martes, 9 de abril de 2024

¡POR FIN ES LLAMADO A JUICIO ÁLVARO URIBE VÉLEZ!

 

Por Germán Ayala Osorio

 

El llamado a juicio al expresidente y expresidiario, Álvaro Uribe Vélez es, sin duda alguna, el hecho jurídico y político del año. Quien hasta hace unos años fuera un temido e intocable político, ahora afrontará, en la soledad y viudez del poder, un juicio por los delitos de fraude procesal y manipulación de testigos. En el ocaso de su azarosa vida, Uribe Vélez terminará enjuiciado y afrontando otros procesos por delitos más graves, como apoyo a grupos paramilitares y responsabilidades en la comisión de las masacres de El Aro y la Granja, que se le endilgan de tiempo atrás.

El fino teflón con el que Uribe Vélez, de la mano de los medios masivos, enmascaró y protegió su “honorabilidad”, se desvanece ante la fuerza del material probatorio con el que finalmente la Fiscalía, como institución, decidió presentar escrito de acusación.

Después de por lo menos tres vergonzosas solicitudes de preclusión ordenadas por el entonces fiscal general, Francisco Barbosa, la Fiscalía, bajo la administración de Luz Adriana Camargo Garzón, un fiscal delegado por fin lo acusa formalmente por los graves delitos bajo los cuales se encuentra en calidad de imputado. La decisión fue tomada por el fiscal primero delegado ante la Corte Suprema de Justicia, Gilberto Iván Villareal.

La acusación formal contra el político antioqueño afecta la dignidad presidencial, al tiempo que le devuelve el decoro y la respetabilidad a la justicia ordinaria representada en la fiscalía general, manchada por las vergonzantes solicitudes de preclusión que hicieron anteriores fiscales, quienes seguían órdenes del inefable, Francisco Barbosa. No podemos olvidar que es el primer expresidente, por lo menos en la historia reciente, llevado a juicio por delitos penales y no políticos. 

Lo curioso de la presentación de la acusación es que se da en el día de las víctimas del conflicto armado interno del país. Hay que recordar que Uribe Vélez fue demandando ante la justicia argentina por las ejecuciones extrajudiciales, conocidas como “falsos positivos”. Los jóvenes asesinados por miembros del Ejército nacional son considerados víctimas del conflicto armado colombiano.

Así entonces, el 9 de abril de 2024 será una fecha memorable para la justicia por todo lo que implica llevar a juicio al político que más daño le ha hecho al país en los últimos 30 años; incluso, pasando por encima de Pablo Emilio Escobar Gaviria, el cruel narcotraficante y asesino antioqueño.

En una sociedad confundida moralmente como la colombiana, veremos a los sectores afines a la derecha y a la ultraderecha, cuestionar la decisión y descalificar el llamado a juicio, señalando que se trata de una “persecución política”. Y justo, la acusación formal se produce en el primer gobierno de izquierda, asociación que obviamente harán los áulicos del expresidiario, para deslegitimar la esperada decisión de la Fiscalía. Muy seguramente dirán que la "democracia está en riesgo", que "Petro ternó a la nueva fiscal para que ella diera la orden de acusar formalmente a Uribe"; "que se acabó con el Estado de derecho"; que "enjuiciar a Uribe es una afrenta contra los colombianos". "Llamado a juicio a Uribe es propio de una dictadura". 

Muy difícil la tienen los abogados de Uribe Vélez para desvirtuar en juicio el material probatorio que está en manos de la Fiscalía. Ya veremos qué sucede. Por ahora, la frase “nadie está por encima de la ley” recobra su vigencia y veracidad, pues, por fin es llamado a juicio el expresidente.



Imagen tomada de la red internet

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