petro en su cuenta de X, por una razón: la prensa tradicional amplifica lo publicado por el señalado noticiero y los expresidentes, así como los precandidatos presidenciales usan política y electoralmente lo dicho por Caracol Noticias para construir la narrativa con la que se advierte de una insoportable e insondable crisis institucional que involucra al Ejército, al gobierno y a la Fiscalía solo superable en el 2026 con el regreso de la derecha al poder.

Baste con leer una nota de El Espectador para entender el uso electoral de los escandalosos hechos divulgados: “La revelación de posibles nexos de altos funcionarios del primer gobierno de izquierda, al mando del presidente Gustavo Petro, con una de las narcodisidencias que hoy negocia en la estancada “paz total”, la de “Calarcá Córdoba”, sacudió al Ejecutivo a un punto que dejó en silencio al jefe de Estado por más de 22 horas

En la primera respuesta de Petro, después de un inexplicable silencio de más de 20 horas sin “tuitear” el jefe del Estado respalda a Huertas y Mejía; después, en un segundo mensaje el presidente de la República confronta de manera directa al periodista, descalificando a la fuente que según Petro le entregó la información de inteligencia a la Unidad Investigativa de Caracol Noticias: La fuente del periodista es la CIA, que tiene la costumbre de tender redes para afectar a la opinión pública de acuerdo a los intereses del gobierno de su país en todo el mundo. Es una forma de exhibir poder extranjero dentro de los países. A la CIA también la engañan. La alta corrupción en el país producto del narcotráfico hace que existan bandas delincuenciales en el ejército dirigidas por oficiales de alto rango. Utilizan la inteligencia, los polígrafos e informes de inteligencia que resultan falsos para sacar del camino injustamente a oficiales de alto rango que representan un peligro para sus carreras o que no son cómplices de sus actividades criminales. Hoy la CIA tiene razones para atacar a mi gobierno, desprestigiándolo, las órdenes vienen desde su gobierno. No he querido sacarla del país, esperando que el gobierno de Trump reaccione y se dé cuenta que los informes que recibe vienen es del mismo narcotráfico buscando romper las relaciones”.

Lo dicho por Petro en su segunda respuesta desde su cuenta de X es suficiente razón para hablarle al país. Nuevamente se expone la débil estrategia comunicativa del gobierno Petro para responder a los graves señalamientos. No es suficiente con promover el numeral #CaracolMiente y desgastarse contestando trinos a diestra y siniestra. No. Háblele al país, presidente, claro y de frente. 

La alocución presidencial en horario prime time es un recurso valioso, mas cuando hay un aprovechamiento político y electoral de lo divulgado por Caracol Noticias que bien puede dar al traste con las aspiraciones de quienes le están apostando a la continuidad del proyecto progresista en 2026. 

Si el informe presentado por Caracol deviene con un tufillo de venganza, tal como lo sugiere el presidente Petro, de parte de actores como la CIA, políticos y militares afectados por la sistemática purga al interior de las fuerzas armadas adelantas por este gobierno, el jefe del Estado está obligado a presentar las pruebas que así lo demuestren.  



Imagen tomada de Semana.com 

sábado, 22 de noviembre de 2025

EL EVENTUAL FRACASO DE LA CAMPAÑA DE VICKY DÁVILA

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Recientes encuestas señalan que la campaña de la precandidata uribista, Vicky Dávila de Gnecco se estancó, o se puede decir que jamás arrancó a pesar de los videos en los que apareció en cafetales cantando como si fuera la “nueva” Gaviota, ordeñando a una vaca para mostrarse cercana a la causa campesina, saludando a policías y militares y comiendo empañadas en la calle. Todas, apariciones alejadas del perfil arribista y clasista de la periodista-periodista que siempre fue vista como una ficha del Establecimiento.

Explicar esos negativos resultados es relativamente fácil si el análisis se centra en decir que su discurso de odio contra el presidente Petro le negó la posibilidad de convertirse en una real alternativa política para el 2026. Creo que hay algo más. Propongo la siguiente hipótesis:

La derecha, en particular la uribizada, no valida candidaturas en las que con incontrastable vehemencia y odio se proponga “acabar con todas formas de corrupción” como tema preferente, dejando por fuera asuntos como la inseguridad, la lucha contra el terrorismo y el comunismo que vienen atados a consignas generales, engañosas y etéreas como “vamos a recuperar el país, la democracia y la libertad”. La inquina hacia Petro expresada por Dávila de Gnecco es vista por sectores políticos de aquel espectro ideológico como un asunto propio de una “mujer dolida y escandalosa”, lo que le resta credibilidad en las huestes uribistas que prefieren que quien se enfrente a Petro sea un “macho” como Abelardo de la Espriella e incluso, el tibio de Fajardo. 

Si se revisan las consignas y los discursos del expresidente Uribe no hay expresiones altisonantes referidas a dar una lucha frontal contra la corrupción. El exgobernador de Antioquia y exdirector de la Aerocivil se cuida de proponer una “guerra frontal contra los corruptos” porque sabe que no tendría mayor sentido hacerlo cuando hay un imaginario colectivo consolidado que señala a sus dos administraciones como una de las más corruptas de los últimos tiempos. Baste con examinar sus procesos penales y las condenas a varios de sus más cercanos colaboradores por la compra de su reelección y las relaciones con grupos paramilitares. Por eso prefiere hablar de “recuperar la economía, beneficiar a los jóvenes y brindarles oportunidades; de enfrentar a los terroristas y al neocomunismo”. Ni siquiera se atreve a recoger la risible propuesta de su admirado Julio César Turbay Ayala de “reducir la corrupción a sus justas proporciones”.

El mal final que se augura a la campaña presidencial de Dávila también obedece a circunstancias propias del sistema patriarcal, su correlato el machismo y por supuesto a las preferencias del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez. Es claro que el Gran Capataz desconfía de las mujeres y asume que sus cuatro precandidatas, incluida Dávila, son, per se, débiles e incapaces de coger con criterio las riendas de un país casi ingobernable como Colombia.

En recientes declaraciones, casi siempre altisonantes de Dávila de Gnecco se aprecian dos frases que podrían darle validez a la hipótesis aquí propuesta: “La corrupción es la causa principal de todos nuestros males como país. “Los corruptos se han robado todo, la seguridad, la salud, y las oportunidades de los más pobres. Por eso, la consigna debe ser declararles la guerra a los corruptos y dar una lucha frontal contra todas las estructuras de la corrupción, que va desde la politiquería y las mafias, hasta los peores criminales que han unido intereses con una parte de la clase gobernante. La opción no puede ser elegir a otro Gobierno corrupto para el 26, sea del espectro político que sea. Luego lloraremos lágrimas de sangre. Tenemos la opción de tomar otro rumbo."

