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sábado, 11 de octubre de 2025

MARÍA CORINA MACHADO, NOBEL DE PAZ 2025 (II)



Por Germán Ayala Osorio

Las críticas que generó la entrega del Nobel de Paz 2025 a María Corina Machado “obligó” al Comité Noruego a exponer los motivos que llevaron a sus miembros a tomar la polémica decisión.  “Es un ejemplo extraordinario de valentía civil. Venezuela vive bajo una dictadura. Nuestro mensaje a Maduro es claro: escuchen al pueblo y hagan una transición pacífica.”

Lo expresado por el presidente del Comité Noruego del Premio Nobel confirma la existencia de una motivación política en la decisión, hecho que ratifica la histórica naturaleza política del importante galardón, con un matiz ideológico atado a la calificación de dictadura a lo que sucede en Venezuela, a pesar de los continuas elecciones democráticas en los que el régimen de Maduro Moros alcanzó varias victorias electorales. Eso sí, que haya constantes votaciones no es garantía de que la democracia como régimen de poder funcione bajo deseables estándares de legitimidad y legalidad; por cierto, en la última votación presidencial el lío con las actas que jamás publicó la institucionalidad electoral venezolana le restó legitimidad y transparencia a ese ejercicio democrático.

Además, el presidente del Comité Noruego se mete en la discusión de qué es la democracia y cuáles son los criterios válidos para evaluar y comparar por ejemplo la democracia norteamericana hoy, cuando las autoridades migratorias, siguiendo instrucciones de Trump, violan los derechos humanos de los migrantes latinos en el marco de la limpieza étnica promovida por el gobierno republicano. Colombia es considerada “la democracia más antigua de América Latina” y durante los gobiernos de Turbay Ayala y Uribe Vélez se violaron los derechos humanos con el Estatuto de Seguridad y la política de seguridad democrática.

Que la Nobel de Paz sea una mujer valiente no tiene discusión, de allí que el argumento expuesto por el Comité Noruego es válido, pero no suficiente para calmar a la opinión pública global que rechazó la entrega del galardón a María Corina Machado. Lo que hizo el señalado Comité Noruego fue personalizar el Premio Nobel de Paz, usando a la líder opositora para mandarle un mensaje al presidente Nicolás Maduro Moros. Al hacerlo, el Comité se entromete de forma indebida en los asuntos internos de Venezuela.

Con esa exhortación a que Maduro y su séquito “escuchen al pueblo y hagan la transición pacífica” el Comité Noruego tomó partido y se alineó con los Estados Unidos y países de Europa que vienen exigiendo lo mismo, más por los intereses que rodean la venta del petróleo venezolano, que por una genuina preocupación por la violación de los derechos humanos a los presos políticos y por el futuro de los millones de venezolanos que viene expulsando el régimen de Maduro Moros desde hace varios años. Insisto en que son los venezolanos los que deben encontrar la salida a sus problemas internos expresados en una inocultable crisis política.

Además, el presidente del Comité espetó que “la democracia es la base de la paz duradera. Este premio es también un mensaje a todos los líderes autoritarios del mundo: elijan votos, no violencia”. Este último razonamiento deviene con un carácter eufemístico con el que se esconde la real motivación política e ideológica del Comité Noruego del Nobel: alinearse con los Estados Unidos, pero lo más preocupante, legitimar la presión militar sobre el régimen venezolano y quizás el derrocamiento de Maduro a manos de los marines norteamericanos.

domingo, 5 de octubre de 2025

ÁLVARO URIBE “PREOCUPADO” POR LA SELVA AMAZÓNICA

 

Por Germán Ayala Osorio

 

En Colombia no existe en estos momentos un partido político que tenga como propósito afrontar la pluricrisis ambiental que en el marco del cambio climático ya se manifiesta en la escasez de agua en varias zonas del país, fruto de un desarrollo económico insostenible. La Alianza Verde, por ejemplo, jamás pudo madurar un discurso ambiental.

En plena campaña electoral de cara a las elecciones de 2026 el ganadero, latifundista y propietario del partido Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez hizo un llamado a sus precandidatos presidenciales para que le pongan cuidado a la selva amazónica, ecosistema natural amenazado por actividades económicas como la ganadería extensiva de baja producción, la siembra de coca y  la apertura de carreteables sin consideraciones técnicas y ecológicas, entre otras que ponen en riesgo los servicios ambientales que le presta al país y al planeta dicho frágil y valioso ecosistema.

La revista Semana, medio oficial del uribismo, titula así una nota en la que se advierte de la pose ambiental que el expresidente y expresidiario antiqueño con la que quiere engañar al electorado: “El expresidente Álvaro Uribe Vélez hizo un llamado a los cinco precandidatos del Centro Democrático para que atiendan la crisis en la Amazonía”.

Queda claro que Uribe quiere apropiarse de la discusión ambiental y la preocupación que el presidente Petro viene exponiendo sobre el futuro del ecosistema selvático y la conexión que tienen las negativas actividades antrópicas implementadas en la Amazonia con la crisis de agua que vivió Bogotá durante varios meses, por aquello de los “ríos voladores” que desaparecen por cuenta de la deforestación.

