lunes, 15 de septiembre de 2025

TRUMP DESCERTIFICÓ A COLOMBIA (I)

 

Por Germán Ayala Osorio 


Sin conocerse aún el pronunciamiento oficial de la Casa Blanca, el presidente Petro informó que Estados Unidos descertificó al país, aunque sin sanciones. Estamos sin duda alguna ante un golpe político y moral del "principal aliado y socio comercial" de Colombia, que tiene por lo menos tres lecturas: la primera, que Trump entra a jugar duro en las elecciones de 2026 como aliado de la derecha uribizada; la segunda, el gringo le envía un mensaje al candidato presidencial que finalmente prometa continuar con el proyecto político progresista, incluida las maneras de afrontar la fallida lucha antidrogas: la extensión de la descertificación está garantizada si resulta electo. Y la tercera, se trata de una inamistosa y cuestionable decisión que hace retroceder las relaciones entre Bogotá y Washington a los aciagos años 90 y en particular a las sostenidas con  el gobierno de Ernesto Samper Pizano. Cada una de esas lecturas tiene unos desarrollos que a continuación presento:

La descertificación al país constituye un espaldarazo a la derecha colombiana que cuestiona la dignidad con la que el gobierno Petro quiso reconstruir las relaciones con los Estados Unidos. Y es así porque  el sometimiento de los mandatarios anteriores a los caprichos de las autoridades estadounidenses históricamente se asumió como una condición natural. De allí que para mandatarios como Uribe, Pastrana, Santos y Duque comportarse como cipayos no les demandó ningún esfuerzo. Les salía natural. 

Así las cosas, los precandidatos y finalmente los candidatos presidenciales de la derecha ya deben estar alistándose para gritar  "vamos a recuperar la relación con los Estados Unidos" prometiendo abrir más bases militares como ya lo hizo Paloma Valencia, de volver al uso indiscriminado del glifosato para acabar con los cultivos de pan coger y por supuesto perseguir al campesinado que cultiva la mata de coca obligado por los grupos al margen de la ley. Volver a la aspersión y a la forzada erradicación de los cultivos de uso ilícito guarda el doble propósito de criminalizar al campesinado y echar para atrás la incipiente reforma agraria del gobierno Petro. 

Con la descertificación a Colombia en su lucha contra las drogas, el gobierno del convicto presidente de los Estados Unidos acaba de poner a la administración Petro en el mismo nivel de inmoralidad y de ilegitimidad que en su momento Bill Clinton puso al gobierno de Ernesto Samper Pizano por haber sido elegido con los dineros del cartel de Cali. Al "Samperizar" las relaciones con Washington, el gobierno republicano de Donald Trump pone al jefe del Estado colombiano en el mismo nivel de animosidad que se profesa desde la tierra del Tío Sam hacia presidentes como Nicolás Maduro Moros y Lula Da Silva. 

De acuerdo con lo que trascendió desde la Casa de Nariño la descertificación llegaría sin sanciones políticas. Petro señaló: "La descertificación no implica sanciones, hasta ahora no es oficial, pero sale así, sin sanciones. Vamos a medir el efecto. Esto tiene implicaciones, porque los Estados Unidos han dicho que todo lo que hicimos, incluidos los 13 policías muertos en Amalfi, se acabó eso”. 

Si los Estados Unidos logra incidir en las elecciones de 2026 y poner en la Casa de Nariño a cualquiera de los cipayos que saldrán a gritar a voz en cuello que están dispuestos a cumplir con lo ordenado por Washington, el país regresará a los tiempos del Plan Colombia, Plan Patriota y su naturalización con la política de seguridad democrática. Al final, volverán los masivos desplazamientos de campesinos, marchas de cocaleros y la respuesta militar del Estado. En materia económica, cesará la persecución a los narcos que de tiempo atrás siempre tuvieron relaciones con agentes económicos y políticos de la sociedad civil. Y no volveremos a escuchar a "empresarios del campo" decir que "el gobierno no está dejando trabajar" en alusión directa al presidente Petro. Volverá el contrabando y las otras mafias legitimadas por la crema y nata de la sociedad colombiana. "Hay personas ligadas al narcotráfico que habrían hecho 'lobby' en EE. UU. para que Colombia fuera descertificada”, señaló el jefe del Estado colombiano. 


Imagen tomada de El Tiempo. 

domingo, 14 de septiembre de 2025

VUELTA A ESPAÑA, PROTESTAS PRO PALESTINA Y EL SUPERHOMBRE

 

Por Germán Ayala Osorio 


La suspensión de la última etapa de la Vuelta a España por culpa de los manifestantes que protestan por el genocidio israelí en Gaza constituye un hecho político que además de efectista, pone de presente que dicha acción colectiva se da en el espacio público, en las calles, en las que suelen rodar los ciclistas en carreras grandes como la ibérica, el Giro de Italia y el Tour de Francia. Ese no es un asunto menor, aunque no es el tema central de esta columna. 

Ahora, más allá de las molestias y los efectos económicos y políticos de dicha acción colectiva, hay que advertir que el ciclismo de alta competencia y el genocidio perpetrado por Israel en Gaza comparten elementos clave en la historia de la humanidad: la superación de los límites de la finita y aviesa condición humana y las sempiternas luchas étnico raciales. Mientras que el ciclismo y otras disciplinas deportivas le apuntan a la construcción del "superhombre", Netanyahu y su ejército sionista hacen lo propio basados en la idea y principio que señala que los miembros del pueblo judío hacen parte de una "raza superior". Hace poco la precandidata presidencial por el Centro Democrático, Paloma Valencia expresó su adoración y respaldo al pueblo judío al que calificó como "superior en todo". Justamente, ese tipo de posturas son las que alimentan la particular lucha étnico-racial que vivimos en Colombia entre quienes se creen "blancos, arios" y las comunidades y pueblos ancestrales. 

En el desempeño de ciclistas, tenistas y otros deportistas de alto rendimiento aparecen jugando a las escondidas las farmacéuticas, los laboratorios, la biotecnología, la ciencia médica y deportiva y los dispositivos y la institucionalidad anti dopaje, sin olvidar por un solo momento la idea del "superhombre" que los anima a seguir inventando medicamentos, suplementos alimenticios y tratamientos para lograr el sorprendente desempeño de figuras como Vingegaard, Pogacar y Primoz Roglic asumidos por expertos como "superdotados" fruto de <<una superselección natural>> de los individuos, que sometidos a "condiciones extraordinarias de entrenamiento y alimentación puedan llegar a superar sus límites" (tomado de El Espectador). Pocos son los ciclistas nacidos en el Sur Global que puedan llegar a hacer parte del corto listado de esos hombres superdotados (arios) capaces de romper cronómetros y coronar las más empinadas cumbres europeas superando por minutos e incluso por  horas a sus rivales. 

De la misma manera como aquellos ciclistas son hijos de una "superselección natural", el pueblo judío que aplaude el genocidio en Gaza lo hace porque cree a pie juntillas que son el "elegido" por Dios, lo que les permite y casi que obliga querer borrar del mapa a los palestinos porque son seres inferiores, de piel opaca e infieles. 

Quizás las prácticas genocidas en Gaza y las actividades de formación de los ciclistas de élite terminen confluyendo en la idea de agentes científicos y políticos  de crear un ser humano superdotado, bello y blanco. A lo mejor las grandes vueltas a España, Francia e Italia y el genocidio en Gaza sirven de  "laboratorios" en los que esa idea del superhombre se va haciendo realidad. 




Foto tomada de la red X. 

EL "QUINTETO FASCISTA" EN COLOMBIA

 

Por Germán Ayala Osorio 


Mientras el fascismo hace sus demostraciones de fuerza en la franja de Gaza, asesinando niños, niñas y mujeres palestinas de la mano del ejército de Israel y en los Estados Unidos persigue y expulsa a migrantes latinos y estigmatiza a las poblaciones afro y LGTBI+, en Colombia parece estarse consolidando lo que bien se puede llamar el "Quinteto fascista" del que harían parte los precandidatos presidenciales uribizados Abelardo de la Espriella, Santiago Botero y Juan Carlos Pinzón, el expresidente Uribe y el exvicepresidente Germán Vargas Lleras. Y por supuesto, los agentes gremiales que no están dispuestos a soportar cuatro años más sin beneficiarse de la "puerta giratoria" que siempre operó entre los gremios económicos y los gobiernos anteriores. Esa viudez de poder los tiene realmente fastidiados. 

Hace ya casi un año el  eterno candidato presidencial Germán Vargas Lleras espetó lo siguiente: "...envío un mensaje clarísimo de unidad a todos los dirigentes que hoy se encuentran en la oposición o que comparten nuestras preocupaciones, tenemos que llegar unidos con una candidatura única a la Presidencia de la República...". El diario El Espectador registró la eventual alianza entre las dos prominentes figuras de la ultraderecha colombiana y consagrados neoliberales que saben muy bien qué es eso de capturar el Estado para el beneficio de unos pocos. El titular es claro y genera miedo: Uribe y Vargas cocinan fórmula electoral para atajar reelección del proyecto petrista. 