Así las cosas, a pesar de la explosión de precandidatos presidenciales y de una aparente división al interior de la derecha, todo parece indicar que a la final clasificarían Fajardo, De la Espriella y Juan Carlos Pinzón. Cabal, Valencia, Holguín y Vicky Dávila quedarían como fieles y obedientes animadoras pues el Gran Patrón prefiere manejar “títeres” y no tener que lidiar con “muñecas”.




Imagen tomada de: vicky davila en un cafetal cantando como La Gaviota - Búsqueda Imágenes

viernes, 21 de noviembre de 2025

SE ACABA EL GOBIERNO PETRO Y TRES ESCENARIOS QUE NO SE DIERON

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Falta poco para que se acabe el gobierno Petro y tres escenarios jamás se consolidaron: el primero, la apocalíptica sentencia de periodistas, empresarios y políticos  con la que decían que nos convertiríamos en Venezuela y que el castrochavismo nos dejaría igual o peor que Cuba; el segundo, el cacareado Acuerdo Político Nacional entre el presidente Petro y las fuerzas políticas tradicionales que asumieron la pérdida del control de la Casa de Nariño como una verdadera catástrofe; y el tercero, la disminución de la pugnacidad política y la violencia verbal. Así las cosas, es apenas lógico suponer que el ambiente electoral de 2026 podrá ser de los más caldeados de los últimos años pues hay expresiones de odio que circulan en las redes sociales y que podrían concretarse en riñas callejeras y atentados criminales.

Los reportes de billonarias ganancias de los bancos y de otros sectores económicos anulan cualquier asomo de veracidad de aquellos actores políticos que insisten en que hay que derrotar al “socialismo, al comunismo, al narco comunismo o narco socialismo”, nomenclaturas que suelen usar desde los hijos del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe, la ignara precandidata Vicky Dávila y otros tantos que solo saben decir la insulsa frase “vamos a recuperar al país” con la que ocultan que sus reales intereses están exclusivamente en reconquistar la casa de gobierno.

En lo que toca al segundo escenario, el único acuerdo que parece que sí se va a consolidar es el de Todos Contra Petro o la Selección Antipetro creada recientemente por la campaña al Senado de Ingrid Betancur. Llama la atención el uso de los mismos colores y la tipografía de la gaseosa Colombiana, marca que pertenece al grupo empresarial de Ardilla Lulle. ¿Acaso el empresario está financiando la campaña de la excongresista que cada cuatro años deja la fría París y regresa a su patria para ver cuántos votos logra alcanzar y qué transacciones burocráticas logra concretar con la derecha?

La atomización de la derecha en virtud de la explosión de precandidatos presidenciales da cuenta de un fenómeno sociopolítico: la naturalización de la política como negocio de la que se desprende el hambre burocrática de varios aspirantes que, sin maquinaria, propuestas y carisma, mantienen el “cañazo” de sus precandidaturas para ver si de pronto en el 2026 les ofrecen una embajada, unos contratos o un ministerio.

Y en lo que corresponde al tercer escenario, quedará para la historia política y mediática los llamados a bajarle el tono y a la violencia verbal de agentes económicos y políticos. El país recordará que el presidente de la Andi, Bruc Mac Master propuso una “paz verbal” por allá en agosto de 2023 durante el Congreso gremial al que no fue invitado el presidente Petro. Y no podemos olvidar los buenos oficios de la Conferencia Episcopal cuando convocó a varios actores políticos a una reunión a la que asistieron el jefe del Estado, Gustavo Petro, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, así como la fiscal general, la defensora del pueblo, el registrador nacional, el procurador y los presidentes de las altas cortes. Dicha reunión se dio el 16 de junio de 2025 y el mensaje de la Curia fue claro y contundente, pero ignorado: “invitamos a todo el país a valorarnos y respetarnos como hermanos, a desarmar y armonizar la palabra, y a rechazar todo tipo de violencia como forma de resolver los conflictos políticos y sociales”.

Al final, no hubo consenso político porque todos los sectores enfrentados asumen la Casa de Nariño como un botín que cada cuatro años convoca a verdaderas “guerras electorales”. Y porque las diferencias entre unos y otros son irreconciliables entre quienes le apuestan a veces con algo de “ingenuidad cultural” a que vivamos bajo las condiciones de un Estado de Bienestar; y otros que insisten en mantener los ya aceptados Estados de Cosas Inconstitucionales, resultado de su visión neoliberal del Estado.

Y no nos convertimos en Venezuela y no llegó el comunismo porque quienes pintaron ese escenario se aprovecharon de la ignorancia de cientos de miles de colombianos que creen a pie juntillas lo que dice la prensa hegemónica, responsable en gran medida de la pugnacidad política y la crispación ideológica.

No se bajó el tono, no hubo “paz verbal” y mucho menos reconciliación porque no es posible reconciliar políticamente a una sociedad clasista, racista, aporofóbica, misógina, homofóbica, pacata, farandulera, morbosa, mojigata, gazmoña, puritana, morronga, machista, atontada, mafiosa, corrupta, goda, ignorante, violenta, incivilizada y a veces con altos e incontrastables visos de estolidez.




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miércoles, 19 de noviembre de 2025

INGRID BETANCUR Y SU SELECCIÓN ANTIPETRO




Por Germán Ayala Osorio

 

El país ha visto a candidatos presidenciales en lugares populares comiendo tamales, tomates y empanadas en gestos populistas poco creíbles; incluso, se les ha visto bailando junto a trabajadores y saludando a miembros de la fuerza pública. Vicky Dávila, María Fernanda Cabal y Juan Carlos Pinzón, entre otros ya pusieron su cuota de ridículos electorales por culpa de sus asesores.

Ahora el turno le correspondió a Ingrid Betancur, la ciudadana colombo-francesa que cada cuatro regresa al país para ver qué puede pescar en materia burocrática. Pues bien, los asesores de Betancur creen que apelar al fútbol y al sentimiento patriótico que despierta la Selección de Fútbol de mayores les dará la fuerza política suficiente para hacer alianzas con la derecha para derrotar a Petro en el 2026.

La exsenadora, fungiendo como directora técnica, convoca a los colombianos a conformar lo que ella llama la “Selección Antipetro”. La estrategia publicitaria de Betancur apela al mismo sentido patriotero con el que Abelardo de la Espriella le habla a los militares y a los defensores de la Patria. En el video aparecen hombres y mujeres adultos, lo que hace suponer que el público objetivo es justamente esa población etaria. Quizás por ahora no estarían convocados los jóvenes en ese combinado nacional Antipetro que quiere conformar la ladina política. Lo que si queda claro es que el rival a vencer, el único, es Petro o el petrismo. Rival o enemigo por vencer viene siendo lo mismo en este ambiente de polarización política y crispación ideológica.

