martes, 2 de diciembre de 2025

TRUMP AMENAZA A COLOMBIA Y EL ÚNICO QUE RESPONDE ES PETRO




Por Germán Ayala Osorio 


El presidente de los Estados Unidos amenaza con violar la soberanía colombiana y la prensa hegemónica registra semejante exabrupto como si se tratara de un asunto cotidiano o menor.  Y lo que es peor es que esa misma prensa, en particular Caracol Noticias, presenta la respuesta dada por el presidente Petro al inminente ataque militar contra los laboratorios de producción de cocaína como una indebida provocación del jefe del Estado. “El presidente Donald Trump dice que Colombia puede ser sujeto de ataques por la producción de cocaína, en medio del temor creciente por una intervención terrestre en Venezuela. Así tradujo Última Hora Caracol lo que espetó el temerario e irresponsable presidente norteamericano: “He oído que Colombia produce cocaína. Tienen plantas de fabricación de cocaína y luego nos la venden (...) Cualquiera que haga eso y la venda en nuestro país está expuesto a ataques".

Ante semejante ultimátum, la prensa está obligada editorialmente a asumir una postura política frente a la amenaza lanzada por el convicto presidente Trump y de paso, exigirles a los presidentes de las altas cortes, al Congreso, a las universidades, fuerzas armadas, partidos políticos y a los agentes económicos más visibles de la sociedad civil a que salgan a defender la soberanía y la institucionalidad que tanto dicen defender en asuntos domésticos. Lo dicho por el Sheriff anaranjado no puede simplemente registrarse en titulares y textos noticiosos, sin advertir la gravedad de semejante anuncio del presidente Trump interesado en actuar como una especie de sicario internacional al que le urge atacar y ver correr la sangre en su patio trasero.

La respuesta de Petro se mueve entre un tono diplomático y el de un jefe de Estado convencido de que ante un escenario de esa naturaleza dará las órdenes que sean necesarias para defender la dignidad y la soberanía de una nación que históricamente se hincó ante el poder norteamericano, de ahí los silencios de las instituciones estatales y privadas frente a semejante intimidación. Esto dijo Petro:

Venga señor Trump a Colombia, lo invito, para que participe en la destrucción de los 9 laboratorios diarios que hacemos para que no llegue cocaína a EEUU. Sin misiles he destruido en mi gobierno 18.400 laboratorios, venga conmigo y le enseño como se destruyen, un laboratorio cada 40 minutos, pero no amenace nuestra soberanía, porque despertará el Jaguar. Atacar nuestra soberanía es declarar guerra, no dañe dos siglos de relaciones diplomáticas. Ya me calumnió, no continúe por ahí. Si un país ha ayudado a detener miles de toneladas de cocaína para que no la consuman los norteamericanos, es Colombia”.

¿A qué está jugando Trump? Para el caso de la amenaza proferida contra el país, el convicto mandatario norteamericano está “tanteando” al presidente Petro en su calidad de comandante supremo de las FFAA y a los propios comandantes militares frente a un ataque terrestre de tropas gringas en las condiciones unilaterales planteadas por Trump. Ya Petro le devolvió la amenaza con la sugestiva e indescifrable frase que, en respuesta a la violación de la soberanía, habla del eventual “despertar del Jaguar”.

 El perverso e intimidante juego político-militar y psicológico de Trump tiene un componente ideológico-electoral que alimentaron congresistas, precandidatos presidenciales como Vicky Dávila, Juan Carlos Pinzón y Abelardo de la Espriella y el congresista republicano, de origen colombiano, Bernie Moreno, quienes en una actitud cipaya alentaron al gobierno norteamericano a que descertificara a Colombia e incluyera a Petro en la Lista Clinton. No se descarta que la posibilidad de una intervención militar gringa en el país haya sido idea de alguno de los emisarios de la derecha colombiana que viajaron a USA a refrendar el carácter lacayo con el que siempre entendieron el concepto de soberanía.

Por cuenta de los complacientes y medrosos tratamientos periodísticos de la prensa colombiana que le hace oposición a Petro, defender la soberanía es un asunto ideológico propio de “comunistas y socialistas” porque lo dicho por Trump no debe considerarse como una amenaza sino como una desinteresada colaboración unilateral de los Estados Unidos.

Ya veremos cómo reaccionan la ONU, China, Rusia, la Unión Europea y otros países de América Latina ante la intención de Trump de someter a Venezuela, Colombia y a México a sus caprichos imperiales atados al espíritu sicarial de un presidente convicto que se cree el amo del mundo.



¿JUAN CARLOS PINZÓN SERÁ EL UNGIDO DE DONALD TRUMP?

 


Por Germán Ayala Osorio

 

El indulto dado por Trump al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico y corrupción en su país y su denodado apoyo al virtual ganador de las elecciones en el país centroamericano, Nasry Asfura naturaliza la intrusión de USA y exhibe sin pudor la doble moral y el interés en poner en las casas de gobierno de los países de América Latina a juiciosos mandaderos y ejecutores de la particular política antidrogas diseñada por los Estados Unidos caracterizada por el control del negocio, esto es, la no persecución a los empresarios y políticos proamericanos que hagan ingentes esfuerzos por mantener sometidos a sus países a los intereses gringos que van más allá de la producción de la droga: explotación de oro y otros minerales; para el caso de Colombia,  extender en el tiempo las dinámicas del “conflicto armado interno” en beneficio de los Señores de la Guerra, exploración y  producción de hidrocarburos y  conservación de ecosistemas naturales para fines de investigación genética, entre otras actividades.

Para el caso del escenario electoral que se avecina en Colombia se espera que Trump haga lo mismo señalando a quien le gustaría que llegara a la Casa de Nariño. Juan Carlos Pinzón Bueno podría ser el ungido de Trump, decisión que, consultada o no con el expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez, confirmaría al presidente norteamericano como una variable electoral a tener en cuenta en las elecciones de 2026. El tío de Pinzón Bueno, Jorge Bueno Sierra, condenado a cadena perpetua por narcotráfico en los Estados Unidos y la actitud cipaya del precandidato presidencial pueden ayudar a que Trump le diga a la derecha colombiana que ese es su candidato preferido. ¿Estará de por medio la propuesta de indultar al tío de Pinzón?

Abelardo de la Espriella parece no contar con la total simpatía del gobierno gringo por sus relaciones con Alex Saab y por esa vía con el régimen de Nicolás Maduro Moros. En la actual campaña electoral en Colombia, precandidatos presidenciales como Abelardo de la Espriella, Juan Carlos Pinzón y Vicky Dávila han dejado ver una incontrastable actitud cipaya que termina legitimando y naturalizando la intromisión de USA en nuestros asuntos internos. Recordemos que Pinzón Bueno dijo que en una "sentada" - Petro le preguntó si en una "arrodillada"- arregla las relaciones con Washington. 

Eso sí, ese virtual “dedazo” de Trump hace parte de un proceso injerencista en Colombia del que hacen parte decisiones como la descertificación y la inclusión del presidente Petro en la Lista Clinton. Se trata de disposiciones jurídico-políticas ambientadas por los agrios enfrentamientos entre Trump y el mandatario colombiano.  La llamada “guerra contra las drogas” es la fachada con la que se encubren los procesos de intervención americana en Colombia con los que se pretende controlar la llegada de millones de dólares al país por cuenta de la venta de la cocaína en el enorme mercado norteamericano, así como la producción y distribución del alcaloide en manos de agentes locales (políticos y traquetos) que cuentan con el aval de la CIA y por ende de la Casa Blanca.

Las finas relaciones entre la derecha colombiana con el gobierno republicano en cabeza de Donald Trump están atadas a la vieja agenda narcotizada con una variación reciente: la llegada por primera vez a la Casa de Nariño de una fuerza progresista es vista por el uribismo, congresistas gringos de origen colombiano y el propio Trump como un riesgo castrochavista o neocomunista al que hay que enfrentar política y electoralmente. Lo anterior permite concretar acciones injerencistas que para el caso colombiano se han movido entre los esfuerzos de la prensa local hegemónica por deslegitimar al gobierno Petro, descertificar al país y calificar al presidente colombiano como “líder de organizaciones del narcotráfico”.

