sábado, 20 de septiembre de 2025

PEDRO VIVEROS: DE ANALISTA POLÍTICO A "BODEGUERO URIBISTA"

 

Por Germán Ayala Osorio


Inicio esta columna con una imagen que empobrece el debate político al tiempo que crea falsos y moralizantes dilemas  electorales, montados sobre el siempre engañoso patriotismo que suele la derecha uribizada enarbolar con el fin de presentar a sus candidatos como los "salvadores de la Patria", esto es, políticos probos, patriotas, respetuosos de la institucionalidad y defensores del pueblo

En el pasado fue la imagen de Uribe con su mano en el corazón y la fingida pero temida frase patriotera Mano Firme, Corazón Grande; ahora, el "tigre" Abelardo de la Espriella, conocido por sus amigos como "Papucho", aparece como el "nuevo Mesías" capaz de "destripar a la izquierda", esto es, derrotar en las urnas a Iván Cepeda Castro, el precandidato presidencial del Pacto Histórico señalado por el uribismo de ser el "candidato de las Farc".

Estamos ante una  temeraria insinuación que se explica por dos razones: la primera, por el odio que  profesan contra Cepeda desde las mesnadas uribistas por el hecho de ser el congresista que denunció penalmente a Uribe por tres graves delitos que lo tienen hoy condenado en primera instancia; y la segunda, porque contra todos los pronósticos, Cepeda Castro produce miedo por su impoluta trayectoria política  fundada en un ejercicio político respetuoso de las diferencias. A lo que se suma su compromiso con las víctimas de las dinámicas del conflicto armado, su defensa del proceso de paz de La Habana y en particular de las madres de los jóvenes asesinados en el marco de la política de seguridad democrática, aplicada entre el 2002 y 2010 y en gran medida animadora institucional para presentar como bajas en combate a jóvenes inermes, hechos que se conocen como los "falsos positivos". 

La imagen en sí misma es provocadora, estigmatizante y grotesca, pero "normal" dentro de las lógicas de las redes sociales, convertidas en trincheras y calderas ideológicas en las que no hay límites éticos. Pues bien, el analista político de Caracol y Blu radio, Pedro Viveros, en su cuenta de X puso a circular la imagen con el siguiente texto: "Ninguna de las dos. Nos quieren sacar a “votar emberracados” por eso valoremos que muchas opciones para escoger bien y mejor, no caigamos en la trampa de los extremos". Viveros creyó que al tomar distancia electoral y política del mensaje era suficiente para matizar el garrafal error que cometió al divulgar la fotografía (se trata de un montaje) con la que se insiste en alinear a Cepeda Castro con las Farc, situación sobre la que no existen pruebas que demuestren que efectivamente el congresista hizo o hace parte de esa estructura armada ilegal. 

Viveros termina legitimando el señalamiento contra Cepeda. El analista pro establecimiento se alineó con los hijos de Uribe que insisten en decir que el congresista es el candidato presidencial de las extintas Farc. Como el país sabe, Cepeda Castro instauró acciones legales contra los vástagos del condenado expresidente antioqueño por injuria y calumnia. La misma decisión acaba de tomar el precandidato presidencial del Pacto Histórico en contra de Pedro Viveros. Así lo anunció en su cuenta de X: 

"Denuncia Penal contra Pedro Viveros. Señor Viveros: El uso arbitrario de mi imagen manipulada para endilgarme falsamente la pertenencia a un grupo armado ilegal es injurioso y calumnioso. Por tanto, será ante la Fiscalía que deberá explicar si este fotomontaje es suyo o no. En todo caso, le recuerdo que el artículo 222 del Código Penal contempla el delito de injuria y calumnia indirectas, para quienes publican, reproducen y repiten falsas imputaciones hechas por otros". 

Más allá de si la demanda interpuesta prospera, aquí hay que cuestionar la actitud de Viveros. Es apenas lógico pensar que Viveros defenderá su "acción informativa" basada en su derecho a la libre expresión e incluso a la libertad de prensa que le otorga el hacer parte de un equipo periodístico y de ser generador de estados de opinión pública desde Blu radio. Aquí lo reprochable es que el analista político no cuestionó la imagen y su dañino mensaje. Al reproducirla, le dio sentido de realidad a una insinuación calumniosa. Además, validó los sentimientos y los mensajes de odio que desde las huestes uribistas se vienen lanzando en contra del precandidato presidencial, lo que claramente cuestiona su rol de analista político. Varios tuiteros, incluso, lo rebajaron a la condición de "bodeguero" por divulgar la señalada imagen. No, Pedro Viveros, así no. 

El montaje pone al electorado a escoger entre Abelardo de la Espriella e Iván Cepeda Castro; el primero, un civil que piensa y habla como un chafarote, mascarada con la que se presenta como un patriota tal y como en su momento lo hizo ante la opinión pública Álvaro Uribe; y el segundo, un comandante guerrillero (un terrorista) que desconoce la autoridad del Estado y odia a la Patria, razones suficientes para no solo negarle el voto, sino eliminarlo físicamente. Además, se le niega la condición civil a Cepeda. Este tipo de disquisiciones y otras más posibles debió hacer Viveros antes de poner a circular la indignante imagen. 

¿En dónde quedó el analista político, señor Viveros? Usted reproduce no solo una imagen perversa, dañina y mentirosa, sino que promueve la desinformación, el matoneo y la violencia política. Vergonzoso.


viernes, 19 de septiembre de 2025

POR SANSÓN, TELMO, LESTER Y WILSON, ¡SAQUEN A LOS PERROS DE LA GUERRA!

 

Por Germán Ayala Osorio 

En el marco del conflicto armado interno, el uso de perros en actividades antinarcóticos y la detección de minas antipersonales se ha naturalizado de tal forma que cuando los caninos pierden la vida o se pierden en espesas selvas durante operaciones militares y policiales, los medios de comunicación en lugar de cuestionar la presencia de los canes en la guerra, editan emotivas notas en las que exaltan a los peludos con las que los elevan a la condición de "Héroes". Incluso, los despiden con toques de corneta y disparos de salva. Con esa distinción y las sentimentales y compasivas notas periodísticas la gran prensa valida la instrumentalización de los "firulais" que acompañan y protegen  a los miembros de la fuerza pública. 

Noticias Caracol en la emisión central de hoy 19 de septiembre dedicó varios minutos al registro del  reencuentro entre el policía Diego Alejandro Herrera y Telmo, el pastor Belga Malinois con el que cumplía labores antinarcóticos. El hermoso ejemplar canino sobrevivió al ataque dinamitero perpetrado por las disidencias en Amalfi, en el que murieron 13 hombres de la Policía y Lester, el otro peludo que junto a Telmo acompañaban a los uniformados en la erradicación de cultivos de uso ilícito. Durante varios días duró perdido en la zona en donde fue atacado el helicóptero. 

Con esta columna hago un llamado a las congresistas ambientalistas Esmeralda Hernández y Andrea Padilla para que presenten una iniciativa legislativa que permita sacar a los perros de la guerra interna. Es urgente que como sociedad civilizada y moderna transitemos del antropocentrismo, ideología desde la que se legitima y defiende el uso de perros en operaciones militares y policiales para proteger la vida de los uniformados, hacia el biocentrismo. Es preciso abandonar la racionalidad instrumental sobre la que se basa la inclusión y participación de los caninos en las dinámicas del conflicto armado interno. 

Sé que la propuesta de inmediato pone de presente el dilema antropocentrista que se expresa en sentencias como estas: "esos perros salvan las vidas de policías y uniformados"; "es preferible que mueran los caninos y no los seres humanos". Estamos ante un falso dilema o quizás ante un forzado dilema atado al perverso antropocentrismo desde el que subvaloramos e instrumentalizamos la vida de los peludos. Todas las vidas son útiles porque hacen parte de ese gran ecosistema llamado Naturaleza. 

El Estado debe hacer los esfuerzos presupuestales necesarios para invertir en tecnología militar para enfrentar desafíos como las minas antipersona que siembran los grupos armados ilegales para atacar a la fuerza pública. La petición es clara desde esta tribuna: ¡hay que sacar a los perros de la guerra! 

Con el mismo clamor con el que se exige sacar a los niños y a la población civil de las hostilidades, desde aquí propongo a las congresistas animalistas que presenten un proyecto de ley que "saque a los perros de la guerra". 

En una sociedad desmemoriada como la colombiana, muy seguramente muy pocos recuerden a Wilson, el pastor Belga que participó del operativo militar e indígena que finalmente dio con los niños que durante 40 días caminaron perdidos por la selva del Guaviare. O más recientemente a Sansón, quien activó una maldita mina antipersona sembrada por los malditos grupos al margen de la ley. Sansón murió días después. Para Lester no hubo funeral y despedida de héroe, a pesar de los titulares de prensa. Hoy aplaudimos y nos conmueve el regreso de Telmo y el reencuentro con su amigo Herrera. Pero muy seguramente seguiremos viendo en los medios masivos que más y más caninos caen en combates o en atentados dinamiteros. Y los despedirán como Héroes. Eso sí, esa distinción no servirá para ocultar que somos una especie aviesa, perversa y estúpida. 




jueves, 18 de septiembre de 2025

¡INCREÍBLE!: LE SACARON LA PIEDRA A FAJARDO

 

Por Germán Ayala Osorio 


Sergio Fajardo supo venderse como un político correcto, coherente, mesurado al hablar, tranquilo, transparente y conciliador, pero también existe la imagen de un Fajardo tibio por haberse ido a ver ballenas en una coyuntura política que le demandaba asumir una postura política clara; muchos lo consideran solapado y dormilón. Y por cuenta de una pregunta de un periodista, el exgobernador de Antioquia y uribista enclosetado se alteró de tal manera que varias de esas cualidades y credenciales que lo hacen ver presidencial quedaron comprometidas. 

Todo inició con una publicación del portal La Silla Vacía, titulada Fajardo y su asesor, Antoni Gutiérrez-Rubí: la pareja improbable, en la que se dice que fue el exalcalde de Medellín y eterno candidato presidencial quien buscó al costoso asesor político, el mismo que acompañó a Petro en su campaña para llegar a la Casa de Nariño. Se trata de un gurú de la comunicación política señalado de "haber corrido la línea ética" cuando asesoró a Petro en su efectista y efectiva campaña que finalmente, contra todos los pronósticos,  lo instaló en la Casa de Nariño. 