Varias de las consignas lanzadas por estos y otros miembros de la derecha colombiana, como "vamos a recuperar el país", "hay que frenar al neocomunismo", "destripar a la izquierda" y "dar balín" devienen con un tufillo fascista, fundado en sentimientos aporofóbicos, clasistas, racistas y en la profunda molestia -rabia- que les produce que el gobierno Petro esté entregando tierras al campesinado que tanto le costó perseguir, estigmatizar, asesinar y desplazar a las fuerzas paramilitares que en su momento cumplían con la tarea de "limpiar" los campos para ampliar el modelo agrario que le gusta a Uribe y a otros actores políticos y económicos: el de la gran plantación, los monocultivos de caña de azúcar y palma africana, la minería, legal e ilegal,  la agricultura sin campesinos, pero con siervos y la ganadería extensiva de baja producción para fines de especulación con el valor de la tierra. 

El miedo -verdadero terror- que ya expresan figuras públicas frente a la posibilidad de que la derecha recupere la Casa de Nariño en el 2026 se explica por la animadversión que genera en las huestes de la derecha uribizada todo lo que huela a reivindicación de los derechos de los más vulnerables, la protección de los ecosistemas naturales-históricos, los llamados de atención sobre los efectos del cambio climático y la desprivatización del Estado en los sectores de la salud y la energía eléctrica. El progresismo, para los más visibles agentes de las mesnadas uribistas es sinónimo neocomunismo, que no es otra cosa que el nuevo "coco" con el que asustan a incautos, ignorantes y en general a las audiencias que creen a pie juntillas lo que dicen los medios hegemónicos. 

Los integrantes del "Quinteto fascista" no se atreven a criticar lo sucedido en Gaza y en USA, pero parecen inspirarse en las figuras de Netanyahu y Trump para afianzar su proyecto antiprogresista. El objetivo es claro: regresarnos a los tiempos de la Seguridad Democrática, al Estado militarista "saca ojos", eso sí, afinando las estrategias y las formas para depurar étnica, periodística, cultural y políticamente a los sectores societales a los que Petro les devolvió las tierras, los reconoció identitariamente y les despertó la conciencia de clase con la que hoy creen entender y comprender de una mejor manera qué es eso de militar en la derecha.

Mientras el fascismo criollo de manera pragmática se congrega a pesar de los mutuos cuestionamientos éticos y morales entre sus más visibles figuras, las fuerzas progresistas y de la izquierda democrática se enredan en acuerdos políticos y programáticos y se tranzan en una lucha intestina en la que sobresalen los más ególatras. Parecen no comprender estos últimos que los cuatro años de Petro, con todo y errores, despertó en sectores populares urbanos y rurales la esperanza de superar un desarrollo económico que promueve la concentración de la riqueza en pocas manos, somete a la Naturaleza a procesos de transformación insostenibles y afianza la operación de un Estado que además de militarista, actúa bajo los parámetros que impone el ya naturalizado ethos mafioso que distingue a la derecha  con el que auspició la corrupción público-privada en el sistema de salud y lo que es peor, en el mundo castrense. 

De triunfar la derecha en el 2026, no se puede descartar que reaparezcan los paramilitares para echar para atrás la valerosa pero incipiente reforma agraria que viene impulsando Petro. No habrá fuerza pública para defender a los campesinos que hoy siembran comida en sus parcelas, pues lo primero que hará la derecha de regresar a la Casa de Nari es hacer una purga en el Ejército y la Policía y por esa vía regresarnos a la doctrina del enemigo interno, extendida por supuesto al campesinado y a todo aquel que se atreva a exigir el cumplimiento de sus derechos. 



URIBE Y VARGAS LLERAS JUNTOS - Búsqueda Imágenes

sábado, 13 de septiembre de 2025

PETRO Y SUS PARTICULARES ALOCUCIONES

 

Por Germán Ayala Osorio


Ventilar en alocuciones el sistemático manejo fraudulento de los recursos de la salud aleja a Gustavo Petro de la cofradía que de forma natural aparece entre los presidentes de la República que suelen cuidar la imagen del régimen de poder, lo que no es otra cosa que mantener ocultas las finas relaciones políticas que se tejen para garantizar la captura mafiosa de los recursos del Estado para el aprovechamiento de la élite cuyos intereses saben muy bien representar, mantener y extender en el tiempo los jefes de Estado. 

Como presidente de la República, Petro toma temprana distancia del club de expresidentes que a pesar de contar con información privilegiada sobre cómo operan las disímiles mafias que manejan el Estado y sus recursos, jamás durante su ejercicio como mandatarios se atrevieron a contarle al país que la corrupción público-privada es un mal endémico en la sociedad colombiana. No les convenía poner en evidencia el pérfido sistema social, político y económico pues gracias a este alcanzaron el objetivo de "gobernar" a Colombia. 

Al ser simples instrumentos del tenebroso Establecimiento, los presidentes en Colombia están obligados a guardar silencio y a ser cómplices de la enquistada corrupción público-privada. Para el caso de la salud, Petro rompió ese naturalizado pacto de caballeros -cacorraje nacional, diría Carolina Sanín- para exponer a los miembros de las  juntas directivas de las EPS que, de acuerdo con lo denunciado por el presidente, se hicieron los de las gafas frente a la criminal y oprobiosa desviación de los recursos económicos girados al interior de un sistema de salud creado para garantizar el fraude y el enriquecimiento de agentes privados que encontraron en la Ley 100 del 93 el camino expedito para robar billonarios recursos y financiar campañas presidenciales y congresionales para mantener muy bien engrasado el sistema de corrupción. 

El sistema de aseguramiento en salud en Colombia funcionó como una rueda de la fortuna para los agentes privados a los que jamás les interesó cuidar la salud de los pacientes, mientras que para los usuarios se convirtió en un karma y en suplicio que terminó en el agravamiento de enfermedades y en la muerte de cientos de miles por el tardío agenciamiento de citas y procedimientos quirúrgicos. 

Hace bien el presidente Petro en denunciar en sus alocuciones lo que viene sucediendo con el perverso sistema de salud colombiano. Le corresponde a la Fiscalía, Contraloría y Procuraduría avanzar en sus investigaciones para dar con los responsables del desangre económico de las EPS (Empresas Para Saquear). Claro que no se puede esperar mucho de dichas entidades, permeadas por el clientelismo y la corrupción. 

Ya veremos en el 2026 cuán efectivas resultaron la más reciente alocución y las anteriores en las que Petro expuso a los responsables de la naturalización de la corrupción al interior del sistema de salud. Se da por descontado que la prensa hegemónica guardará silencio frente a lo expuesto por el presidente de la República. La historia dirá que Petro "traicionó" el pacto que todos los presidentes firman una vez inician su mandato y que se extiende a la condición de expresidentes. “Las EPS seguirán quebrándose. No las voy a salvar” es la prueba de esa "traición". Otro motivo más para que la élite tradicional lo odie por haberse negado a mantener oculto esos vergonzantes "pecados". 

Adenda: habrá cientos de pacientes víctimas de las EPS que seguirán creyendo el relato periodístico que indica que el sistema de salud colapsó por culpa de Petro. Esa misma narrativa señala que en gobiernos pasados jamás se instauraron tutelas contra las EPS y mucho menos hubo protestas y largas colas para reclamar medicamentos. 


Nota: en una anterior alocución  el presidente había denunciado la corrupción en las EPS: véase este video: 

https://www.youtube.com/watch?v=LlNK_wPwkXA




viernes, 12 de septiembre de 2025

FRASES CÉLEBRES DE URIBE, SANTOS Y DUQUE

 

Por Germán Ayala Osorio 

Los presidentes de la República suelen ser recordados por sus obras de gobierno, discursos, errores, frases célebres y algunos por conductas tipificadas como delitos en el código penal colombiano e incluso en normas internacionales. Hay expresiones que dicen mucho del origen de clase, de la personalidad y del lugar que saben que ocupan los mandatarios dentro de lo que se conoce como el Establecimiento y en sus deseos de entrar en la historia del país y quizás en la historia de la humanidad.  

El país no olvida tres sentencias que en disímiles coyunturas lanzaron Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos Calderón e Iván Duque Márquez. Se trata de frases que se volvieron de uso cotidiano en conversaciones callejeras e incluso en reuniones de trabajo: "otra pregunta, amigo", "ese tal paro agrario no existe" y "de qué me hablas viejo". Con pequeñas variaciones de contexto, las tres expresiones generan hoy hilaridad y motivan la escritura de columnas de opinión. Esta en particular va dirigida a un grupo de trabajo que se resiste a morir. Desde esta tribuna, exhorto a las muchachas a que sigan adelante: el periodismo las (nos) necesita. 

La frase espetada por Uribe, "otra pregunta, amigo" da cuenta de su carácter recio y violento, así como de  su desprecio por los periodistas que se atrevieron a confrontar sus ideas y decisiones políticas. El hoy condenado expresidente no usó el vocablo "amigo" para reconocer una relación de amistad con su entrevistado. Ese uso particular del término amigo está íntimamente conectado con dos objetivos: uno personal y coyuntural, que fue enmascarar su evidente molestia por los cuestionamientos hechos por los  periodistas y el segundo, institucional y gubernamental, con el que le apostó a disfrazar, disimular, ocultar y embozar los reales objetivos de la seguridad democrática vendida por él como una política de protección y de respeto de los derechos humanos de todos los colombianos, cuando en la práctica sirvió para propósitos innobles y poco democráticos. Los 6402 falsos positivos confirman el carácter engañoso con el que fue pensada y aplicada dicha política pública. 