Tampoco queda claro si Betancur está pensando en ser candidata presidencial, aspirará a regresar al Congreso o simplemente la pasajera directora técnica de ese soñado seleccionado y la única capaz de unir a la derecha, convocando a otros directores técnicos (precandidatos presidenciales) para armar una “Selección capaz de ganarle a Petro por goleada”.

En el pegajoso estribillo se escucha decir “la selección Antipetro, por la gente, por el pueblo, la selección Antipetro, marca Oxígeno, para vencerlo”. En el bien logrado video aparecen 12 jugadores, 8 hombres y 4 mujeres. El primero en aparecer es Frank Pinchao, el policía que se les voló a las Farc del penoso e inhumano cautiverio al que sometieron, junto a otros uniformados y a la propia Ingrid Betancur durante varios años.

Llama la atención la tipografía usada para la frase Selección Antipetro, cuyos colores permiten asociarla directamente con la Selección de Fútbol y con la imagen de la gaseosa Colombiana, producto Postobón en manos del empresario Ardila Lulle. Si el magnate está dispuesto a jugársela con Ingrid Betancur como candidata presidencial o como cabeza de lista al Senado, el próximo spot publicitario podría decir: Ingrid, la Nuestra.




Definitivamente los asesores de Betancur y De la Espriella, para nombrar apenas a las dos campañas con atractivos videos, le están apostando a los básicos sentimientos patrióticos- patrioteros- que se despiertan con facilidad en una sociedad escindida que cree en falsos Mesías y en que la Selección de Fútbol realmente es la única capaz de unirnos, aunque no se tenga claro el propósito de esa unión por una razón elemental: la derecha le habla a un pueblo y la izquierda a otro muy distinto.



LOS GUSTOS DE PETRO Y EL DESGASTE MORAL EN UNA SOCIEDAD INMORAL

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La dignidad presidencial y la figura del presidente de la República suelen asumirse con el encanto propio de los cuentos de hadas en los que, infortunadamente para el caso colombiano, no aparecen hermosas doncellas, princesas, reinas y mucho menos apuestos y deseados príncipes y reyes de ojos y sangre azules. Hay, para pesar de muchos, presidentes, primeras damas y sus vástagos, todos con la siempre repudiada sangre indígena y negra, fruto de negados procesos de mestizaje. Eso sí, el Palacio de Nariño en algo satisface a los infantilizados ciudadanos colombianos que asocian a los jefes de Estado con las irreales estampas de reyes y reinas.

Atado al poder que ostenta el presidente de la República de Colombia  y con el que para bien o para mal gobierna a un país clasista, arribista, racista y con los frenesíes propios de una sociedad pacata, farandulera, morbosa, mojigata, gazmoña, puritana, morronga, machista, atontada, mafiosa, corrupta y misógina, Gustavo Petro Urrego pasará a la historia como el presidente que sufrió más hostigamientos morales y cuestionamientos por sus gustos más íntimos que van desde el uso de zapatos Ferragamo, pasando por las misteriosas actividades durante sus días de “agenda privada”, hasta la ya famosa visita a un club nocturno en Portugal. De Petro han dicho los medios y las redes sociales que es gay, que le gustan los travestis, que consume “perico” y que es borracho. Eso sí, nadie podrá decir que es paraco, o que se reunió con narcoparamilitares en lejanas haciendas.

Con la visita de Petro al club nocturno en Portugal, acabó con la dignidad presidencial”, gritan adoloridos y con camándula en mano estos misioneros, árbitros, defensores y policías de la moralidad pública. La visita de Petro al Ménage Strip Club tiene alarmados a cientos de miles de tuiteros y ciudadanos de la Colombia puritana, así como a columnistas homosexuales que públicamente reconocieron haber consumido marihuana y a la goda precandidata presidencial, Vicky Dávila, la misma que armó en el pasado un tremendo escándalo mediático con la llamada “comunidad del anillo” que operaba al interior de la Policía Nacional.

Mientras destrozan moralmente al presidente Petro, niegan la importancia ético-política de ser el primer presidente de la República en solicitarle a la UIAF que publicara sus movimientos financieros con el objetivo de mostrar que no hay transacciones provenientes de actos de corrupción o lavado de dinero, sugeridas por el gobierno de los Estados Unidos que lo incluyó en la lista Clinton. Recordemos que el presidente Trump, señalado de violar niñas en la famosa isla Epstein, lo calificó de ser el líder de las mafias del narcotráfico. Esos mismos que hoy ven a Petro como el “diablo”, viajaron a los Estados Unidos a pedirle al señalado pederasta que descertificara al país y que impusiera sanciones económicas al país.

Con la compra de ropa marca Gucci, Adidas y Ralph Lauren, Petro cae, de acuerdo con la lectura moralizante de aquellos mojigatos, en una inaceptable incoherencia ideológica por ser de “izquierda” y abogar por los derechos de millones de colombianos sometidos por inmorales presidentes neoliberales que no solo privatizaron el Estado, sino que se aliaron con grupos paramilitares que desplazaron ciudadanos, empalaron y violaron mujeres y niñas y perpetraron masacres. Esas actividades criminales fueron planeadas en lujosos clubes, en donde se consume cocaína, marihuana y costosas botellas de whisky.

Sobre anteriores presidentes de la República de Colombia hay crudos señalamientos políticos- sin sentencias judiciales- de haber violado mujeres, de haber participado de orgías con niñas en la famosa isla del degenerado de Jeffrey Epstein; de haber dado la orden para que el Ejército asesinara inocentes y presentarlos como guerrilleros dados de baja en ficticios combates. De ordenar la compra ilegal de Pegasus; y de estar detrás de la malversación de los fondos de la paz (OCAD-Paz).

A los falsos puritanos y gazmoños que hoy oran por la recuperación de la dignidad presidencial en el 2026 les vendría bien, antes de exigirle coherencia al presidente de la República, revisar muy bien el pasado de varios de los candidatos presidenciales que hoy se presentan como los adalides y defensores de la moral y las buenas costumbres. A lo mejor se llevan sorpresas.

En su cuenta de X y frente a su visita al referido club en Portugal, el presidente Petro dijo: “Bueno, algún día contaré por qué me gasté 40 euros en ese sitio, pero por ahora me interesa que todos los que examinen mis cuentas, puedan ver el tipo de arbitrariedad cometida contra Colombia, al descertificarla, y contra su presidente”.

Mientras estos y otros faranduleros y morbosos gastan tiempo imaginando a Petro en “comprometedoras situaciones íntimas”, les dejo este párrafo escrito por Carolina Sanín a propósito de la corrupción en la Colombia mafiosa: «El colombiano no es corrupto por naturaleza, sino por costumbre: un desmadre donde el que no roba, pierde, y el que roba, es aplaudido por su astucia. Así sobrevive la nación, a punta de picardía y olvido

Quizás debamos reconocer que los marcos morales y éticos que el ser humano construye solo sirven para advertir lo que muchas veces olvidamos: que somos una especie aviesa de la que se puede esperar lo más sublime y lo más perverso. Y en cuanto a gustos sexuales, el consumo de trago  y psicotrópicos es mejor no opinar, salvo que haya delitos de por medio. 