En el artículo periodístico se lee que <<fue Fajardo quien buscó a Gutiérrez- Rubí. Lo hizo solo. Lo único que le dijimos en el partido fue que buscara a alguien que realmente supiera de eso y él se reunió con tres personas y escogió a Antoni, le dijo a La Silla Gustavo Triana, secretario general de Dignidad y Compromiso, el partido de Fajardo. Eligió a un asesor costoso. Muy costoso. Según otro asesor político curtido, los honorarios mensuales de Gutiérrez-Rubí oscilan alrededor de los 100 mil dólares. Esos serían 400 millones de pesos que, de mantenerse hasta 2026, ascenderían a un millón de dólares al final de la campaña. Fajardo no quiso responder preguntas de La Silla sobre la fuente de financiación del gurú de la comunicación política, y del partido que lo avala no salió la plata>>.

Justamente sobre el manejo de los recursos económicos Fajardo construyó su imagen de político honrado, honesto y transparente en el que creen cientos de miles de colombianos que lo ven como un serio candidato a llegar a la Casa de Nariño. En el mismo portal aluden a esa actitud que en el pasado le sirvió al exgobernador de Antioquia en los tiempos en los que operaba en Antioquia el criminal alias Don Berna: "Aunque la ley todavía no obliga a los candidatos a reportar sus gastos ni las fuentes de financiación él, voluntariamente, lo hizo en sus campañas pasadas. En 2017, fue uno de los pocos candidatos que voluntariamente reveló el origen de sus fondos desde antes de la fecha en la que tenían que hacerlo. Lo hizo como parte de la campaña ciudadana “#DeDóndeSalióLaPlata"

Al parecer, entre el Fajardo del 2017 y este del 2025 existe una diferencia al momento de ser transparente, austero y diáfano pues ante la pregunta del periodista Jorge Esteban por quiénes son las empresas o los particulares que están entregando aportes a su campaña Fajardo respondió con un sonoro y molesto No. "¡Por supuesto que no!" espetó el precandidato presidencial que se vende de Centro, pero que todos sabemos que hace parte de la derecha uribizada. Con la rabiosa respuesta, el propio Fajardo rasgó la bandera de la austeridad con la que le dio sentido de realidad a su célebre frase “cómo se llega al poder se gobierna”. 

Lo que sí parece quedar claro con la llegada de Gutiérrez-Rubí a la campaña de Fajardo es que el asesor español tiene la difícil tarea de borrar de la mente del propio asesorado y de la conciencia colectiva la idea que el mismo exgobernador de Antioquia lanzó durante un debate presidencial en la campaña de 2022: "No inspiro nada".  La verdad es que el costoso y reconocido asesor político no la tiene fácil para despertar en los electores las emociones que no puede generar un político como Fajardo que parece ser alexitímico.


Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor político y Sergio Fajardo, candidato presidencial. Imagen tomada de La Silla Vacía. 

DESCERTIFICACIÓN, CASO URIBE Y EL GRINGO AHÍ

 

Por Germán Ayala Osorio 


Todo el tiempo y de diversas maneras la clase política colombiana, incluidos los miembros de la izquierda y la derecha legitiman la injerencia de los Estados Unidos en nuestros asuntos internos. Unos y otros, de acuerdo con sus intereses gradúan al país del norte como árbitro neutral y moralmente superior con el objetivo de que se manifieste en torno a nuestros conflictos y diferencias políticas internas. 

La condena proferida por la valiente juez Sandra Heredia contra el expresidente Uribe sirve de ejemplo para demostrar que efectivamente unos y otros de aquellos espectros ideológicos validan los comentarios, insinuaciones e incluso amenazas lanzadas por congresistas republicanos y demócratas que en precisos momentos históricos han actuado en equipo para constreñir a los presidentes colombianos que en ejercicio de la soberanía estatal toman decisiones que directa o indirectamente involucran a los Estados Unidos. 

Una vez conocida la sentencia condenatoria en contra del ladino y dañino político antioqueño, el gobierno del convicto y pedófilo de Donald Trump y voceros del partido republicano salieron a respaldar al exmandatario colombiano y a amenazar al gobierno Petro con sanciones económicas, como si el fallo de la jueza Heredia fuera fruto de una orden presidencial. Acostumbrados los gringos a manosear a los presidentes de Colombia, los congresistas de la derecha colombiana aplaudieron a rabiar la burda injerencia de Trump, de Marco Rubio y la de varios legisladores de origen latino que operan como "renegados orgánicos" del régimen americano que persigue, estigmatiza y expulsa, curiosamente, a los migrantes suramericanos que entraron a la tierra del Tío Sam en búsqueda del "Sueño Americano". Hablo de María Elvira Salazar y Carlos Jiménez que no pueden ocultar su origen cubano; y Bernie Moreno, con sangre colombiana, a quienes poco les importa la limpieza étnica que ejecuta Trump y que viola los derechos humanos de cientos de miles de sus compatriotas. 

Luego de la actitud amenazante del presidente Trump, las lógicas noticiosas y los hechos mismos echaron un poco en el olvido el respaldo político gringo que recibió el condenado expresidente Álvaro Uribe Vélez. Huelga recordar que el gobierno norteamericano respaldó al también procesado y condenado expresidente y golpista brasilero Jair Bolsonaro. Ahora, el país conoce la carta que envió por lo menos una docena  de congresistas demócratas al Secretario de Estado, el también "renegado orgánico", Marco Rubio, en la que rechazan la injerencia en los asuntos de la justicia colombiana. La misiva es recogida por varios medios tradicionales y los afectos al gobierno Petro como un gran hecho político que legitima la intervención cotidiana de los gringos en los asuntos de Colombia. 

Esto publicó en su cuenta de X RTVC Noticias, medio público que defiende los intereses del gobierno Petro: "A través de una carta, congresistas de Estados Unidos y @WOLA_org rechazan la posición del Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio @marcorubio sobre el caso del expresidente Álvaro Uribe Vélez por manipulación de testigos y fraude procesal, calificando esa postura como "un desprecio por la independencia judicial, la soberanía y el estado de derecho en Colombia". En esta misiva firmada por congresistas señalan que se debe perseverar los principios de Estado de derecho y la independencia judicial en Colombia. "El pueblo de Colombia merece algo mejor del gobierno de Estados Unidos [...] El verdadero Estado de derecho exige que ninguna persona, sin importar su estatus o posición en el gobierno, sea considerada por encima de la ley" señalan los parlamentarios, entre los que se destacan figuras del Partido Demócrata como Alexandria Ocasio-Cortez, James McGovern o Nydia M. Velásquez". 

La epístola se conoce justo cuando el presidente Petro decidió dirigirse de manera directa a Donald Trump en rechazo a la descertificación que tiene hoy al país dividido entre los eternos cipayos que aplauden las intromisiones gringas en los asuntos internos de Colombia y quienes creen que es posible mantener relaciones dignas con el coloso del Norte. Lo cierto es que al interior de los Estados Unidos parece haber un resquebrajamiento de la funcional cohesión política entre republicanos y demócratas por culpa del regreso a la Casa Blanca del convicto y pedófilo Donald Trump. 

A pesar de la decadencia moral, cultural y económica del "imperio", en Colombia seguimos mirando a ese país como el árbitro más ecuánime para dirimir nuestros conflictos y diferencias internas atadas históricamente a nuestra incapacidad para construir consensos que nos permita como nación exigir respeto a los gringos. La  reciente descertificación era la oportunidad ético-política para empezar a actuar con dignidad colectiva e instar al gobierno de Trump a que nos respete porque somos el país que pone los muertos, civiles y uniformados, por culpa de una inmoral e hipócrita lucha contra las drogas que solo sirve para que en el mercado gringo circule la droga que se soplan sin cesar sus ciudadanos y se laven millones de dólares en su sistema financiero. Esto último es lo que realmente les interesa a los norteamericanos. 

Eso sí, no faltará el político colombiano que insista en la ridícula idea de que el "país debe estar unido", cuando justamente son sus agentes políticos los que promueven la desunión del pueblo colombiano con las sumisas posturas con las que validan la injerencia gringa en nuestros asuntos internos. 




Foto: EFE - WILL OLIVER, imagen tomada de El Espectador

miércoles, 17 de septiembre de 2025

DESCERTIFICACIÓN, CIPAYOS Y DIGNIDAD

 

Por Germán Ayala Osorio 


Cuando la prensa tradicional destaca que el país no "sufría" una descertificación desde los tiempos de Ernesto Samper, alimenta la animadversión de los partidos de oposición con el único propósito de tratar de deslegitimar al gobierno Petro tal y como lo hizo el partido Conservador hace 30 años, en cabeza de Andrés Pastrana Arango, con el presidente que no "vio entrar un elefante", es decir,  que no se percató, supuestamente, de la entrada de dineros del Cartel de Cali a su campaña presidencial. 

Aunque no hay punto de comparación entre las campañas de Petro y Samper, las empresas mediáticas hablan de la descertificación con el sentido catastrofista con el que suelen mirar ese tipo de decisiones unilaterales, irrespetuosas, intimidantes, arbitrarias, inamistosas y profundamente ilegítimas los sectores políticos, sociales y empresariales que miran a los Estados Unidos desde el indigno lugar en el que siempre los pusieron y asumieron los gobiernos republicanos y demócratas:  como reyezuelos de una república bananera o perfumados administradores de un inmenso y sucio patio trasero llamado Colombia. 

Desde la experiencia, el expresidente Samper le dijo a Petro y al país que la descertificación "no es el fin del mundo”  como lo están viendo y presentando los cipayos que le hacen oposición a Petro, al tiempo que disfrutan de que al país le vaya mal por culpa de una decisión politizada  e ideologizada del convicto y pedófilo presidente Donald Trump, aupado por el renegado Marco Rubio y políticos como Alejandro Eder, Fico Gutiérrez, Vicky Dávila y Efraín Cepeda, entre otros más que viajaron a la tierra del Tío Sam a pedir, con las rodilleras de siempre, sanciones económicas y políticas para Colombia. 

