sábado, 2 de septiembre de 2023

ELECCIONES LOCALES EN CALI: VOTAR EN BLANCO, UNA OPCIÓN VÁLIDA

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Votar en blanco constituye una opción y una acción ético-política cuando los ciudadanos no encuentran o identifican en las y los candidatos a ocupar cargos públicos de elección popular, un proyecto político serio, consistente y en particulares circunstancias, que ofrezca posibilidades de cambio y ejercicios administrativos de lo público, alejados de la sempiterna corrupción público-privada (ethos mafioso) y de los escándalos que en la administración de Jorge Iván Ospina se hicieron costumbre.

Para el caso de las elecciones locales de la ciudad de Cali, votar en blanco es una opción ético-política que cientos de miles de ciudadanos tomaremos este 29 de octubre, porque justamente, quienes aparecen en contienda, están de una u otra manera imbuidos en la política tradicional.

En mi caso particular, votaré en blanco para la alcaldía y la gobernación del Valle del Cauca. En adelante expongo circunstancias que me llevan a tomar dicha decisión. Para la alcaldía de la capital del departamento, los candidatos más opcionados, Alejandro Eder y Roberto Ortiz, conocido como “el Chontico”, representan la vieja política, el continuismo, así en sus discursos hablen de cambio, independencia y de lucha contra la corrupción. A sus campañas llegó gente de los partidos Liberal, Conservador, Mira, Colombia Justa y Libres, La U, Cambio Radical y el Centro Democrático. Bajo esas circunstancias, ninguno podrá ser garantía de cambio en las maneras como opera el Estado local, de tiempo atrás capturado por mafias de todo pelambre.

Eder y Ortiz aglutinan fuerzas políticas que le apuntan a desvanecer el movimiento social que surgió en medio del estallido social de 2021: ambos ofreciendo lo de siempre: pie de fuerza y en particular Ortiz, exponiendo su carácter asistencialista, enmarcado en un populismo que no garantiza el cumplimiento de derechos. Pasar esas páginas es también el propósito de los demás candidatos que la derecha tradicional mantiene hoy en el juego electoral. Infortunadamente, no aparecen liderazgos salidos de lo vivido en Cali durante el estallido social.

Entre tanto, las candidaturas de Diana Rojas y Miyerlandy Torres cumplen la función de ser los comodines electorales y políticos que siempre aparecen en las contiendas electorales. Ejemplo claro de una candidatura comodín fue la del exministro de Justicia del gobierno del presidente-títere, Iván Duque, Wilson Ruiz, quien al reconocer su nula acogida y por no contar con la maquinaria con la que sí cuentan Eder y “el Chontico”, adhirió a la campaña de Alejandro Eder. Detrás de Diana Rojas está el empresario y exalcalde Maurice Armitage y de Torres, Dilian Francisca Toro y su poderoso clan político. Ellas dos tampoco son garantía de independencia.

En cuanto a opciones de poder cercanas al ideario de la izquierda y el progresismo, la candidatura del exmilitar Danis Rentería emerge y da cuenta de la crisis de liderazgo de la izquierda en la ciudad. Su candidatura es el fruto de la falta de consenso entre los movimientos y las fuerzas que confluyen en lo que se conoce como el Pacto Histórico. El partido Comunes, el PTC, UP, Colombia Humana y sectores cercanos a la vicepresidenta Francia Márquez apoyan a Rentería, a pesar de que en el pasado militó en el movimiento de derecha, Colombia Justa y Libre. Igualmente, lo acompañan figuras de las Reservas activas del Ejército, que simpatizan con el proyecto político del presidente Gustavo Petro.

Es decir, Rentería podría dar cuenta de una inocultable confusión ideológica, de un inusitado pragmatismo de quienes lo acompañan o quizás de una inocultable crisis en la formación de cuadros en los sectores de la izquierda, que hace posible plegarse a cualquier candidatura. En el portal La Silla Vacía se lee lo siguiente sobre el candidato: “…lleva una cruz que algunos de sus copartidarios no quieren cargar: la de su paso por partidos de derecha, como Colombia Justa Libres y el antiguo MIO, que lideró el parapolítico Juan Carlos Martínez. También hizo parte del gabinete del alcalde, Jorge Iván Ospina…”.

Lo cierto es que la lucha por el control de la alcaldía de Cali dejó de ser política e ideológica, para convertirse en una guerra económica: el que más plata ponga, terminará haciéndose con el poder local. Por todo lo anterior, la mejor opción para Cali este 29 de octubre es votar en blanco. Ello no quiere decir, que no existan buenas opciones en candidatos al Concejo y a la Asamblea.



Imagen tomada de El Espectador.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANIMALES DOMÉSTICOS: ¿MASCOTAS, HIJOS O CACHORROS?

  Por Germán Ayala Osorio   En ocasiones y sin que percatarse, cientos de miles de ciudadanos asumen la defensa de la cultura dominante,...