Adenda: ser de izquierda o progresista no es sinónimo de pulcritud. En este gobierno se destaparon prácticas corruptas. Petro es tan humano como cualquier otro presidente de la República, pero su vida privada, mientras no haya delitos de por medio, no debe ser escrutada. Eso sí, habría que examinar cuánto de los señalamientos inmorales de los que ha sido víctima él mismo los facilitó por lo que bien llamarse "imprudencias". 



La UIAF revela las cuentas, pagos y transacciones que movió Petro en 3 años

martes, 18 de noviembre de 2025

DEMOCRACIA EN LOS PARTIDOS O "DEDOCRACIA"

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La democracia, como régimen de poder, tiene en los partidos políticos a una parte importante de sus cimientos, por lo menos desde el punto de vista institucional (electoral). En una democracia formal y procedimental como la colombiana, dichas colectividades han servido para confirmar que operan - vaya contradicción- alejadas de principios elementales de un régimen democrático: elecciones libres, discusiones públicas con la participación de las bases sociales, respeto a los estatutos o reglamentos construidos colectivamente y la generación de una opinión pública cualificada y defensora de las libertades de prensa y de opinión.

La crisis globalizada de los partidos políticos de la que no escapa Colombia allanó el camino al debilitamiento de históricas colectividades como los partidos Conservador y Liberal, responsables y auspiciadores de las estructurales debilidades de la “democracia más antigua de América” y por supuesto de la violencia partidista; con ese imaginario colectivo se ha querido ocultar los violentos y antidemocráticos periodos presidenciales protagonizados por los gobiernos de Turbay Ayala, Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque Márquez. Baste con recordar el Estatuto de Seguridad y la Política de Seguridad Democrática para señalar que se acercaron en violencia política a las que ejercieron las dictaduras de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

Después de la captura mafiosa del régimen democrático que perpetraron conservadores y liberales durante el Frente Nacional, los sueños por ampliar la democracia que durante 16 años secuestraron los líderes de los partidos Liberal y Conservador fueron recogidos por colectividades que nacieron de negociaciones de paz entre el Estado y agrupaciones guerrilleras y paramilitares, unas atadas al ambientalismo y otras tantas a divisiones y disidencias marcadas muchas por rebeldes líderes carismáticos que decidieron montar tolda aparte. Por supuesto que esa explosión de partidos jamás ayudó a superar los problemas estructurales que arrastra la formal y procedimental democracia colombiana.

Por el contrario, los más de 50 partidos y movimientos[1] creados después del Frente Nacional dan cuenta de una especie de gamonalización de la política ancorada en liderazgos de políticos profesionales interesados exclusivamente en capturar el Estado, usando sus colectividades como plataformas ideológicas y burocráticas para lograr ese cometido.

Ahora que se avecinan las elecciones presidenciales y parlamentarias en Colombia, la crisis de los partidos y de la democracia se agudizan gracias a que por lo menos 100 candidatos se inscribieron con movimientos por firmas, una de las estratagemas con las que el sistema electoral alimenta los problemas de la democracia colombiana. Otra demostración del precario sentido de la democracia que subiste al interior de partidos y movimientos políticos lo da el Centro Democrático y su propietario, el expresidiario y expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Ante las peleas intestinas entre sus cinco precandidatos presidenciales y después de eventos públicos en los que cada uno de los aspirantes buscaba afanosamente agradar y seducir al Patrón, el expresidente antioqueño, dueño de esa microempresa electoral, decidirá a dedo (dedocracia) entre Abelardo de la Espriella y Juan Carlos Pinzón el candidato que representará los intereses de Uribe, del llamado uribismo y de la derecha y la ultraderecha.

Las precandidatas Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Paola Holguín deberán conformarse con haber cumplido el rol de bastoneras, animadoras y fieles enamoradas del Gran Gamonal que tiene una muy reducida comprensión del concepto de la democracia y unas evidentes dudas de las capacidades de las mujeres para gobernar. La Dedocracia, para ungir a su próximo títere, arrastra los negativos resultados económicos y sociales del gobierno de Iván Duque Márquez; eso sí, ese mismo dedo con el que finalmente investirá a su nuevo "juguete" le sirvió para estigmatizar a sus críticos y perseguir a sus detractores durante sus aciagos ocho años de mandato. No importa si proclama al “Tigre” o al “General sin soles” como su candidato presidencial para recuperar a la Casa de Nari. Lo realmente importante es que se confirma que su desprecio por la democracia se origina en su propia microempresa electoral.

 



[1] M-19 (Alianza Democrática M-19). Unión Patriótica (UP). Partido Verde Oxígeno. Movimiento de Salvación Nacional. Laicos por Colombia / Partido Nacional Cristiano. Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA). Partido Polo Democrático Alternativo (PDA). Partido Verde (original). Movimiento Alas Equipo Colombia. Centro Democrático. Opción Centro (luego Alianza Verde). Fusión de Progresistas y Verde. Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS). Colombia Humana. Fuerza Ciudadana. Pacto Histórico (coalición que se convirtió en partido). Liga de Gobernantes Anticorrupción. Nuevo Liberalismo (recuperado), En Marcha (de Daniel Quintero), etc.


lunes, 17 de noviembre de 2025

LOS BOMBARDEOS, EL GRAN TEMA DE LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL




Por Germán Ayala Osorio

 

Después del proceso del Acuerdo de La Habana, la paz dejó de ser el gran tema electoral, decisivo en anteriores campañas presidenciales. Ahora, con la muerte de por lo menos 12 menores de edad a causa de un par de bombardeos a campamentos de los facinerosos de Iván Mordisco, al escenario electoral de 2026 muy seguramente llegará el asunto de la continuidad o no de los certeros y duros ataques aéreos usados por Uribe, Santos, Duque y Petro para golpear y diezmar militarmente a las estructuras armadas ilegales que aún muchos llaman “guerrillas”.  Por lo menos, se espera que en los debates presidenciales la pregunta surja acompañada del tono moralizante e hipócrita alrededor de si se ordenarían bombardeos a pesar de la presencia de adolescentes en los campamentos de las disidencias farianas y del ELN.

Eso sí, el posicionamiento electoral del tema de los bombardeos a los acantonamientos selváticos de las narcoguerrillas no le devolverá la importancia sociopolítica y mediática que años atrás se les dio a las negociaciones con los grupos armados ilegales y a la idea de superar el conflicto armado interno a través de negociaciones políticas. Poco a poco el concepto de conflicto armado interno se irá vaciando de sentido social y político. La Academia se encargará de mantener su legitimad por el peso jurídico que se deriva de las dinámicas militares. Al igual que las ONG locales e internacionales dedicadas a la defensa de los derechos humanos. 