Entre el 2002 y el 2010, el entonces presidente Uribe Vélez jamás mostró interés por conservar, restaurar y cuidar ecosistemas selváticos. Por su condición de ganadero y latifundista apoyó el desarrollo de monocultivos como la caña de azúcar y palma africana, sectores económicos y políticos que reclaman su regreso al poder así sea en cuerpo ajeno con el claro interés de copar la Orinoquia con esos dos “ecosistemas emergentes” como los llaman los defensores de esos disruptivos monocultivos.

Baste con recordar algunas de las decisiones tomadas por Uribe para entender que su “preocupación” por el futuro de la Amazonia no es genuina. Como suele hacerlo, el expresidente antioqueño, miente. “En sus ocho años de gobierno, entre el 2002 y el 2010, Uribe entregó 8.53 millones de hectáreas a empresas mineras. Muchas de esas hectáreas incluso estaban en páramos y en lugares de reserva natural. En su momento esto se conoció como “La piñata de títulos mineros. Uribe fue un desastre entregando títulos mineros a diestra y siniestra”. Se estima que en los ocho años que duró su gobierno se concedieron 7.869 títulos mineros, casi 984 anuales. Muchos de estos títulos se dieron en el suroeste antioqueño, en donde Uribe sigue siendo admirado con fervor”.

A lo que hay que sumar el debilitamiento de la institucionalidad ambiental, la politización de la ANLA y la fusión del Ministerio de Ambiente con la cartera de Vivienda. Los daños que en materia ecológica y ambiental dejaron los ocho años de Uribe son inocultables. Así las cosas, la derecha uribizada posará de aquí a las próximas elecciones de tener la solución no solo a la pobreza y al desempleo, sino al cambio climático y las crisis que ya manifiesta la selva amazónica.

Tanto en materia de defensa de los derechos humanos y el cuidado de ecosistemas naturales estratégicos para la vida el uribismo vende la imagen de ser ecologistas y democráticos, pero los ocho años de Uribe demuestran lo contrario. Con su seguridad democrática violó los derechos humanos, fueron asesinados 6402 jóvenes y vulneró y persiguió a quienes se atrevieron a pensar diferente en uso de sus libertades de prensa y expresión; y con su nula comprensión sistémica de los efectos de particulares  actividades antrópicas como la ganadería y los monocultivos de caña y palma africana, el uribismo representa el modelo económico depredador de ecosistemas naturales y de las relaciones étnico-ecológicas e inmanentes establecidas por comunidades negras e indígenas. ¿Uribe ambientalista? Da risa el condenado.



durante el gobierno de uribe se entregaron más licencias mineras en las selvas - Búsqueda Imágenes


lunes, 29 de septiembre de 2025

"SER DE IZQUIERDA DEBERÍA SER ILEGAL": MARÍA FERNANDA CABAL

 

Por Germán Ayala Osorio 



"Ser de izquierda debería de ser ilegal" espetó la uribista precandidata presidencial María Fernanda Cabal Molina en su cuenta de X. Aunque borró el trino, varios usuarios de la red X lo guardaron y usaron para cuestionarla por semejante exabrupto que confirma el peligroso talante antidemocrático de la senadora, así como su cercanía a las toldas del fascismo criollo caracterizado por estigmatizar, perseguir y eliminar a todo aquel que piense diferente. Entre quienes fustigaron a Cabal por lo espetado en la red social está el exgobernador de Nariño, Camilo Romero, quien expresó lo siguiente: "Le recordamos este mensaje a la precandidata Cabal. Lo borró hace unas horas pero es claro que demuestra lo que es y lo que piensa. Es el talante antidemocrático del uribismo: destripar al distinto y aniquilar la diferencia. Ese ha sido el camino de la violencia política en Colombia. Su lógica de Estado criminal es la que la gente vencerá de nuevo en 2026"

El unanimismo ideológico y político que vivió el país en los tiempos del Embrujo Autoritario (2002-2010), correlato del Pensamiento Único, estaría de regreso una vez la señora Cabal se instale en la Casa de Nariño. Genera verdadero terror imaginar que Cabal Molina llegue a la presidencia de la República con semejante idea en la cabeza pues por su condición de comandante supremo de la fuerza pública daría pie para que dentro la institucionalidad castrense se impulse el regreso a los tenebrosos tiempos del Estatuto de Seguridad con el que el gobierno de Turbay Ayala  persiguió a todos los que tuvieran ideas de izquierda o sobre los cuales recayeran sospechas por defender los derechos humanos o criticar al gobierno. En aquella época la doctrina del enemigo interno se hizo extensiva a los civiles a los que el régimen fascista de Turbay Ayala terminó por violarles los derechos humanos. 

