Por Germán
Ayala Osorio
El llamado a
juicio al expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez por los delitos de
fraude procesal, manipulación y soborno a testigos es un hecho jurídico-político
importante para la opinión pública en la medida en que es el primer
expresidente de la República llevado a juicio por graves delitos no asociados a
las acciones y decisiones tomadas durante su paso por la jefatura del Estado.
Igualmente, esa
etapa procesal constituye un ejercicio de afectación directa a la ego-identidad
del “combativo y frentero” político antioqueño, en virtud del lenguaje jurídico
usado por la señora Jueza 44, Sandra Liliana Heredia Aldana, para referirse al
expresidente de la República.
En un pasaje
de la audiencia y después de la intervención de Uribe Vélez, este le agradece a
la señora en tono sumiso y cordial: “gracias señora juez”. La jueza Heredia le
responde con firmeza, “gracias, señor Imputado”.
Durante la misma audiencia (la segunda), celebrada hoy 24 de mayo, la operadora judicial se había referido a Uribe como “señor procesado, señor imputado; o en otras ocasiones como el procesado o el imputado”. En ningún momento ha hecho uso del vocablo que da cuenta de su condición de expresidente, lo que sin duda transmite seriedad, independencia y autonomía en Heredia Aldana, jueza que deberá decidir si Uribe es culpable o inocente de los delitos que se le imputan.
El uso de
esos vocablos no constituye de ninguna manera una afrenta contra la persona, la
identidad o el ego del expresidente de la República. Por el contrario, se debe
entender como la expresión clara de la limitación del poder social, político y
económico y el reconocimiento con el que llega a esta instancia judicial Álvaro
Uribe Vélez: como un simple mortal, un ciudadano que, de acuerdo con el
material probatorio, cometió delitos por los cuales fue llamado a juicio. Sin
privilegio alguno por su condición de expresidente, Uribe es tratado sin
condescendencia alguna por parte de la jueza 44.
Estas
denominaciones sin duda alguna son fuertes “pinchazos” al enorme ego del sub
judice ciudadano y a su encumbrada identidad política asociada a su condición
de expresidente de la República que le hizo pensar y creer que podía estar o
ponerse por encima de la justicia por su condición de exmandatario y porque contó
hasta hace poco con la protección de la fiscalía de Francisco Barbosa; las
punzadas provocadas por el uso de esos vocablos que hacen parte de la jerga
jurídica se tornan aún más difíciles de asumir para el exgobernador y
latifundista antioqueño en la medida en que él mismo pueda creer que aún tiene
el poder que alguna vez ostentó como presidente de la República. Los áulicos
que insisten llamarlo “presidente”, en una clara y reverencial lagartería,
hacen que los efectos de las voces Señor Imputado o Señor Procesado sean
mayores en la ego-identidad del propietario del partido-secta, el Centro
Democrático.
Los efectos
de esos pinchazos a la ego-identidad del expresidente se acrecientan por la
condición de mujer de la juez. No debe ser fácil para el reconocido procesado tener
que soportar que una juez-mujer le interrumpa, lo regañe y le ponga límites a
sus largas y amañadas intervenciones con las que pretende desvirtuar los hechos
y señalar que está acusado injustamente. El país sabe que el expresidente es un
macho cabrío acostumbrado a gritar, a “dar en la cara marica” y a imponer sus
ideas. Las prácticas machistas de Uribe brotan de la subcultura arriera a la
que pertenece el también caballista y domador de bestias.
Terminada la audiencia de hoy, la jueza negó la solicitud de nulidad presentada por la defensa del Gran Imputado. Así las cosas, Uribe en adelante será llamado por la jueza 44 como Señor Acusado o simplemente, el Acusado. Los colombianos también podrán usar esa misma denominación.
Al humillante,
pero merecido escenario al que está sometido el Gran Acusado se suma un hecho que puede resultar siendo una simple curiosidad: el apellido Heredia significa “pureza, sabiduría, amor y que eres
un tanto pacifista”. Es decir, todo lo contrario al talante del procesado de
marras.
Imagen tomada de EL ESPECTADOR
Es un gran Imputado, no se diga más de este ego Asesino, que se creyó un señor!!!
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