La frase de Santos Calderón, "ese tal paro agrario no existe" puso en evidencia el grado de desconexión de la realidad social y económica que rodeó al paro agrario que Santos no reconoció en su momento. Con el tiempo el  expresidente admitió que esa sentencia obedeció a un error pues quiso decir que dicho "paro no era nacional porque estaba concentrado en pocos departamentos y en unos productos terminados". Como hijo de la rancia élite bogotana, la expresión de Santos Calderón resulta  genuina y fiel a su talante clasista y aporofóbico. No reconocer a ese Otro que protesta y reclama sus derechos es propio de quienes desde el privilegio y el pedigrí  saben que  es imposible generar una relación empática y asertiva con los "diferentes". 

Lo espetado por Iván Duque Márquez, el arrogante y perfumado pernoctante de la Casa de Nariño sirvió para que el país se diera cuenta del carácter fatuo de un hombre suertudo, lila y necio que se topó con la presidencia de la República de la misma manera como un niño se encuentra un muñeco en una piñata o en el mejor de los casos en la "cajita feliz" de McDonald's. "De qué me hablas viejo" es una respuesta irrespetuosa y cínica muy propia de chafarotes. Y claramente, Iván Duque, al evitar referirse a los menores víctimas del bombardeo, demostró su desprecio por la vida de la niñez reclutada forzadamente por las "guerrillas". 

Las tres frases aquí citadas comparten un mismo lugar de enunciación ancorado a la condición de presidentes, pero especialmente al desprecio que los tres mandatarios siempre sintieron por aquellos que se atrevieran a protestar, a cuestionar y a exigir respuestas a quienes asumieron el control del aparato estatal y lo hicieron operar bajo el siempre discutible principio de la "violencia legítima del Estado". 

Por supuesto que no podemos dejar de referirnos a varias frases emitidas por el actual presidente de la República, de las que hay que decir que no se acercan en lo más mínimo al talante engañoso, petulante y displicente de las expresiones de Uribe, Santos y Duque. Eso sí, algunas devienen violentas, agrias e hirientes, propias de quien cree que el país no avanza por culpa de una élite clasista, racista y aporofóbica que extraña a Duque, a Uribe y al propio Santos, a pesar de haber sacado adelante el proceso de paz con las Farc-Ep. Otras, por el contrario, dan cuenta de un político sincero, hijo del pueblo y genuino, elementos que le han asegurado el reconocimiento y el cariño de millones de colombianos que sienten cercano, por primera vez, a un presidente de la República. Veamos algunas de las sentencias espetadas por Petro: 

"Yo no digo groserías, pero quise decir una... mucho hp”

"Maldito el parlamentario que a través de las leyes destruye la prosperidad de su propia tierra, de su propio pueblo”

“Nosotros perdonamos, nosotros no odiamos a quienes nos torturaron y la prueba es, amigas y amigos congresistas, que aquí no hay nadie que pueda decir que el presidente de la República diera una orden al DAS, que haga sus veces, para interceptar comunicaciones de los congresistas de la oposición, acá no hay nadie que pueda decir que ‘Petro mandó a interceptar’”.

Yo logré perseguir al mayor contrabandista de Colombia (Diego Marín), que tenía profundos nexos con políticos de país, incluido un político antioqueños muy famoso, que llenaban esto de contrabando”.





jueves, 11 de septiembre de 2025

IVÁN CEPEDA PROPONE UNA "REVOLUCIÓN ÉTICA"

 

Por Germán Ayala Osorio 


Desde esta Tribuna he venido insistiendo en que el país necesita embarcarse en una "revolución cultural" que nos permita como Estado y sociedad avanzar hacia estadios de modernidad y civilidad. Una revolución de ese talante exige que proscribamos el ethos mafioso que se naturalizó entre el 2002 y el 2010 y cambiemos sustancialmente las relaciones entre nosotros y las establecidas con la Naturaleza, sometida esa última a un desarrollo económico sistémicamente insostenible. 

Resulta esperanzador y placentero escuchar por primera vez en esta campaña electoral a un político hablar de una "revolución ética que nos lleve a una nueva cultura política y social". Lo hizo el precandidato presidencial del Pacto Histórico, Iván Cepeda Castro, quien se erige como un referente ético y moral en una sociedad que deviene confundida en estos fundantes y claves elementos de la vida humana. 

Por supuesto que esa propuesta, por ahora gaseosa igual a la de hacer una "revolución cultural", requiere de un desarrollo conceptual y si se quiere de su escritura bajo las condiciones propias de un ensayo filosófico. Y que lo lean y relean todos los convencidos de que el país necesita con urgencia de esa revolución ética que, una vez lograda, nos llevará a los estadios civilizatorios que no hemos podido llegar por culpa del ethos mafioso, pero sobre todo por la mezquindad, ruindad y estolidez de quienes desde el ejercicio del poder político y económico convirtieron a Colombia en una moderna "cueva de Rolando" en la que la ética deviene acomodaticia y la inmoralidad es el faro que guía a sus líderes políticos, periodistas, militares, rectores de universidades, académicos y estudiantes. 

Una vez logrado ese texto fundante, la planteada y soñada "revolución ética" deberá convertirse en un propósito individual y colectivo para luego consolidarse como una apuesta institucional y societal que venza las resistencias y obstáculos que ya tiene la sagaz y efectista  propuesta del senador Cepeda. Los principales opositores a esa "revolución ética" son, de tiempo atrás, los referentes de éxito y felicidad de cientos de miles de colombianos: traquetos y sus modelos, empresarios corruptos y políticos torcidos que se pavonean por las cabinas de radio y otras instalaciones periodísticas para legitimar el ethos mafioso. 

Bien por Cepeda por poner al país a hablar de esa urgente "revolución ética" en medio de la polarización política y crispación ideológica que desde el 2016 padecemos como sociedad. No creo que sea recogida ni por la fantasmal Comisión de Sabios, ni por las universidades y mucho menos por los agentes del Establecimiento responsables de la crisis y confusión moral y ética que arrastramos como colectivo. Quizás se necesite caer más bajo para poder comprender que necesitamos de esa revolución. 

La revolución ética de la que habla Cepeda está ancorada a la verdad, pero especialmente al papel de las víctimas del Estado y de sus criminales agentes. Esto dice el senador: "...el poder de la verdad que poseen las víctimas es indispensable. Son ellas quienes, a través de su testimonio, su resistencia y su dignidad, nos devuelven la capacidad de sentir, de pensar y de actuar éticamente. Son quienes pueden reactivar la conciencia colectiva, poner en evidencia la verdad silenciada y, sobre todo, recordarnos que la vida humana jamás debe ser negociable. Esa es la semilla de la revolución ética que necesitamos: una transformación que no solo repudie la deshumanización, sino que también reencuentre el sentido profundo de nuestra humanidad compartida. El poder de la verdad de las víctimas no solo es capaz de derrotar la ignominia de la impunidad, hacer que la sociedad salga del letargo de la banalidad del mal, revivir la existencia de quienes fueron asesinados y desaparecidos, instaurar la memoria de los sufrimientos pero también de las luchas y conquistas que implicó su sacrificio; desenmascarar a los poderosos determinadores de los peores crímenes, sino que además puede llevar a una nación dividida por décadas de odio y violencia, como la nuestra, a la reconciliación y a la paz"

Quizás haya que recordar que si algo ha generado molestia y odio en sectores específicos de la sociedad es la búsqueda de la verdad. La animadversión hacia la JEP y a las víctimas de los falsos positivos y otros crímenes de Estado es el alimento ético y moral de quienes serán los primeros en oponerse a que ese propósito del senador sea concebido siquiera como una remota posibilidad de cambio. ¿Para qué cambiar el sistema cultural que a esos enemigos de la verdad les ha funcionado por tanto tiempo?

Mientras que Cepeda habla de "revolución ética", hay precandidatos presidenciales que proponen dar balín, de restablecer relaciones con el genocida Estado de Israel y seguir hincados ante el estólido convicto que hoy dirige los destinos de los Estados Unidos. Y lo que es peor: hay millones de colombianos convencidos de que esas acciones y decisiones son ética y moralmente correctas porque lo que el país y el mundo necesitan  es de una pureza étnica como fuente de la eticidad y de la inmoralidad de quienes gozan y hacen negocio con la muerte y la destrucción de los ecosistemas naturales. Termino con lo que dijo en su momento Eduardo Galeano sobre las guerras: 

"Las guerras mienten. Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar “Yo mato para robar”. Las guerras siempre invocan nobles motivos. Matan en nombre de la paz, en nombre de Dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia. Y si por las dudas, si tanta mentira no alcanzara, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero. En Rey Lear, Shakespeare había escrito que “en este mundo, los locos conducen a los ciegos”. Y cuatro siglos después, los amos del mundo son locos enamorados de la muerte, que han convertido el mundo en un lugar donde cada minuto mueren de hambre o de enfermedad curable 10 niños, y cada minuto se gastan tres millones de dólares, tres millones de dólares por minuto en la industria militar, que es una fábrica de muerte...". 


