Por Germán Ayala Osorio
El país ha visto a candidatos presidenciales
en lugares populares comiendo tamales, tomates y empanadas en gestos populistas
poco creíbles; incluso, se les ha visto bailando junto a trabajadores y
saludando a miembros de la fuerza pública. Vicky Dávila, María Fernanda Cabal y
Juan Carlos Pinzón, entre otros ya pusieron su cuota de ridículos electorales por
culpa de sus asesores.
Ahora el turno le correspondió a
Ingrid Betancur, la ciudadana colombo-francesa que cada cuatro regresa al país
para ver qué puede pescar en materia burocrática. Pues bien, los asesores de
Betancur creen que apelar al fútbol y al sentimiento patriótico que despierta la
Selección de Fútbol de mayores les dará la fuerza política suficiente para
hacer alianzas con la derecha para derrotar a Petro en el 2026.
La exsenadora, fungiendo como directora
técnica, convoca a los colombianos a conformar lo que ella llama la “Selección
Antipetro”. La estrategia publicitaria de Betancur apela al mismo sentido
patriotero con el que Abelardo de la Espriella le habla a los militares y a los
defensores de la Patria. En el video aparecen hombres y mujeres adultos, lo que
hace suponer que el público objetivo es justamente esa población etaria. Quizás
por ahora no estarían convocados los jóvenes en ese combinado nacional
Antipetro que quiere conformar la ladina política. Lo que si queda claro es que
el rival a vencer, el único, es Petro o el petrismo. Rival o enemigo por vencer
viene siendo lo mismo en este ambiente de polarización política y crispación
ideológica.
Tampoco queda claro si Betancur
está pensando en ser candidata presidencial, aspirará a regresar al Congreso o simplemente la pasajera directora
técnica de ese soñado seleccionado y la única capaz de unir a la derecha,
convocando a otros directores técnicos (precandidatos presidenciales) para
armar una “Selección capaz de ganarle a Petro por goleada”.
En el pegajoso estribillo se
escucha decir “la selección Antipetro, por la gente, por el pueblo, la
selección Antipetro, marca Oxígeno, para vencerlo”. En el bien
logrado video aparecen 12 jugadores, 8 hombres y 4 mujeres. El primero en
aparecer es Frank Pinchao, el policía que se les voló a las Farc del penoso e
inhumano cautiverio al que sometieron, junto a otros uniformados y a la propia
Ingrid Betancur durante varios años.
Llama la atención la tipografía usada
para la frase Selección Antipetro, cuyos colores permiten asociarla directamente
con la Selección de Fútbol, sino con la de la gaseosa Colombiana, producto
Postobón en manos del empresario Ardila Lulle. Si el magnate está dispuesto a jugársela
con Ingrid Betancur como candidata presidencial, el próximo spot publicitario
podría decir: Ingrid, la Nuestra.
Definitivamente los asesores de Betancur y De la Espriella, para nombrar apenas a las dos campañas con atractivos videos, le están apostando a los básicos sentimientos patrióticos- patrioteros- que se despiertan con facilidad en una sociedad escindida que cree en falsos Mesías y en que la Selección de Fútbol realmente es la única capaz de unirnos, así aún no se sepa con que propósito por una razón elemental: la derecha le habla a un pueblo y la izquierda a otro muy distinto.
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