"Colombia ya pasó por una descertificación y puedo asegurar que no es el fin del mundo", dijo Samper en su aludido comunicado. Samper sugiere "volver a mostrar internacionalmente los altos costos económicos, sociales e institucionales que hemos pagado por un problema que no es solo nuestro". Además, solicitó volver a exigir "a los países consumidores como Estados Unidos y muchos de Europa que cumplan su compromiso de reducir la demanda de estupefacientes, precisamente en momentos en que ha bajado el consumo de drogas de origen vegetal y se están sintiendo los efectos devastadores de drogas sintéticas como el fentanilo y otros estupefacientes que no producimos". Y le alcanzó al expresidente para decir que "las peores dictaduras de derecha han sido beneficiadas con la no aplicación de la descertificación mientras que a nuestro país, que ha pagado altos costos humanos en vidas e institucionales, la descertifican cada vez que el gobierno de Colombia aparece como “enemigo” del gobierno de Estados Unidos"

En la postura de Samper se advierte la comprensión de un concepto que los expresidentes César Gaviria y Álvaro Uribe, así como las precandidatas presidenciales Paloma Valencia y Vicky Dávila jamás estudiaron durante sus procesos formativos: Dignidad. Entender y comprender los alcances de dicho concepto es un imposible cuando se actúa como traidor, vendido, lacayo, servil, subordinado, colaboracionista, criado, escudero y espahí. Así como Samper tiene experiencia en descertificaciones y cancelaciones de visa para ir a ver a Mickey Mouse, los arriba señalados la tienen como cipayos perfumados a los que les encanta ir a Washington para sentirse en el primer mundo, mientras que desde sus oficios hicieron y aún hacen ingentes esfuerzos para que Colombia siga sumido en el subdesarrollo, pero sobre todo para que siga siendo una colonia gringa, su patio trasero y el inmenso platanal en el que pueden venir a asperjar glifosato, a jugar a la guerra y a hacer experimentos genéticos con la hoja de coca. Ellos sueñan ver al país como un Estado Libre Asociado de los Estados Unidos, como lo es Puerto Rico.

Lo dicho por 11 partidos políticos en un comunicado público confirma que la clase política y dirigente del país no conoce qué es eso de la dignidad. Esto dijeron: “Constituyen un agravio a una nación que ha respaldado a Colombia en este esfuerzo durante décadas. Reiteramos nuestro respeto por el gobierno de los Estados Unidos y apoyamos la implementación de medidas más severas y efectivas contra el narcotráfico". El presidente Petro los llamó "cipayos". Nada más que agregar. 

Foto Colprensa-AFP, tomada de El Colombiano 

martes, 16 de septiembre de 2025

PRIMERAS SANCIONES DE LA JEP A EXCOMANDANTES DE LAS FARC-EP

 

Por Germán Ayala Osorio 


La primera sentencia de la JEP contra los miembros del Secretariado de las Farc-Ep por una constelación de delitos graves (secuestro, homicidio, violencia sexual, tortura y tratos crueles) cometidos en el marco del conflicto armado interno llega en un mal momento para el país, a pesar de la connotación histórica de las sanciones que el alto tribunal de justicia transicional oficializó hoy 16 de septiembre de 2025 contra Timochenko, Pastor Alape, Pablo Catatumbo y Carlos Antonio Lozada, entre otros comandantes de esa guerrilla. 

Las circunstancias en las que la JEP se pronuncia de fondo están dadas por el hostil ambiente de polarización política y crispación ideológica que nacieron con el proceso de paz de La Habana y el plebiscito por la Paz de 2016 con el pírrico triunfo del No. Se suman por supuesto las expectativas electorales de millones de votantes divididos entre quienes piden a gritos que regrese el uribismo y la seguridad democrática, e incluso, que se diseñe un nuevo Plan Colombia, y los que le apuestan a que el proyecto progresista siga instalado en la Casa de Nariño cuatro años más; y claro que no se puede quedar por fuera de ese listado la descertificación de los Estados Unidos al gobierno Petro, los ataques indiscriminados de las disidencias farianas a estaciones de Policía,  centros poblados y carreteables, y el aumento de los secuestros.  

Los problemas de orden público y el fracaso de la Paz Total sirven a los detractores del Acuerdo Final de La Habana para recabar en la idea de que las sanciones de ocho años, sin cárcel y sin restricciones a la libertad de los procesados por la JEP constituyen una burla a las víctimas y el descrédito para la majestad de la justicia. De eso se encargó muy bien Noticias Caracol que editó varias notas con políticos y expolicías de alta graduación  que las Farc-Ep secuestraron y torturaron durante varios años. 

En lugar de destacar el sentido de la histórica sentencia, el noticiero privado revive la discusión política que suscitó en su momento lo acordado en Cuba en materia de justicia transicional entre los plenipotenciarios de la guerrilla fariana y los del gobierno de Juan Manuel Santos en representación del Estado. Desmantelar a esa máquina de producción de víctimas en la que se convirtieron las Farc-Ep fue vista en su momento como una apuesta ética de quienes votaron Sí al plebiscito por la paz y aceptaron "tragarse el sapo" que significaba que ninguno de los máximos responsables de crímenes atroces pagaría un solo día de cárcel, puesto que en la discusión jurídica triunfó el modelo de la justicia transicional con los elementos de verdad, justicia, reparación y no repetición y con estos la imposición de penas alternativas. Entonces, los ochos años de sanción los pagarán con el desarrollo de actividades como siembra de árboles, reconstrucción de infraestructura afectada durante las hostilidades y construcción de bibliotecas, entre otras. A dichas acciones se conocen como las TOAR (Trabajos, Obras y Actividades con contenido Reparador o Restaurativo). 

Muy seguramente la sentencia que la JEP acaba de proferir contra los integrantes del entonces Secretariado de las Farc será usada por los candidatos presidenciales de la derecha para insistir en el desmonte de la JEP o por lo menos en su debilitamiento como tribunal de una paz que los militaristas jamás aceptaron como legítima para castigar a los comandantes guerrilleros por la comisión de delitos atroces cometidos en el marco de un conflicto armado que se degradó. Abelardo de la Espriella, por ejemplo, asegura que de llegar a la presidencia no entablará negociaciones con los grupos al margen de la ley y mucho menos con aquellos que incumplieron lo acordado en La Habana. 

Aceptar los principios de la justicia transicional y restaurativa exige de las víctimas y del resto de la sociedad haber transitado por el dolor, hasta llegar al máximo sentido de humanidad al que podemos llegar como especie: perdonar a quienes violaron la dignidad de sus familiares. Se trata de una apuesta ética y moral, individual y colectiva, que debe enfrentarse a la narración periodística proclive al populismo punitivo y al discurso de la derecha que cree posible acabar militarmente con todos los grupos al margen de la ley. 

Más allá de las críticas a las sanciones que hoy expone la JEP, escuchar y documentar las voces de las víctimas y los episodios en los que los victimarios (militares y guerrilleros) fueron confrontados constituye un valioso trabajo de construcción de memoria histórica para una sociedad desmemoriada y selectiva a la hora de reconocer las responsabilidades de los victimarios que participaron de las hostilidades. 

Quizás sea tiempo de amplificar la idea de que la guerra no fue para el caso colombiano el camino para hacer las transformaciones sociales que la sociedad demanda. Y también quizás sea el momento para gritar que todo hombre en armas, sin importar la causa que defienda y de quién escriba la historia, es un potencial asesino o uno ya consumado. 



Mauricio Alvarado / El... - Mauricio Alvarado

Tomada de El Espectador.

TRUMP DESCERTIFICÓ A COLOMBIA (II)

 

Por Germán Ayala Osorio 


Conocidas la inamistosa, irrespetuosa, arbitraria e ilegítima decisión del gobierno norteamericano y la fuerte reacción del presidente Petro, es fácil concluir que la descertificación de los gringos no se produjo por la falta de resultados positivos en la lucha de Colombia contra los cultivos de coca y la producción de cocaína, sino por la postura crítica del presidente colombiano frente a temas como el genocidio israelí en Gaza que los Estados Unidos viene legitimando, la limpieza étnica que viene haciendo Trump en la tierra del Tío Sam persiguiendo y expulsando migrantes latinos y por supuesto frente a la lucha antidrogas que no es otra cosa que la patente de corso de los gringos para someter a pueblos en donde se cultiva "la mata que mata" con su hipócrita y fallida política con la que su sistema financiero se sostiene a través del lavado de activos. 

El no haber impuesto sanciones económicas a Colombia permite pensar que  en el fondo los gringos reconocen la lucha librada por el país, con todo y sus víctimas y costos económicos, pero por estar en la Casa de Nariño un hombre crítico de la inmoral y fallida política antidrogas lo mejor es descertificar y de esa manera mandar un mensaje político que sea usado por la derecha en la campaña electoral para generar miedo en agentes económicos y políticos que necesitan del mercado norteamericano. 

Por supuesto que también le están cobrando a Petro sus acercamientos con China a través de la firma del acta de entendimiento en el marco de la Nueva Ruta de la Seda. Los gringos ven en el gigante asiático como un peligro para mantener y extender su política exterior en las Américas, pensada para expoliar recursos genéticos y mantener las sempiternas relaciones de dominación sobre gobernantes cipayos que negocian las soberanías popular y estatal con visas para visitar a Mickey Mouse, con el compromiso de jamás atreverse a criticar las políticas de la inmoral potencia militar del norte del continente americano. Uribe, Duque y Santos fueron y son lacayos que cuentan con el respaldo de las autoridades gringas. Ahora que se vienen las elecciones en Colombia, a esa lista se suman ya Abelardo de la Espriella, Juan Carlos Pinzón, Santiago Botero, Vicky Dávila, Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Sergio Fajardo y Alejandro Gaviria, agentes serviles de los gringos. 