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miércoles, 10 de septiembre de 2025

PRIMER "DEBATE" ENTRE CAROLINA CORCHO Y PALOMA VALENCIA

 

Por Germán Ayala Osorio 


La participación de las precandidatas presidenciales Carolina Corcho Mejía y Paloma Valencia Laserna en el Conversatorio Académico Seguridad Multidimensional global y visión estratégica de su impacto en Colombia en el 2026 organizado por la universidad Militar Nueva Granada dejó  claridades en torno a los proyectos políticos que cada una defiende. No se trató de un debate propiamente dicho, pero por momentos se cruzaron pullas que sirvieron para ahondar las distancias ideológicas y políticas que existen entre dos disímiles e irreconciliables formas de entender el papel del Estado y la construcción de la República. Por momentos el auditorio parecía "calentarse" por un mayor respaldo a las ideas de la exministra. 

Valencia Laserna llegó tarde al auditorio con una presentación en power point en la que expuso conceptos como desarrollo, bienestar y libertad, entre otros. Me hizo pensar en que su intervención tendría un carácter académico en consonancia con el escenario universitario, pero no fue así. Además de no abordar sistémicamente el tema del evento, dedicó gran parte del tiempo asignado por los organizadores a criticar al gobierno Petro. 

La senadora Valencia expuso ante los estudiantes, profesores y las audiencias que se conectaron a la transmisión su pobreza conceptual y discursiva a pesar de haber estudiado derecho y filosofía en la Universidad de los Andes. Su discurso fragmentado y lleno de lugares comunes compagina muy bien con sus ideas políticas claramente atadas al ideario de una derecha que defiende al viejo Establecimiento, esto es, las correlaciones de fuerza sobre las que opera el modelo de Estado y de sociedad en Colombia, con todo y taras  civilizatorias . Taras como el ethos mafioso que se naturalizó en el país entre el 2002 y el 2010, así como el racismo, el clasismo y la aporofobia con las que las audiencias identifican a las "tigresas" de Uribe: Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Paola Holguín. 

En temas como las relaciones con Venezuela y la violencia étnica-cultural en Gaza, la senadora del Centro Democrático se plantó en el discurso moralizante con el que la derecha uribizada suele asumir y negar la complejidad tanto de los problemas fronterizos binacionales con el vecino país y la crisis humanitaria desatada por el Estado de Israel en la franja de Gaza. Mientras que Corcho habló de no respaldar jamás las prácticas genocidas del ejército sionista al mando del criminal de Benjamín Netanyahu, Valencia Laserna expresó su adoración y respaldo al pueblo judío al que calificó como "superior en todo". El solo hecho de negarse a calificar como genocidio lo que está haciendo Israel en contra del pueblo palestino ubica a Valencia en un avieso plano moral superior que le facilita expresar su desprecio por las comunidades afros, campesinos e indígenas de su propio país. No olvidemos su propuesta de "dividir el Cauca entre indígenas y mestizos". La actitud pro gringa de Valencia quedó confirmada al decir que instalaría una base militar de los Estados Unidos en el Catatumbo. 

En lo que respecta a la presentación de la exministra Corcho, señalo que estuvo mejor estructurada, lo que permitió mantener un hilo conductor y los elementos básicos en la escritura de un ensayo: Introducción, Desarrollo y Conclusión (IDC). Así las cosas, Corcho exhibió un sólido perfil académico, sin rayar en una presentación incomprensible para los públicos. En el manejo del espacio y del auditorio la exministra mostró seguridad y cancha.

Corcho Mejía es lejos mejor candidata que Valencia Laserna. Y no solo por el discurso humanista y el soporte conceptual, sino por el lugar de enunciación: la exministra de Salud no habla desde el privilegio, sino desde la defensa de los derechos humanos consagrados en la Carta Política de 1991. Qué bueno sería ver un "debate" entre María Fernanda Cabal y Carolina Corcho. Felicitaciones a la universidad Militar Nueva Granada por la organización del conversatorio. 




Imagen tomada de la red X. 


martes, 9 de septiembre de 2025

EDER Y FICO GUTIÉRREZ Y SUS RUIDOSOS VIAJES A USA

 

Por Germán Ayala Osorio 


El viaje a los Estados Unidos de los alcaldes de Medellín y Cali, Federico Gutiérrez y Alejandro Eder deviene con un inocultable tufillo anti Petro y proyanqui, muy propio de agentes de la derecha que aplauden, justifican o validan en silencio la inamistosa, criminal y burda política exterior del convicto presidente Donald Trump, que incluye la amenaza militar contra Venezuela, el apoyo a Israel para que aniquile al pueblo palestino en Gaza y por supuesto el chantaje económico y político con el que viene manejando las relaciones comerciales con todo el mundo. 

Más allá de si el desplazamiento de los burgomaestres hacia la tierra del Tío Sam constituye o no una usurpación de las funciones del presidente de la República, la ruidosa e inoportuna visita hace pensar que los mandatarios locales estarían deseosos de que el gobierno Trump descertifique a Colombia en su lucha contra el narcotráfico pensando en que esa medida afecta directamente a Petro y favorece electoralmente a la derecha uribizada que los dos representan. Si finalmente los gringos cometen el garrafal error de descertificar al país, entonces los viajes de Eder y "Fico" se entenderían como poco efectivos; por el contrario, si USA reconoce como positiva la política antidrogas ejecutada por Petro, la estolidez con la que vienen manejando las relaciones con el presidente de la República los dos alcaldes les permitiría salir a los medios a decir que "gracias a sus gestiones" el país logró la certificación. 

Esa actitud sumisa y abyecta de Eder y Gutiérrez es propia de cipayos. Por haber nacido en USA, Eder estaría "disculpado", aunque se esperaría que asumiera una actitud por lo menos respetuosa con el país en el que goza de todos los privilegios y del poder que le otorga ser hijo de terratenientes y propietarios de ingenios azucareros que de acuerdo con denuncias de la Contraloría General de la República se habrían apropiado de baldíos en la altillanura. En el caso del "criollo" antioqueño, su evidente estulticia no le permite comprender que en la historia de las relaciones bilaterales entre USA y Colombia la indignidad de los anteriores jefes del Estado hacen ver a Petro como un insensato, cuando lo que está haciendo como presidente de la República y como ser humano es protestar por la actitud hostil, militarista y deshumanizante del gobierno americano.  

Resulta muy difícil para Eder y Fico Gutiérrez despojarse de las "rodilleras" como buenos lacayos que son. Con aquellas se hincan ante el poder de los agentes gringos que insisten en hacernos creer que ellos luchan contra el narcotráfico, cuando todos los días dan muestras claras de que lo único que les interesa controlar son las ganancias que deja la comercialización de las drogas ilícitas que circulan por su territorio, con la ayuda, por supuesto, de gobiernos como los de Pastrana, Uribe, Santos y el inefable de Iván Duque Márquez que siempre estuvieron dispuestos a dejarse imponer condiciones que no pusieran en riesgo la viabilidad del negocio. Eso de atacar las relaciones mafiosas entre traquetos y clase política no es de buen recibo en los Estados Unidos. 

Además de su actitud proyanqui, los dos alcaldes comparten que sus ciudades atraviesan por una compleja coyuntura social. En las dos urbes son cotidianas las balaceras, los secuestros, atracos a mano armada, la prostitución a cielo abierto; huecos en las vías y semáforos en mal estado. Sus gestiones para afrontar esos graves problemas resultan hasta el momento ineficientes e ineficaces. Ojalá el paseo por "Gringolandia" les sirva para recapacitar y evaluar sus pésimas administraciones. 


Adenda: en lugar de insistir en el estribillo "vamos a recuperar a Cali", Eder debería de apostarle a repetir este otro: "vamos a actuar con dignidad". 


eder y fico viajaron a los Estados Unidos - Búsqueda Imágenes

IVÁN CEPEDA NO MORDIÓ EL ANZUELO ENVENENADO QUE LE PUSIERON EN "LOS DANIELES"

 

Por Germán Ayala Osorio 


En reciente entrevista con Los Danieles, el precandidato presidencial Iván Cepeda Castro rechazó la tramposa, farandulera y ridícula invitación que le hiciere la abogada y columnista Ana Bejarano, miembro del equipo periodístico del que hacen parte Daniel Samper Pizano y su hijo, el bufón, Daniel Samper Ospina y Daniel Coronell. Bejarano lanzó la siguiente trampa periodística: invitó a  Cepeda a que "definiera" en una palabra o en una frase a precandidatos presidenciales de un corto listado que la abogada tenía preparado. Cepeda no accedió a la pretensión de la columnista, quien reaccionó sorprendida ante la negativa del precandidato del Pacto Histórico y dejó ver que su intención con el ejercicio era aportar al ya enrarecido y violento ambiente electoral que el país respira.