Iván Cepeda, como candidato del progresismo deberá tener mucho cuidado al momento de responder las preguntas y los cuestionamientos alrededor de si mantendría o no los bombardeos contra las “guerrillas”. Una respuesta negativa lo pondría en la misma situación contradictoria en la que cayó Petro, pues los ataques de esas estructuras ilegales a la población civil, a estaciones de policía y batallones en algún momento lo obligarían a ordenar ataques aéreos. Es más, si llega a la presidencia, muy seguramente la cúpula militar y los gremios lo presionarán para que use la fuerza de las bombas para diezmar a los facinerosos.

Que otros temas aparezcan en la escena electoral de 2026 significa que la operación de los grupos irregulares perdió importancia política, fruto en gran medida de la sistemática transformación de las antiguas guerrillas en estructuras mafiosas al servicio de la Junta del Narcotráfico tal y como lo ha señalado en varias oportunidades el presidente Petro. También puede tratarse de unos mejores niveles de conciencia en sectores societales que entendieron que realmente las “guerrillas” no tienen voluntad de paz y que existencia hace rato se alejó de las románticas ideas revolucionarias que defendieron en los años 60.

Por supuesto que estas nuevas circunstancias contextuales en las que la búsqueda de la paz dejó de ser una prioridad social y política se explica porque desmovilizar a los grupos ilegales a través de negociaciones políticas dejó de ser un objetivo alcanzable por varias razones: la primera, porque los comandantes del ELN y las disidencias farianas así lo han expresado; la segunda, porque su operación no constituye un riesgo político y militar para el régimen colombiano; y la tercera, porque la narrativa final del gobierno Petro convirtió a esas estructuras ilegales en “ejércitos privados al servicio de las mafias del narcotráfico y la minería ilegal”.

Los temas prioritarios son otros, gracias en gran medida al proyecto progresista y en particular a las ejecutorias del gobierno Petro en materia de reforma agraria, fortalecimiento de lo comunitario, vías terciarias y secundarias, el uso de los recursos de la SAE para beneficio de comunidades y universidades y la naturalización de las exigencias de los derechos laborales, entre otros. Se suman a estos los problemas no resueltos por la administración Petro como la inseguridad en las urbes, la extorsión, los secuestros y la operación criminal de las estructuras armadas ilegales y la crisis del sistema de salud.



Imagen tomada de: BOMBARDEOS EN GUAVIARE, PETRO PIDE PERDÓN - Búsqueda Imágenes

MOCIÓN DE CENSURA CONTRA EL MINISTRO PEDRO SÁNCHEZ

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Con el anuncio de la Moción de Censura al ministro de la Defensa por el asesinato de 7 menores de edad en el reciente bombardeo del Ejército a estructuras criminales de Iván Mordisco, las congresistas convocantes expresarán en algún momento del debate político el “inmenso dolor” que les produjo la suerte que corrieron los adolescentes.

Esa Moción de Censura resulta electoralmente conveniente para continuar golpeando al gobierno Petro por la “contradicción ideológica y política” en la que incurrió al activar, por voluntad propia o quizás presionado por el mando militar, la doctrina de la “violencia legítima del Estado” con la que se está justificando el operativo con el saldo trágico ya conocido. A lo que suman las contradicciones entre lo expresado por el presidente Petro y el propio ministro de la Defensa en torno a si el gobierno sabía o no de la presencia de los adolescentes en el campamento atacado.

Lo más probable es que las congresistas harán énfasis en la decisión de bombardear a sabiendas de que en el campamento estaban los adolescentes, a los que Pedro Sánchez asume como combatientes. Así respondió el Mindefensa a los cuestionamientos de la prensa: “Lo que le da el estatus de combatiente no es la edad, es la función que cumple dentro de una organización criminal y en este caso eran combatientes”. De esa manera Sánchez confirma que sí se sabía de la presencia de los menores en el campamento. Y no se descarta que se anuncie una denuncia contra el presidente Petro por su responsabilidad en lo que ya se considera como una ejecución extrajudicial o un crimen de guerra.

Quizás en el debate político en el marco de esa Moción de Censura se toque el tema del reclutamiento forzado, práctica cotidiana de las disidencias del mafioso de Iván Mordisco y de los facinerosos del ELN en territorios abandonados por el centralismo bogotano, sin que a nadie en el Congreso se le haya ocurrido hacerle control político a los agentes estatales comprometidos en las tareas de evitar que esos grupos criminales violen el DIH y los DDHH de los menores que reclutan gracias a la debilidad del Estado en el cumplimiento de su tarea de proteger a sus niños, niñas y adolescentes.

Claro que es una tragedia que mueran 7 adolescentes en esas condiciones. La pregunta es: cuántos procesos administrativos y de responsabilidad penal y política hay abiertos contra alcaldes, gobernadores, personeros y agentes del ICBF, entre otros, en las jurisdicciones en las que fueron reclutados forzosamente los menores que hoy le duelen a los congresistas y a los precandidatos presidenciales que salieron a lamentar su muerte.

Después del escándalo político y mediático, el presidente de la República señaló en su cuenta de X que “es doloroso la pérdida de los menores de edad y yo llevaré ese pesar en mi conciencia, y sé que nunca podré superar el dolor de sus madres a las que pido perdón. Hacer trizas la paz abrió de nuevo el camino para el fortalecimiento de los grupos armados de la codicia y estos hicieron del reclutamiento de niños su estrategia para defenderse con cobardía”.

Huelga recordar las cifras de menores “dados de baja” en anteriores gobiernos como elemento para tener en cuenta en la discusión en torno a los “siete combatientes” que murieron en el bombardeo en el Guaviare: con Uribe, 177; con Santos, 124; y con Duque, 29.

Logren o no tumbar al ministro de la Defensa, los forajidos del ELN, de las disidencias de Iván Mordisco y de las otras estructuras armadas ilegales continuarán reclutando menores de edad para que cumplan la doble función de combatir y servir de escudos humanos. Y lo seguirán haciendo porque las vidas de esos adolescentes solo les importan a los congresistas y a los miembros de la oposición cuando caen en los bombardeos. Esos siete menores de edad pasaron de ser invisibles, a “marchitos trofeos políticos” levantados con la hipocresía natural de los políticos en campaña.

Nota: El Espectador informó a eso de las cinco de la tarde del 17 de noviembre que los menores asesinados en bombardeos del Ejército asciende a 12, entre octubre y noviembre del año en curso. 




domingo, 16 de noviembre de 2025

SIETE MENORES ASESINADOS, MOCIÓN DE CENSURA, HIPOCRESÍA Y COHERENCIA IDEOLÓGICA

 


Por Germán Ayala Osorio

 

El escándalo político y mediático generado por la muerte de siete adolescentes en el reciente bombardeo del Ejército a un campamento en el que hacían presencia facinerosos de Iván Mordisco deviene con un tinte electoral y una clara intención de confrontar la coherencia ideológica y política del presidente Petro. Es casi imposible ser coherente por la misma aviesa condición humana y los siempre acomodaticios marcos morales y éticos creados por el propio ser humano. 