Pero hay quizás un factor que para Trump y Marco Rubio, entre otros les resulta molesto: el reclamo de respeto por la soberanía de Colombia y el trato digno que viene exigiendo el presidente colombiano. Para el Secretario de Estado de USA esa postura de Petro le resulta "errática" porque están acostumbrados a manosear a los jefes de Estado colombianos, que de manera subordinada asienten todas las acciones que el decadente país del norte desee emprender en el territorio nacional. Nunca antes como hoy actuar con dignidad, valor civil y con sentido de humanidad se asume como una apuesta política inamistosa por quienes como los Estados Unidos  promueven y ejecutan guerras, genocidios, invasiones y el sometimiento de pueblos a sus caprichos imperiales. Y aunque no se trata de ser de izquierda o de derecha, los acomplejados cipayos locales reducirán toda actitud soberana y digna de los "zurdos" o "rojos" a una postura altanera, grosera y equivocada frente al poder hegemónico. 

Adenda: la decisión del presidente Petro de no comprar más armas a USA constituye una respuesta digna. Eso sí, habrá que buscar otros proveedores. 


Imagen tomada de EL TIEMPO

lunes, 15 de septiembre de 2025

TRUMP DESCERTIFICÓ A COLOMBIA (I)

 

Por Germán Ayala Osorio 


Sin conocerse aún el pronunciamiento oficial de la Casa Blanca, el presidente Petro informó que Estados Unidos descertificó al país, aunque sin sanciones. Estamos sin duda alguna ante un golpe político y moral del "principal aliado y socio comercial" de Colombia, que tiene por lo menos tres lecturas: la primera, que Trump entra a jugar duro en las elecciones de 2026 como aliado de la derecha uribizada; la segunda, el gringo le envía un mensaje al candidato presidencial que finalmente prometa continuar con el proyecto político progresista, incluida las maneras de afrontar la fallida lucha antidrogas: la extensión de la descertificación está garantizada si resulta electo. Y la tercera, se trata de una inamistosa y cuestionable decisión que hace retroceder las relaciones entre Bogotá y Washington a los aciagos años 90 y en particular a las sostenidas con  el gobierno de Ernesto Samper Pizano. Cada una de esas lecturas tiene unos desarrollos que a continuación presento:

La descertificación al país constituye un espaldarazo a la derecha colombiana que cuestiona la dignidad con la que el gobierno Petro quiso reconstruir las relaciones con los Estados Unidos. Y es así porque  el sometimiento de los mandatarios anteriores a los caprichos de las autoridades estadounidenses históricamente se asumió como una condición natural. De allí que para mandatarios como Uribe, Pastrana, Santos y Duque comportarse como cipayos no les demandó ningún esfuerzo. Les salía natural. 

Así las cosas, los precandidatos y finalmente los candidatos presidenciales de la derecha ya deben estar alistándose para gritar  "vamos a recuperar la relación con los Estados Unidos" prometiendo abrir más bases militares como ya lo hizo Paloma Valencia, de volver al uso indiscriminado del glifosato para acabar con los cultivos de pan coger y por supuesto perseguir al campesinado que cultiva la mata de coca obligado por los grupos al margen de la ley. Volver a la aspersión y a la forzada erradicación de los cultivos de uso ilícito guarda el doble propósito de criminalizar al campesinado y echar para atrás la incipiente reforma agraria del gobierno Petro. 

Con la descertificación a Colombia en su lucha contra las drogas, el gobierno del convicto presidente de los Estados Unidos acaba de poner a la administración Petro en el mismo nivel de inmoralidad y de ilegitimidad que en su momento Bill Clinton puso al gobierno de Ernesto Samper Pizano por haber sido elegido con los dineros del cartel de Cali. Al "Samperizar" las relaciones con Washington, el gobierno republicano de Donald Trump pone al jefe del Estado colombiano en el mismo nivel de animosidad que se profesa desde la tierra del Tío Sam hacia presidentes como Nicolás Maduro Moros y Lula Da Silva. 

De acuerdo con lo que trascendió desde la Casa de Nariño la descertificación llegaría sin sanciones políticas. Petro señaló: "La descertificación no implica sanciones, hasta ahora no es oficial, pero sale así, sin sanciones. Vamos a medir el efecto. Esto tiene implicaciones, porque los Estados Unidos han dicho que todo lo que hicimos, incluidos los 13 policías muertos en Amalfi, se acabó eso”. 

Si los Estados Unidos logra incidir en las elecciones de 2026 y poner en la Casa de Nariño a cualquiera de los cipayos que saldrán a gritar a voz en cuello que están dispuestos a cumplir con lo ordenado por Washington, el país regresará a los tiempos del Plan Colombia, Plan Patriota y su naturalización con la política de seguridad democrática. Al final, volverán los masivos desplazamientos de campesinos, marchas de cocaleros y la respuesta militar del Estado. En materia económica, cesará la persecución a los narcos que de tiempo atrás siempre tuvieron relaciones con agentes económicos y políticos de la sociedad civil. Y no volveremos a escuchar a "empresarios del campo" decir que "el gobierno no está dejando trabajar" en alusión directa al presidente Petro. Volverá el contrabando y las otras mafias legitimadas por la crema y nata de la sociedad colombiana. "Hay personas ligadas al narcotráfico que habrían hecho 'lobby' en EE. UU. para que Colombia fuera descertificada”, señaló el jefe del Estado colombiano. 


Imagen tomada de El Tiempo. 

domingo, 14 de septiembre de 2025

VUELTA A ESPAÑA, PROTESTAS PRO PALESTINA Y EL SUPERHOMBRE

 

Por Germán Ayala Osorio 


La suspensión de la última etapa de la Vuelta a España por culpa de los manifestantes que protestan por el genocidio israelí en Gaza constituye un hecho político que además de efectista, pone de presente que dicha acción colectiva se da en el espacio público, en las calles, en las que suelen rodar los ciclistas en carreras grandes como la ibérica, el Giro de Italia y el Tour de Francia. Ese no es un asunto menor, aunque no es el tema central de esta columna. 

Ahora, más allá de las molestias y los efectos económicos y políticos de dicha acción colectiva, hay que advertir que el ciclismo de alta competencia y el genocidio perpetrado por Israel en Gaza comparten elementos clave en la historia de la humanidad: la superación de los límites de la finita y aviesa condición humana y las sempiternas luchas étnico raciales. Mientras que el ciclismo y otras disciplinas deportivas le apuntan a la construcción del "superhombre", Netanyahu y su ejército sionista hacen lo propio basados en la idea y principio que señala que los miembros del pueblo judío hacen parte de una "raza superior". Hace poco la precandidata presidencial por el Centro Democrático, Paloma Valencia expresó su adoración y respaldo al pueblo judío al que calificó como "superior en todo". Justamente, ese tipo de posturas son las que alimentan la particular lucha étnico-racial que vivimos en Colombia entre quienes se creen "blancos, arios" y las comunidades y pueblos ancestrales. 

En el desempeño de ciclistas, tenistas y otros deportistas de alto rendimiento aparecen jugando a las escondidas las farmacéuticas, los laboratorios, la biotecnología, la ciencia médica y deportiva y los dispositivos y la institucionalidad anti dopaje, sin olvidar por un solo momento la idea del "superhombre" que los anima a seguir inventando medicamentos, suplementos alimenticios y tratamientos para lograr el sorprendente desempeño de figuras como Vingegaard, Pogacar y Primoz Roglic asumidos por expertos como "superdotados" fruto de <<una superselección natural>> de los individuos, que sometidos a "condiciones extraordinarias de entrenamiento y alimentación puedan llegar a superar sus límites" (tomado de El Espectador). Pocos son los ciclistas nacidos en el Sur Global que puedan llegar a hacer parte del corto listado de esos hombres superdotados (arios) capaces de romper cronómetros y coronar las más empinadas cumbres europeas superando por minutos e incluso por  horas a sus rivales. 

De la misma manera como aquellos ciclistas son hijos de una "superselección natural", el pueblo judío que aplaude el genocidio en Gaza lo hace porque cree a pie juntillas que son el "elegido" por Dios, lo que les permite y casi que obliga querer borrar del mapa a los palestinos porque son seres inferiores, de piel opaca e infieles. 

Quizás las prácticas genocidas en Gaza y las actividades de formación de los ciclistas de élite terminen confluyendo en la idea de agentes científicos y políticos  de crear un ser humano superdotado, bello y blanco. A lo mejor las grandes vueltas a España, Francia e Italia y el genocidio en Gaza sirven de  "laboratorios" en los que esa idea del superhombre se va haciendo realidad. 




Foto tomada de la red X. 

EL "QUINTETO FASCISTA" EN COLOMBIA

 

Por Germán Ayala Osorio 


Mientras el fascismo hace sus demostraciones de fuerza en la franja de Gaza, asesinando niños, niñas y mujeres palestinas de la mano del ejército de Israel y en los Estados Unidos persigue y expulsa a migrantes latinos y estigmatiza a las poblaciones afro y LGTBI+, en Colombia parece estarse consolidando lo que bien se puede llamar el "Quinteto fascista" del que harían parte los precandidatos presidenciales uribizados Abelardo de la Espriella, Santiago Botero y Juan Carlos Pinzón, el expresidente Uribe y el exvicepresidente Germán Vargas Lleras. Y por supuesto, los agentes gremiales que no están dispuestos a soportar cuatro años más sin beneficiarse de la "puerta giratoria" que siempre operó entre los gremios económicos y los gobiernos anteriores. Esa viudez de poder los tiene realmente fastidiados. 

Hace ya casi un año el  eterno candidato presidencial Germán Vargas Lleras espetó lo siguiente: "...envío un mensaje clarísimo de unidad a todos los dirigentes que hoy se encuentran en la oposición o que comparten nuestras preocupaciones, tenemos que llegar unidos con una candidatura única a la Presidencia de la República...". El diario El Espectador registró la eventual alianza entre las dos prominentes figuras de la ultraderecha colombiana y consagrados neoliberales que saben muy bien qué es eso de capturar el Estado para el beneficio de unos pocos. El titular es claro y genera miedo: Uribe y Vargas cocinan fórmula electoral para atajar reelección del proyecto petrista. 