Los estereotipos con los cuales fueron violentados cientos de miles de civiles durante la administración de Turbay Ayala e incluso durante la aplicación de la Seguridad Democrática de Uribe Vélez (2002-2010) estuvieron asociados a los prejuicios construidos sobre los hombres y mujeres que tuvieran tatuajes, usaran el pelo largo, fumaran maracachafa, llevaran mochilas terciadas, leyeran libros prohibidos como Las Venas Abiertas de América Latina y escucharan a Mercedes Sosa, Víctor Jara, Silvio Rodríguez y Violeta Parra, entre otros más. 

El deseo de la precandidata presidencial bien podría alentar a miembros de la inteligencia del Estado, así como a militares y policías para actuar en contra de los "mamertos" como los suele llamar la congresista uribista, bajo una política pública que aunque espuria, contaría con la aprobación de la presidenta de la República María Fernanda Cabal. 

Baste con recordar las maneras en las que Cabal se refiere a la gente que no piensa como ella. “Me ha tocado enfrentar tanta mamertería en debates que uno dice: ‘Esto no es posible’, porque es como una plaga". Y en su interesada lucha contra el impuesto a las bebidas azucaradas y a la comida chatarra, Cabal expresó hace poco que  “cuando yo sea presidente y que tumbar el impuesto saludable, lo tenemos que tumbar. Quebró los tenderos, imagínese pues ahora uno pedirle permiso a los mamertos a ver si se puede comer algo. Nos falta que nos claven el sello aquí, como le he dicho, uno se come lo que le da la gana.

La precandidata uribista borró el trino, pero su animadversión hacia la gente de izquierda y progresista a los que llama "mamertos" es evidente, de allí que declarar como ilegal ser de izquierda no es una salida en falso o un lamentable error: es un sueño que ella quiere hacer realidad cuando llegue a la Casa de Nariño en el 2026. Eso sí, surge una pregunta: si no hay suficientes cárceles para encerrar a criminales de todo tipo, ¿qué hará con los millones de mamertos que logren identificar los agentes estatales bajo su mando? Solo veo una opción: eliminarlos, porque además de estar en la ilegalidad, son una plaga. 

sábado, 20 de septiembre de 2025

PEDRO VIVEROS: DE ANALISTA POLÍTICO A "BODEGUERO URIBISTA"

 

Por Germán Ayala Osorio


Inicio esta columna con una imagen que empobrece el debate político al tiempo que crea falsos y moralizantes dilemas  electorales, montados sobre el siempre engañoso patriotismo que suele la derecha uribizada enarbolar con el fin de presentar a sus candidatos como los "salvadores de la Patria", esto es, políticos probos, patriotas, respetuosos de la institucionalidad y defensores del pueblo

En el pasado fue la imagen de Uribe con su mano en el corazón y la fingida pero temida frase patriotera Mano Firme, Corazón Grande; ahora, el "tigre" Abelardo de la Espriella, conocido por sus amigos como "Papucho", aparece como el "nuevo Mesías" capaz de "destripar a la izquierda", esto es, derrotar en las urnas a Iván Cepeda Castro, el precandidato presidencial del Pacto Histórico señalado por el uribismo de ser el "candidato de las Farc".

Estamos ante una  temeraria insinuación que se explica por dos razones: la primera, por el odio que  profesan contra Cepeda desde las mesnadas uribistas por el hecho de ser el congresista que denunció penalmente a Uribe por tres graves delitos que lo tienen hoy condenado en primera instancia; y la segunda, porque contra todos los pronósticos, Cepeda Castro produce miedo por su impoluta trayectoria política  fundada en un ejercicio político respetuoso de las diferencias. A lo que se suma su compromiso con las víctimas de las dinámicas del conflicto armado, su defensa del proceso de paz de La Habana y en particular de las madres de los jóvenes asesinados en el marco de la política de seguridad democrática, aplicada entre el 2002 y 2010 y en gran medida animadora institucional para presentar como bajas en combate a jóvenes inermes, hechos que se conocen como los "falsos positivos". 

La imagen en sí misma es provocadora, estigmatizante y grotesca, pero "normal" dentro de las lógicas de las redes sociales, convertidas en trincheras y calderas ideológicas en las que no hay límites éticos. Pues bien, el analista político de Caracol y Blu radio, Pedro Viveros, en su cuenta de X puso a circular la imagen con el siguiente texto: "Ninguna de las dos. Nos quieren sacar a “votar emberracados” por eso valoremos que muchas opciones para escoger bien y mejor, no caigamos en la trampa de los extremos". Viveros creyó que al tomar distancia electoral y política del mensaje era suficiente para matizar el garrafal error que cometió al divulgar la fotografía (se trata de un montaje) con la que se insiste en alinear a Cepeda Castro con las Farc, situación sobre la que no existen pruebas que demuestren que efectivamente el congresista hizo o hace parte de esa estructura armada ilegal. 