Luego, Bejarano se vio un tanto avergonzada -a pesar de su risa nerviosa- por la negativa de su entrevistado y peor se sintió con el argumento que Cepeda le entregó a ella y a los Samper: "yo no quiero ese tipo de práctica, yo no quiero entrar en que la discusión pública que hagamos con los candidatos  y las candidatas giren en torno a esto que está girando. Entonces, seguramente si ese ejercicio se le propone a alguna de las personas que están en esa lista van a decir narcoguerrillero, narcotraficante o heredero de las Farc, yo no voy a hacer eso, ese ejercicio no lo voy a hacer, yo prefiero que saber qué propuestas han hecho...". 

Se trata de una práctica periodística muy propia de los programas de farándula en la que los entrevistados aceptan reducir la complejidad de un gobierno o la que rodea a un político a una palabra o frase. Y por supuesto que simplificar a una persona tiene la intención de provocar confrontaciones entre los precandidatos a través de titulares tendenciosos y escandalosos, porque muy seguramente los "calificados" por Cepeda serían invitados a Los Danieles para definir-reducir- a Cepeda a una palabra o frase. 

Cepeda, sin proponérselo, le dio una lección de periodismo y de manejo de asuntos públicos a la columnista y abogada, así como a los colegas periodistas e incluso a las figuras públicas que suelen ser llevadas a ese espacio periodístico llamado Los Danieles: tratar de reducir lo complejo a una frase o palabra constituye una práctica periodística irresponsable y absurda. Es común que en el periodismo se caiga en ese tipo de reduccionismos muy propios de la lógica informativa noticiosa que le da prioridad al escándalo para ganar likes con titulares tendenciosos y faranduleros. 

Ya bastante bajo cayeron Los Danieles con las payasadas y salidas en falso de Samper Ospina y su petrificada obsesión de atacar únicamente al presidente Petro, para que ahora Ana Bejarano quiera hacer y parecerse a Eva Rey con su patético programa Desnúdate con Eva. Ya es tiempo de que se tomen en serio el Periodismo y por esa vía respeten a las audiencias, todos los días sometidas a la desinformación de los medios hegemónicos y a los violentos ambientes de las redes sociales. 

Ojalá los demás precandidatos presidenciales y al final los que definitivamente resulten electos como candidatos únicos aprendan de Iván Cepeda y no accedan a la necia, boba y tonta práctica de tratar de reducir lo complejo a una palabra o frase. Bien por el aplomado y sereno precandidato por no haber mordido el anzuelo envenenado que le lanzó Ana Bejarano. 





lunes, 8 de septiembre de 2025

EL CENTAVO PAL PESO Y LA SELECCIÓN DE FÚTBOL

 

Por Germán Ayala Osorio 


"Siempre nos falta el centavo o cinco pal peso" es un refrán colombiano usado en conversaciones sobre gestas deportivas en las que las derrotas se asumían con el sino trágico que acompaña el adagio popular. En el fútbol en particular, dicho aforismo hizo carrera durante varias generaciones. Es posible que los jóvenes de hoy poco lo hayan escuchado en sus entornos sociales. 

Por cuenta del partido Colombia vs Bolivia, esa especie de máxima popular regresó en forma de campaña publicitaria de Bancolombia, patrocinador oficial de la Selección de Fútbol de Mayores. Por ser una entidad financiera, a sus directivas y creativos se les ocurrió no solo decir que el banco "pone el centavo para el peso", sino invitar a todos los colombianos a poner su grano de arena- otros centavos- para lograr la clasificación al Mundial de 2026 y de esa forma sepultar momentáneamente el viejo adagio que ya hibernaba entre las viejas generaciones que lo usaron para dar por terminada cualquier discusión en torno a las sufridas derrotas deportivas de las selecciones de fútbol de mayores.  

Lo que hizo Bancolombia fue desempolvar el viejo refrán y convertirlo en un imaginario colectivo que en los tiempos de las redes sociales se torne tan universal como la importancia de los Mundiales de Fútbol de Mayores. Si la campaña publicitaria fue pensada para acompañar a la Selección en el Mundial a realizarse en Estados Unidos, Canadá y México, ese dicho tan colombiano podrá volverse una marca de reconocimiento de eso de ser colombiano, como lo ha sido por tantos años la producción de café y cocaína y la admirada vida criminal de Pablo Emilio Escobar Gaviria. 

El texto de la campaña dice así: "alguien nos convenció de que siempre no falta el centavo pal peso, de creer más en la mala suerte que en la historia que se ha escrito con todo lo que hemos logrado. Más en el 'ya casi' que en el esfuerzo detrás 'de lo que hemos hecho'. Pero se acaba hoy. ¡Hoy!, todos ponemos ese centavo que faltaba, el de la fe, el de la suerte, el que suma al corazón de millones de colombianos, el centavo que hace salir las camisetas, que hace creer a las nuevas generaciones, que convierte cada gol en un grito que une al país, porque cuando un país cree, el destino también se suma. Para que esta nueva historia la escribamos todos". 

No se conoce a ciencia cierta en dónde nació y quién pronunció semejante sentencia con la que los colombianos intentan justificar la falta de jerarquía, preparación, convencimiento, disciplina y capacidad para vencer a equipos como Argentina y Brasil, sempiternos conquistadores de títulos y estrellas a nivel regional y mundial.  Como todo discurso publicitario, el de esta campaña deviene engañoso: "con todo lo que hemos logrado". La verdad es que a nivel de Selecciones de Mayores, Colombia no ha logrado mayor cosa. Más bien vivimos de triunfos morales como el 5 a 0 contra Argentina en el Monumental de Núñez. De la mano del discurso patriotero, la campaña Ponemos el centavo pal peso de Bancolombia insiste en la falaz idea de que el fútbol y que la Selección nos une en torno a los colores patrios. 

Lo curioso es que semejante esfuerzo publicitario se hizo sobre un partido fácil, dada la manifiesta debilidad del equipo boliviano. Pero la campaña se "justificaba" porque con la victoria se aseguraba la clasificación al campeonato mundial y por una razón deportiva: las últimas presentaciones del Seleccionado no fueron las mejores, de allí que la acción de desempolvar el adagio popular sirviera a dos propósitos: el primero, si quedaba aplazada la clasificación para el último partido contra Venezuela, el sentido de la campaña seguía vigente; y el segundo, lograr que "todos los colombianos" se sumaran para inhumar, momentáneamente, el refrán  con todo y el sino trágico que lo acompaña. 


NCOLOMBIA 3 BOLIVIA CERO , CLASIFICAMOS AL MUNDIAL - Búsqueda Imágenes

Nota: véase aquí el video: Bancolombia | Ponemos el centavo pal peso


domingo, 7 de septiembre de 2025

69 CANDIDATOS PRESIDENCIALES EN COLOMBIA

 

Por Germán Ayala Osorio 

En Colombia, como en otros países, la Política suele asumirse y operar como un negocio en el que afloran los intereses individuales y privados (legales e ilegales) con el objetivo único de capturar una o varias funciones públicas o al Estado en su conjunto. Finalmente y dadas las limitaciones del sistema productivo, el ejercicio de la política funciona como una bolsa de empleo que naturaliza el clientelismo y por tanto la corrupción público-privada. Al final, como dijo Pepe Mujica, "la eterna madre del acontecer humano (la política), quedó engrillada a la economía y el mercado", delegando el poder".  

Los cerca de 70 precandidatos presidenciales que ya inscribieron sus candidaturas ante la autoridad electoral confirman que la Política se asume como una enorme bolsa de empleo. Esa proliferación de aspirantes da cuenta de la crisis de los partidos políticos, así como del exagerado carácter garantista de un régimen electoral que contrasta con los problemas históricos de una democracia formal como la colombiana. Nuestra democracia deviene, además de procedimental y formal, bancarizada que no es otra cosa que la financiación interesada y perversa de las campañas por parte de los  banqueros y la apertura de cuentas bancarias y la entrega de las pólizas como garantía de seriedad de los movimientos por firmas o la de los aspirantes que de manera individual aspiren a llegar a un cargo de elección popular.

Por supuesto que en el listado hay políticos tradicionales (los llaman "profesionales") o conocidos por la opinión pública por haber cumplido funciones públicas en gobiernos pasados e incluso en el que ya está en camino de terminar. También hay otros nombres que terminan siendo el hazmerreir de muchos colombianos porque sueñan con llegar a la Casa de Nariño sin maquinaria electoral, pero sobre todo, sin un proyecto político claro. Aunque en esto último coinciden con varios aspirantes "profesionales" que  repiten el estribillo "vamos a recuperar a Colombia" o dicen tener ahora sí la solución a todos los problemas del país, la misma que jamás exhibieron cuando fueron ministros en pasadas administraciones. Por el contrario, esos mismos aspirantes presidenciales, cuando fungieron como ministros, se encargaron de agravar los problemas para los que dicen tener la solución.  

Mientras que hay colectividades que se preparan para definir en "primarias" sus candidat@as con aspirantes que no hacen parte de este largo listado, los medios masivos ni siquiera se tomarán la molestia de entrevistar a quienes insistirán hasta el final, a pesar de no contar con el músculo financiero y mucho menos con el apoyo político y la capacidad para negociar adhesiones que les signifique puestos burocráticos. Eso sí, cuando un medio periodístico decide "volverlos famosos" siempre lo hará con el ánimo de ridiculizarlos o mostrarlos como parte del "folklor electoral" de esa Colombia macondiana en la que cualquier homúnculo puede llegar al Solio de Bolívar. Bueno, ya el país sabe que cualquier pendejo puede llegar a la casa de gobierno. Andrés Pastrana Arango e Iván Duque Márquez fueron la prueba incontrastable de esa realidad política. 