Varias de las consignas lanzadas por estos y otros miembros de la derecha colombiana, como "vamos a recuperar el país", "hay que frenar al neocomunismo", "destripar a la izquierda" y "dar balín" devienen con un tufillo fascista, fundado en sentimientos aporofóbicos, clasistas, racistas y en la profunda molestia -rabia- que les produce que el gobierno Petro esté entregando tierras al campesinado que tanto le costó perseguir, estigmatizar, asesinar y desplazar a las fuerzas paramilitares que en su momento cumplían con la tarea de "limpiar" los campos para ampliar el modelo agrario que le gusta a Uribe y a otros actores políticos y económicos: el de la gran plantación, los monocultivos de caña de azúcar y palma africana, la minería, legal e ilegal,  la agricultura sin campesinos, pero con siervos y la ganadería extensiva de baja producción para fines de especulación con el valor de la tierra. 

El miedo -verdadero terror- que ya expresan figuras públicas frente a la posibilidad de que la derecha recupere la Casa de Nariño en el 2026 se explica por la animadversión que genera en las huestes de la derecha uribizada todo lo que huela a reivindicación de los derechos de los más vulnerables, la protección de los ecosistemas naturales-históricos, los llamados de atención sobre los efectos del cambio climático y la desprivatización del Estado en los sectores de la salud y la energía eléctrica. El progresismo, para los más visibles agentes de las mesnadas uribistas es sinónimo neocomunismo, que no es otra cosa que el nuevo "coco" con el que asustan a incautos, ignorantes y en general a las audiencias que creen a pie juntillas lo que dicen los medios hegemónicos. 

Los integrantes del "Quinteto fascista" no se atreven a criticar lo sucedido en Gaza y en USA, pero parecen inspirarse en las figuras de Netanyahu y Trump para afianzar su proyecto antiprogresista. El objetivo es claro: regresarnos a los tiempos de la Seguridad Democrática, al Estado militarista "saca ojos", eso sí, afinando las estrategias y las formas para depurar étnica, periodística, cultural y políticamente a los sectores societales a los que Petro les devolvió las tierras, los reconoció identitariamente y les despertó la conciencia de clase con la que hoy creen entender y comprender de una mejor manera qué es eso de militar en la derecha.

Mientras el fascismo criollo de manera pragmática se congrega a pesar de los mutuos cuestionamientos éticos y morales entre sus más visibles figuras, las fuerzas progresistas y de la izquierda democrática se enredan en acuerdos políticos y programáticos y se tranzan en una lucha intestina en la que sobresalen los más ególatras. Parecen no comprender estos últimos que los cuatro años de Petro, con todo y errores, despertó en sectores populares urbanos y rurales la esperanza de superar un desarrollo económico que promueve la concentración de la riqueza en pocas manos, somete a la Naturaleza a procesos de transformación insostenibles y afianza la operación de un Estado que además de militarista, actúa bajo los parámetros que impone el ya naturalizado ethos mafioso que distingue a la derecha  con el que auspició la corrupción público-privada en el sistema de salud y lo que es peor, en el mundo castrense. 

De triunfar la derecha en el 2026, no se puede descartar que reaparezcan los paramilitares para echar para atrás la valerosa pero incipiente reforma agraria que viene impulsando Petro. No habrá fuerza pública para defender a los campesinos que hoy siembran comida en sus parcelas, pues lo primero que hará la derecha de regresar a la Casa de Nari es hacer una purga en el Ejército y la Policía y por esa vía regresarnos a la doctrina del enemigo interno, extendida por supuesto al campesinado y a todo aquel que se atreva a exigir el cumplimiento de sus derechos. 



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sábado, 13 de septiembre de 2025

PETRO Y SUS PARTICULARES ALOCUCIONES

 

Por Germán Ayala Osorio


Ventilar en alocuciones el sistemático manejo fraudulento de los recursos de la salud aleja a Gustavo Petro de la cofradía que de forma natural aparece entre los presidentes de la República que suelen cuidar la imagen del régimen de poder, lo que no es otra cosa que mantener ocultas las finas relaciones políticas que se tejen para garantizar la captura mafiosa de los recursos del Estado para el aprovechamiento de la élite cuyos intereses saben muy bien representar, mantener y extender en el tiempo los jefes de Estado. 

Como presidente de la República, Petro toma temprana distancia del club de expresidentes que a pesar de contar con información privilegiada sobre cómo operan las disímiles mafias que manejan el Estado y sus recursos, jamás durante su ejercicio como mandatarios se atrevieron a contarle al país que la corrupción público-privada es un mal endémico en la sociedad colombiana. No les convenía poner en evidencia el pérfido sistema social, político y económico pues gracias a este alcanzaron el objetivo de "gobernar" a Colombia. 

Al ser simples instrumentos del tenebroso Establecimiento, los presidentes en Colombia están obligados a guardar silencio y a ser cómplices de la enquistada corrupción público-privada. Para el caso de la salud, Petro rompió ese naturalizado pacto de caballeros -cacorraje nacional, diría Carolina Sanín- para exponer a los miembros de las  juntas directivas de las EPS que, de acuerdo con lo denunciado por el presidente, se hicieron los de las gafas frente a la criminal y oprobiosa desviación de los recursos económicos girados al interior de un sistema de salud creado para garantizar el fraude y el enriquecimiento de agentes privados que encontraron en la Ley 100 del 93 el camino expedito para robar billonarios recursos y financiar campañas presidenciales y congresionales para mantener muy bien engrasado el sistema de corrupción. 

El sistema de aseguramiento en salud en Colombia funcionó como una rueda de la fortuna para los agentes privados a los que jamás les interesó cuidar la salud de los pacientes, mientras que para los usuarios se convirtió en un karma y en suplicio que terminó en el agravamiento de enfermedades y en la muerte de cientos de miles por el tardío agenciamiento de citas y procedimientos quirúrgicos. 

Hace bien el presidente Petro en denunciar en sus alocuciones lo que viene sucediendo con el perverso sistema de salud colombiano. Le corresponde a la Fiscalía, Contraloría y Procuraduría avanzar en sus investigaciones para dar con los responsables del desangre económico de las EPS (Empresas Para Saquear). Claro que no se puede esperar mucho de dichas entidades, permeadas por el clientelismo y la corrupción. 

Ya veremos en el 2026 cuán efectivas resultaron la más reciente alocución y las anteriores en las que Petro expuso a los responsables de la naturalización de la corrupción al interior del sistema de salud. Se da por descontado que la prensa hegemónica guardará silencio frente a lo expuesto por el presidente de la República. La historia dirá que Petro "traicionó" el pacto que todos los presidentes firman una vez inician su mandato y que se extiende a la condición de expresidentes. “Las EPS seguirán quebrándose. No las voy a salvar” es la prueba de esa "traición". Otro motivo más para que la élite tradicional lo odie por haberse negado a mantener oculto esos vergonzantes "pecados". 

Adenda: habrá cientos de pacientes víctimas de las EPS que seguirán creyendo el relato periodístico que indica que el sistema de salud colapsó por culpa de Petro. Esa misma narrativa señala que en gobiernos pasados jamás se instauraron tutelas contra las EPS y mucho menos hubo protestas y largas colas para reclamar medicamentos. 


Nota: en una anterior alocución  el presidente había denunciado la corrupción en las EPS: véase este video: 

https://www.youtube.com/watch?v=LlNK_wPwkXA




viernes, 12 de septiembre de 2025

FRASES CÉLEBRES DE URIBE, SANTOS Y DUQUE

 

Por Germán Ayala Osorio 

Los presidentes de la República suelen ser recordados por sus obras de gobierno, discursos, errores, frases célebres y algunos por conductas tipificadas como delitos en el código penal colombiano e incluso en normas internacionales. Hay expresiones que dicen mucho del origen de clase, de la personalidad y del lugar que saben que ocupan los mandatarios dentro de lo que se conoce como el Establecimiento y en sus deseos de entrar en la historia del país y quizás en la historia de la humanidad.  

El país no olvida tres sentencias que en disímiles coyunturas lanzaron Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos Calderón e Iván Duque Márquez. Se trata de frases que se volvieron de uso cotidiano en conversaciones callejeras e incluso en reuniones de trabajo: "otra pregunta, amigo", "ese tal paro agrario no existe" y "de qué me hablas viejo". Con pequeñas variaciones de contexto, las tres expresiones generan hoy hilaridad y motivan la escritura de columnas de opinión. Esta en particular va dirigida a un grupo de trabajo que se resiste a morir. Desde esta tribuna, exhorto a las muchachas a que sigan adelante: el periodismo las (nos) necesita. 

La frase espetada por Uribe, "otra pregunta, amigo" da cuenta de su carácter recio y violento, así como de  su desprecio por los periodistas que se atrevieron a confrontar sus ideas y decisiones políticas. El hoy condenado expresidente no usó el vocablo "amigo" para reconocer una relación de amistad con su entrevistado. Ese uso particular del término amigo está íntimamente conectado con dos objetivos: uno personal y coyuntural, que fue enmascarar su evidente molestia por los cuestionamientos hechos por los  periodistas y el segundo, institucional y gubernamental, con el que le apostó a disfrazar, disimular, ocultar y embozar los reales objetivos de la seguridad democrática vendida por él como una política de protección y de respeto de los derechos humanos de todos los colombianos, cuando en la práctica sirvió para propósitos innobles y poco democráticos. Los 6402 falsos positivos confirman el carácter engañoso con el que fue pensada y aplicada dicha política pública. 

La frase de Santos Calderón, "ese tal paro agrario no existe" puso en evidencia el grado de desconexión de la realidad social y económica que rodeó al paro agrario que Santos no reconoció en su momento. Con el tiempo el  expresidente admitió que esa sentencia obedeció a un error pues quiso decir que dicho "paro no era nacional porque estaba concentrado en pocos departamentos y en unos productos terminados". Como hijo de la rancia élite bogotana, la expresión de Santos Calderón resulta  genuina y fiel a su talante clasista y aporofóbico. No reconocer a ese Otro que protesta y reclama sus derechos es propio de quienes desde el privilegio y el pedigrí  saben que  es imposible generar una relación empática y asertiva con los "diferentes". 