La defensa de la vida y la dignidad de viejos y viejas y en particular la de los menores de edad casi que es exclusivo de los sectores progresistas y la izquierda democrática  y una bandera agitada con furor por Petro; mientras que la ocurrencia de los falsos positivos, la estigmatización y persecución contra periodistas y críticos durante el gobierno Uribe fueron acciones y actitudes legitimadas por quienes creyeron a pie juntillas en la superioridad moral con la que fue concebida la política de seguridad democrática.

El anuncio de dos congresistas de la radicación de una Moción de Censura en contra del Mindefensa, Pedro Sánchez, así como las reacciones de varios precandidatos presidenciales, entre ellos Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán y Roy Barreras, frente al trágico saldo del ataque aéreo están dirigidos a poner a prueba la coherencia ideológica del presidente Petro y de los miembros del Pacto Histórico que en el pasado criticaron la caída de menores de edad durante un bombardeo similar autorizado por el entonces presidente Iván Duque Márquez.

Si hay algo difícil en un país tan complejo como Colombia son las dinámicas de un “conflicto armado interno” que se degradó hasta tal punto de que todos los actores armados, legales e ilegales, en el pasado violaron el DIH y los DDHH. Al poner el foco en la lamentable muerte de los siete menores, los políticos que señalan hoy, a grito herido, que el gobierno Petro violó el DIH y los DDHH olvidan que las llamadas “guerrillas” jamás aceptaron someterse a las reglas de juego planteadas por ejemplo en el Protocolo II de Ginebra. Muestra de lo anterior es el reclutamiento forzado de los menores que cayeron en el referido bombardeo, los constantes ataques a las misiones médicas y los secuestros de civiles.

Con razón el ministro de la Defensa, Pedro Sánchez expresó su molestia porque solo escucha señalamientos contra el presidente y contra él mismo por el resultado del operativo militar.  Sánchez espetó que “aquí deberíamos estar rechazando a los criminales, ¿por qué no escucho una sola voz rechazando a quienes reclutan a los menores? ¿Por qué? A ellos es a los que tenemos que rechazar. Aquí el único crimen es el reclutamiento".

Quizás a manera de respuesta al rabioso interrogante que lanzó el ministro de la Defensa señalo que no se escucha esa voz de rechazo porque en Colombia la coherencia política e ideológica empieza a fracturarse a partir del momento en el que obligados por las circunstancias sí o sí se termina defendiendo el principio aquel de la “violencia legítima del Estado”. Es claro que esa doctrina le sirvió a Petro como parapeto jurídico-político para autorizar el bombardeo con el saldo ya conocido y por esa vía intentar cubrir la inmensa grieta que él mismo abrió en sus creencias al momento de asumir el cargo de jefe del Estado y autorizar el ataque.

La tormenta desatada continuará por varias semanas de la mano de las empresas mediáticas que harán todo lo que periodísticamente esté a su alcance para magnificar lo ocurrido y politizar en grado máximo una difícil decisión militar que termina por ocultar el origen mismo de la problemática que está detrás del reclutamiento forzado de los siete menores que hoy, con evidente hipocresía, “lamentan” precandidatos presidenciales; los mismos  que de llegar a la Casa de Nariño lo más probable es que se verán abocados a tomar decisiones como las que tomó Petro por una razón histórica: en los territorios en los que son reclutados cada día menores de edad el Estado no es un referente de orden establecido  y mucho menos un faro moral para aquellos menores seducidos por todo lo que les ofrecen los criminales al mando de Iván Mordisco.

Qué fácil resulta desde una curul en la fría y distante capital de la República reclamar por el trágico saldo de siete menores asesinados víctimas de la violencia legítima del Estado y de las narcoguerrillas, cuando desde el mismo Congreso de la República se legitima el ethos mafioso con el que se eligen alcaldes y gobernadores, los débiles regentes que creen que gobiernan en territorios como el Guaviare en los que hace rato se legitimaron las “guerrillas”. Como dijo alguien por ahí: “en fin, la hipocresía”.


sábado, 15 de noviembre de 2025

SIETE MENORES CAÍDOS: BOMBARDEAR O NO, ESA ES LA CUESTIÓN… MORAL

 

Por Germán Ayala Osorio


Lamentable que en el más reciente bombardeo a un campamento de las disidencias de Iván Mordisco hayan caído siete menores de edad. ¿La inteligencia militar supo de la presencia de los adolescentes? ¿El presidente de la República sabía? Las respuestas a estos interrogantes no les devolverán la vida a los muchachos caídos en el ataque militar, pero servirán para atizar la crispación ideológica en un ambiente electoral en el que todos los precandidatos presidenciales tienen la solución para superar las dinámicas de las disímiles violencias que confluyen en lo que se insiste en llamar conflicto armado interno.

El saldo cruel de víctimas lo están usando precandidatos presidenciales como Sergio Fajardo Valderrama, varios periodistas uribizados y bodegueros de la ultraderecha para atacar la política de paz del gobierno Petro y la propia orden de bombardear a esas estructuras criminales.

Fajardo habla de una Petro-contradicción al recordar que Petro en el 2021 calificó el asesinato de menores de edad en un bombardeo en el Guaviare como “crímenes de guerra”. Petro le respondió quees lamentable toda muerte de personas y más de menores de edad. Pero si dejo avanzar los 150 hombres de Iván Mordisco que iban por la selva emboscan a 20 soldados jóvenes que estaban al frente a pocos kilómetros”.

Petro expone un complejo dilema moral y militar: era preferible que cayeran los siete menores de edad de cuyas vidas muy seguramente ninguna institución estatal tenía información y no los 20 soldados sobre los que el Estado tiene, además de información precisa de su existencia, los elevados costos económicos de haberlos formado para combatir a un degradado enemigo interno.

Los menores que cayeron son víctimas del reclutamiento forzoso, pero también del Estado, de la política y de políticos en la medida en que ninguna institución fue capaz  de protegerlos y brindarles una vida diferente en territorios en los que justamente el Estado brilla por su ausencia o en el mejor de los casos, por su debilidad institucional;  de ahí la facilidad con la que son enganchados por esas y otras estructuras narco criminales que les ofrecen lo que el modelo económico, el régimen político y el sistema sociocultural les negó por el solo hecho de haber nacido en departamentos y zonas que el centralismo bogotano sigue viendo como los viejos “territorios nacionales”.