Viveros termina legitimando el señalamiento contra Cepeda. El analista pro establecimiento se alineó con los hijos de Uribe que insisten en decir que el congresista es el candidato presidencial de las extintas Farc. Como el país sabe, Cepeda Castro instauró acciones legales contra los vástagos del condenado expresidente antioqueño por injuria y calumnia. La misma decisión acaba de tomar el precandidato presidencial del Pacto Histórico en contra de Pedro Viveros. Así lo anunció en su cuenta de X: 

"Denuncia Penal contra Pedro Viveros. Señor Viveros: El uso arbitrario de mi imagen manipulada para endilgarme falsamente la pertenencia a un grupo armado ilegal es injurioso y calumnioso. Por tanto, será ante la Fiscalía que deberá explicar si este fotomontaje es suyo o no. En todo caso, le recuerdo que el artículo 222 del Código Penal contempla el delito de injuria y calumnia indirectas, para quienes publican, reproducen y repiten falsas imputaciones hechas por otros". 

Más allá de si la demanda interpuesta prospera, aquí hay que cuestionar la actitud de Viveros. Es apenas lógico pensar que Viveros defenderá su "acción informativa" basada en su derecho a la libre expresión e incluso a la libertad de prensa que le otorga el hacer parte de un equipo periodístico y de ser generador de estados de opinión pública desde Blu radio. Aquí lo reprochable es que el analista político no cuestionó la imagen y su dañino mensaje. Al reproducirla, le dio sentido de realidad a una insinuación calumniosa. Además, validó los sentimientos y los mensajes de odio que desde las huestes uribistas se vienen lanzando en contra del precandidato presidencial, lo que claramente cuestiona su rol de analista político. Varios tuiteros, incluso, lo rebajaron a la condición de "bodeguero" por divulgar la señalada imagen. No, Pedro Viveros, así no. 

El montaje pone al electorado a escoger entre Abelardo de la Espriella e Iván Cepeda Castro; el primero, un civil que piensa y habla como un chafarote, mascarada con la que se presenta como un patriota tal y como en su momento lo hizo ante la opinión pública Álvaro Uribe; y el segundo, un comandante guerrillero (un terrorista) que desconoce la autoridad del Estado y odia a la Patria, razones suficientes para no solo negarle el voto, sino eliminarlo físicamente. Además, se le niega la condición civil a Cepeda. Este tipo de disquisiciones y otras más posibles debió hacer Viveros antes de poner a circular la indignante imagen. 

¿En dónde quedó el analista político, señor Viveros? Usted reproduce no solo una imagen perversa, dañina y mentirosa, sino que promueve la desinformación, el matoneo y la violencia política. Vergonzoso.


domingo, 14 de septiembre de 2025

VUELTA A ESPAÑA, PROTESTAS PRO PALESTINA Y EL SUPERHOMBRE

 

Por Germán Ayala Osorio 


La suspensión de la última etapa de la Vuelta a España por culpa de los manifestantes que protestan por el genocidio israelí en Gaza constituye un hecho político que además de efectista, pone de presente que dicha acción colectiva se da en el espacio público, en las calles, en las que suelen rodar los ciclistas en carreras grandes como la ibérica, el Giro de Italia y el Tour de Francia. Ese no es un asunto menor, aunque no es el tema central de esta columna. 

Ahora, más allá de las molestias y los efectos económicos y políticos de dicha acción colectiva, hay que advertir que el ciclismo de alta competencia y el genocidio perpetrado por Israel en Gaza comparten elementos clave en la historia de la humanidad: la superación de los límites de la finita y aviesa condición humana y las sempiternas luchas étnico raciales. Mientras que el ciclismo y otras disciplinas deportivas le apuntan a la construcción del "superhombre", Netanyahu y su ejército sionista hacen lo propio basados en la idea y principio que señala que los miembros del pueblo judío hacen parte de una "raza superior". Hace poco la precandidata presidencial por el Centro Democrático, Paloma Valencia expresó su adoración y respaldo al pueblo judío al que calificó como "superior en todo". Justamente, ese tipo de posturas son las que alimentan la particular lucha étnico-racial que vivimos en Colombia entre quienes se creen "blancos, arios" y las comunidades y pueblos ancestrales. 

En el desempeño de ciclistas, tenistas y otros deportistas de alto rendimiento aparecen jugando a las escondidas las farmacéuticas, los laboratorios, la biotecnología, la ciencia médica y deportiva y los dispositivos y la institucionalidad anti dopaje, sin olvidar por un solo momento la idea del "superhombre" que los anima a seguir inventando medicamentos, suplementos alimenticios y tratamientos para lograr el sorprendente desempeño de figuras como Vingegaard, Pogacar y Primoz Roglic asumidos por expertos como "superdotados" fruto de <<una superselección natural>> de los individuos, que sometidos a "condiciones extraordinarias de entrenamiento y alimentación puedan llegar a superar sus límites" (tomado de El Espectador). Pocos son los ciclistas nacidos en el Sur Global que puedan llegar a hacer parte del corto listado de esos hombres superdotados (arios) capaces de romper cronómetros y coronar las más empinadas cumbres europeas superando por minutos e incluso por  horas a sus rivales. 

De la misma manera como aquellos ciclistas son hijos de una "superselección natural", el pueblo judío que aplaude el genocidio en Gaza lo hace porque cree a pie juntillas que son el "elegido" por Dios, lo que les permite y casi que obliga querer borrar del mapa a los palestinos porque son seres inferiores, de piel opaca e infieles. 