Lo espetado por Iván Duque Márquez, el arrogante y perfumado pernoctante de la Casa de Nariño sirvió para que el país se diera cuenta del carácter fatuo de un hombre suertudo, lila y necio que se topó con la presidencia de la República de la misma manera como un niño se encuentra un muñeco en una piñata o en el mejor de los casos en la "cajita feliz" de McDonald's. "De qué me hablas viejo" es una respuesta irrespetuosa y cínica muy propia de chafarotes. Y claramente, Iván Duque, al evitar referirse a los menores víctimas del bombardeo, demostró su desprecio por la vida de la niñez reclutada forzadamente por las "guerrillas". 

Las tres frases aquí citadas comparten un mismo lugar de enunciación ancorado a la condición de presidentes, pero especialmente al desprecio que los tres mandatarios siempre sintieron por aquellos que se atrevieran a protestar, a cuestionar y a exigir respuestas a quienes asumieron el control del aparato estatal y lo hicieron operar bajo el siempre discutible principio de la "violencia legítima del Estado". 

Por supuesto que no podemos dejar de referirnos a varias frases emitidas por el actual presidente de la República, de las que hay que decir que no se acercan en lo más mínimo al talante engañoso, petulante y displicente de las expresiones de Uribe, Santos y Duque. Eso sí, algunas devienen violentas, agrias e hirientes, propias de quien cree que el país no avanza por culpa de una élite clasista, racista y aporofóbica que extraña a Duque, a Uribe y al propio Santos, a pesar de haber sacado adelante el proceso de paz con las Farc-Ep. Otras, por el contrario, dan cuenta de un político sincero, hijo del pueblo y genuino, elementos que le han asegurado el reconocimiento y el cariño de millones de colombianos que sienten cercano, por primera vez, a un presidente de la República. Veamos algunas de las sentencias espetadas por Petro: 

"Yo no digo groserías, pero quise decir una... mucho hp”

"Maldito el parlamentario que a través de las leyes destruye la prosperidad de su propia tierra, de su propio pueblo”

“Nosotros perdonamos, nosotros no odiamos a quienes nos torturaron y la prueba es, amigas y amigos congresistas, que aquí no hay nadie que pueda decir que el presidente de la República diera una orden al DAS, que haga sus veces, para interceptar comunicaciones de los congresistas de la oposición, acá no hay nadie que pueda decir que ‘Petro mandó a interceptar’”.

Yo logré perseguir al mayor contrabandista de Colombia (Diego Marín), que tenía profundos nexos con políticos de país, incluido un político antioqueños muy famoso, que llenaban esto de contrabando”.





jueves, 11 de septiembre de 2025

IVÁN CEPEDA PROPONE UNA "REVOLUCIÓN ÉTICA"

 

Por Germán Ayala Osorio 


Desde esta Tribuna he venido insistiendo en que el país necesita embarcarse en una "revolución cultural" que nos permita como Estado y sociedad avanzar hacia estadios de modernidad y civilidad. Una revolución de ese talante exige que proscribamos el ethos mafioso que se naturalizó entre el 2002 y el 2010 y cambiemos sustancialmente las relaciones entre nosotros y las establecidas con la Naturaleza, sometida esa última a un desarrollo económico sistémicamente insostenible. 

Resulta esperanzador y placentero escuchar por primera vez en esta campaña electoral a un político hablar de una "revolución ética que nos lleve a una nueva cultura política y social". Lo hizo el precandidato presidencial del Pacto Histórico, Iván Cepeda Castro, quien se erige como un referente ético y moral en una sociedad que deviene confundida en estos fundantes y claves elementos de la vida humana. 

Por supuesto que esa propuesta, por ahora gaseosa igual a la de hacer una "revolución cultural", requiere de un desarrollo conceptual y si se quiere de su escritura bajo las condiciones propias de un ensayo filosófico. Y que lo lean y relean todos los convencidos de que el país necesita con urgencia de esa revolución ética que, una vez lograda, nos llevará a los estadios civilizatorios que no hemos podido llegar por culpa del ethos mafioso, pero sobre todo por la mezquindad, ruindad y estolidez de quienes desde el ejercicio del poder político y económico convirtieron a Colombia en una moderna "cueva de Rolando" en la que la ética deviene acomodaticia y la inmoralidad es el faro que guía a sus líderes políticos, periodistas, militares, rectores de universidades, académicos y estudiantes. 

Una vez logrado ese texto fundante, la planteada y soñada "revolución ética" deberá convertirse en un propósito individual y colectivo para luego consolidarse como una apuesta institucional y societal que venza las resistencias y obstáculos que ya tiene la sagaz y efectista  propuesta del senador Cepeda. Los principales opositores a esa "revolución ética" son, de tiempo atrás, los referentes de éxito y felicidad de cientos de miles de colombianos: traquetos y sus modelos, empresarios corruptos y políticos torcidos que se pavonean por las cabinas de radio y otras instalaciones periodísticas para legitimar el ethos mafioso. 

Bien por Cepeda por poner al país a hablar de esa urgente "revolución ética" en medio de la polarización política y crispación ideológica que desde el 2016 padecemos como sociedad. No creo que sea recogida ni por la fantasmal Comisión de Sabios, ni por las universidades y mucho menos por los agentes del Establecimiento responsables de la crisis y confusión moral y ética que arrastramos como colectivo. Quizás se necesite caer más bajo para poder comprender que necesitamos de esa revolución. 

La revolución ética de la que habla Cepeda está ancorada a la verdad, pero especialmente al papel de las víctimas del Estado y de sus criminales agentes. Esto dice el senador: "...el poder de la verdad que poseen las víctimas es indispensable. Son ellas quienes, a través de su testimonio, su resistencia y su dignidad, nos devuelven la capacidad de sentir, de pensar y de actuar éticamente. Son quienes pueden reactivar la conciencia colectiva, poner en evidencia la verdad silenciada y, sobre todo, recordarnos que la vida humana jamás debe ser negociable. Esa es la semilla de la revolución ética que necesitamos: una transformación que no solo repudie la deshumanización, sino que también reencuentre el sentido profundo de nuestra humanidad compartida. El poder de la verdad de las víctimas no solo es capaz de derrotar la ignominia de la impunidad, hacer que la sociedad salga del letargo de la banalidad del mal, revivir la existencia de quienes fueron asesinados y desaparecidos, instaurar la memoria de los sufrimientos pero también de las luchas y conquistas que implicó su sacrificio; desenmascarar a los poderosos determinadores de los peores crímenes, sino que además puede llevar a una nación dividida por décadas de odio y violencia, como la nuestra, a la reconciliación y a la paz"

Quizás haya que recordar que si algo ha generado molestia y odio en sectores específicos de la sociedad es la búsqueda de la verdad. La animadversión hacia la JEP y a las víctimas de los falsos positivos y otros crímenes de Estado es el alimento ético y moral de quienes serán los primeros en oponerse a que ese propósito del senador sea concebido siquiera como una remota posibilidad de cambio. ¿Para qué cambiar el sistema cultural que a esos enemigos de la verdad les ha funcionado por tanto tiempo?

Mientras que Cepeda habla de "revolución ética", hay precandidatos presidenciales que proponen dar balín, de restablecer relaciones con el genocida Estado de Israel y seguir hincados ante el estólido convicto que hoy dirige los destinos de los Estados Unidos. Y lo que es peor: hay millones de colombianos convencidos de que esas acciones y decisiones son ética y moralmente correctas porque lo que el país y el mundo necesitan  es de una pureza étnica como fuente de la eticidad y de la inmoralidad de quienes gozan y hacen negocio con la muerte y la destrucción de los ecosistemas naturales. Termino con lo que dijo en su momento Eduardo Galeano sobre las guerras: 

"Las guerras mienten. Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar “Yo mato para robar”. Las guerras siempre invocan nobles motivos. Matan en nombre de la paz, en nombre de Dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia. Y si por las dudas, si tanta mentira no alcanzara, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero. En Rey Lear, Shakespeare había escrito que “en este mundo, los locos conducen a los ciegos”. Y cuatro siglos después, los amos del mundo son locos enamorados de la muerte, que han convertido el mundo en un lugar donde cada minuto mueren de hambre o de enfermedad curable 10 niños, y cada minuto se gastan tres millones de dólares, tres millones de dólares por minuto en la industria militar, que es una fábrica de muerte...". 


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miércoles, 10 de septiembre de 2025

PRIMER "DEBATE" ENTRE CAROLINA CORCHO Y PALOMA VALENCIA

 

Por Germán Ayala Osorio 


La participación de las precandidatas presidenciales Carolina Corcho Mejía y Paloma Valencia Laserna en el Conversatorio Académico Seguridad Multidimensional global y visión estratégica de su impacto en Colombia en el 2026 organizado por la universidad Militar Nueva Granada dejó  claridades en torno a los proyectos políticos que cada una defiende. No se trató de un debate propiamente dicho, pero por momentos se cruzaron pullas que sirvieron para ahondar las distancias ideológicas y políticas que existen entre dos disímiles e irreconciliables formas de entender el papel del Estado y la construcción de la República. Por momentos el auditorio parecía "calentarse" por un mayor respaldo a las ideas de la exministra. 

Valencia Laserna llegó tarde al auditorio con una presentación en power point en la que expuso conceptos como desarrollo, bienestar y libertad, entre otros. Me hizo pensar en que su intervención tendría un carácter académico en consonancia con el escenario universitario, pero no fue así. Además de no abordar sistémicamente el tema del evento, dedicó gran parte del tiempo asignado por los organizadores a criticar al gobierno Petro. 

La senadora Valencia expuso ante los estudiantes, profesores y las audiencias que se conectaron a la transmisión su pobreza conceptual y discursiva a pesar de haber estudiado derecho y filosofía en la Universidad de los Andes. Su discurso fragmentado y lleno de lugares comunes compagina muy bien con sus ideas políticas claramente atadas al ideario de una derecha que defiende al viejo Establecimiento, esto es, las correlaciones de fuerza sobre las que opera el modelo de Estado y de sociedad en Colombia, con todo y taras  civilizatorias . Taras como el ethos mafioso que se naturalizó en el país entre el 2002 y el 2010, así como el racismo, el clasismo y la aporofobia con las que las audiencias identifican a las "tigresas" de Uribe: Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Paola Holguín. 