Las acciones injerencistas de los Estados Unidos en los procesos electorales y en la política interna de los países de América Latina son de vieja data. Con la CIA, por ejemplo, planearon el derrocamiento de Salvador Allende y el inicio de la dictadura militar al mando de Augusto Pinochet Ugarte. Los Contras en Nicaragua y los intentos de golpes contra Chávez en Venezuela y diversos planes político-militares en Colombia confirman el poder injerencista de los gringos en las dinámicas domésticas de los países que componen su “patio trasero”. La Alianza para el Progreso, el Plan Laso y el Plan Colombia son formas de intrusión aprobadas por las élites locales y presidentes en ejercicio que disfrutan de los beneficios de haber entregado la soberanía estatal al Tío Sam y por esa vía extender en el tiempo la dependencia económica y política frente a lo que hagan y digan los gringos. De esa manera, se garantiza las condiciones de un sistémico subdesarrollo provocado por los Estados Unidos y aceptado por el Establecimiento colombiano. 



lunes, 1 de diciembre de 2025

ATACAR A PETRO NO PARECE SEDUCIR AL ELECTORADO

 



Por Germán Ayala Osorio

 

Los resultados de la reciente encuesta de Invamer sobre la intención de voto de los colombianos manda un mensaje claro a las campañas y precandidatos presidenciales que insisten en la narrativa en la que sobresalen ataques personales contra el presidente Petro y las consignas ideologizadas con las que se afirma que el “país va mal por cuenta de la llegada del comunismo”, cuando el DANE informa que baja el desempleo, crece el consumo en los hogares, se tiene controlada la inflación y el dólar, y los bancos reportan billonarias ganancias.

El primer lugar de Iván Cepeda (31,9%) en la intención de voto y el rezago de las candidaturas de Vicky Dávila (3,7%), Miguel Uribe Londoño(4,2), Claudia López(4,1%), Juan Carlos Pinzón (2,9), Vargas Lleras (2,1); e incluso los alejados resultados alcanzados por  Sergio Fajardo (8,4%)  y de Abelardo de la Espriella (18,2%) soportan la validez del llamado de atención a quienes desde la derecha y la ultraderecha insisten en hablar  mal del gobierno Petro en lugar de presentar propuestas que superen los avances logrados por la actual administración en materia de reforma agraria, mejoramiento de condiciones laborales, dignificación de la vida de policías y militares, aumento significativo de la producción agrícola, recuperación del sistema férreo y las intervenciones en vías secundarias y terciarias, entre otros.

Pinzón, De la Espriella, Fajardo y Vicky Dávila han dedicado sus campañas a atacar al presidente y en particular a insistir en el fracaso de la Paz Total. Por ser los tres cercanos a las mesnadas uribistas, la seguridad es el principal tema con el que intentan seducir a un electorado que asume con preocupación actividades como el secuestro y los ataques de los grupos armados ilegales, sin que ello sirva para negar o invalidar los significativos avances alcanzados por el gobierno Petro en las materias y asuntos señalados líneas atrás.

Abelardo de la Espriella, por ejemplo, espetó que “la Fuerza Pública está al servicio de narcos”, conclusión que sacó del informe periodístico publicado por Noticias Caracol, el mismo que poco a poco viene siendo desmentido por el propio presidente Petro y la Fiscalía. Si el señalamiento contra los miembros de la Fuerza Pública es real, es con ellos mismos que deberá cumplir su promesa de “destripar” a los grupos al margen de la ley. Reducir el tamaño del Estado, ley de punto final para superar la crisis del sistema de salud y salvar la democracia realmente no son propuestas que apunten a superar lo hecho por el actual gobierno y mucho menos mejorar las condiciones de vida de los colombianos más vulnerables.

En lo que respecta a lo dicho por Pinzón Bueno, el candidato que realmente convence a Uribe y que finalmente reciba la bendición de Donald Trump, dijo que en una “sentada” arregla las relaciones con los Estados Unidos. También dijo que Petro tiene una “estrategia calculada para destruir la economía". Este último señalamiento resulta falso a juzgar por los buenos resultados financieros de las empresas más grandes y las billonarias ganancias reportadas por los bancos. Entre sus “propuestas” más sobresalientes está en seguir luchando contra el narcotráfico. “Puño de hierro" contra el crimen y derrotar el narcotráfico hace parte de la retórica uribista progringa.

En cuanto al eterno candidato presidencial, Sergio Fajardo Valderrama también ha dedicado su campaña a atacar a Petro, sin presentar propuestas consistentes y serias que superen lo hecho por el actual gobierno en los temas señalados líneas arriba. En el tema de la salud, el exgobernador de Antioquia prometió que establecería un “Puesto de Mando Presidencial con actores (pacientes, EPS, IPS, médicos); recalcular UPC, aclarar deudas, proveer medicamentos esenciales, reabrir servicios clausurados, auditorías externas a EPS intervenidas”. Todo el país sabe que Fajardo es cercano a los dueños de las EPS y que su interés no estaría realmente en hacerle ajustes estructurales al corrupto sistema de aseguramiento en salud, sino en mantener la intermediación financiera de las EPS, responsable en gran medida de los billonarios desfalcos reconocidos por la propia Contraloría General de la República.

Finalmente, Vicky Dávila es la precandidata que menos propuestas coherentes y novedosas ha presentado al país por su odio visceral hacia el presidente Petro. Su candidatura se estancó por su nulo conocimiento de cómo funciona el Estado, su debilidad conceptual y por su postura cipaya que supera a las asumidas por De la Espriella, Pinzón y Fajardo.


Nota: imagen tomada de Infobae. 

domingo, 30 de noviembre de 2025

ALBORADAS DE CALI Y MEDELLÍN: ESTÚPIDA Y VIOLENTA TRADICIÓN

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Cali y Medellín, urbes en las que las culturas traqueta y paraca se naturalizaron, vivirán en pocas horas la tradicional fiesta de la alborada con la que se da la “bienvenida” al mes de diciembre. Disímiles formas de violencia hacen parte de las alboradas de las señaladas ciudades capitales, cunas del ethos mafioso con el que se confirma la debilidad e incluso la alcahuetería de instituciones estatales que operan como testigos mudos de una fiesta  en la que reaparecen los comportamientos de los “lavaperros y traquetos” de los carteles de Cali y Medellín y de las estructuras paramilitares que operaron en particular en la capital antioqueña, tierra paramilitar por excelencia: tiros al aire, licor, riñas, matoneo y pólvora que aunque prohibida y regulada completa el escenario en el que afloran la patanería y la estupidez de quienes llevan 11 meses esperando ese momento para dejar salir esas conductas nocivas e incivilizadas propias de matoncitos. 

Para el caso particular de Medellín, Juan Mosquera nos recuerda el origen de la estúpida celebración: “Después de que el Bloque Cacique se desmovilizara el 1 de diciembre del 2003. Don Berna dio la orden de llenar de pólvora la ciudad. Aquí no llega la navidad, aquí estalla. En Medellín el comienzo del último mes del año truena como el estruendo del final de todas las cosas. Esto que se vive aquí no es una Noche de Paz como invita el villancico, las detonaciones en la ciudad encuentran, justo por ser un valle entre montañas, la caja de resonancia perfecta para el desasosiego. A esto ahora le llaman La Alborada. Pero no es la alborada del pacífico y otras regiones que reciben con cantos y fiestas el cambio de tiempo religioso, sino una alborada que incluso se roba esa palabra para disfrazar de tradición lo que realmente no es más que una mala costumbre”.

Hacia la medianoche de hoy 30 de noviembre, Cali y Medellín y otras ciudades vivirán las alboradas en las que las autoridades poco o nada pueden hacer frente a un comportamiento colectivo que arrastra las masculinidades violentas y primitivas de los traquetos y patrones que en los años 80 y 90 hacían en las dos ciudades lo que les venía en gana.

Las alboradas en dichas urbes son expresiones y formas de resistencia al cambio cultural que urge hacer en los sectores societales en los que se mantiene viva la admiración hacia traquetos, paracos y a las conductas violentas de unos “nuevos machitos” dispuestos a echar plomo, tirar pólvora y espuma, pero sobre todo a consolidar el imaginario colectivo que nos identifica como un pueblo ignorante, violento, estúpido e incivilizado.

