miércoles, 27 de septiembre de 2023

LA DERECHA CLASISTA Y PATRIARCAL DE ALEJANDRO EDER, CONTRA LA DERECHA SIN LINAJE DE ROBERTO ORTIZ

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Con la obligada y cantada adhesión de Diana Rojas a la campaña de Alejandro Eder se consolida el movimiento Todos Contra el Chontico (TCH). Es decir, la derecha clasista y “dediparada” que confluyen en la figura de Eder y los agentes económicos y sociales que lo acompañan, confrontando a la derecha “ordinaria” y sin abolengo, representada por Roberto Ortiz.  

Lo curioso de todo es que a ambas campañas llegaron fichas del Centro Democrático, de Cambio Radical, de la U, Conservadores y Liberales, es decir, todo lo que ha estado mal en el ejercicio de lo público en los ámbitos local, regional y nacional. Así las cosas, las múltiples crisis que agobian a los caleños no serán afrontadas con el rigor que se necesita, porque tanto como Eder, como Roberto Ortiz, representan la política tradicional y el continuismo que, en sus campañas, ambos rechazaron.

El poder de los contratistas, que de tiempo atrás vienen aportando a la crisis de liderazgo de la ciudad, terminó por confirmar lo que es un secreto a voces en Cali: hacerse con la Alcaldía de Cali no supone un logro político, sino económico, lo que traduce en que gobernar a la capital del Valle supone una inversión millonaria que debe ser devuelta a los mecenas y contratistas que más plata pongan a las campañas de Eder y Ortiz.

En cuanto a la decisión tomada por Rojas, esta se puede calificar como vergonzosa, pues ella soportó su campaña en un discurso anticorrupción, para terminar aliada a la campaña en la que están dos colectividades que arrastran representaciones sociales negativas por estar asociadas a la sempiterna corrupción público-privada: Cambio Radical y el Centro Democrático (el uribismo). Al final, Diana Rojas se doblegó ante el poder patriarcal y el machismo imperante en la élite caleña y vallecaucana.

Sea que triunfe Ortiz o Eder, lo cierto es que los problemas de la ciudad se ahondarán o entrarán en un “estado de reposo”, hasta la próxima elección. Ni la derecha clasista y patriarcal de Eder y la derecha sin linaje de Ortiz, solucionarán las graves crisis que afrontan los caleños. Y es así, porque los mezquinos intereses económicos y la captura mafiosa del Estado local están por encima de la política, entendida esta como el arte de servir al público.

Adenda: la izquierda y el progresismo en la ciudad de Cali brillan por su incapacidad para presentarle a los caleños una opción de poder convincente. 


Imagen tomada de la red X

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