En temas como las relaciones con Venezuela y la violencia étnica-cultural en Gaza, la senadora del Centro Democrático se plantó en el discurso moralizante con el que la derecha uribizada suele asumir y negar la complejidad tanto de los problemas fronterizos binacionales con el vecino país y la crisis humanitaria desatada por el Estado de Israel en la franja de Gaza. Mientras que Corcho habló de no respaldar jamás las prácticas genocidas del ejército sionista al mando del criminal de Benjamín Netanyahu, Valencia Laserna expresó su adoración y respaldo al pueblo judío al que calificó como "superior en todo". El solo hecho de negarse a calificar como genocidio lo que está haciendo Israel en contra del pueblo palestino ubica a Valencia en un avieso plano moral superior que le facilita expresar su desprecio por las comunidades afros, campesinos e indígenas de su propio país. No olvidemos su propuesta de "dividir el Cauca entre indígenas y mestizos". La actitud pro gringa de Valencia quedó confirmada al decir que instalaría una base militar de los Estados Unidos en el Catatumbo. 

En lo que respecta a la presentación de la exministra Corcho, señalo que estuvo mejor estructurada, lo que permitió mantener un hilo conductor y los elementos básicos en la escritura de un ensayo: Introducción, Desarrollo y Conclusión (IDC). Así las cosas, Corcho exhibió un sólido perfil académico, sin rayar en una presentación incomprensible para los públicos. En el manejo del espacio y del auditorio la exministra mostró seguridad y cancha.

Corcho Mejía es lejos mejor candidata que Valencia Laserna. Y no solo por el discurso humanista y el soporte conceptual, sino por el lugar de enunciación: la exministra de Salud no habla desde el privilegio, sino desde la defensa de los derechos humanos consagrados en la Carta Política de 1991. Qué bueno sería ver un "debate" entre María Fernanda Cabal y Carolina Corcho. Felicitaciones a la universidad Militar Nueva Granada por la organización del conversatorio. 




Imagen tomada de la red X. 


martes, 9 de septiembre de 2025

EDER Y FICO GUTIÉRREZ Y SUS RUIDOSOS VIAJES A USA

 

Por Germán Ayala Osorio 


El viaje a los Estados Unidos de los alcaldes de Medellín y Cali, Federico Gutiérrez y Alejandro Eder deviene con un inocultable tufillo anti Petro y proyanqui, muy propio de agentes de la derecha que aplauden, justifican o validan en silencio la inamistosa, criminal y burda política exterior del convicto presidente Donald Trump, que incluye la amenaza militar contra Venezuela, el apoyo a Israel para que aniquile al pueblo palestino en Gaza y por supuesto el chantaje económico y político con el que viene manejando las relaciones comerciales con todo el mundo. 

Más allá de si el desplazamiento de los burgomaestres hacia la tierra del Tío Sam constituye o no una usurpación de las funciones del presidente de la República, la ruidosa e inoportuna visita hace pensar que los mandatarios locales estarían deseosos de que el gobierno Trump descertifique a Colombia en su lucha contra el narcotráfico pensando en que esa medida afecta directamente a Petro y favorece electoralmente a la derecha uribizada que los dos representan. Si finalmente los gringos cometen el garrafal error de descertificar al país, entonces los viajes de Eder y "Fico" se entenderían como poco efectivos; por el contrario, si USA reconoce como positiva la política antidrogas ejecutada por Petro, la estolidez con la que vienen manejando las relaciones con el presidente de la República los dos alcaldes les permitiría salir a los medios a decir que "gracias a sus gestiones" el país logró la certificación. 

Esa actitud sumisa y abyecta de Eder y Gutiérrez es propia de cipayos. Por haber nacido en USA, Eder estaría "disculpado", aunque se esperaría que asumiera una actitud por lo menos respetuosa con el país en el que goza de todos los privilegios y del poder que le otorga ser hijo de terratenientes y propietarios de ingenios azucareros que de acuerdo con denuncias de la Contraloría General de la República se habrían apropiado de baldíos en la altillanura. En el caso del "criollo" antioqueño, su evidente estulticia no le permite comprender que en la historia de las relaciones bilaterales entre USA y Colombia la indignidad de los anteriores jefes del Estado hacen ver a Petro como un insensato, cuando lo que está haciendo como presidente de la República y como ser humano es protestar por la actitud hostil, militarista y deshumanizante del gobierno americano.  

Resulta muy difícil para Eder y Fico Gutiérrez despojarse de las "rodilleras" como buenos lacayos que son. Con aquellas se hincan ante el poder de los agentes gringos que insisten en hacernos creer que ellos luchan contra el narcotráfico, cuando todos los días dan muestras claras de que lo único que les interesa controlar son las ganancias que deja la comercialización de las drogas ilícitas que circulan por su territorio, con la ayuda, por supuesto, de gobiernos como los de Pastrana, Uribe, Santos y el inefable de Iván Duque Márquez que siempre estuvieron dispuestos a dejarse imponer condiciones que no pusieran en riesgo la viabilidad del negocio. Eso de atacar las relaciones mafiosas entre traquetos y clase política no es de buen recibo en los Estados Unidos. 

Además de su actitud proyanqui, los dos alcaldes comparten que sus ciudades atraviesan por una compleja coyuntura social. En las dos urbes son cotidianas las balaceras, los secuestros, atracos a mano armada, la prostitución a cielo abierto; huecos en las vías y semáforos en mal estado. Sus gestiones para afrontar esos graves problemas resultan hasta el momento ineficientes e ineficaces. Ojalá el paseo por "Gringolandia" les sirva para recapacitar y evaluar sus pésimas administraciones. 


Adenda: en lugar de insistir en el estribillo "vamos a recuperar a Cali", Eder debería de apostarle a repetir este otro: "vamos a actuar con dignidad". 


eder y fico viajaron a los Estados Unidos - Búsqueda Imágenes

IVÁN CEPEDA NO MORDIÓ EL ANZUELO ENVENENADO QUE LE PUSIERON EN "LOS DANIELES"

 

Por Germán Ayala Osorio 


En reciente entrevista con Los Danieles, el precandidato presidencial Iván Cepeda Castro rechazó la tramposa, farandulera y ridícula invitación que le hiciere la abogada y columnista Ana Bejarano, miembro del equipo periodístico del que hacen parte Daniel Samper Pizano y su hijo, el bufón, Daniel Samper Ospina y Daniel Coronell. Bejarano lanzó la siguiente trampa periodística: invitó a  Cepeda a que "definiera" en una palabra o en una frase a precandidatos presidenciales de un corto listado que la abogada tenía preparado. Cepeda no accedió a la pretensión de la columnista, quien reaccionó sorprendida ante la negativa del precandidato del Pacto Histórico y dejó ver que su intención con el ejercicio era aportar al ya enrarecido y violento ambiente electoral que el país respira.

Luego, Bejarano se vio un tanto avergonzada -a pesar de su risa nerviosa- por la negativa de su entrevistado y peor se sintió con el argumento que Cepeda le entregó a ella y a los Samper: "yo no quiero ese tipo de práctica, yo no quiero entrar en que la discusión pública que hagamos con los candidatos  y las candidatas giren en torno a esto que está girando. Entonces, seguramente si ese ejercicio se le propone a alguna de las personas que están en esa lista van a decir narcoguerrillero, narcotraficante o heredero de las Farc, yo no voy a hacer eso, ese ejercicio no lo voy a hacer, yo prefiero que saber qué propuestas han hecho...". 

Se trata de una práctica periodística muy propia de los programas de farándula en la que los entrevistados aceptan reducir la complejidad de un gobierno o la que rodea a un político a una palabra o frase. Y por supuesto que simplificar a una persona tiene la intención de provocar confrontaciones entre los precandidatos a través de titulares tendenciosos y escandalosos, porque muy seguramente los "calificados" por Cepeda serían invitados a Los Danieles para definir-reducir- a Cepeda a una palabra o frase. 

Cepeda, sin proponérselo, le dio una lección de periodismo y de manejo de asuntos públicos a la columnista y abogada, así como a los colegas periodistas e incluso a las figuras públicas que suelen ser llevadas a ese espacio periodístico llamado Los Danieles: tratar de reducir lo complejo a una frase o palabra constituye una práctica periodística irresponsable y absurda. Es común que en el periodismo se caiga en ese tipo de reduccionismos muy propios de la lógica informativa noticiosa que le da prioridad al escándalo para ganar likes con titulares tendenciosos y faranduleros. 

Ya bastante bajo cayeron Los Danieles con las payasadas y salidas en falso de Samper Ospina y su petrificada obsesión de atacar únicamente al presidente Petro, para que ahora Ana Bejarano quiera hacer y parecerse a Eva Rey con su patético programa Desnúdate con Eva. Ya es tiempo de que se tomen en serio el Periodismo y por esa vía respeten a las audiencias, todos los días sometidas a la desinformación de los medios hegemónicos y a los violentos ambientes de las redes sociales. 

Ojalá los demás precandidatos presidenciales y al final los que definitivamente resulten electos como candidatos únicos aprendan de Iván Cepeda y no accedan a la necia, boba y tonta práctica de tratar de reducir lo complejo a una palabra o frase. Bien por el aplomado y sereno precandidato por no haber mordido el anzuelo envenenado que le lanzó Ana Bejarano. 





lunes, 8 de septiembre de 2025

EL CENTAVO PAL PESO Y LA SELECCIÓN DE FÚTBOL

 

Por Germán Ayala Osorio 


"Siempre nos falta el centavo o cinco pal peso" es un refrán colombiano usado en conversaciones sobre gestas deportivas en las que las derrotas se asumían con el sino trágico que acompaña el adagio popular. En el fútbol en particular, dicho aforismo hizo carrera durante varias generaciones. Es posible que los jóvenes de hoy poco lo hayan escuchado en sus entornos sociales. 

Por cuenta del partido Colombia vs Bolivia, esa especie de máxima popular regresó en forma de campaña publicitaria de Bancolombia, patrocinador oficial de la Selección de Fútbol de Mayores. Por ser una entidad financiera, a sus directivas y creativos se les ocurrió no solo decir que el banco "pone el centavo para el peso", sino invitar a todos los colombianos a poner su grano de arena- otros centavos- para lograr la clasificación al Mundial de 2026 y de esa forma sepultar momentáneamente el viejo adagio que ya hibernaba entre las viejas generaciones que lo usaron para dar por terminada cualquier discusión en torno a las sufridas derrotas deportivas de las selecciones de fútbol de mayores.  