La fauna silvestre y las familias multi especie sentirán los rigores de la estupidez humana encubierta de un “espíritu navideño” que de todas maneras deviene atado a la violenta historia que construyeron los carteles de Medellín y Cali y los paracos. Perros y gatos sufrirán por la pólvora. Se espera también los tradicionales reportes de menores de edad quemados que demandarán servicios médicos en plena crisis del sistema de salud y el inicio de procesos de responsabilidad sobre los padres de los niños víctimas de los fuegos artificiales. Los medios masivos harán el registro noticioso de los quemados. Una historia sin fin, un eterno y vergonzante déja vu.





 la alborada, costumbre traqueta - Búsqueda Imágenes

PETRO Y LA DICTADURA DEL ESTABLECIMIENTO

 





Por Germán Ayala Osorio

 

Varios de los precandidatos presidenciales de la derecha llamaron “dictador” al presidente Petro; hablaron inclusive de que Colombia vivía bajo un régimen dictatorial. María Fernanda Cabal, Vicky Dávila de Gnecco y hasta el finado Miguel Uribe Turbay usaron el calificativo para denunciar una falsedad. Cabal, por ejemplo, lo llamó “pichón de dictador”; Miguel Uribe, usó la expresión “aprendiz de dictador”; y Vicky Dávila espetó frases como “estrategia de un dictador", "en su camino como dictador" y "se convierte en dictador".

En el final del mandato de Petro y a juzgar por varios hechos jurídico-políticos lo que se vive en el país obedece a una “dictadura” que, en lugar de originarse en la Casa de Nariño, deviene atada al “señorío” del viejo Establecimiento que a toda costa se opone a las transformaciones sociales que en campaña prometió el Pacto Histórico y que la sociedad reclama. Más claro: quienes ejercen un férreo contrapoder, con visos dictatoriales son agentes institucionales que están cooptados o sus miembros más visibles simpatizan con actores económicos y políticos que hacen parte del Establecimiento y claramente son enemigos de los cambios institucionales y culturales que necesita Colombia para empezar a recorrer los caminos de una tardía Modernidad.

Lo que vienen haciendo el Consejo Nacional Electoral con sus ideologizadas decisiones, el magistrado Ibáñez de la Corte Constitucional que frenó la reforma pensional, así como varios fallos de esa Corte de cierre y del Consejo de Estado, a lo que suma el sabotaje de las bancadas de la oposición en el Congreso hace parte de lo que aquí llamo la Dictadura del Establecimiento. Esa realidad política e institucional traspasó los límites de lo que se conoce como los pesos y contrapesos de la democracia, para dar vida a un régimen dictatorial no presidencial que le da la razón al presidente Petro cuando dijo que “eran gobierno, pero no tenemos el poder”.

La precariedad de la democracia colombiana no obedece únicamente a su carácter procedimental; por el contrario, es fruto de la operación sincronizada de específicos e históricos agentes del Establecimiento que logran capturar el Estado para ponerlo al servicio de sus mezquinos intereses con el concurso de operadores judiciales (magistrados) y políticos (congresistas) que por simpatía o patrocinio les hacen el juego para extender en el tiempo la operación de la única dictadura que existe en Colombia: la del Establecimiento.

Para que ese oprobioso régimen opere se requiere del concurso de la prensa tradicional, cuyas empresas mediáticas fungen como actores políticos que le vienen haciendo oposición al gobierno Petro escudándose en el derecho a informar y en las libertades de prensa y opinión para deslegitimarlo. Medios como El Tiempo, El Espectador, El Colombiano, Semana y los canales de televisión y radio de Caracol y RCN están al servicio de esa dictadura que desde el 7 de agosto de 2022 afinó sus procedimientos institucionales para impedir las anheladas transformaciones sociales.

Adenda: en todo caso, la "dictadura de Petro" es extraña porque las garantías constitucionales se mantienen vigentes. Aunque todo el tiempo desmiente y confronta a la prensa por sus amañados tratamientos noticiosos, jamás ordenó su cierre o la persecución a los periodistas. La oposición uribizada ha podido manifestarse en las calles y los participantes de las movilizaciones regresaron sanos y salvos a sus hogares. La policía no les sacó los ojos, ni hubo violaciones. Qué dictadura más extraña. 

jueves, 27 de noviembre de 2025

ANTONELLA PETRO, BLANCO DE UN SUCIO PERIODISMO

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Los estudiosos de la historia del periodismo colombiano darán cuenta de la conversión del interés periodístico por la vida de los miembros de la familia presidencial en hostigamiento ideológico y político investido erróneamente de un inexistente carácter noticioso.

Lo que la prensa hegemónica viene haciendo desde el 7 de agosto de 2022 a la fecha con las hijas y la esposa del presidente de la República consolida el surgimiento de lo que aquí llamo hostigamiento ideológico y político, definido como una práctica inmoral en la que incurrieron periodistas, en particular mujeres, que por decisión propia o siguiendo instrucciones editoriales de sus empresas mediáticas desecharon la sororidad, los criterios tradicionales de qué es noticia y por esa vía a la ética periodística para entrar en las turbias actividades del acoso, seguimiento y persecución de las hijas  del presidente de la República, en particular de Antonella Petro, convertida por los comunicadores en un blanco o “presa” que debía, sí o sí, ser acorralada con el único objetivo de golpear moral y políticamente al presidente Petro, víctima de un generalizado odio, originado en el clasismo, el racismo y los efectos políticos, periodísticos y económicos que generó la pérdida de la Casa de Nariño para los agentes del Establecimiento que guardan una relación de correspondencia con los tratamientos periodísticos de los hechos relacionados con la vida privada del presidente y la de los miembros de la familia presidencial.

Los periódicos y noticieros de radio y televisión y los periodistas-bodegueros que participaron del hostigamiento ideológico y político en contra de la familia del jefe del Estado se olvidaron de los principios básicos del oficio periodístico y de esa manera convirtieron las salas de redacción y sus cuentas en X en hogueras en donde escaldaron la intimidad del presidente con el fuego de la homofobia y la transfobia, así como la apariencia física de las hijas de Petro.

La explicación que dio Petro en su cuenta de X en torno al desplazamiento de Antonella le da vida política y un lugar en la historia del periodismo al hostigamiento ideológico y político que viene sufriendo su hija Antonella:

“Qué pasó en Estocolmo con mi familia.1. Envié mi hija Antonella, acompañada para que visitará a su mamá hace dos días. 3. Mi hija que es menor de edad, fué seguida desde Colombia por su itinario. 4. En el aeropuerto donde llegó, comenzaron a seguirla hasta donde vive su madre. 5. En los videos que grabaron los periodistas suecos, aperece mi hija menor de edad. No salían de una tienda de lujo, salían donde se aloja mi hija menor que recién acaba de llegar de Bogotá. Así va la persecusión a mi familia, hasta a menores de edad en un país democrático”.[1]

Frente a la gestión del presidente puede haber todos los reparos posibles, pero lo que los colegas periodistas han hecho con su vida íntima, pero sobre todo con la corta existencia de su hija Antonella no se puede llamar periodismo. Aquí lo llamo hostigamiento ideológico y político, pero seguramente habrá otros nombres para calificar a esa nociva, vergonzosa, sucia y rastrera práctica que enloda la historia del periodismo y deslegitima el “oficio más bello del mundo”, como lo llamó en su momento Gabriel García Márquez.







[1] Se cita tal cual se publicó, por ello los errores de ortografía y de “tipiado”.

miércoles, 26 de noviembre de 2025

TITULARES QUE MINIMIZAN EFECTOS DE CONDENA CONTRA SANTIAGO URIBE VÉLEZ

 



Por Germán Ayala Osorio

 

La condena a 28 de prisión proferida contra Santiago Uribe Vélez por homicidio y concierto para delinquir agravados constituye un hecho jurídico-político que debería concitar el interés periodístico de la prensa tradicional y también de los periodistas que hoy en las redes sociales fungen como faros morales, pero sobre todo como activistas anti-Petro. El registro noticioso de la decisión tomada por el Tribunal Superior de Antioquia ha sido marginal por parte de las principales empresas mediáticas del país. Parece que la intención es echarle tierrita para minimizar el impacto político-electoral de la condena del hermano del expresidente Uribe, candidato al Senado que además busca volver a poner en la Casa de Nari a otro títere. 

Baste con revisar algunos titulares para comprender que hay empresas periodísticas más interesadas en minimizar  la ejemplarizante condena contra el hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, que en cumplir con la aplicación de los criterios de noticiabilidad y los consabidos tratamientos noticiosos tendientes a explicar con lujo de detalles los pormenores del proceso penal que cumplió más de 25 años, el nacimiento del grupo paramilitar de Los 12 Apóstoles y las responsabilidades que la justicia le atribuyó a Santiago Uribe en la operación de la señalada estructura delincuencial  creada en Yarumal (Antioquia).

