Por Germán Ayala Osorio
Desde los Estados Unidos, el
expresidente y expresidiario, Álvaro Uribe Vélez, anuncia que, para las
elecciones de 2026, que tempranamente ya arrancaron, tiene un “tigre” y por los
menos dos “tigresas”.
Muy dado a lanzar mensajes cifrados
y eufemismos, el súb judice ciudadano y político colombiano intenta desde ya
que olvidemos su rol de titiritero, para que en adelante lo veamos como
adiestrador o domador de felinos. Huelga recordar que, en su papel de
marionetista, manipulando los hilos que él mismo ató al voluminoso cuerpo del
puppet Iván Duque Márquez (2018-2022), sus actos circenses provocaron un grave
estallido social. Aunque la gente
recuerda de mala manera lo hecho por el títere-presidente, lo cierto es que la
culpa recae totalmente en quien por cuatro años manipuló al pesado muñeco.
El anuncio del hijo de Salgar
(Antioquia) hace pensar que él es el domesticador del tigre y de las tigresas
que ya tiene listos para lanzarlos al ruedo electoral, para que se coman de un
solo zarpazo a los candidatos del progresismo o de la izquierda que se atrevan
a retar a sus peligrosas mascotas. Es decir,
cualquiera de los felinos estará en capacidad de obedecer sus órdenes, con solo
mover el látigo o el fuste que Uribe tiene amarrado a su mano derecha.
Entonces, los señalados carniceros y fieros “gatitos” correrán a cumplir la
instrucción so pena de ser maltratados por el temido domador. En este punto
deberán estar atentos los defensores de la biodiversidad y de los animales no
humanos. Aunque en estricto sentido estaríamos hablando de humanos
animalizados.
Aunque no quiso revelar el nombre
del “tigre”, su nuevo juguete político-electoral, es posible pensar que se trata
de Miguel Uribe Turbay, un obsecuente congresista, quien muy seguramente
estaría más que agradecido si su adiestrador político le diera la oportunidad
de salir de su jaula, para vivir a sus anchas en la Casa de Nari. Aunque joven,
el nieto del inefable Julio César Turbay Ayala, un verdadero animal político,
bien podría estar en estos momentos siendo amaestrado para los propósitos del
Gran Domador.
Si se descarta al joven “animal político”,
¿será que el Gran Domador (antes el Gran Colombiano) ya está domando a Germán
Vargas Lleras? El país conoce a este hijo de la rancia élite bogotana por su
patanería, grosería y sus malos modales. ¿Será ese el “tigre” que tiene
amarrado el expresidente Uribe? Aunque no se puede descartar que a El Ubérrimo
esté asistiendo a entrenamientos el saliente fiscal, Francisco Barbosa.
De las “tigresas”, ya el país
sabe que podrían ser Paloma Valencia y María Fernanda Cabal. Eso sí, ellas
saben que el Gran Domador prefiere a los tigres, a los machos, porque él mismo
es un “macho frentero”. Mientras en las huestes
del uribismo se guarda celosamente el nombre de la fiera, Uribe y todos los
uribistas en estos momentos lamentan el fallecimiento de La Gata, amiga íntima
del Gran Domador.
Adenda: consultado un experto, me dice que descarta de plano a Francisco Santos, porque apenas si llega a comportarse como perrito faldero.
Imagen tomada de EL ESPECTADOR.
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