Adenda: por más erótico que resulte el 69, ese número de aspirantes suena más a "prostitución" de la "eterna madre del acontecer humano". 


69 aspirantes presidenciales en colombia - Búsqueda Imágenes

MAURICIO LIZCANO ARANGO

LEONARDO HUERTA GUTIERREZ

JAIME ARAUJO RENTERIA

CLAUDIA NAYIBE LÓPEZ HERNÁNDEZ

JUAN DANIEL OVIEDO ARANGO

RICARDO PÉREZ GONZÁLEZ

ALVARO LEON PARDO CONTRERAS

JHON JAIR SEGURA TOLOZA

MARTHA VIVIANA BERNAL AMAYA

DAVID ANDRÉS LUNA SANCHEZ

JUAN PABLO GÓMEZ GUANCHA

JOSE ECCEHOMO GAMBA MARTÍNEZ

FABIO ANTONIO FORERO CHAVEZ

JUAN CARLOS TORRES NOGUERA

DANNY SEQUEDA BECERRA

RAUL SANTIAGO BOTERO JARAMILLO

ALBERTO LIZARAZO

CLAUDIA LORENA FERNANDEZ VALENCIA

CESAR AUGUSTO PINZÓN

JORGE IVÁN ROJAS

ERNESTO SÁNCHEZ HERRERA

NEYS SANTANA SARMIENTO JIMÉNEZ

SONDRA MACOLLINS GARVIN PINTO

JOHN EDISON MOSQUERA BLANCO

VICKY DÁVILA

DAGOBERTO SANTOYA PENA

PIERRE ONZAGA RAMIREZ

ESAU JACKSON PEÑA MATEO

JOSE DE JESÚS VARGAS VALENCIA

REYES MIGUEL PRETEL HERNANDEZ

ARMANDO VILLEGAS CENTENO

MAURICIO CÁRDENAS SANTAMARÍA

PEDRO PABLO DIAZ

JOSUE MARTINEZ ROMERO

DANIEL ANDRÉS PALACIOS MARTÍNEZ

HILMAR MARIO MORENO VILLARREAL

MIHALY FLANDORFFER

JUAN ESTEBAN TORO PARRA

ESTEFANIA ARENILLA GUERRA

LUZ MARIA ZAPATA ZAPATA

JOSE IGNACIO MARQUEZ DAZA

JUAN DE ZUBIRIA RAGO

RAFAEL ALONSO QUINTERO MORA

GERMAN ROJAS OLARTE

DUVAN FELIPE TORRES PEDRAZA

ABELARDO GABRIEL DE LA ESPRIELLAOTERO

JORGE ALBERTO BASTIDAS SPROCKEL

DIEGO FELIPE URREA VANEGAS

JORGE LUIS JAIMES PABON

WILFREDO PARDO HERRERA

ALEJANDRO TIQUIMIDAS FERNANDEZ

ADOLFO DAVID PIMIENTA MALDONADO

BRIGITTE NAYIBE CEBALLOS

ELIECER VILLA GIRALDO

VIENA LUCIA HERNANDEZ DIAZ

GUSTAVO MATAMOROS CAMACHO

FABIO TRUJILLO TORRES

JUAN CARLOS CÁRDENAS REY

HÉCTOR OLIMPO ESPINOSA OLIVER

ANIBAL GAVIRIA CORREA

JUAN GUILLERMO ZULUAGA CARDONA

LUIS GILBERTO MURILLO

LUIS MANUEL RIVAS PARRA

HERMES BOCANEGRA BARBOSA

HENRY HUMBERTO MARTÍNEZ SÁNCHEZ

FRANCISCO SOLÍS ENCISO CRUZ

EDYEE SAA CARABALI

ALEXANDER FRANCISCO HENAO OTÁLORA

JOSE JOAQUIN OSORIO RUIZ


viernes, 5 de septiembre de 2025

¿SE ATREVERÁ TRUMP A DESCERTIFICAR A COLOMBIA?

 

Por Germán Ayala Osorio 

El incómodo, ilegítimo, unilateral, arrogante e inamistoso mecanismo de la (des) certificación en la lucha contra las drogas con el que Estados Unidos amenaza a Colombia tiene al gobierno de Petro enviando comisiones de alto nivel para evitar el "castigo" que lo pondría en el mismo nivel de "inmoralidad" que llevó a los gringos a descertificar al gobierno de Ernesto Samper Pizano por los hechos que rodearon el escándalo del Proceso 8.000. No se puede descartar que la derecha colombiana esté haciendo lo propio con el claro objetivo de proponerle a la administración Trump que descertifique al país. 

Desde el mes de abril del año en curso se viene hablando de esa posibilidad que afectaría las ya tensas relaciones diplomáticas y políticas entre las dos naciones y por ende "calentaría" aún más el escenario electoral de 2026, en la medida en que la derecha lo usaría para insistir en la "validez" de su estribillo "vamos a recuperar el país", con el natural agregado, "y a recomponer las relaciones con nuestro principal socio comercial y aliado político". Con esta última idea, la derecha echaría para atrás todo lo que en materia de proyectos de infraestructura se haya echado a andar en el marco de la firma del memorando de entendimiento con China en el contexto de la Nueva Ruta de la Seda.

El Espectador sostiene que "a pocos días que la Casa Blanca comunique su decisión frente a la certificación de la política antidrogas de Colombia, desde la Casa de Nariño se alistan nuevos encuentros en Washington, Estados Unidos, en los que participarán miembros de la cúpula militar en un intento de obtener una respuesta favorable". 

Si la administración Trump opta por descertificar al país en su lucha contra las drogas, dicha decisión obedecería más a razones ideológicas atadas a la actitud megalómana del convicto presidente de los Estados Unidos, que a criterios "técnicos" asociados al incumplimiento de los objetivos que el gobierno Petro se trazó: golpear las finanzas de los narcotraficantes y sus relaciones con agentes estatales, en lugar de criminalizar a los campesinos que los grupos ilegales obligan a cultivar la mata de coca. 

Esa apuesta fue aceptada por Washington, de allí que una decisión negativa por parte del país del norte se explicaría por la actitud contestataria y cargada de una inusual dignidad de un presidente colombiano frente a asuntos como el trato criminal dado por Trump a los migrantes deportados, el genocidio en Gaza perpetrado por Israel y legitimado por los Estados Unidos y recientemente las acciones militares intimidantes y hostiles frente a las costas de Venezuela y la solidaridad del gobierno Petro con el régimen venezolano. 

Si finalmente USA descertifica a Colombia, las relaciones diplomáticas y los recursos económicos y la ayuda técnica se verían gravemente afectadas, hecho que favorecería electoralmente a la derecha colombiana y a las narcotraficantes gringos y colombianos, entre otros agentes que participan de la cadena de producción y distribución de toneladas de cocaína que entran a territorio norteamericano con la anuencia de autoridades de ese país. Descertificar al país alentaría a la administración Trump a tomar otra serie de medidas económicas y políticas con efectos políticos y electorales en Colombia que favorecerían a la derecha uribizada.  Ya veremos si el convicto de Donald Trump se atreve a descertificar al país en su lucha contra el narcotráfico y las rentas con las que se sostiene el sistema financiero colombiano y el nternacional. 



Foto: Ovidio Gonzalez S. Tomada de El Espectador.com 

jueves, 4 de septiembre de 2025

CORTE CONSTITUCIONAL DA ESTOCADA FINAL A LA FIESTA BRAVA

 

Por Germán Ayala Osorio 


La Corte Constitucional (CC)  dejó en firme la Ley 2385 de 2024, conocida como la Ley No Más Olé. Con esta decisión el alto tribunal traza el camino para que los sectores de poder asociados a la tauromaquia, corralejas, los coleos y peleas de gallo se animen a transitar hacia estadios civilizatorios a partir del cambio en las relaciones establecidas con los animales usados como objetos en aquellos grotescos espectáculos. 

La decisión de la CC debe leerse como un acto cultural y civilizatorio que, soportado en una ética ecológica biocéntrica, pone en crisis las relaciones de explotación y sometimiento establecidas entre los seres humanos y aquellos seres sintientes torturados en  corralejas y  en una fiesta brava que por años sirvió como lugar de enunciación de una élite clasista, violenta y mafiosa cuyos miembros jamás imaginaron que llegaría la prohibición al burdo espectáculo, validado por la cultura dominante. Todas estas bárbaras actividades daban cuenta de una sociedad culturalmente empobrecida por el discurso antropocentrista que por muchos años les dio un exagerado e insostenible ropaje cultural que hoy la Corte Constitucional les negó. 

Al correr y anular el velo de la culturalidad con el que los amantes de la tauromaquia defendieron su "derecho" a maltratar  a los toros de lidia, la CC les da la oportunidad para que se vayan instalando y poniendo a tono con los nuevos vientos que soplan de la mano de una ética biocéntrica y la consecuente revisión de las relaciones entre los animales humanos y los seres sintientes (animales no humanos). 