El 25 de noviembre, Noticias Caracol dedicó apenas dos minutos al fallo que condena a más de 28 años de prisión a quien sectores académicos señalan de ser el creador del grupo paramilitar o de “limpieza social y política, Los 12 Apóstoles.

Veamos algunos titulares: El Espectador: "Tribunal Superior de Antioquia condena en segunda instancia a Santiago Uribe por los 12 apóstoles". El diario bogotano evita conectar al condenado con el expresidente Uribe Vélez. Nótese que el segundo apellido no se registra en el título. No se debe suponer que las audiencias reconocen quién es Santiago Uribe y mucho menos pueden todos sus miembros saber qué fueron los 12 apóstoles. Parece que estamos ante una decisión editorial del diario de los Cano de minimizar el impacto de la condena pues en su cuenta de X registraron el hecho judicial con el siguiente titular: “El hermano del expresidente fue condenado a 28 años de prisión por su presunta participación en el grupo paramilitar”. Los delitos por los cuales fue condenado por el alto tribunal están asociados a la operación de Los 12 Apóstoles.

El Colombiano, diario uribizado, evitó también la conexión con el expresidente Uribe Vélez: "Tribunal de Antioquia condenó a 28 años de prisión a Santiago Uribe". El periódico regional no alude a los delitos y evita nombrar al grupo paramilitar al que periodistas serias como Olga Behar lo asocian con la figura del recién condenado.

Entre tanto, El Tiempo tituló: "Condena contra Santiago Uribe Vélez: lo que determinó el Tribunal de Antioquia para revocar la absolución previa". Aunque el diario del banquero Sarmiento Angulo identifica con los dos apellidos al hacendado y domador de bestias, incluye un hecho jurídico que oscurece el proceso de comprensión del significado del fallo condenatorio. El Tiempo opta por el uso del término “absolución”, usado casi exclusivamente por abogados y operados judiciales. Quizás su inclusión tenga la intención de cuestionar el fallo del Tribunal Superior de Antioquia con el que claramente se derrota de manera contundente el fallo del juez de primera instancia.

Ahora miremos el titular de Semana: "Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, fue condenado a 28 años por homicidio agravado y concierto para delinquir agravado". Sorprende el título de la publicación hebdomadaria porque su nombre y sus tratamientos periodísticos suelen asociarse con la defensa de los intereses de lo que se conoce como el “uribismo”. ¿Acaso hay una toma de distancia del Grupo Gilinski del expresidente Uribe o se trató de una decisión editorial inconsulta?

El País (Cali) registró el siguiente titular: "Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, fue condenado a más de 28 años de cárcel". El periódico caleño fue vendido recientemente por el Grupo Gilinski al empresario dominicano Eduardo Hernández Incháustegui, lo que podría explicar el interés de entregar todos los detalles que periodísticamente se espera se expongan en un titular.

Miremos algunos titulares medios internacionales que podrían estar en la misma línea editorial de El País de Cali, y la propia revista Semana de exponer en los titulares todos los detalles de semejante acontecimiento.

El País (España) en dos días consecutivos tituló así el hecho noticioso: "La justicia condena a 28 años de cárcel a Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe por paramilitarismo". El País (España): "“Dirigió un grupo criminal que hacía limpieza social”: los argumentos de la condena a Santiago Uribe Vélez por nexos con el paramilitarismo".

DW (Deutsche Welle, Alemania): "Justicia de Colombia condena a hermano de expresidente Uribe". Corriere del Mezzogiorno (Italia): "Sentencia de 28 años de cárcel para Santiago Uribe por vínculos paramilitares y homicidio en Antioquia”.

Los tratamientos periodísticos dados por El Espectador, El Tiempo y El Colombiano al hecho jurídico al que se alude en esta columna permiten pensar que detrás puede haber intereses políticos atados a la necesidad de no golpear la imagen ya raída del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez.

martes, 25 de noviembre de 2025

CONDENADO EL “APOSTOL” SANTIAGO URIBE VÉLEZ

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La condena proferida contra de Santiago Uribe Vélez deviene, aunque ejemplarizante, tardía porque el proceso penal al que estuvo vinculado el hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez supera los 25 años, tiempo que habla muy mal de la eficacia, eficiencia y efectividad de la justicia colombiana.

El fallo de segunda instancia proferido por el Tribunal Superior de Antioquia impone al hacendado antioqueño una pena de 28 años de prisión por los delitos de concierto para delinquir y homicidio agravados atados a la conformación y operación del grupo paramilitar conocido como Los 12 Apóstoles. La providencia de los togados echa para atrás la decisión judicial de primera instancia en la que Santiago Uribe Vélez resultó absuelto de los delitos por los que el alto tribunal hoy lo condena.

La decisión judicial llega al final del gobierno de Gustavo Petro, visto por la familia Uribe Vélez como un enconado enemigo político en la medida en que en su pasado rol de Senador señaló directamente a Santiago Uribe Vélez de haber creado al grupo paramilitar Los 12 Apóstoles. En su cuenta de X, el presidente Petro sacó pecho por sus denuncias: “Yo denuncié por primera vez ante el país, a los "12 apóstoles" como precursores de las convivir que crearon el paramilitarismo, el primer grupo narcoterrorista del mundo, aliado al poder político de Colombia. Lo hice en el año 2007 en mi debate parlamentario en el senado sobre el paramilitarismo en Antioquia. Allí demostré la complicidad y dirigencia de Santiago Uribe Vélez de estos grupos de limpieza social en el departamento. El gerente del actual @Elcolombiano, de ahí su odio político, fue o es socio de la hacienda "La Carolina" y de ahí porque Fico y la gobernación de Antioquia tratan de controlar la fiscalía antioqueña con omisión de la actual fiscal general. Santiago Uribe actuó entre el grupo de limpieza social llamado "la banda de los erres"”.

Esa circunstancia temporal que genera automáticamente la providencia que hoy conoció el país coadyuva en gran medida a consolidar la narrativa nacida en las huestes uribistas con la que se asegura que este fallo condenatorio contra el hacendado hace parte de la misma persecución política que ha venido sufriendo su hermano el expresidente Uribe Vélez, investigado, procesado, condenado y absuelto recientemente por el Tribunal Superior de Bogotá por manipulación de testigos y fraude procesal. De igual manera, este fallo aporta al ambiente de crispación ideológica y política entre lo que se conoce como el uribismo y el petrismo.

A pesar de todo, el veredicto del Tribunal Superior de Antioquia en algo contribuye a que las víctimas de Los 12 Apóstoles sientan algo de sosiego, aunque lo más probable es que jamás haya reparación material y mucho menos la petición de perdón por parte de Santiago Uribe Vélez condenado por los delitos de lesa humanidad por los cuales fue procesado y que están atados a la operación del señalado grupo paramilitar que nació en Yarumal (Antioquia).

El fallo de segunda instancia destruye el imaginario colectivo que alcanzaron a crear los defensores y amigos de la familia Uribe Vélez con el que se señaló por muchos años que Los 12 Apóstoles era un “mito”, cuando diversas fuentes periodísticas y académicas y ahora la justicia confirman que existió y operó como un grupo de limpieza social y política. 27 años después, la justicia colombiana castiga a Santiago Uribe por las actividades desarrolladas durante su sangriento "apostolado" en Yarumal (Antioquia). 



los 12 apostoles de Olga behar - Búsqueda Imágenes

NOTICIAS CARACOL, EL CASO DE ALIAS CALARCÁ Y LA CONDENA A SANTIAGO URIBE VÉLEZ

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Dentro de las dinámicas informativas de los medios masivos los criterios de noticiabilidad juegan un papel clave a la hora de reconocer qué hechos merecen ser elevados a la condición de noticia y, por tanto, ocupar el privilegiado lugar en la página principal de un periódico o en la emisión de un noticiero de televisión y radio. La aplicación de esos criterios deviene siempre acomodaticia de acuerdo con la agenda política de las empresas periodísticas y las decisiones que toman los jefes de emisión de noticieros o jefes de redacción, todos alineados con las apuestas políticas e ideológicas de los medios para los cuales trabajan.

Noticias Caracol es una empresa que hace parte de la cofradía de medios que le hacen oposición al gobierno Petro y protegen los intereses de específicos agentes del Establecimiento. En su emisión del 25 de noviembre se pudo evidenciar el carácter flexible de esos criterios de noticiabilidad al momento de ser aplicados. Caracol Noticias abrió su emisión del medio día con un indiscutible hecho noticioso: la condena a más de 28 años de prisión contra Santiago Uribe, hermano del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez.