Y si vamos un poco más allá de las lecturas moralizantes y oportunistas con las que hoy atacan al jefe del Estado, esos niños y adolescentes ya estaban condenados a vivir en la ilegalidad y a morir en cualquier momento porque tanto el sistema financiero internacional y por supuesto el nacional se benefician de la producción de la cocaína que mantiene la operación de esos ejércitos mafiosos que insisten en llamarse guerrillas y que les brindan una "oportunidad" a esos adolescentes de quizás enriquecerse con el negocio de la droga, el secuestro, el sicariato y la extorsión. 

Existe, entonces, una cadena de actores responsables de la muerte de esos 7 menores de edad y de los que cayeron en anteriores bombardeos ordenados por los gobiernos de Uribe, Santos y Duque. En ese inmoral encadenamiento aparecen los militares y policías que hacen negocios con las “guerrillas”. Y por supuesto, los políticos corruptos que se roban los presupuestos de las alcaldías y gobernaciones en cuyas jurisdicciones operan a sus anchas los narco criminales del ELN y las disidencias de las disidencias. 

Adenda: la muerte de estos 7 menores de edad puede servir de argumento en la discusión alrededor del tema del envejecimiento de la sociedad colombiana en razón a que no “hay suficientes mujeres para parir”; tema que recién tocó el precandidato de la derecha, Juan Daniel Oviedo.



siete menores murieron en bombardeo ordenado por Petro - Búsqueda Imágenes

viernes, 14 de noviembre de 2025

¿Y QUÉ TIENE DE MALO ACABAR CON EL PÁRAMO DE SANTURBÁN?

 





Por Germán Ayala Osorio

 

Los precandidatos presidenciales Abelardo de la Espriella y Santiago Botero Jaramillo representan a la violenta (ultra) derecha colombiana. En su afán de presentarse como machos cabríos más berracos que el expresidente Uribe, terminan diciendo pendejadas, cometiendo errores o simplemente dejando ver su supina ignorancia en temas ambientales y ecológicos: el primero, admira a Bukele y propuso dar de baja a los malos y meterlos presos en cárceles de verdad. Esto dijo: “Bandido que no se someta, tiene que ser dado de baja, y si es dado de baja, tiene que ser encarcelado en una cárcel de verdad…”. En medio de la risa que generó su particular lapsus, hay que recordar que también planteó la necesidad de “destripar a la izquierda”.

Mientras tanto el segundo, Botero Jaramillo, dice que va a romper con el sistema y al igual que el corroncho cordobés, ofrece “balín”. Las “bellísimas ideas” de estos dos demócratas han sido recogidas y apoyadas por tuiteros y hasta por la Señorita Antioquia. Incluso, un "cuenta chistes" se preguntó en voz alta: “¿Y qué tiene de malo destripar a la izquierda y que no existan más?”

En el afán por ganar simpatías en los sectores más fachos de la sociedad colombiana, Botero Jaramillo estaría dispuesto a afectar a valiosos y estratégicos ecosistemas naturales como el Páramo de Santurbán. Esto dijo el ignaro empresario: "Si tenemos que acabar el páramo de Santurbán para que 100 o 1000 familias vivan bien, que se traguen ese páramo de Santurbán. A mí me importa un culo el páramo de Santurbán, porque yo no puedo tener un páramo de Santurbán y la gente mía aguantando hambre y muriendo de sed”.

En su procaz lenguaje y su actitud chabacana, el empresario paisa y ahora político quizás esté pensando en liderar actividades propias de la Colonización Antioqueña como la deforestación, los cambios disruptivos en los paisajes, la expansión agrícola, las “mejoras” hechas a zonas selváticas y la destrucción de ecosistemas naturales.

Esa forma de asumir el desarrollo de Botero Jaramillo es la misma de hacendados, ganaderos, urbanizadoras, constructoras, paramilitares y guerrillas metidas en el negocio de la minería y agroindustriales (azucareros y palmicultores), entre otros agentes más que asumieron la biodiversidad como un obstáculo para desarrollar el país. El desprecio que dejó ver Botero por el valioso y frágil ecosistema natural no es nuevo. Por el contrario, hace parte de las lógicas y dinámicas del poder económico, social y político que viene alentando un desarrollo económico a todas luces insostenible porque está sostenido únicamente en las variables económica y política, esta última sometida a los intereses de poderosos actores económicos y financieros a los que siempre les importó un culo afectar ecosistemas estratégicos que hoy resultan claves para minimizar los impactos negativos del cambio climático.

Menos mal Botero no llegará jamás a la Casa de Nariño. En el catastrófico caso de resultar electo presidente, sería recomendable que en la cartera de ambiente nombrara a Vicky Dávila, otra indocta y enemiga de los ecosistemas naturales. El país recuerda que la periodista-periodista propuso construir una mega cárcel en la Amazonia para encerrar en esta a los corruptos.  Por el contrario, si  de llegar a la casa de gobierno Abelardo de la Espriella, quizás el próximo ministro de Ambiente y Sostenibilidad sea Santiago Botero. El desprecio por todas las formas de vida es propio de los agentes de la derecha, y eso incluye, la vida de los gatos, perros, páramos, selvas y comunidades ancestrales. No podemos olvidar que De la Espriella asesinó a un gato en su adolescencia. 

Si el cuenta chistes que en la red social “bautizaron” como “Hitler Albeiro” lee la gran propuesta de Santiago Botero, quizás pueda preguntarse: ¿Y qué tiene de malo acabar con el páramo de Santurbán?, pues quienes suelen defender a la naturaleza están más cerca de la izquierda y el progresismo, que de la ultraderecha en la que militan todos los aquí reseñados. 

jueves, 13 de noviembre de 2025

FAJARDO O PINZÓN: ¿CUÁL DE LOS DOS SERÁ EL NUEVO “TÍTERE” DE URIBE?

 

Por Germán Ayala Osorio

 

En el actual escenario electoral hay dos precandidatos presidenciales que inexorablemente terminarán pareciéndose o acercándose a la malograda e insulsa figura de Iván Duque Márquez, el consagrado títere de Uribe Vélez, responsable del estallido social y la llegada de Petro a la Casa de Nariño: se trata de Juan Carlos Pinzón Bueno y Sergio Fajardo Valderrama. Los dos tienen en común que el primero ya se reunió con el expresidente antioqueño y el segundo, de acuerdo con Ingrid Betancur, “habla mucho” con el dueño del Centro Democrático, único responsable de decidir cuál será, finalmente, el candidato del uribismo.

En los mentideros políticos y periodísticos se dice que Abelardo de la Espriella y Vicky Dávila dejaron de ser figuras elegibles para el uribismo por las maneras en las que vienen desarrollando sus actividades proselitistas, sobrecargadas de una violencia discursiva y simbólica que aporta al ya caldeado ambiente de polarización y crispación ideológica. De allí que los agentes más poderosos del Establecimiento estén pensando en candidatos “más moderados”, pero sobre todo más cercanos a la ética empresarial corporativa con la que se manejaron los asuntos del Estado durante los 20 años de uribismo.

