jueves, 7 de marzo de 2024

EL REGRESO DE VARGAS LLERAS: ETERNO CANDIDATO PRESIDENCIAL DE LA DERECHA



Por Germán Ayala Osorio

 

Noticias Caracol acompañó a Germán Vargas Lleras, político y propietario de la empresa electoral, Cambio Radical, en su participación en la reciente marcha del 6 de marzo. El noticiero privado le abrió los micrófonos al decaído “delfín” para que este se despachara en contra de las reformas a la salud y al sistema pensional que propuso el actual gobierno. Desde su tribuna en EL TIEMPO, periódico de Sarmiento Angulo, Vargas Lleras viene despotricando y proponiendo soluciones a los problemas del país, las mismas que jamás implementó durante su rol como vicepresidente de la República durante la administración de Juan Manuel Santos.

Algunos asumieron la nota periodística de Caracol como el “relanzamiento” de Vargas Lleras en su obsesión, o más bien, “derecho” de ser presidente de la República por ser nieto del expresidente, Carlos Lleras Restrepo. Igualmente, es visto como el vocero más visible de la Oposición, incluso remplazando al expresidente y expresidiario, Álvaro Uribe Vélez.

Muy seguramente Vargas Lleras será candidato presidencial en las elecciones de 2026, con el apoyo del Clan Char, el mecenas Sarmiento Angulo y de otros sectores de la derecha que creen necesario tomar distancia del uribismo, por el desprestigio que acumula el expresidente antioqueño, no solo por su condición de imputado por fraude procesal y manipulación de testigos, sino por los escándalos de corrupción de varios congresistas del Centro Democrático (CD), la empresita electoral de Uribe.  Aunque si comparamos a las dos colectividades, las dos arrastran una muy mala fama.

En Las 2 Orillas (2017) se lee lo siguiente: “Cambio Radical tiene 19 congresistas condenados por parapolítica, de 44 investigados; 11 alcaldes de Cambio Radical están siendo investigados por presuntos hechos de corrupción, y los gobernadores no se quedan atrás: la cifra llega a 8 entre investigados y condenados. La cereza del pastel es el “inefable” Gustavo Moreno, el Fiscal Anticorrupción capturado por corrupto, quien llegó al cargo en virtud de su militancia en ese partido. El mismo Germán Vargas Lleras, jefe máximo del partido y actual candidato a la Presidencia de la República, se encuentra salpicado por los dineros de Odebrecht que entraron a la campaña de “Santos presidente”, de la fuera fórmula vicepresidencial”.

Germán Vargas Lleras representa al viejo Establecimiento colombiano. Es godo en términos y asunto socio culturales y un neoliberal en lo económico. Aunque hizo parte del Nuevo Liberalismo, de la mano de Luis Carlos Galán Sarmiento, poco tiempo después huyó de esas toldas porque jamás se sintió cómodo con las ideas liberales. Vargas Lleras es godo y punto.

Es oficial de la reserva del Ejército, militarista y un defensor a ultranza de aquella idea de la “defensa legítima del Estado”. Poco le importa la histórica ilegitimidad del Estado colombiano, porque lo que debe primar es que el régimen de poder que está detrás de la operación del Estado se mantenga en el tiempo.

En diciembre de 2023 apareció “conversando” con niñas y niños sobre política y en particular, sobre el presidente Petro, de quien los menores expresaron los reparos que previamente le habían escuchado a sus padres y madres. Por supuesto que Vargas Lleras asintió y legitimó las opiniones de los menores, que dejaron ver el claro proceso de adoctrinamiento que vivieron dentro de sus núcleos familiares.  Hasta permitió que le preguntaran por sus dedos mochos. El video tuvo la pretensión en ese momento de ir erosionando la tosca imagen que proyecta el exvicepresidente de Santos. En este punto hay que decir que Vargas Lleras no tiene carisma y lleva la pesada fama de corrupto por estar al frente de Cambio Radical, colectividad que tiene en su historia a varios operadores políticos condenados.

Debe ser muy duro para este “delfín” de 62 años no haber podido llegar a ser presidente de la República, porque, de acuerdo con la tradición, tiene todos los méritos para sentarse en el Solio de Bolívar, por ser nieto de expresidente. Creo que ya es tarde para Germán Vargas Lleras.

Si decide lanzarse en el 2026, los especialistas en marketing político que contrate tendrán la titánica tarea de borrar su fama de intolerante, patán y grosero. El episodio del coscorrón no será fácil de olvidar, por cuanto allí dejó plasmado su clasismo y el carácter violento que lo acompaña. Su nulo carisma lo pone en desventaja frente a Miguel Uribe Turbay, nieto del expresidente Turbay Ayala, quien tiene el mismo “derecho” que le asiste a Vargas Lleras para convertirse en jefe del Estado; igualmente, le quedará difícil competir con las “tigresas” de Uribe (Paloma Valencia, Vicky Dávila y María Fernanda Cabal).

Vargas Lleras corre el riesgo de convertirse en el eterno candidato presidencial, tal y como ocurrió con el también godo, Álvaro Gómez Hurtado. Si en el 2026 se quema, lo mejor que puede hacer es retirarse de la política, porque lo que menos necesita el país, es un Cambio Radical.

 

Imagen tomada de Semana.com

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