La relevancia de la decisión tomada por el Tribunal Superior de Antioquia en contra del caballista está ancorada a su condición de hermano del expresidente de la República, a la gravedad de los delitos -concierto para delinquir y homicidio agravados- y a la asociación colectiva de su nombre con la conformación y operación de grupos paramilitares como Los 12 Apóstoles  y el paramilitarismo como fenómeno sistémico del que hay cientos de miles de víctimas por desplazamiento y desaparición forzadas, tortura y homicidios. El mencionado noticiero apenas le dedicó dos minutos a una nota sobre la condena emitida en segunda instancia contra Santiago Uribe Vélez. De esa manera minimizó el impacto político y jurídico de una decisión trascendental dentro de un proceso penal que lleva 30 años de dilaciones y decisiones de primera instancia que favorecieron al hoy condenado hacendado.

La razón por la que Noticias Caracol aplicó de manera flexible y acomodaticia los criterios de noticiabilidad a la decisión judicial del Tribunal Superior de Antioquia es el informe publicado por la misma empresa periodística en el que salen muy mal librados el gobierno Petro, la Fiscalía, un general de la República y un alto funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI). Aunque los hechos revelados por Caracol Noticias fueron desmentidos ayer por el presidente Petro y los demás involucrados, la empresa informativa le dedicó más de 20 minutos a unos hechos que aún se están corroborando por parte de las autoridades y que hasta tanto no haya decisiones judiciales en firme, su veracidad seguirá siendo cuestionada.

Caracol Noticias insiste en que hay relaciones probadas entre el general del Ejército y el funcionario del DNI con alias Calarcá, narco mafioso de las disidencias de las Farc. El largo informe publicado en la emisión de hoy 25 de noviembre dejó en claro varios asuntos a saber: el primero, la intención editorial, periodística y política de afectar la legitimidad del gobierno Petro ad portas de un proceso electoral en el que están en juego la continuidad del proyecto progresista o el regreso del uribismo a la Casa de Nariño, espectro ideológico al que es cercano Caracol Noticias; el segundo, que el noticiero aplicó lo que se conoce como el “auto bombo” con el que insiste en la veracidad de los hechos conocidos y divulgados por su Unidad Investigativa.

Muestra de ese “auto bombo” o auto exaltación es la frase “Revelaciones han tenido eco en EE.UU.” generada en el informe al momento de dar paso a la reacción del gobierno de Trump frente a las señaladas relaciones del general Juan Miguel Huertas y el director de Operaciones del DNI, Wilmar Mejía con los narco mafiosos que visten de camuflado; y un tercer asunto está atado a la decisión política de la empresa periodística de legitimar la injerencia gringa en los asuntos internos de Colombia, justo cuando las relaciones entre  la Casa de Blanca y la Casa de Nariño pasan por un difícil momento por los enfrentamientos personales entre Petro y Trump. Esa actitud pro-gringa ensucia la búsqueda de la verdad periodística, pero, sobre todo, confirma que empresas informativas como Caracol Noticias son, antes que medios periodísticos, actores políticos con agenda propia alejada de la necesidad de entregarle a las audiencias información veraz y confiable.



caracol noticias y el caso alias Calarcá - Búsqueda Imágenes

lunes, 24 de noviembre de 2025

EL ESCÁNDALO CON ALIAS CALARCÁ AMERITA UNA ALOCUCIÓN PRESIDENCIAL

 

Por Germán Ayala Osorio

 

El informe periodístico presentado por Noticias Caracol en el que se divulgan vínculos de las disidencias al mando de alias Calarcá con el general del Ejército, Juan Miguel Huertas y Wilmar Mejía, director de operaciones de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) golpea directamente al presidente Petro, a su gobierno, a la institucionalidad castrense y la credibilidad de la inteligencia y contrainteligencia.

Por tratarse de un asunto que involucra la seguridad nacional el presidente de la República debería dirigirse al país a través de una alocución que controvierta con documentos y hechos fácticos irrefutables el sentido de ese informe. No basta con la respuesta dada por el presidente Petro en su cuenta de X, por una razón: la prensa tradicional amplifica lo publicado por el señalado noticiero y los expresidentes, así como los precandidatos presidenciales usan política y electoralmente lo dicho por Caracol Noticias para construir la narrativa con la que se advierte de una insoportable e insondable crisis institucional que involucra al Ejército, al gobierno y a la Fiscalía solo superable en el 2026 con el regreso de la derecha al poder.

Baste con leer una nota de El Espectador para entender el uso electoral de los escandalosos hechos divulgados: “La revelación de posibles nexos de altos funcionarios del primer gobierno de izquierda, al mando del presidente Gustavo Petro, con una de las narcodisidencias que hoy negocia en la estancada “paz total”, la de “Calarcá Córdoba”, sacudió al Ejecutivo a un punto que dejó en silencio al jefe de Estado por más de 22 horas

En la primera respuesta de Petro, después de un inexplicable silencio de más de 20 horas sin “tuitear” el jefe del Estado respalda a Huertas y Mejía; después, en un segundo mensaje el presidente de la República confronta de manera directa al periodista, descalificando a la fuente que según Petro le entregó la información de inteligencia a la Unidad Investigativa de Caracol Noticias: La fuente del periodista es la CIA, que tiene la costumbre de tender redes para afectar a la opinión pública de acuerdo a los intereses del gobierno de su país en todo el mundo. Es una forma de exhibir poder extranjero dentro de los países. A la CIA también la engañan. La alta corrupción en el país producto del narcotráfico hace que existan bandas delincuenciales en el ejército dirigidas por oficiales de alto rango. Utilizan la inteligencia, los polígrafos e informes de inteligencia que resultan falsos para sacar del camino injustamente a oficiales de alto rango que representan un peligro para sus carreras o que no son cómplices de sus actividades criminales. Hoy la CIA tiene razones para atacar a mi gobierno, desprestigiándolo, las órdenes vienen desde su gobierno. No he querido sacarla del país, esperando que el gobierno de Trump reaccione y se dé cuenta que los informes que recibe vienen es del mismo narcotráfico buscando romper las relaciones”.

Lo dicho por Petro en su segunda respuesta desde su cuenta de X es suficiente razón para hablarle al país. Nuevamente se expone la débil estrategia comunicativa del gobierno Petro para responder a los graves señalamientos. No es suficiente con promover el numeral #CaracolMiente y desgastarse contestando trinos a diestra y siniestra. No. Háblele al país, presidente, claro y de frente. 

La alocución presidencial en horario prime time es un recurso valioso, mas cuando hay un aprovechamiento político y electoral de lo divulgado por Caracol Noticias que bien puede dar al traste con las aspiraciones de quienes le están apostando a la continuidad del proyecto progresista en 2026. 

Si el informe presentado por Caracol deviene con un tufillo de venganza, tal como lo sugiere el presidente Petro, de parte de actores como la CIA, políticos y militares afectados por la sistemática purga al interior de las fuerzas armadas adelantas por este gobierno, el jefe del Estado está obligado a presentar las pruebas que así lo demuestren.  



Imagen tomada de Semana.com 

sábado, 22 de noviembre de 2025

EL EVENTUAL FRACASO DE LA CAMPAÑA DE VICKY DÁVILA

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Recientes encuestas señalan que la campaña de la precandidata uribista, Vicky Dávila de Gnecco se estancó, o se puede decir que jamás arrancó a pesar de los videos en los que apareció en cafetales cantando como si fuera la “nueva” Gaviota, ordeñando a una vaca para mostrarse cercana a la causa campesina, saludando a policías y militares y comiendo empañadas en la calle. Todas, apariciones alejadas del perfil arribista y clasista de la periodista-periodista que siempre fue vista como una ficha del Establecimiento.

Explicar esos negativos resultados es relativamente fácil si el análisis se centra en decir que su discurso de odio contra el presidente Petro le negó la posibilidad de convertirse en una real alternativa política para el 2026. Creo que hay algo más. Propongo la siguiente hipótesis:

La derecha, en particular la uribizada, no valida candidaturas en las que con incontrastable vehemencia y odio se proponga “acabar con todas formas de corrupción” como tema preferente, dejando por fuera asuntos como la inseguridad, la lucha contra el terrorismo y el comunismo que vienen atados a consignas generales, engañosas y etéreas como “vamos a recuperar el país, la democracia y la libertad”. La inquina hacia Petro expresada por Dávila de Gnecco es vista por sectores políticos de aquel espectro ideológico como un asunto propio de una “mujer dolida y escandalosa”, lo que le resta credibilidad en las huestes uribistas que prefieren que quien se enfrente a Petro sea un “macho” como Abelardo de la Espriella e incluso, el tibio de Fajardo. 