Así las cosas, resulta razonable pensar que al expresidente Uribe le tocará deshojar la margarita entre Fajardo y Pinzón, lo que significa que las aspiraciones de los precandidatos y precandidatas del Centro Democrático quedan anuladas o postergadas.

Entre el profesor y matemático y el exministro de Defensa de Santos no hay mayores diferencias al momento de tener que aceptar ser conducidos o manejados por el expresidente antioqueño. En el pasado, Fajardo expresó su total admiración hacia Uribe Vélez cuando este fungía como gobernador de Antioquia, en dos columnas de opinión publicadas en El Colombiano. A lo que se suma que jamás el profesor cuestionó a las EPS responsables de la crisis del sistema de aseguramiento en salud.

En cuanto a Pinzón Bueno, su cercanía con las huestes castrenses Uribe la asume como una ventaja comparativa para recuperar a las fuerzas armadas con el fin de regresarlas a los tiempos de la seguridad democrática y por esa vía revivir la doctrina del enemigo interno, extensiva por supuesto a quienes piensen distinto y a todo lo que huela a izquierda y progresismo. Más claro: con Pinzón le quedaría más fácil a Uribe Vélez volver a “privatizar” a las fuerzas armadas tal y como lo hizo durante sus ocho años de mandato.

El país recordará que la imagen de títere del entonces presidente Duque se volvió viral en buena medida por una caricatura del genial Matador, legitimada por el propio mandatario quien dijo en su momento que él no era el títere de Uribe. Esto dijo: “No soy títere, ni Uribe es titiritero”.

Eso sí, fue la periodista Ángela Patricia Janiot quien terminó de “graduarlo de títere”. Esto le preguntó en una entrevista en 2021: “Varias veces lo han caracterizado a usted como un títere del expresidente Álvaro Uribe y ahora el propio exmandatario dijo que quieren llevarlo a usted como un títere al próximo proceso electoral para que ganen ellos, decía Uribe refiriéndose al régimen chavista. A eso le están jugando, dijo Uribe. ¿Qué opinión le merece que hasta el propio Uribe se refiera a usted como un títere?”

¿Se atreverán los periodistas afectos al uribismo a preguntarles a Fajardo y Pinzón si están dispuestos a comportarse como los “muñecos” de Uribe? Lo que si parece claro es que ninguno está en capacidad de tomar distancia de lo que se conoce como el uribismo por una razón compartida: los dos desean llegar a la Casa de Nariño, cueste lo que cueste.

Adenda: si finalmente es Abelardo de la Espriella el ungido del procesado expresidente antioqueño, no le quedará fácil lidiar a este último con la imagen chabacana que arrastra el político cordobés. Eso sí, al igual que Fajardo y Pinzón, De la Espriella será el "muñeco" de Uribe y el "elegante y fino" abogado se sentirá feliz de obedecer al expresidente y exdirector de la Aerocivil. 



pinzon t fajardo - Búsqueda Imágenes

martes, 11 de noviembre de 2025

A JUAN DANIEL OVIEDO LE PREOCUPA QUE "NO HAY MUJERES PARA PARIR"

Por Germán Ayala Osorio

 

Al precandidato presidencial, Juan Daniel Oviedo Arango le preocupa que Colombia será “en el 2050 un país inviable demográficamente porque desde el 2018 ya hay menos mujeres para parir”. Añade el exconcejal de Bogotá que “Colombia va para vieja, pobre e informal. Y sí, llegó el momento de unidad, ¡pero hay que ponerle un propósito a la unión! ¿Quiénes están dispuestos a reconocer que el enemigo en Colombia no es una persona, sino un gran problema que es el envejecimiento, la pobreza y la informalidad?

Oviedo evita referirse a las fuentes que generan de tiempo atrás esas  circunstancias de pobreza, informalidad y envejecimiento que terminan desmotivando a las y los jóvenes a tener hijos: la concentración de la riqueza en pocas manos, la inseguridad en las calles, la privatización del Estado y su captura mafiosa por parte de grupos de poder, legales e ilegales; a lo que se suma la sempiterna corrupción público-privada que de alguna manera está conectada con la decisión de Oviedo de aceptar la curul en el Concejo Distrital a sabiendas de que estaba inhabilitado, tal y como lo demostró el Consejo de Estado. Ese alto tribunal anuló su elección como concejal por haber suscrito un contrato con una entidad estatal dentro del año previo a los comicios.

Volvamos a esas condiciones estructurales que el exdirector del DANE no se atreve a tocar y que desaniman a quienes, en edad de reproducirse, optan por estudiar, trabajar y disfrutar de la vida lejos de las imposiciones de un sistema social, económico y político patriarcal que asume en particular a las mujeres como objetos sexuales y de reproducción de mano de obra barata y por lo tanto explotable bajo deplorables condiciones laborales. De ese patriarcalismo se desprende un aparato judicial que protege a violadores, acosadores y potenciales feminicidas.

Oviedo se cuida de hacer referencia a esas condiciones estructurales y culturales, pero convierte la disminución de la tasa de natalidad en el país en un problema casi exclusivo de las mujeres que están en edad de engendrar hijos que alimentarán un sistema político que no las protege como madres, un sistema social que las cosifica y violenta física y simbólicamente y el económico que las remunera mal si se compara con los salarios de los hombres.

En la red social X en donde Oviedo Arango dejó dichas “preocupaciones” varias cuentas de mujeres le contestaron lo siguiente: “Hay menos mujeres para parir y menos retoños para producir, así es como ven a las mujeres. Cuando les digo que hay que cuidarse de las maricas misóginas es justamente por esto”. Otra expuso lo siguiente: “Hacen que la educación, la salud, el aire limpio, el agua potable, el silencio, el ocio y la cultura, sean cosas a las que solo pueden acceder las personas con altos ingresos, y luego se preguntan: ¿por qué las mujeres no queremos tener hijos?

Es tiempo de repensar la vida y las condiciones que imponen las guerras, las disímiles formas de violencia en Colombia, el sistema económico capitalista y las prácticas culturales atadas al machismo y la misoginia. Las incertidumbres que genera el sistema financiero internacional van vaciando de sentido la vida y empobrecen la experiencia de vivir; tener hijos bajo esas inseguridades y perplejidades dejó de ser una opción de vida para cientos de miles de mujeres y hombres en Colombia que hoy prefieren convivir con perros y gatos, mientras que políticos como Oviedo Arango quieren llegar a la Casa de Nariño a seguir reproduciendo esos factores de dominación.







LA CONDENA AL “APOSTOL” SANTIAGO URIBE EN LOS TITULARES

  Por Germán Ayala Osorio   La condena a 28 de prisión proferida contra Santiago Uribe Vélez por homicidio y concierto para delinquir...