Quizás las prácticas genocidas en Gaza y las actividades de formación de los ciclistas de élite terminen confluyendo en la idea de agentes científicos y políticos  de crear un ser humano superdotado, bello y blanco. A lo mejor las grandes vueltas a España, Francia e Italia y el genocidio en Gaza sirven de  "laboratorios" en los que esa idea del superhombre se va haciendo realidad. 




Foto tomada de la red X. 

miércoles, 6 de agosto de 2025

LO QUE SIGNIFICA LA MARCHA URIBISTA DEL 7 DE AGOSTO

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La movilización uribista programada para hoy 7 de agosto, en rechazo a la condena a 12 años de prisión domiciliaria contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez es, en sí misma, una exhibición de la inmoralidad que rodea al colectivo uribista, caracterizado por la incoherencia política cuando se trata de defender las instituciones, respetar la justicia y la institucionalidad; también será el escenario propicio para que los candidatos presidenciales del fantasmal centro definan de una vez por todas si van a subirse al “bus del condenado” o si serán capaces de sentarse a pensar en los problemas por resolver del país desde ese lugar de enunciación que aún está por construirse.

La marcha de respaldo al Gran Domador de Bestias, encontrado culpable por la jueza 44 de dos graves delitos no políticos, está precedida por una andanada de descalificaciones y amenazas en contra de la jueza Sandra Liliana Heredia por haberse “atrevido” a condenar al temido político antioqueño y del ambiente de polarización política y crispación ideológica que se remonta al plebiscito por la paz de 2016 y que se viene profundizando desde el 7 de agosto de 2022 cuando llegó a la Casa de Nariño el primero gobierno progresista en cabeza de Gustavo Petro Urrego.

La manifestación uribizada comparte el carácter absurdo con el que una parte de la sociedad colombiana asumió el triunfo del No en el malogrado plebiscito por la paz. Dicho carácter se expresa en la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que salgan a marchar para rechazar la condena proferida contra un expresidente que contó con todas las garantías procesales, en un proceso penal generado por él mismo y que completó 13 años, incluidas dilaciones y "jugaditas" por parte de la defensa? Bajo esa misma lógica millones de ciudadanos dentro y fuera del país se preguntan aún: ¿Cómo es posible que una parte de la sociedad haya votado no para poner fin al degradado conflicto armado interno?

Además, la curiosa, insensata, disparatada y llamativa movilización está precedida por el inicio del peregrinaje de personalidades políticas y agentes económicos por la finca-cárcel en la que permanece Uribe Vélez por cuenta de la sentencia que será revisada por el Tribunal Superior de Bogotá. El expresidente Andrés Pastrana Arango visitó a su homólogo a pesar de que en el pasado lo señaló de tener vínculos con los paramilitares. El respaldo al condenado también lo expresó el exalcalde de Bogotá y vendedor de buses, Enrique Peñalosa. Se entiende el apoyo brindado por el vendedor de articulados pues aspira a dirigir el país bajo la agenda neoliberal en la que cree a pie juntillas.

Los agentes gremiales y los precandidatos presidenciales que participarán de la marcha terminarán legitimando el proceso de estigmatización mediática echado a andar en contra de la jueza Sandra Heredia, así como el discurso con el que se viene erosionando la legitimidad de la justicia por cuenta de un fallo en derecho.

De cara a las elecciones presidenciales poco importará si la movilización resulta numerosa. Lo que realmente el país deberá tener en cuenta es quiénes se atreverán acompañar al patriarca, caballista, hacendado y domador de bestias en su “mala hora”. El país recordará que un 7 de agosto cientos de miles de colombianos salieron a marchar a favor de Uribe con un discurso patriotero que, de la mano de otros elementos y circunstancias, sigue evitando la construcción de una verdadera República.

La “doctrina” uribista podrá salir fortalecida hacia adentro, en la medida en que entre sus mesnadas estarán atentos, lista en mano, quiénes fueron los que, a pesar de la ejemplar y legítima condena contra el Gran Patrón, fueron capaces de desconocer un fallo judicial y por esa vía erosionar la majestad de la justicia. Hacia afuera, el uribismo seguirá siendo mirado como un fenómeno sociocultural y político ancorado a un ya naturalizado ethos mafioso con el que no solo se validó el Todo Vale, sino el proceso de captura perniciosa del Estado sobre la que se sustentó su privatización entre el 2002 y el 2022. 

Adenda: nuevamente veremos en las redes sociales el enfrentamiento entre las bodegas uribistas y los influencers petristas alrededor de si la marcha fue o no un fracaso. Y los medios hegemónicos sirviéndole de caja de resonancia al uribismo. 

marcha uribista del 7 de agosto a favor de uribe - Búsqueda Imágenes


lunes, 28 de julio de 2025

POLÍTICOS COLOMBIANOS Y GRINGOS SALIERON EN DEFENSA DE URIBE

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Como era de esperarse, después de que la jueza Sandra Heredia encontrara culpable de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal al expresidente Álvaro Uribe Vélez, sus áulicos, varios precandidatos presidenciales y agentes políticos de los Estados Unidos salieron en defensa del temido político antioqueño.

