sábado, 23 de septiembre de 2023

SIN BALAS, LOS FUSILES DE LAS DISIDENCIAS NO SIRVEN PARA NADA

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Si el ataque dinamitero contra la estación de policía del corregimiento de Potrerito (Jamundí, Valle del Cauca) obedece a la recuperación que el Estado viene haciendo de territorios que estuvieron por largo tiempo bajo el dominio de las disidencias de las Farc, entonces, la tarea de reducir la operación de los subversivos sigue presentando fallas. Y quizás se está fallando en la tarea más importante: cerrarles las rutas de abastecimiento de armas, municiones y material de guerra, incluido la dinamita, el C4 o indugel, usados en los atentados como los ocurridos en los últimos días en el Cauca y el sur del Valle del Cauca.

Se aplaude la estrategia de golpear las finanzas ilegales de estas estructuras residuales, pero se echa de menos acciones logísticas conducentes a quitarle a esas guerrillas la única herramienta que les permite justificar a estas mismas y al gobierno, un proceso de paz: la posesión de armas.

El Estado, con sus fuerzas armadas, lleva más de 50 años combatiendo militarmente a las guerrillas, sin consolidar mecanismos de inteligencia cuyo objetivo sea golpear las redes de distribución de pertrechos militares, incluidas por supuesto, las municiones, y el material con el que se hace mantenimiento a las armas. Es apenas lógico pensar que los fusiles sin balas, no sirven para nada. 

Durante los tiempos de la tenebrosa política de seguridad democrática, el Ejército enfiló baterías hacia las actividades logísticas de las Farc-Ep, con las que esa guerrilla aseguraba la alimentación de sus frentes, la circulación de medicinas, como, por ejemplo, para combatir la leishmaniasis producida por el mosquito pito e incluso, la llegada de toallas higiénicas para las mujeres guerrilleras. Por aquella época se logró poner en calzas prietas a las guerrillas en lo que tiene que ver con las toallas higiénicas y en particular, con los medicamentos para que ellos trataran a los enfermos que el pito les iba dejando.

De la misma manera como en aquella época se afectó la logística fariana, lo mismo hay que hacer con las redes de distribución de municiones de las violentas disidencias. ¿Qué es lo que pasa en este aspecto? ¿Hay acaso agentes privados e incluso estatales que le entregan con relativa facilidad las municiones para los fusiles con los que atacan patrullas policiales y militares? ¿Hay redes internacionales que a través de las fronteras pasan las balas que las disidencias de necesitan? Si, muy bien por golpear las finanzas ilegales con las disidencias insisten en su anacrónica lucha armada, pero no se les está golpeando realmente donde es.




 Imagen tomada de France24

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