Las congresistas Esmeralda Hernández y Andrea Padilla son las más visibles figuras de todo el grupo de organizaciones y grupos sociales que vienen luchando por los derechos de los animales y en contra de la Fiesta Brava, las corralejas y otros espectáculos violentos en los que los seres humanos disfrutan viendo sufrir toros, gallos y perros. 

La reacción de la congresista-animalista Andrea Padilla no se hizo esperar. Esto dijo en su cuenta de X: "¡Bendita Corte Constitucional que hoy prohíbe las corralejas, las peleas de gallos y el coleo, además de las corridas de toros! ¡Persistiremos en la lucha contra las cabalgatas! #NoMasCrueldad #LeyAngel #JusticiaAnimal". 

La decisión del alto tribunal rompe la comunión entre la violencia contra los animales asumida por una élite privilegiada como una practica cultural y la inmoralidad de sus miembros que usaron por años el poder político y económico para imponer sus extravagantes gustos, cargados de clasismo y el morbo con el que disfrutaron de las sangrientas corridas de toros. Las corridas de toros, en particular las que solían realizarse en el marco de la Feria de Cali,  siempre estuvieron atadas a la presencia de traquetos exhibiendo a sus voluptuosas mujeres, sus enormes prótesis mamarias y cinturas esculpidas por talentosos cirujanos plásticos. De igual manera, la fiesta brava estuvo ancorada al poder político y económico de aquellos privilegiados que, alienados con la supremacía de la condición humana sobre los otros animales, sintientes, pero no hablantes, convirtieron el cruel espectáculo en una práctica cultural atávica. Unos y otros siempre compartieron las graderías de la plaza de Cañaveralejo.

Ahora solo queda que la sociedad en su conjunto acepte la invitación que hace la Corte con el histórico fallo para que empecemos a respetar la vida humana, lo que implica y exige hacer ajustes a las maneras como se asumen el poder y el ejercicio de la política, así como de las ideas políticas con las que hemos aceptado la captura mafiosa del Estado para el disfrute de los amantes de la tauromaquia y de otras violentas y anacrónicas actividades humanas. 


corridas de toros en Colombia - Búsqueda Imágenes

Adenda: sugiero ver estas otras columnas: 

1. LA OTRA TRIBUNA: CAYÓ EL "MAESTRO" CÉSAR RINCÓN EN DUITAMA

2. LA OTRA TRIBUNA: VOLVIERON LOS TOROS A LA CAÑAVERALEJO





LA SELECCIÓN DE FÚTBOL, CARLOS CAMARGO Y EL PERIODISMO PATRIOTERO

 

Por Germán Ayala Osorio 


A pocas horas del encuentro entre las selecciones de  Colombia  y Bolivia por las eliminatorias al Mundial de Fútbol de 2026, el país prácticamente se paraliza en buena medida gracias a que el periodismo deportivo y la prensa hegemónica llevan más de cinco días manipulando las emociones de las audiencias y de los aficionados. 

Los periodistas deportivos le apuestan a generar sentimientos patrioteros usando la bandera como símbolo de una unidad nacional históricamente esquiva por el pérfido ejercicio del poder y de la política.  Curiosamente, estos  mismos  cronistas y comentaristas insisten, engañosamente, de alejarlos y separarlos de las dinámicas del fútbol como deporte espectáculo. Es un error: el fútbol es un apéndice clave del poder y del sistema cultural dominante para manipular a las masas. 

Mientras que el periodismo deportivo patriotero hace su trabajo, lo sucedido con la vergonzosa elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional perderá aún más vigencia si la Selección de Fútbol de Mayores logra vencer a Bolivia y confirmar así su próxima participación en el campeonato mundial de esa disciplina deportiva a celebrarse en los Estados Unidos, Canadá y México. 

La "Selección Colombia nos une" es el estribillo con el que los periodistas deportivos cautivan a los aficionados y a las audiencias para borrar por largos 90 minutos los problemas- verdaderas taras civilizatorias- que se evidenciaron en la elección de Camargo: el clientelismo, racismo, clasismo, machismo y la estigmatización con la que finalmente fue derrotada María Patricia Balanta, jurista afrocolombiana que exhibía una mejor hoja de vida profesional, frente a la de quien siendo Defensor del Pueblo durante el gobierno de Iván Duque, se puso del lado del establecimiento y abandonó la defensa del pueblo que se levantó en el marco del estallido social. Camargo validó la tesis jurídico-política promovida por el uribismo que indicaba que dicho levantamiento popular obedecía a prácticas y ejercicios propios  del "terrorismo urbano". 

El periodismo deportivo usa el partido Colombia vs Bolivia como un poderoso sedante con el que nos olvidamos, por un rato,  de que efectivamente somos una sociedad clasista, machista, racista, aporofóbica, mafiosa, gazmoña, puritana, morronga, mezquina, y corrupta. Al momento de celebrar los triunfos, e incluso en las derrotas del Seleccionado, esos factores socioculturales suelen aflorar en formas de violencia física y simbólica que nos regresan a la realidad que los cronistas deportivos maquillan cinco días antes de cada partido del combinado nacional de fútbol. Disfrutemos del partido, pero no caigamos en aquella trampa mediática que acompaña al señalado estribillo. Somos lo que somos porque jamás hubo una revolución cultural que nos sirviera de "parteaguas" entre el pasado colonial y el nacimiento de la República que aún no consolidamos. Seguimos atados a un primitivo pasado  y a las prácticas feudales de unos Señores que nos quieren, además de divididos, obedientes y sumisos,  sedados por el fútbol. No olvidemos que varios de los jugadores de esta Selección se han hincado ante el poder de uno de esos Señores Feudales que no dejan progresar al país. 




partido colombia hoy - Búsqueda Imágenes

miércoles, 3 de septiembre de 2025

HABLEMOS DE LA ELECCIÓN DEL NUEVO MAGISTRADO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL

 

Por Germán Ayala Osorio 

Para los opositores, incluida a la prensa hegemónica, la elección de Patricia Balanta como magistrada de la Corte Constitucional afectaría en materia grave a la democracia por ser cercana al presidente Petro; eso si, de resultar elegido Carlos Camargo, exdefensor del Pueblo y proveedor de cargos públicos a familiares de varios de los togados de la Corte Suprema de Justicia, el régimen democrático se salvaría para fortuna de los colombianos. Detrás de Camargo está la derecha uribizada y Vargas Lleras, el eterno delfín.  Olvidan los medios masivos y los miembros de la oposición que ese tipo de pulsos políticos son ya tradición en el país: todos los gobiernos intentan hacerse con el control de ese alto tribunal. Al final, el senado eligió a Camargo como el nuevo magistrado de la Corte Constitucional. 

Vaya manera de naturalizar el clientelismo como práctica institucional atada a las maneras como opera, de acuerdo con el diseño constitucional, la elección de los magistrados de todas las altas cortes en el país. Justamente el problema de fondo está en que los procedimientos para elegir a los togados de la Corte Suprema de Justicia, Consejo de Estado y Corte Constitucional devienen originalmente manchados por las intrigas políticas, los intereses burocráticos de los togados, así como los de los congresistas que participan de la elección de los juristas. Todos esos elementos confluyen en lo que en varias columnas llamo el ethos mafioso que se expresa en "yo te elijo, tú no me investigas; o "yo te incluyo en la terna, para que apruebes o validez mis decisiones". 

El artículo 239 de la Carta Política es la constatación de que el problema está en el diseño constitucional y por supuesto al sistema cultural colombiano: "la Corte Constitucional tendrá el número impar de miembros que determine la ley. Los magistrados de la Corte Constitucional serán elegidos por el Senado de la República para periodos individuales de ocho años, de sendas ternas que la presenten el presidente de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado". 

El cubrimiento mediático expone la situación como parte del paisaje, con la intención manifiesta de echarle el agua sucia al gobierno por querer "capturar" a la Corte Constitucional y por esa vía garantizar acciones y decisiones de gobierno que más adelante requerirán del control de ese alto tribunal. Eso sí, los magistrados electos y electores suelen guardar silencio ante lecturas políticas y periodísticas que claramente ensucian la cacareada independencia de la justicia, que no es otra cosa que una quimera, a juzgar por los procedimientos reglados prescritos en la Carta Política de 1991. 

El Espectador titula así el hecho jurídico-político y noticioso: "Paridad, jugadas políticas y poder: así va elección de magistrado para Corte Constitucional. Patricia Balanta, Carlos Camargo y Jaime Tobar se disputan en el Senado el cargo que deja el saliente José Fernando Reyes Cuartas. La trasescena está cargada de cálculos milimétricos y movidas para conceder el puesto".

La revista Semana dice lo siguiente: "En Cambio Radical las tensiones al interior del partido suben de nivel porque los senadores Temístocles Ortega y Ana María Castañeda —sancionados por su casa política sin voz ni voto porque desobedecieron a la colectividad a la hora de votar la consulta popular de Gustavo Petro—, al parecer, planean repetir su rebeldía este miércoles 3 de septiembre. Pretenden votar por Patricia Balanta, la candidata de la Casa de Nariño, pese a que Cambio Radical, en una decisión de bancada, optó por respaldar al exdefensor del Pueblo, Carlos Camargo". Y así titula el portal La Silla Vacía: Carlos Camargo les dio puestos a familiares del 30% de la Corte que ahora podría ternarlo. 

