Por Germán Ayala Osorio
La coherencia política es un bien
escaso, en particular cuando en la práctica aparecen los intereses individuales,
los egos, la ética acomodaticia y específicas coyunturas político-militares que
confrontan la armonía que se espera que cada ser humano asegure y exhiba entre
lo que piensa, dice y hace.
La escritora y periodista Laura Restrepo
acaba de dar una lección de coherencia política al país y al mundo: renunció a
la invitación que le hiciera Cristina de la Fuente, organizadora del Hay Festival
Cartagena 2026, en calidad de expositora. ¿La razón? Por haberle cursado invitación
a la Premio Nobel de Paz (2025), María Corina Machado.
En la misiva, Restrepo recordó
que Machado “es activa partidaria de la intervención militar de Estados
Unidos en América Latina”. Bajo esas circunstancias, la
escritora colombiana agregó que “invitar como ponente a la señora Machado
ha sido cruzar la raya. No se le puede dar tarina y facilitar audiencia
a quien, como la señora Machado, promueve posturas y actividades a favor del
sometimiento de nuestros pueblos y contra la soberanía de nuestros países”.
El escritor y poeta colombiano,
Giusepe Caputo hizo lo propio y justificó su negativa de participar en el Hay
Festival Cartagena (2026) señalando que: “Me parece un problema grave
el bombo que se le da a una política que está funcionando como legitimadora de
una invasión militar, amangualada con genocidas, fascistas y criminales de
guerra como Trump y Netanyahu”.
La renuncia de los dos escritores
colombianos- y al parecer, otros más harían lo mismo- confirma el carácter polémico y el amplio rechazo que acompañará por siempre al Premio Nobel de Paz otorgado a la opositora
venezolana. El también Premio Nobel de Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel semanas
atrás criticó con dureza a Machado y cuestionó la decisión del Comité Noruego
del galardón internacional. La coherencia política expresada por los escritores
locales deviene atada a nomenclaturas como dignidad, soberanía, respeto e
independencia.
A pesar de las renuncias de
Caputo y Restrepo, el encuentro literario y académico se realizará como estaba
previsto y lo más seguro es que la Premio Nobel de Paz asista al evento; eso
sí, en esta oportunidad el Hay Festival brillará no por la presencia de
escritores, poetas, filósofos y artistas, sino por la ausencia de la coherencia
política que se le exige en estos tiempos en los que el mundo la reclama como
un bien escaso. No se puede defender la paz, proponiendo invasiones y ataques
militares indiscriminados; y mucho menos se puede defender el genocidio en Gaza
perpetrado por Israel, con el apoyo de los Estados Unidos.
En la página web del reconocido
festival se lee que “Hablaremos de literatura, música, periodismo,
actualidad, filosofía, cine, teatro y mucho más en nuestra vigésimo primera
edición en Colombia”. Ojalá los periodistas, literatos y filósofos,
entre otros, que participarán del Hay Festival dediquen parte de sus
intervenciones a hablar de la lección de coherencia política que dieron
Restrepo y Caputo. Eso sí, no se descarta que de los asistentes al magno evento
se escuchen aplausos para María Corina Machado. Quienes así lo hagan muy
seguramente exhibirán su particular “coherencia política” asociada, claro está,
a las ideas fascistas e intervencionistas que por estos tiempos navegan plácidamente
en las aguas del Caribe y el Mediterráneo.
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