Si se revisan las consignas y los discursos del expresidente Uribe no hay expresiones altisonantes referidas a dar una lucha frontal contra la corrupción. El exgobernador de Antioquia y exdirector de la Aerocivil se cuida de proponer una “guerra frontal contra los corruptos” porque sabe que no tendría mayor sentido hacerlo cuando hay un imaginario colectivo consolidado que señala a sus dos administraciones como una de las más corruptas de los últimos tiempos. Baste con examinar sus procesos penales y las condenas a varios de sus más cercanos colaboradores por la compra de su reelección y las relaciones con grupos paramilitares. Por eso prefiere hablar de “recuperar la economía, beneficiar a los jóvenes y brindarles oportunidades; de enfrentar a los terroristas y al neocomunismo”. Ni siquiera se atreve a recoger la risible propuesta de su admirado Julio César Turbay Ayala de “reducir la corrupción a sus justas proporciones”.

El mal final que se augura a la campaña presidencial de Dávila también obedece a circunstancias propias del sistema patriarcal, su correlato el machismo y por supuesto a las preferencias del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez. Es claro que el Gran Capataz desconfía de las mujeres y asume que sus cuatro precandidatas, incluida Dávila, son, per se, débiles e incapaces de coger con criterio las riendas de un país casi ingobernable como Colombia.

En recientes declaraciones, casi siempre altisonantes de Dávila de Gnecco se aprecian dos frases que podrían darle validez a la hipótesis aquí propuesta: “La corrupción es la causa principal de todos nuestros males como país. “Los corruptos se han robado todo, la seguridad, la salud, y las oportunidades de los más pobres. Por eso, la consigna debe ser declararles la guerra a los corruptos y dar una lucha frontal contra todas las estructuras de la corrupción, que va desde la politiquería y las mafias, hasta los peores criminales que han unido intereses con una parte de la clase gobernante. La opción no puede ser elegir a otro Gobierno corrupto para el 26, sea del espectro político que sea. Luego lloraremos lágrimas de sangre. Tenemos la opción de tomar otro rumbo."

Así las cosas, a pesar de la explosión de precandidatos presidenciales y de una aparente división al interior de la derecha, todo parece indicar que a la final clasificarían Fajardo, De la Espriella y Juan Carlos Pinzón. Cabal, Valencia, Holguín y Vicky Dávila quedarían como fieles y obedientes animadoras pues el Gran Patrón prefiere manejar “títeres” y no tener que lidiar con “muñecas”.




Imagen tomada de: vicky davila en un cafetal cantando como La Gaviota - Búsqueda Imágenes

viernes, 21 de noviembre de 2025

SE ACABA EL GOBIERNO PETRO Y TRES ESCENARIOS QUE NO SE DIERON

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Falta poco para que se acabe el gobierno Petro y tres escenarios jamás se consolidaron: el primero, la apocalíptica sentencia de periodistas, empresarios y políticos  con la que decían que nos convertiríamos en Venezuela y que el castrochavismo nos dejaría igual o peor que Cuba; el segundo, el cacareado Acuerdo Político Nacional entre el presidente Petro y las fuerzas políticas tradicionales que asumieron la pérdida del control de la Casa de Nariño como una verdadera catástrofe; y el tercero, la disminución de la pugnacidad política y la violencia verbal. Así las cosas, es apenas lógico suponer que el ambiente electoral de 2026 podrá ser de los más caldeados de los últimos años pues hay expresiones de odio que circulan en las redes sociales y que podrían concretarse en riñas callejeras y atentados criminales.

Los reportes de billonarias ganancias de los bancos y de otros sectores económicos anulan cualquier asomo de veracidad de aquellos actores políticos que insisten en que hay que derrotar al “socialismo, al comunismo, al narco comunismo o narco socialismo”, nomenclaturas que suelen usar desde los hijos del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe, la ignara precandidata Vicky Dávila y otros tantos que solo saben decir la insulsa frase “vamos a recuperar al país” con la que ocultan que sus reales intereses están exclusivamente en reconquistar la casa de gobierno.

En lo que toca al segundo escenario, el único acuerdo que parece que sí se va a consolidar es el de Todos Contra Petro o la Selección Antipetro creada recientemente por la campaña al Senado de Ingrid Betancur. Llama la atención el uso de los mismos colores y la tipografía de la gaseosa Colombiana, marca que pertenece al grupo empresarial de Ardilla Lulle. ¿Acaso el empresario está financiando la campaña de la excongresista que cada cuatro años deja la fría París y regresa a su patria para ver cuántos votos logra alcanzar y qué transacciones burocráticas logra concretar con la derecha?

La atomización de la derecha en virtud de la explosión de precandidatos presidenciales da cuenta de un fenómeno sociopolítico: la naturalización de la política como negocio de la que se desprende el hambre burocrática de varios aspirantes que, sin maquinaria, propuestas y carisma, mantienen el “cañazo” de sus precandidaturas para ver si de pronto en el 2026 les ofrecen una embajada, unos contratos o un ministerio.

Y en lo que corresponde al tercer escenario, quedará para la historia política y mediática los llamados a bajarle el tono y a la violencia verbal de agentes económicos y políticos. El país recordará que el presidente de la Andi, Bruc Mac Master propuso una “paz verbal” por allá en agosto de 2023 durante el Congreso gremial al que no fue invitado el presidente Petro. Y no podemos olvidar los buenos oficios de la Conferencia Episcopal cuando convocó a varios actores políticos a una reunión a la que asistieron el jefe del Estado, Gustavo Petro, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, así como la fiscal general, la defensora del pueblo, el registrador nacional, el procurador y los presidentes de las altas cortes. Dicha reunión se dio el 16 de junio de 2025 y el mensaje de la Curia fue claro y contundente, pero ignorado: “invitamos a todo el país a valorarnos y respetarnos como hermanos, a desarmar y armonizar la palabra, y a rechazar todo tipo de violencia como forma de resolver los conflictos políticos y sociales”.

Al final, no hubo consenso político porque todos los sectores enfrentados asumen la Casa de Nariño como un botín que cada cuatro años convoca a verdaderas “guerras electorales”. Y porque las diferencias entre unos y otros son irreconciliables entre quienes le apuestan a veces con algo de “ingenuidad cultural” a que vivamos bajo las condiciones de un Estado de Bienestar; y otros que insisten en mantener los ya aceptados Estados de Cosas Inconstitucionales, resultado de su visión neoliberal del Estado.

Y no nos convertimos en Venezuela y no llegó el comunismo porque quienes pintaron ese escenario se aprovecharon de la ignorancia de cientos de miles de colombianos que creen a pie juntillas lo que dice la prensa hegemónica, responsable en gran medida de la pugnacidad política y la crispación ideológica.

No se bajó el tono, no hubo “paz verbal” y mucho menos reconciliación porque no es posible reconciliar políticamente a una sociedad clasista, racista, aporofóbica, misógina, homofóbica, pacata, farandulera, morbosa, mojigata, gazmoña, puritana, morronga, machista, atontada, mafiosa, corrupta, goda, ignorante, violenta, incivilizada y a veces con altos e incontrastables visos de estolidez.




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miércoles, 19 de noviembre de 2025

INGRID BETANCUR Y SU SELECCIÓN ANTIPETRO




Por Germán Ayala Osorio

 

El país ha visto a candidatos presidenciales en lugares populares comiendo tamales, tomates y empanadas en gestos populistas poco creíbles; incluso, se les ha visto bailando junto a trabajadores y saludando a miembros de la fuerza pública. Vicky Dávila, María Fernanda Cabal y Juan Carlos Pinzón, entre otros ya pusieron su cuota de ridículos electorales por culpa de sus asesores.

Ahora el turno le correspondió a Ingrid Betancur, la ciudadana colombo-francesa que cada cuatro regresa al país para ver qué puede pescar en materia burocrática. Pues bien, los asesores de Betancur creen que apelar al fútbol y al sentimiento patriótico que despierta la Selección de Fútbol de mayores les dará la fuerza política suficiente para hacer alianzas con la derecha para derrotar a Petro en el 2026.

