Por Germán Ayala Osorio
En el ejercicio de la política
confluyen los intereses privados del político y sus apuestas públicas para servir
al colectivo y no exclusivamente a quienes patrocinaron su campaña o le dieron el
voto, atraídos por el marketing o por unas ideas bienintencionadas.
Cuando los intereses privados,
particulares o corporativos se ponen por encima del real interés de servirle al
país, entonces ese político se convierte en un vividor de la política, en un lobista
de sus patrocinadores y en vulgar tramitador de iniciativas privadas que casi
siempre terminan beneficiando a poderosos sectores económicos.
Circula en la red X (antes,
Twitter) un audio en el que se escucha decir a la Representante a la Cámara, Cathy Juvinao, que aspira “a quedarse 16 años en el Congreso (dos veces en la Cámara y otras
dos en el Senado) para luego irse a descansar a una isla”. Está muy bien
que piense en descansar y en vivir de la política. Lo que se le critica es que
no esté pensando en vivir para la política, esto es, para coadyuvar, desde el
legislativo, a mejorar las condiciones de vida de millones de colombianos que
sobreviven en medio de afugias de todo tipo o atrapados en legalismos y
leguleyadas que otros, con sus perfumadas corbatas y con una simple llamada
arreglan el problema jurídico o la traba burocrática que generan las normas.
La andanada en contra de Juvinao
se explica también por sus “volteretas” ideológicas y el doble juego con el que
viene actuando como congresista que hace parte de la coalición de gobierno. Ahora
bien, sus críticos deben entender que como Juvinao hay otros 150 o más congresistas
que llegaron al legislativo a conseguir plata. A nada más.
Ojalá que quienes votaron por la
señora Juvinao revisen y evalúen muy bien su rol como congresista. Si logra
quedarse los 16 años en el Congreso, ese “logro”, para bien o para mal, compromete
el juicio de sus electores. Eso sí, deben de tener en cuenta sus votantes o
clientela que la congresista ya eligió vivir de la política y no para la
política.
Recomiendo a la señora Juvinao que
lea y escuche las innumerables entrevistas que le han hecho a Pepe Mujica,
expresidente del Uruguay y exguerrillero. Le dejo esta frase, extraída de una
entrevista: “A los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política,
son un peligro en la política; que se dediquen a la industria, al comercio, a
multiplicar la riqueza”. Siempre será mejor escuchar al sabio Pepe Mujica y
no al necio ("filósofo" paisa) que dijo, “plata es plata”.
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