¿Es posible evitar ese tipo de intrigas y pulsos políticos para la elección de los magistrados? La respuesta es clara y contundente: No. Ya en el pasado se propuso que los magistrados fueran elegidos por voto popular. Esa no es la solución. La única solución es cultural: proscribir el ethos mafioso. El Cartel de la Toga es la prueba fehaciente de que hay sectores de la  justicia que tienen precio. 

Pero sabemos que eso no sucederá jamás en el país. El sistema cultural está pensado para garantizar el clientelismo y el ejercicio sucio y asqueante de la política. Mientras magistrados, congresistas, ministros y demás insistan en garantizarles a sus familiares y amigos cargos públicos, la democracia seguirá siendo una formalidad y la independencia de la justicia continuará siendo una quimera. 



Foto: Defensoría.


lunes, 1 de septiembre de 2025

PERIODISMO, GENOCIDIO EN GAZA Y ASESINATO DE REPORTEROS

Por Germán Ayala Osorio

Al genocidio que Israel viene cometiendo en Gaza se suma los cobardes asesinatos de periodistas que cubren la invasión y la limpieza étnica del ejército sionista al mando del criminal, Benjamín Netanyahu.

Más de 122 reporteros han caído en la franja de Gaza desde octubre de 2024, asesinados en su mayoría por tropas de Israel. Hamas también tiene su cuota en los execrables crímenes contra el periodismo. Estamos ante una afrenta a la libertad de prensa como principio universal y al ejercicio periodístico como actividad humana con la que el resto del mundo puede acercarse a comprender lo que sucede en el convulsionado territorio.

A pesar de la probada barbarie genocida cometida por el Estado de Israel, el grueso de la prensa colombiana sigue hablando de “guerra en Gaza”, de civiles muertos por el ejército israelí y de la hambruna provocada por Netanyahu. Pocas veces hablan de asesinatos, aunque en los últimos meses parecen haberse sensibilizado con la tragedia humanitaria, sin que ello signifique que están cerca de llamar genocidio a lo que sucede en Gaza.

Varios medios masivos tradicionales, entre ellos el noticiero Caracol Noticias, evitan llamar genocidio a lo que acontece en Gaza, lo que constituye una forma de autocensura que hace pensar que sus directivas comparten las prácticas genocidas con las que Israel busca aniquilar al pueblo palestino. Mantenerse alineados con la política exterior de los Estados Unidos parece explicar el miedo y el silencio de Noticias Caracol a calificar como genocidio lo que está ejecutando Israel en la disputada franja.

Reporteros sin Fronteras reaccionó ante el último asesinato de periodistas a manos de Israel y le pidió a todos los medios y periodistas del mundo sumarse al rechazo de esos crímenes. Por supuesto que Caracol Noticias se sumó al llamado: “Noticias Caracol se suma a cientos de medios de comunicación alrededor del mundo que se unieron al llamado de Reporteros sin Fronteras para rechazar el asesinato de periodistas en la franja de Gaza y demandar el libre acceso de la prensa internacional”.

No basta con exigir respeto por la vida de los periodistas y demandar el libre acceso de la prensa para exponer al ejército sionista ante el resto del mundo. Es importante para el periodismo y la propia historia de la humanidad consolidar la narrativa que da cuenta de que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza. No hacerlo es asumir una actitud complaciente, políticamente incorrecta y cobarde que entra en contradicción con la deontología del oficio. Quizás sea tiempo para que las directivas de Noticias Caracol revisen las frases célebres de Kapuscinski. Cito varias: “El periodismo moderno no sólo se ha vuelto superficial, sino que ha perdido el sentido de la solidaridad y la responsabilidad”, “El periodismo debe ser valiente y no tener miedo de decir la verdad” y “El periodismo debe denunciar las violaciones a los derechos humanos”.

Si asumimos las sentencias de Kapuscinski como principios éticos de obligatorio cumplimiento, Noticias Caracol, junto a otros medios, claramente están cubriendo lo que sucede en Gaza de manera insolidaria, irresponsable, superficial, cobarde, miedosa y cómplice del terror generado por el señalado ejército sionista.




OBLIGADO A RECTIFICAR EL ESPECTADOR

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La prensa suele usar la moral colectiva para exponer, cuestionar y juzgar con especial dureza a quienes se atreven a violar sus preceptos. Y lo suele hacer a través del género noticia, convertido en el más dañino, pero efectista de todos los géneros periodísticos en la medida en que es ahistórico, coyuntural y se expresa a través de titulares espectaculares y llamativos. El amplio y fastuoso despliegue es una de las características de la noticia.

Eso sí, cuando uno de esos ciudadanos hace parte del núcleo familiar de los propietarios del medio de comunicación o de un grupo social privilegiado, a ese indebido e inmoral comportamiento no se le aplican los criterios de noticia lo que de inmediato activa la autocensura como mecanismo de defensa del “buen nombre” de quienes sostienen económicamente al medio de comunicación y las relaciones políticas con el poder tradicional.

Es decir, la deontología del oficio está íntimamente atada al carácter hegemónico con el que opera la moral colectiva y sometida a los intereses de clase de quienes usan la prensa para legitimar un sistema cultural de dominación que, para el caso de Colombia, promueve el clasismo y la existencia de ciudadanías de primera, segunda y hasta de tercera categoría. Y peor resulta el asunto cuando esos medios masivos operan como actores políticos que le hacen oposición al gobierno.

Así las cosas, cuando la prensa informa, las audiencias creen a pie juntillas que lo publicado es el resultado de un serio análisis de los hechos y dan por sentado que es verdad. Pero cuando las noticias publicadas afectan de manera negativa el buen nombre de personas del común y de usuarios de las redes sociales, y estos últimos exigen la rectificación de la información publicada, los medios masivos suelen asumir la cobarde actitud de no rectificar en las mismas condiciones en las que originalmente fueron expuestos los hechos noticiosos que, a juzgar por las sentencias de los jueces, no resultaron ser tan veraces como inicialmente se pensó.

Recientemente el diario El Espectador fue obligado, por orden de jueces, en primera y segunda instancia a rectificar parte de la información publicada en una controvertida nota periodística titulada Tropas de influenciadores de Petro en la que relacionó los nombres de por lo menos 11 tuiteros sobre los que el diario capitalino señaló que tenían contratos con el gobierno Petro y que actuaban como parte de las “bodegas petristas” desde donde se defiende las actuaciones del gobierno. Como actor político en oposición al gobierno Petro, El Espectador creyó que había logrado desenmascarar al presidente y a sus asesores en comunicación al develar los nombres de los influenciadores que defienden a dentelladas a la actual administración. Pero se equivocó de cabo a rabo el diario bogotano.

Así “cumplió” el cuestionado diario bogotano la orden emitida por la justicia: Este fue el titular: Rectificación sobre nota “Tropa de influenciadores de Petro se mueve con el erario y se agita la campaña”. Y el sumario o bajada, este: “En cumplimiento de lo ordenado por la Sala Cuarta de Decisión Civil del Tribunal Superior de Bogotá, El Espectador rectifica la información publicada los días 5, 6 y 7 de abril de 2025 en la nota titulada “Tropa de influenciadores de Petro se mueve con el erario y se agita la campaña”.

Sin embargo, la rectificación no se hizo en las mismas condiciones de espacio y divulgación de la nota que originó las acciones de tutela de los afectados que se sintieron “perfilados” y afectados en su buen nombre por El Espectador. La Corporación VLID (Voces Libres para la Democracia) señaló en su cuenta de X “que hemos decidido interponer incidente de desacato contra @elespectador por incumplir con la rectificación: omite la admisión de responsabilidad exigida por la Corte y no cumple con la extensión ni frecuencia de publicación de la nota original, como lo ordenó el despacho”.

Le queda muy mal a El Espectador negarse a publicar la rectificación en las mismas condiciones de espacio que le dio a la nota que motivó que los afectados instauraran las acciones de tutela con las que finalmente le ganaron el pulso jurídico y político al medio de comunicación. Como agente defensor de la moral colectiva e instrumento del sistema cultural de dominación El Espectador está obligado por la deontología del oficio a respetar a los ciudadanos y por supuesto a acatar las decisiones de los jueces. Al no hacerlo, el histórico periódico se ubica en el mismo plano inmoral en el que a diario suele exponer a políticos, empresarios y ciudadanos del común.

Les vendría bien a los Cano revisar las maneras y las lógicas con las que vienen haciendo periodismo, pero especialmente analizar los daños a la reputación del medio que les está generando la decisión política de hacer parte del conglomerado de empresas mediáticas que todos los días le hacen oposición al gobierno Petro. Como lo dije en anterior columna, me quedo con El Espectador del pasado y rechazo el de hoy porque entró en el peligroso juego de la estigmatización ideológica. Sin duda alguna estamos ante un retroceso enorme: pasó de ser un referente periodístico nacional y un defensor de las ideas liberales, para fungir como un agente Estigmatizador Ideológico al servicio del capital.






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