La primera en manifestarse fue María Fernanda Cabal, unas de las “tigresas” de Uribe, quien en tono amenazante y desencajada espetó que “si creen que van a amilanarnos, les digo que están despertando un león dormido que defenderá con orgullo y firmeza el legado del mejor presidente de la historia colombiana. El legado del presidente Uribe, mejor presidente de los últimos 100 años en Colombia, está más vivo que nunca. Defenderemos democracia, defenderemos libertad y buscaremos una justicia digna para todos los colombianos”.

El precandidato presidencial Mauricio Lizcano hizo lo propio y defendió de esta manera a su padrino de matrimonio: “Toda mi solidaridad y respeto hacia el expresidente Álvaro Uribe en estos difíciles momentos. Su aporte a la democracia y a la seguridad de este país ha sido innegable”. Aunque Lizcano hizo un llamado a respetar las instituciones, la defensa de Uribe lo ubica como uno más de los áulicos que defienden a dentelladas la ya raída honorabilidad del expresidente de la República. “El respeto a la institucionalidad es la clave para salvaguardar nuestra democracia”, puntualizó Lizcano.

Entre tanto, el candidato presidencial del fantasmal centro político, Sergio Fajardo Valderrama asumió una postura con la que intenta desmarcarse de su cercanía a Uribe y al uribismo. Esto dijo el tibio político: “más allá de cualquier consideración política, los fallos de los jueces deben respetarse y acatarse. La separación de poderes es un pilar central de nuestra democracia. El desacuerdo con una decisión judicial es legítimo, pero debe tramitarse por las vías que la misma justicia establece”.

Si bien aplaudo el llamado que hace Fajardo a que se respete la decisión de la jueza 44, es conocida la incoherencia política del exalcalde de Medellín y su capacidad para acomodarse a las coyunturas. Recordemos que en las pasadas elecciones se acercó al entonces candidato presidencial Rodolfo Hernández, a pesar de que estaba llamado a juicio por corrupción.

Mientras que al interior del país se registraban manifestaciones de regocijo por el fallo condenatorio contra Uribe Vélez y por supuesto, lamentaciones en las huestes uribistas, desde los Estados Unidos llegaban reacciones que claramente constituyen inaceptables intromisiones en los asuntos internos del país, que ameritan que las altas cortes y otros actores del aparato judicial rechacen lo expresado por el congresista Mario Díaz-Balart, quien en su cuenta de X señaló que “como he advertido en numerosas ocasiones, la decisión del juicio falso, la persecución política y la cacería de brujas contra el expresidente @AlvaroUribeVel es una evidente violación del estado de derecho y refleja el avance de fuerzas extremo izquierda que controlan a @petrogustavo . Desde Estados Unidos, es muy preocupante ver día a día el deterioro de la democracia, la seguridad, la creciente violencia política y el aumento de grupos criminales en Colombia bajo Petro”.

Esa intrusión en los asuntos internos de Colombia y la actitud irrespetuosa hacia la jueza 44 deben ser rechazadas por la Cancillería y por los presidentes de las altas cortes. Resulta inaceptable lo expresado por el político cubanoamericano que piensa que Colombia es una colonia o un Estado adjunto de la Unión Americana.

A esa andanada en contra de la soberanía judicial se sumaron otros congresistas como María Elvira Salazar y Carlos A. Jiménez. La señora Salazar, en el mismo tono amenazante de María Fernanda Cabal dijo en su cuenta de X que “hoy no se hizo justicia en Colombia. Se consumó una infamia contra Álvaro Uribe, el hombre que rescató al país del terrorismo y enfrentó a las FARC cuando nadie más se atrevía. Lo condenan porque se negó a pactar con criminales, porque es un obstáculo para la izquierda radical que quiere tomar el poder y convertir a Colombia en otra Venezuela. Es el mismo libreto del castrochavismo: persecución política contra todo el que se oponga a sus agendas radicales. Desde Estados Unidos, alzamos la voz: ¡Uribe no está solo! ¡Los colombianos decentes y amantes de la libertad están con él!”.

Entre tanto, en el mismo tono Jiménez señaló que “hoy presenciamos una injusticia en Colombia. Se ha consumado una persecución política contra el expresidente Álvaro Uribe, un líder valiente que salvó a su país del terrorismo y enfrentó a las FARC con firmeza cuando muchos guardaban silencio. Lo atacan porque representa un obstáculo para la agenda de la izquierda radical que quiere convertir a Colombia en otra dictadura al estilo de Venezuela o Cuba. Este es el mismo libreto castrochavista que hemos visto una y otra vez: usar el sistema judicial para destruir a quienes defienden la democracia, la libertad y el Estado de Derecho”.