La exsenadora, fungiendo como directora técnica, convoca a los colombianos a conformar lo que ella llama la “Selección Antipetro”. La estrategia publicitaria de Betancur apela al mismo sentido patriotero con el que Abelardo de la Espriella le habla a los militares y a los defensores de la Patria. En el video aparecen hombres y mujeres adultos, lo que hace suponer que el público objetivo es justamente esa población etaria. Quizás por ahora no estarían convocados los jóvenes en ese combinado nacional Antipetro que quiere conformar la ladina política. Lo que si queda claro es que el rival a vencer, el único, es Petro o el petrismo. Rival o enemigo por vencer viene siendo lo mismo en este ambiente de polarización política y crispación ideológica.

Tampoco queda claro si Betancur está pensando en ser candidata presidencial, aspirará a regresar al Congreso o simplemente la pasajera directora técnica de ese soñado seleccionado y la única capaz de unir a la derecha, convocando a otros directores técnicos (precandidatos presidenciales) para armar una “Selección capaz de ganarle a Petro por goleada”.

En el pegajoso estribillo se escucha decir “la selección Antipetro, por la gente, por el pueblo, la selección Antipetro, marca Oxígeno, para vencerlo”. En el bien logrado video aparecen 12 jugadores, 8 hombres y 4 mujeres. El primero en aparecer es Frank Pinchao, el policía que se les voló a las Farc del penoso e inhumano cautiverio al que sometieron, junto a otros uniformados y a la propia Ingrid Betancur durante varios años.

Llama la atención la tipografía usada para la frase Selección Antipetro, cuyos colores permiten asociarla directamente con la Selección de Fútbol y con la imagen de la gaseosa Colombiana, producto Postobón en manos del empresario Ardila Lulle. Si el magnate está dispuesto a jugársela con Ingrid Betancur como candidata presidencial o como cabeza de lista al Senado, el próximo spot publicitario podría decir: Ingrid, la Nuestra.




Definitivamente los asesores de Betancur y De la Espriella, para nombrar apenas a las dos campañas con atractivos videos, le están apostando a los básicos sentimientos patrióticos- patrioteros- que se despiertan con facilidad en una sociedad escindida que cree en falsos Mesías y en que la Selección de Fútbol realmente es la única capaz de unirnos, aunque no se tenga claro el propósito de esa unión por una razón elemental: la derecha le habla a un pueblo y la izquierda a otro muy distinto.



LOS GUSTOS DE PETRO Y EL DESGASTE MORAL EN UNA SOCIEDAD INMORAL

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La dignidad presidencial y la figura del presidente de la República suelen asumirse con el encanto propio de los cuentos de hadas en los que, infortunadamente para el caso colombiano, no aparecen hermosas doncellas, princesas, reinas y mucho menos apuestos y deseados príncipes y reyes de ojos y sangre azules. Hay, para pesar de muchos, presidentes, primeras damas y sus vástagos, todos con la siempre repudiada sangre indígena y negra, fruto de negados procesos de mestizaje. Eso sí, el Palacio de Nariño en algo satisface a los infantilizados ciudadanos colombianos que asocian a los jefes de Estado con las irreales estampas de reyes y reinas.

Atado al poder que ostenta el presidente de la República de Colombia  y con el que para bien o para mal gobierna a un país clasista, arribista, racista y con los frenesíes propios de una sociedad pacata, farandulera, morbosa, mojigata, gazmoña, puritana, morronga, machista, atontada, mafiosa, corrupta y misógina, Gustavo Petro Urrego pasará a la historia como el presidente que sufrió más hostigamientos morales y cuestionamientos por sus gustos más íntimos que van desde el uso de zapatos Ferragamo, pasando por las misteriosas actividades durante sus días de “agenda privada”, hasta la ya famosa visita a un club nocturno en Portugal. De Petro han dicho los medios y las redes sociales que es gay, que le gustan los travestis, que consume “perico” y que es borracho. Eso sí, nadie podrá decir que es paraco, o que se reunió con narcoparamilitares en lejanas haciendas.

Con la visita de Petro al club nocturno en Portugal, acabó con la dignidad presidencial”, gritan adoloridos y con camándula en mano estos misioneros, árbitros, defensores y policías de la moralidad pública. La visita de Petro al Ménage Strip Club tiene alarmados a cientos de miles de tuiteros y ciudadanos de la Colombia puritana, así como a columnistas homosexuales que públicamente reconocieron haber consumido marihuana y a la goda precandidata presidencial, Vicky Dávila, la misma que armó en el pasado un tremendo escándalo mediático con la llamada “comunidad del anillo” que operaba al interior de la Policía Nacional.

Mientras destrozan moralmente al presidente Petro, niegan la importancia ético-política de ser el primer presidente de la República en solicitarle a la UIAF que publicara sus movimientos financieros con el objetivo de mostrar que no hay transacciones provenientes de actos de corrupción o lavado de dinero, sugeridas por el gobierno de los Estados Unidos que lo incluyó en la lista Clinton. Recordemos que el presidente Trump, señalado de violar niñas en la famosa isla Epstein, lo calificó de ser el líder de las mafias del narcotráfico. Esos mismos que hoy ven a Petro como el “diablo”, viajaron a los Estados Unidos a pedirle al señalado pederasta que descertificara al país y que impusiera sanciones económicas al país.

Con la compra de ropa marca Gucci, Adidas y Ralph Lauren, Petro cae, de acuerdo con la lectura moralizante de aquellos mojigatos, en una inaceptable incoherencia ideológica por ser de “izquierda” y abogar por los derechos de millones de colombianos sometidos por inmorales presidentes neoliberales que no solo privatizaron el Estado, sino que se aliaron con grupos paramilitares que desplazaron ciudadanos, empalaron y violaron mujeres y niñas y perpetraron masacres. Esas actividades criminales fueron planeadas en lujosos clubes, en donde se consume cocaína, marihuana y costosas botellas de whisky.

Sobre anteriores presidentes de la República de Colombia hay crudos señalamientos políticos- sin sentencias judiciales- de haber violado mujeres, de haber participado de orgías con niñas en la famosa isla del degenerado de Jeffrey Epstein; de haber dado la orden para que el Ejército asesinara inocentes y presentarlos como guerrilleros dados de baja en ficticios combates. De ordenar la compra ilegal de Pegasus; y de estar detrás de la malversación de los fondos de la paz (OCAD-Paz).

A los falsos puritanos y gazmoños que hoy oran por la recuperación de la dignidad presidencial en el 2026 les vendría bien, antes de exigirle coherencia al presidente de la República, revisar muy bien el pasado de varios de los candidatos presidenciales que hoy se presentan como los adalides y defensores de la moral y las buenas costumbres. A lo mejor se llevan sorpresas.

En su cuenta de X y frente a su visita al referido club en Portugal, el presidente Petro dijo: “Bueno, algún día contaré por qué me gasté 40 euros en ese sitio, pero por ahora me interesa que todos los que examinen mis cuentas, puedan ver el tipo de arbitrariedad cometida contra Colombia, al descertificarla, y contra su presidente”.

Mientras estos y otros faranduleros y morbosos gastan tiempo imaginando a Petro en “comprometedoras situaciones íntimas”, les dejo este párrafo escrito por Carolina Sanín a propósito de la corrupción en la Colombia mafiosa: «El colombiano no es corrupto por naturaleza, sino por costumbre: un desmadre donde el que no roba, pierde, y el que roba, es aplaudido por su astucia. Así sobrevive la nación, a punta de picardía y olvido

Quizás debamos reconocer que los marcos morales y éticos que el ser humano construye solo sirven para advertir lo que muchas veces olvidamos: que somos una especie aviesa de la que se puede esperar lo más sublime y lo más perverso. Y en cuanto a gustos sexuales, el consumo de trago  y psicotrópicos es mejor no opinar, salvo que haya delitos de por medio. 

Adenda: ser de izquierda o progresista no es sinónimo de pulcritud. En este gobierno se destaparon prácticas corruptas. Petro es tan humano como cualquier otro presidente de la República, pero su vida privada, mientras no haya delitos de por medio, no debe ser escrutada. Eso sí, habría que examinar cuánto de los señalamientos inmorales de los que ha sido víctima él mismo los facilitó por lo que bien llamarse "imprudencias". 



La UIAF revela las cuentas, pagos y transacciones que movió Petro en 3 años

martes, 18 de noviembre de 2025

DEMOCRACIA EN LOS PARTIDOS O "DEDOCRACIA"

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La democracia, como régimen de poder, tiene en los partidos políticos a una parte importante de sus cimientos, por lo menos desde el punto de vista institucional (electoral). En una democracia formal y procedimental como la colombiana, dichas colectividades han servido para confirmar que operan - vaya contradicción- alejadas de principios elementales de un régimen democrático: elecciones libres, discusiones públicas con la participación de las bases sociales, respeto a los estatutos o reglamentos construidos colectivamente y la generación de una opinión pública cualificada y defensora de las libertades de prensa y de opinión.

