Por Germán
Ayala Osorio
Insisten los periodistas de Blu
Radio en priorizar las formas, que el fondo. En particular, el inefable Néstor
Morales, quien casi todos los días deja claro que sigue una agenda política de
la mano de la línea editorial anti-gobierno de su programa radial.
Parte de la mañana de hoy la
dedicaron a criticar al presidente Petro por lo dicho en la “Cumbre de los
Pueblos” en Bruselas, Bélgica. En ese escenario, Petro dijo lo siguiente: “En
realidad, yo no sabría decirles si es preferible apoyar a Estados Unidos o a
Rusia. Me parece que es lo mismo. Me parece que en el juego de la política
mundial realmente no tenemos alternativas sociales”.
Se rasgaron las vestiduras los
colegas de Blu Radio al tratar de hacer diferencias entre la invasión de Rusia
a Ucrania con las perpetradas en otros momentos por los Estados Unidos a Panamá,
Irak o Afganistán. Sus disquisiciones se movieron entre ubicar al presidente en
el Movimiento de Los Alineados, recordando al entonces presidente Samper
Pizano, pasando por alusiones a lo vivido en el marco de la Guerra Fría. Incluso,
hablaron de un Petro “nostálgico” de las circunstancias de ese mundo bipolar. Por
supuesto, también advirtieron de los efectos negativos que, según ellos, produciría
lo expresado por el presidente, a las relaciones con los Estados Unidos.
Insisto en que varios de los
periodistas de Blu Radio prefieren ver las formas y no el trasfondo de los asuntos.
Petro no es que esté jugando a ser neutral y mucho menos a poner en riesgo las relaciones
diplomáticas y comerciales con los Estados Unidos. Su discurso constituye un llamado
a la defensa de las soberanías de los Estados, de la vida, el respeto de los
derechos humanos y en general, a que la guerra dejó de ser un asunto estrictamente
político, para convertirse en un negocio más del capital.
Lo que sucede es que los periodistas
colombianos se acostumbraron a ver y escuchar a los presidentes colombianos con
miedo de criticar las acciones bélicas de los Estados Unidos. Mandatarios
sumisos como Pastrana, Uribe y el infantil de Iván Duque, supieron guardar
silencio ante las acciones de guerra de los gringos, porque jamás quisieron asumir
algún tipo de liderazgo internacional en torno a temas sensibles como las
guerras e incluso, en asuntos calves hoy como las crisis climáticas.
En el fondo, lo que critica Petro
es la hipocresía con la que varios países de Occidente, incluidos medios de comunicación
como CNN y sus espejos colombianos, como RCN, Caracol y programas como Blu Radio,
atacan lo que hacen China y Rusia, pero aplauden en silencio las invasiones de
los Estados Unidos a Panamá, Granada, Irak y Afganistán.
Al final, lo que le debe quedar
claro a los oyentes y lectores es que haga lo que haga Petro o diga lo que
diga, siempre será medido por periodistas y analistas que priorizan las formas,
para evitarse el ejercicio de comprender los complejos trasfondos de un sistema
mundo capitalista que tiene en la guerra y en la producción de narcóticos a los
negocios con los que el gran capital trata de ocultar la crisis ética y moral
del capitalismo salvaje.
Imagen tomada de Infobae.
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