Los congresistas americanos insisten en mantener vigente la nomenclatura que Uribe Vélez inventó en los tiempos del plebiscito por la paz: el castrochavismo. Se trata de una “categoría” que solo existe en la suspicaz y resbaladiza mente del expresidente antioqueño. En lugar de ocuparse de los problemas internos que afrontan los Estados Unidos como su decadencia, los altos costos de la comida, el supremacismo y la infame persecución de los inmigrantes latinos que puso en marcha el gobierno de Trump, estos congresistas creen que pueden entrometerse en los asuntos internos del país, sin que nadie los confronte.

Las intromisiones de los agentes gringos y la defensa de la “honorabilidad” de Uribe por parte de candidatos presidenciales confirman el desprecio que la derecha local e internacional sienten por las instituciones, la institucionalidad y la justicia, cuando los fallos no los benefician.



Foto de José Vargas, tomada de El Espectador. 


jueves, 17 de julio de 2025

MURIÓ SANSÓN, EL HÉROE CANINO

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Finalmente murió “Sansón”, el canino militar que pisó una mina antipersona a la que sobrevivió por varios días. Un paro cardiorrespiratorio puso fin a la vida del Pastor Belga que hacía parte del equipo antiexplosivos del Ejército Nacional.

El reporte castrense señala que salvó la vida de por lo menos 36 uniformados. Sansón fue despedido con honores como suele hacerse con los Héroes militares que luchan contra las estructuras mafiosas que algunos sectores de la opinión pública y de la institucionalidad política siguen llamando “guerrillas”. Malditos todos los que apelan a esos artefactos para afectar a la tropa y que terminan por asesinar a perros como Sansón.

Conmovedora la nota periodística en Noticias Caracol, pero insuficiente para llamar la atención por el “reclutamiento” de animales no humanos para las actividades militares en un país que soporta múltiples violencias. Hay que pasar del pesar, al rechazo absoluto del “reclutamiento” de perros para esas violentas actividades.

Si hay algún escenario en el que la racionalidad instrumental se manifiesta, con todo y sus lógicas, es la guerra. Para el caso colombiano, caracterizado por las pérfidas dinámicas de sus múltiples violencias, esa misma racionalidad instrumental permite el uso de perros para detectar minas y por esa vía hacer posible que en el desarrollo de las operaciones militares, quienes pierdan extremidades y la vida sean los perros y no los soldados.

Ya la guerra en sí misma es estúpida y expresa con inusitada claridad la aviesa condición humana. La presencia de caninos  y el uso específico dentro de las dinámicas de nuestro “conflicto armado interno” confirma el poder de la mirada antropocentrista que nos permite exponer la vida y el bienestar psicológico de los perros, por una “razón fundamental”: la existencia de los animales humanos uniformados vale más que la de los pastores belgas caídos en combate o a los que se los traga la manigua como a Wilson, el canino que participó de la operación militar e indígena que encontró a los niños que sobrevivieron durante 40 días en las selvas del Guaviare.

La congresista y defensora de los animales Andrea Padilla se refirió al crimen de Sansón en estos términos: 

"Los perros de las fuerzas armadas que mueren en la guerra no “dan su vida por la patria”, ni mueren “cumpliendo con su deber”. Mueren porque son usados, pues no pueden elegir. Duele en el alma la muerte agónica de #Sanson. Ojalá el fin de la guerra en Colombia -o el desarrollo tecnológico- implique el fin de su explotación".

Cuántas estupideces seguiremos cometiendo como especie privilegiada y dominante bajo las lógicas de la racionalidad instrumental con la que le ponemos precio a la vida, subvaloramos las de perros y gatos, para hablar solo las de los animales domésticos (animales no humanos). Insisto en que somos una especie estúpidamente inteligente. No nos merecemos a seres como Sansón o Wilson. Paz en la tumba de ese hermoso peludo que murió cumpliendo un deber inventado por la estupidez humana.


https://www.bing.com/search?pglt=931&q=el+perro+Wilson+que+se+perdio&cvid=e9a9c1dfefcf43a8adf2b8406642b26d&gs_lcrp=EgRlZGdlKgYIABBFGDkyBggAEEUYOTIGCAEQABhAMgYIAhAAGEAyBggDEAAYQDIGCAQQABhAMgYIBRAAGEAyBggGEAAYQDIGCAcQABhAMgYICBAAGEDSAQg4MTg3ajBqMagCALACAA&FORM=ANNTA1&PC=LCTS&ntref=1

sábado, 5 de julio de 2025

SILENCIOS POLÍTICOS Y PERIODÍSTICOS FRENTE A LOS DESEOS GOLPISTAS DE LEYVA DURÁN

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La intentona golpista liderada por Álvaro Leyva Durán contra el presidente Petro deja notorios hechos políticos y periodísticos que dicen mucho del talante de los actores involucrados. Por ejemplo, resulta preocupante el silencio de los expresidentes Uribe, Gaviria, Duque y Pastrana frente a los audios publicados por El País de España en los que se escucha decir al excanciller Leyva que hay que sacar al presidente de la Casa de Nariño: “hay que sacar a ese tipo”.