La crisis globalizada de los partidos políticos de la que no escapa Colombia allanó el camino al debilitamiento de históricas colectividades como los partidos Conservador y Liberal, responsables y auspiciadores de las estructurales debilidades de la “democracia más antigua de América” y por supuesto de la violencia partidista; con ese imaginario colectivo se ha querido ocultar los violentos y antidemocráticos periodos presidenciales protagonizados por los gobiernos de Turbay Ayala, Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque Márquez. Baste con recordar el Estatuto de Seguridad y la Política de Seguridad Democrática para señalar que se acercaron en violencia política a las que ejercieron las dictaduras de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

Después de la captura mafiosa del régimen democrático que perpetraron conservadores y liberales durante el Frente Nacional, los sueños por ampliar la democracia que durante 16 años secuestraron los líderes de los partidos Liberal y Conservador fueron recogidos por colectividades que nacieron de negociaciones de paz entre el Estado y agrupaciones guerrilleras y paramilitares, unas atadas al ambientalismo y otras tantas a divisiones y disidencias marcadas muchas por rebeldes líderes carismáticos que decidieron montar tolda aparte. Por supuesto que esa explosión de partidos jamás ayudó a superar los problemas estructurales que arrastra la formal y procedimental democracia colombiana.

Por el contrario, los más de 50 partidos y movimientos[1] creados después del Frente Nacional dan cuenta de una especie de gamonalización de la política ancorada en liderazgos de políticos profesionales interesados exclusivamente en capturar el Estado, usando sus colectividades como plataformas ideológicas y burocráticas para lograr ese cometido.

Ahora que se avecinan las elecciones presidenciales y parlamentarias en Colombia, la crisis de los partidos y de la democracia se agudizan gracias a que por lo menos 100 candidatos se inscribieron con movimientos por firmas, una de las estratagemas con las que el sistema electoral alimenta los problemas de la democracia colombiana. Otra demostración del precario sentido de la democracia que subiste al interior de partidos y movimientos políticos lo da el Centro Democrático y su propietario, el expresidiario y expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Ante las peleas intestinas entre sus cinco precandidatos presidenciales y después de eventos públicos en los que cada uno de los aspirantes buscaba afanosamente agradar y seducir al Patrón, el expresidente antioqueño, dueño de esa microempresa electoral, decidirá a dedo (dedocracia) entre Abelardo de la Espriella y Juan Carlos Pinzón el candidato que representará los intereses de Uribe, del llamado uribismo y de la derecha y la ultraderecha.

Las precandidatas Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Paola Holguín deberán conformarse con haber cumplido el rol de bastoneras, animadoras y fieles enamoradas del Gran Gamonal que tiene una muy reducida comprensión del concepto de la democracia y unas evidentes dudas de las capacidades de las mujeres para gobernar. La Dedocracia, para ungir a su próximo títere, arrastra los negativos resultados económicos y sociales del gobierno de Iván Duque Márquez; eso sí, ese mismo dedo con el que finalmente investirá a su nuevo "juguete" le sirvió para estigmatizar a sus críticos y perseguir a sus detractores durante sus aciagos ocho años de mandato. No importa si proclama al “Tigre” o al “General sin soles” como su candidato presidencial para recuperar a la Casa de Nari. Lo realmente importante es que se confirma que su desprecio por la democracia se origina en su propia microempresa electoral.

 



[1] M-19 (Alianza Democrática M-19). Unión Patriótica (UP). Partido Verde Oxígeno. Movimiento de Salvación Nacional. Laicos por Colombia / Partido Nacional Cristiano. Movimiento Independiente de Renovación Absoluta (MIRA). Partido Polo Democrático Alternativo (PDA). Partido Verde (original). Movimiento Alas Equipo Colombia. Centro Democrático. Opción Centro (luego Alianza Verde). Fusión de Progresistas y Verde. Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS). Colombia Humana. Fuerza Ciudadana. Pacto Histórico (coalición que se convirtió en partido). Liga de Gobernantes Anticorrupción. Nuevo Liberalismo (recuperado), En Marcha (de Daniel Quintero), etc.


lunes, 17 de noviembre de 2025

LOS BOMBARDEOS, EL GRAN TEMA DE LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL




Por Germán Ayala Osorio

 

Después del proceso del Acuerdo de La Habana, la paz dejó de ser el gran tema electoral, decisivo en anteriores campañas presidenciales. Ahora, con la muerte de por lo menos 12 menores de edad a causa de un par de bombardeos a campamentos de los facinerosos de Iván Mordisco, al escenario electoral de 2026 muy seguramente llegará el asunto de la continuidad o no de los certeros y duros ataques aéreos usados por Uribe, Santos, Duque y Petro para golpear y diezmar militarmente a las estructuras armadas ilegales que aún muchos llaman “guerrillas”.  Por lo menos, se espera que en los debates presidenciales la pregunta surja acompañada del tono moralizante e hipócrita alrededor de si se ordenarían bombardeos a pesar de la presencia de adolescentes en los campamentos de las disidencias farianas y del ELN.

Eso sí, el posicionamiento electoral del tema de los bombardeos a los acantonamientos selváticos de las narcoguerrillas no le devolverá la importancia sociopolítica y mediática que años atrás se les dio a las negociaciones con los grupos armados ilegales y a la idea de superar el conflicto armado interno a través de negociaciones políticas. Poco a poco el concepto de conflicto armado interno se irá vaciando de sentido social y político. La Academia se encargará de mantener su legitimad por el peso jurídico que se deriva de las dinámicas militares. Al igual que las ONG locales e internacionales dedicadas a la defensa de los derechos humanos. 

Iván Cepeda, como candidato del progresismo deberá tener mucho cuidado al momento de responder las preguntas y los cuestionamientos alrededor de si mantendría o no los bombardeos contra las “guerrillas”. Una respuesta negativa lo pondría en la misma situación contradictoria en la que cayó Petro, pues los ataques de esas estructuras ilegales a la población civil, a estaciones de policía y batallones en algún momento lo obligarían a ordenar ataques aéreos. Es más, si llega a la presidencia, muy seguramente la cúpula militar y los gremios lo presionarán para que use la fuerza de las bombas para diezmar a los facinerosos.

Que otros temas aparezcan en la escena electoral de 2026 significa que la operación de los grupos irregulares perdió importancia política, fruto en gran medida de la sistemática transformación de las antiguas guerrillas en estructuras mafiosas al servicio de la Junta del Narcotráfico tal y como lo ha señalado en varias oportunidades el presidente Petro. También puede tratarse de unos mejores niveles de conciencia en sectores societales que entendieron que realmente las “guerrillas” no tienen voluntad de paz y que existencia hace rato se alejó de las románticas ideas revolucionarias que defendieron en los años 60.

Por supuesto que estas nuevas circunstancias contextuales en las que la búsqueda de la paz dejó de ser una prioridad social y política se explica porque desmovilizar a los grupos ilegales a través de negociaciones políticas dejó de ser un objetivo alcanzable por varias razones: la primera, porque los comandantes del ELN y las disidencias farianas así lo han expresado; la segunda, porque su operación no constituye un riesgo político y militar para el régimen colombiano; y la tercera, porque la narrativa final del gobierno Petro convirtió a esas estructuras ilegales en “ejércitos privados al servicio de las mafias del narcotráfico y la minería ilegal”.

Los temas prioritarios son otros, gracias en gran medida al proyecto progresista y en particular a las ejecutorias del gobierno Petro en materia de reforma agraria, fortalecimiento de lo comunitario, vías terciarias y secundarias, el uso de los recursos de la SAE para beneficio de comunidades y universidades y la naturalización de las exigencias de los derechos laborales, entre otros. Se suman a estos los problemas no resueltos por la administración Petro como la inseguridad en las urbes, la extorsión, los secuestros y la operación criminal de las estructuras armadas ilegales y la crisis del sistema de salud.



Imagen tomada de: BOMBARDEOS EN GUAVIARE, PETRO PIDE PERDÓN - Búsqueda Imágenes

SALARIO MÍNIMO: UN GOLPE POLÍTICO-ELECTORAL

Por Germán Ayala Osorio   Con la sorpresiva alza del salario mínimo el gobierno de Gustavo Petro termina el año propinando un golpe político...