martes, 30 de septiembre de 2025

HABLEMOS DEL VIOLENTO LENGUAJE URIBISTA

 

Por Germán Ayala Osorio 


Los militantes y miembros del Centro Democrático son dados a usar un lenguaje violento para amenazar y estigmatizar a sus adversarios políticos. Su máxima figura y propietario de la señalada empresa electoral, el expresidente condenado en primera instancia, Álvaro Uribe Vélez, arrastra una historia de "frases célebres" que dan vida a lo que bien puede llamarse "violencia política". 

Esta columna está dedicada a recordar lo dicho por Uribe, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y el entonces senador Carlos Mejía, una especie de "perro rabioso" defensor a morir de su dueño. Inicio con las expresiones del expresidente y expresidiario. 

"Hay casos en que hay que matar por razones morales", dijo Uribe en el 2016 siendo congresista. Toda una joya que da pistas claras de su talante moral y ético. Ocho años atrás, el mismo vulgar caballista le dijo a "alias La Mechuda" que donde lo viera "le iba a dar en la cara marica". Una locución que todo el país escuchó  y que representa con excelsa claridad a eso que se conoce como el uribismo. 

Otra de las célebres proposiciones espetadas por el expresidente antioqueño se entendió como una especie de macabra confesión: "Yo di la orden de entrar a la Comuna 13, de sacar a la guerrilla y a los paramilitares de allá". La opinión pública ve por televisión que la JEP encontró el cuerpo número siete que corresponde a una persona violentada por miembros de las FFAA que entraron a esa comuna de Medellín a violar los derechos humanos. En otro acto ilocutivo, el mismo personaje exhortó a su bancada en el Congreso, investigada y procesada por vínculos con los paramilitares y otras acciones criminales. Les dijo: "Voten los proyectos del Gobierno mientras no estén en la cárcel". Otra oración digna de ser recordada la lanzó Uribe en una concentración pública en la que al parecer el público hacía ruido. Esto les dijo el expresidente: "Se callan o los callamos".




Sin duda alguna dichas frases hacen parte de una retórica violenta con la que Uribe asume los asuntos del Estado, el ejercicio de la política y las relaciones interpersonales. Y quizás la más dolorosa para Mafapo y las madres de Soacha es la desafortunada expresión con la que se terminó de ensuciar el buen nombre de los jóvenes asesinados y reportados falsamente como "guerrilleros muertos en combate" (falsos positivos). Debe leerse en "tono paisa" para una mejor comprensión de su sentido: "esos jóvenes de Soacha no estarían cogiendo café".

Sigamos este recorrido de los brillantes actos ilocutivos de la congresista María Fernanda Cabal Molina. Recientemente dejó ver su talante democrático: "Ser de izquierda debería ser ilegal" escribió en su cuenta de X. Solo le faltó remedar los ademanes de Hitler o ponerse una capucha del Ku Klux Klan para acompañar su pérfido deseo de llegar a la Presidencia para usar el poder del Estado para perseguir a todo lo que huela a izquierda. Sin duda alguna, esa locución confirma que la señora Cabal es la demócrata que el uribismo necesita en la Casa de Nariño para limpiar al país de esa plaga de la izquierda. De la Espriella le podría ayudar desde la cartera de Defensa. Eso sí, la congresista uribizada no solo es una consumada demócrata, sino una mujer que defiende y admira a las comunidades negras del país. "Si uno pone a trabajar a los negros se agarran de las greñas" espetó en el 2014 la noble y refinada congresista. Nada más que decir, su Señoría. 

Sigamos con Paloma Valencia, reconocida por sus gritonas intervenciones en las que defiende a dentelladas a "su presidente Uribe". Sin duda alguna una defensa y admiración ciega y enfermiza de la congresista caucana defensora, como María Fernanda Cabal, de las comunidades ancestrales. Esto dijo esta nueva encomendera y hoy precandidata presidencial: "Hay que dividir el Cauca entre indios y mestizos". Estamos ante una expresión que hace parte del proyecto segregacionista aplicado en varias ciudades capitales de Colombia, resultado del racismo estructural del que habló Eduardo Restrepo. A la congresista Valencia y en general a todos quienes hacen parte de las mesnadas uribistas les queda muy bien el cinismo. Recientemente dijo que "el gobierno (de Petro) activa sus bodegas para incentivar acciones violentas contra los opositores. Hacer política es defender ideas, no instigar violencia contra quienes piensan diferente". Como dicen por ahí, Paloma, Cabal y Uribe son de manual. 

Termino ese corto recorrido con lo que dijo en su momento el senador Carlos Mejía, personaje que se enfrentó a los también congresistas Gustavo Petro y Armando Benedetti. Así lo registré en una columna del 19 de marzo del año en curso, bajo el título Congresistas domadores de bestias, sin primaria y bachilleres. 

Mejía, por ejemplo, fue caricaturizado por Matador como un “perro rabioso” que, en lugar de dar discusiones técnicas y políticas, terminaba descalificando a sus contradictores por el simple hecho de ser de izquierda o progresista. Se hizo viral el enfrentamiento con Gustavo Petro cuando este último fungía aún como senador de la República. Recordemos apartes de ese encontronazo:

Carlos Fernando Mejía: “Jamás ha salido este senador con una amenaza para nadie. Aquí son los violentos, los que, como el senador Petro, salen a decir que se acabe la violencia e invitan a los jóvenes colombianos a incendiar la patria. Usted es el que sobra, aquí, senador Petro, usted es el que sobra en este Congreso”.

Gustavo Petro: “usted cree que aquí solo deben estar los que piensan como usted, y ese piensan lo pondría entre comillas. Cree que solo se tiene que uniformar la sociedad y encuadrarla, incluso, de manera militar para decir que aquellos encuadrados son la sociedad de bien y que los demás no lo somos. Los que excluyen han provocado que millones de personas salgan a las calles, pues llegó la hora de reformas democráticas y la respuesta del Gobierno ha sido no escuchar, taparse las orejas, hacer como el avestruz, decir que sobran y mandar las armas del Estado para contenerlos. El día que nosotros seamos Gobierno no le diremos a usted, ni a los que son como usted, que sobran, les tenderemos la mano. Lo necesitamos igual de vociferante, pero ojalá más leído”.

También fue viral el enfrentamiento entre Mejía y el senador Benedetti. Este último le dijo lo siguiente al agrónomo con Maestría en Gobierno y Gestión Pública, Carlos Fernando Mejía: “Quiero decirle algo, que hay un consenso entre los 100 senadores, 108, hasta de su partido, de que usted es el tipo más bruto de este Congreso de la República (...) No se ha leído un libro, habla todo el día huevonadas, cosas tontas, que castrochavismo, se murió Chaves y Castro y usted sigue hablando de esa huevonada…”





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