Lo que hizo Bancolombia fue desempolvar el viejo refrán y convertirlo en un imaginario colectivo que en los tiempos de las redes sociales se torne tan universal como la importancia de los Mundiales de Fútbol de Mayores. Si la campaña publicitaria fue pensada para acompañar a la Selección en el Mundial a realizarse en Estados Unidos, Canadá y México, ese dicho tan colombiano podrá volverse una marca de reconocimiento de eso de ser colombiano, como lo ha sido por tantos años la producción de café y cocaína y la admirada vida criminal de Pablo Emilio Escobar Gaviria. 

El texto de la campaña dice así: "alguien nos convenció de que siempre no falta el centavo pal peso, de creer más en la mala suerte que en la historia que se ha escrito con todo lo que hemos logrado. Más en el 'ya casi' que en el esfuerzo detrás 'de lo que hemos hecho'. Pero se acaba hoy. ¡Hoy!, todos ponemos ese centavo que faltaba, el de la fe, el de la suerte, el que suma al corazón de millones de colombianos, el centavo que hace salir las camisetas, que hace creer a las nuevas generaciones, que convierte cada gol en un grito que une al país, porque cuando un país cree, el destino también se suma. Para que esta nueva historia la escribamos todos". 

No se conoce a ciencia cierta en dónde nació y quién pronunció semejante sentencia con la que los colombianos intentan justificar la falta de jerarquía, preparación, convencimiento, disciplina y capacidad para vencer a equipos como Argentina y Brasil, sempiternos conquistadores de títulos y estrellas a nivel regional y mundial.  Como todo discurso publicitario, el de esta campaña deviene engañoso: "con todo lo que hemos logrado". La verdad es que a nivel de Selecciones de Mayores, Colombia no ha logrado mayor cosa. Más bien vivimos de triunfos morales como el 5 a 0 contra Argentina en el Monumental de Núñez. De la mano del discurso patriotero, la campaña Ponemos el centavo pal peso de Bancolombia insiste en la falaz idea de que el fútbol y que la Selección nos une en torno a los colores patrios. 

Lo curioso es que semejante esfuerzo publicitario se hizo sobre un partido fácil, dada la manifiesta debilidad del equipo boliviano. Pero la campaña se "justificaba" porque con la victoria se aseguraba la clasificación al campeonato mundial y por una razón deportiva: las últimas presentaciones del Seleccionado no fueron las mejores, de allí que la acción de desempolvar el adagio popular sirviera a dos propósitos: el primero, si quedaba aplazada la clasificación para el último partido contra Venezuela, el sentido de la campaña seguía vigente; y el segundo, lograr que "todos los colombianos" se sumaran para inhumar, momentáneamente, el refrán  con todo y el sino trágico que lo acompaña. 


NCOLOMBIA 3 BOLIVIA CERO , CLASIFICAMOS AL MUNDIAL - Búsqueda Imágenes

Nota: véase aquí el video: Bancolombia | Ponemos el centavo pal peso


domingo, 7 de septiembre de 2025

69 CANDIDATOS PRESIDENCIALES EN COLOMBIA

 

Por Germán Ayala Osorio 

En Colombia, como en otros países, la Política suele asumirse y operar como un negocio en el que afloran los intereses individuales y privados (legales e ilegales) con el objetivo único de capturar una o varias funciones públicas o al Estado en su conjunto. Finalmente y dadas las limitaciones del sistema productivo, el ejercicio de la política funciona como una bolsa de empleo que naturaliza el clientelismo y por tanto la corrupción público-privada. Al final, como dijo Pepe Mujica, "la eterna madre del acontecer humano (la política), quedó engrillada a la economía y el mercado", delegando el poder".  

Los cerca de 70 precandidatos presidenciales que ya inscribieron sus candidaturas ante la autoridad electoral confirman que la Política se asume como una enorme bolsa de empleo. Esa proliferación de aspirantes da cuenta de la crisis de los partidos políticos, así como del exagerado carácter garantista de un régimen electoral que contrasta con los problemas históricos de una democracia formal como la colombiana. Nuestra democracia deviene, además de procedimental y formal, bancarizada que no es otra cosa que la financiación interesada y perversa de las campañas por parte de los  banqueros y la apertura de cuentas bancarias y la entrega de las pólizas como garantía de seriedad de los movimientos por firmas o la de los aspirantes que de manera individual aspiren a llegar a un cargo de elección popular.

Por supuesto que en el listado hay políticos tradicionales (los llaman "profesionales") o conocidos por la opinión pública por haber cumplido funciones públicas en gobiernos pasados e incluso en el que ya está en camino de terminar. También hay otros nombres que terminan siendo el hazmerreir de muchos colombianos porque sueñan con llegar a la Casa de Nariño sin maquinaria electoral, pero sobre todo, sin un proyecto político claro. Aunque en esto último coinciden con varios aspirantes "profesionales" que  repiten el estribillo "vamos a recuperar a Colombia" o dicen tener ahora sí la solución a todos los problemas del país, la misma que jamás exhibieron cuando fueron ministros en pasadas administraciones. Por el contrario, esos mismos aspirantes presidenciales, cuando fungieron como ministros, se encargaron de agravar los problemas para los que dicen tener la solución.  

Mientras que hay colectividades que se preparan para definir en "primarias" sus candidat@as con aspirantes que no hacen parte de este largo listado, los medios masivos ni siquiera se tomarán la molestia de entrevistar a quienes insistirán hasta el final, a pesar de no contar con el músculo financiero y mucho menos con el apoyo político y la capacidad para negociar adhesiones que les signifique puestos burocráticos. Eso sí, cuando un medio periodístico decide "volverlos famosos" siempre lo hará con el ánimo de ridiculizarlos o mostrarlos como parte del "folklor electoral" de esa Colombia macondiana en la que cualquier homúnculo puede llegar al Solio de Bolívar. Bueno, ya el país sabe que cualquier pendejo puede llegar a la casa de gobierno. Andrés Pastrana Arango e Iván Duque Márquez fueron la prueba incontrastable de esa realidad política. 

Adenda: por más erótico que resulte el 69, ese número de aspirantes suena más a "prostitución" de la "eterna madre del acontecer humano". 


69 aspirantes presidenciales en colombia - Búsqueda Imágenes

MAURICIO LIZCANO ARANGO

LEONARDO HUERTA GUTIERREZ

JAIME ARAUJO RENTERIA

CLAUDIA NAYIBE LÓPEZ HERNÁNDEZ

JUAN DANIEL OVIEDO ARANGO

RICARDO PÉREZ GONZÁLEZ

ALVARO LEON PARDO CONTRERAS

JHON JAIR SEGURA TOLOZA

MARTHA VIVIANA BERNAL AMAYA

DAVID ANDRÉS LUNA SANCHEZ

JUAN PABLO GÓMEZ GUANCHA

JOSE ECCEHOMO GAMBA MARTÍNEZ

FABIO ANTONIO FORERO CHAVEZ

JUAN CARLOS TORRES NOGUERA

DANNY SEQUEDA BECERRA

RAUL SANTIAGO BOTERO JARAMILLO

ALBERTO LIZARAZO

CLAUDIA LORENA FERNANDEZ VALENCIA

CESAR AUGUSTO PINZÓN

JORGE IVÁN ROJAS

ERNESTO SÁNCHEZ HERRERA

NEYS SANTANA SARMIENTO JIMÉNEZ

SONDRA MACOLLINS GARVIN PINTO

JOHN EDISON MOSQUERA BLANCO

VICKY DÁVILA

DAGOBERTO SANTOYA PENA

PIERRE ONZAGA RAMIREZ

ESAU JACKSON PEÑA MATEO

JOSE DE JESÚS VARGAS VALENCIA

REYES MIGUEL PRETEL HERNANDEZ

ARMANDO VILLEGAS CENTENO

MAURICIO CÁRDENAS SANTAMARÍA

PEDRO PABLO DIAZ

JOSUE MARTINEZ ROMERO

DANIEL ANDRÉS PALACIOS MARTÍNEZ

HILMAR MARIO MORENO VILLARREAL

MIHALY FLANDORFFER

JUAN ESTEBAN TORO PARRA

ESTEFANIA ARENILLA GUERRA

LUZ MARIA ZAPATA ZAPATA

JOSE IGNACIO MARQUEZ DAZA

JUAN DE ZUBIRIA RAGO

RAFAEL ALONSO QUINTERO MORA

GERMAN ROJAS OLARTE

DUVAN FELIPE TORRES PEDRAZA

ABELARDO GABRIEL DE LA ESPRIELLAOTERO

JORGE ALBERTO BASTIDAS SPROCKEL

DIEGO FELIPE URREA VANEGAS

JORGE LUIS JAIMES PABON

WILFREDO PARDO HERRERA

ALEJANDRO TIQUIMIDAS FERNANDEZ

ADOLFO DAVID PIMIENTA MALDONADO

BRIGITTE NAYIBE CEBALLOS

ELIECER VILLA GIRALDO

VIENA LUCIA HERNANDEZ DIAZ

GUSTAVO MATAMOROS CAMACHO

FABIO TRUJILLO TORRES

JUAN CARLOS CÁRDENAS REY

HÉCTOR OLIMPO ESPINOSA OLIVER

ANIBAL GAVIRIA CORREA

JUAN GUILLERMO ZULUAGA CARDONA

LUIS GILBERTO MURILLO

LUIS MANUEL RIVAS PARRA

HERMES BOCANEGRA BARBOSA

HENRY HUMBERTO MARTÍNEZ SÁNCHEZ

FRANCISCO SOLÍS ENCISO CRUZ

EDYEE SAA CARABALI

ALEXANDER FRANCISCO HENAO OTÁLORA

JOSE JOAQUIN OSORIO RUIZ


PEDRO VIVEROS: DE ANALISTA POLÍTICO A "BODEGUERO URIBISTA"

  Por Germán Ayala Osorio Inicio esta columna con una imagen que empobrece el debate político al tiempo que crea falsos y moralizantes dilem...