El expresidente Ernesto Samper, por el contrario, rechazó la conspiración del señor Leyva Durán: “No es la primera vez que el exministro @AlvaroLeyva intenta armar una conspiración contra un gobierno legítimamente elegido. En mi caso también lo hizo tratando de fraguar una siniestra alianza entre: las FARC, el paramilitar Carlos Castaño, el esmeraldero Víctor Carranza, algunos militares, la ingenua bendición de tres expresidentes, algunos prelados de la iglesia y un vicepresidente. Se le olvidó que en Colombia los golpes no prosperan mientras no se involucren los Estados Unidos –que no lo hacen, al menos públicamente, desde el derrocamiento de Allende– y los militares en ejercicio que en este país son civilistas desde la independencia de la República”.

La misma actitud silente la asumieron gremios económicos y reconocidos agentes económicos y políticos de la sociedad civil colombiana, quienes, en lugar de salir en defensa de las instituciones y la institucionalidad, optaron por pasar de agache ante semejante deseo de desestabilizar al país, rompiendo el orden legal y constitucional. Eso sí, al unísono salieron a rechazar lo dicho por el jefe del Estado en el sentido en que hay un “complot internacional” para sacarlo del poder del que participa un “jefe gremial”.

Del mutismo de los expresidentes también se contagiaron empresas mediáticas como Blu radio, La FM, La W, El Colombiano, El Tiempo, El País de Cali y la revista Semana, así como los noticieros de televisión RCN y Caracol, entre otros medios corporativos que bien pudieron asumir una postura de rechazo frente a la propuesta golpista del exministro de Relaciones Exteriores, quien en reciente entrevista concedida a la revista Semana insistió en que el presidente Petro debe entregar el poder.

Aunque asumir posturas políticas a través de editoriales es propio de diarios como El Tiempo o El Espectador, publicaciones hebdomadarias como Semana e incluso noticieros de televisión y radio también pueden apelar a ese género periodístico para rechazar o legitimar acciones políticas. Los medios “suelen hablar” a través de los editoriales.

El Espectador es hasta el momento el único medio masivo que rechazó a través de un editorial los devaneos golpistas de Leyva Durán. El titular del editorial es contundente: Rechazo total al intento golpista de Álvaro Leyva.  

Con el nacimiento y consolidación de medios alternativos que le hacen contrapeso a la influencia social y política de los llamados medios hegemónicos, la pluralidad informativa en Colombia viene mejorando de la mano de nuevos medios, plataformas informativas en YouTube y los influencers que, aunque suelen defender la gestión gubernamental, constituyen ejercicios de contra discurso frente a las acciones desinformativas y de autocensura de los medios tradicionales.  

Dentro de esas nuevas opciones de periodismo informativo y análisis destaco a TEP (Todo es Política) por haber asumido recientemente una postura editorial frente a la propuesta y deseos de Leyva Durán y de otros actores políticos y mediáticos que le apuestan a la ruptura institucional que significaría impedir que el presidente Petro termine su mandato. Dicha postura la pueden escuchar dando clic en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=01BRAU2qz-g

Todo es Política” es una plataforma de periodismo narrativo que va más allá del hecho: investiga sus raíces. No entendemos la política como espectáculo electoral, sino como el sistema que regula la vida cotidiana, define derechos, distribuye silencios y moldea la dignidad. Nuestras historias desarman la apariencia de lo “normal” para revelar relaciones de poder, vacíos del Estado y mecanismos de exclusión. No informamos para contar qué pasó, sino para entender por qué pasó y quién se beneficia. Contamos con una mirada crítica, estructural y profundamente humana, porque lo realmente transformador es comprender los hilos invisibles que sostienen la realidad.


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martes, 1 de julio de 2025

EL ATRONADOR SILENCIO DE LOS EXPRESIDENTES FRENTE A LOS DEVANEOS GOLPISTAS LEYVA DURÁN

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Después de más 24 horas de conocidos los audios en los que el excanciller Álvaro Leyva Durán habla de dar un golpe de Estado al gobierno de Petro, el silencio sepulcral de los expresidentes Gaviria, Duque, Pastrana, Uribe y Santos aumenta las sospechas alrededor de quiénes podrían ser los titiriteros que están detrás de los devaneos golpistas de Leyva Durán. ¿Por qué el silencio de los exmandatarios, en particular del Nobel de Paz? Santos está obligado como ningún otro a rechazar los dislates y deseos del octogenario miembro de la oligarquía bogotana, justamente por ostentar esa dignidad. Bueno, si no ha sido capaz de llamar genocidio a lo que viene haciendo Israel en contra del pueblo palestino, no podemos esperar que reaccione ante los sueños golpistas del excanciller Leyva Durán.

Los cinco exmandatarios han exhortado en varias ocasiones al presidente Petro a “respetar las instituciones y la institucionalidad” con aquello de convocar a una consulta popular e incluso impulsar la “octava papeleta” y por esa vía a una Asamblea Nacional Constituyente.

Pero justo en el momento en el que el diario El País de España revela semejante bomba noticiosa, los expresidentes optan por guardar silencio. Quizás comparten la lectura que de los hechos hicieron los periodistas y activistas políticos Néstor Morales, Darcy Quinn y Luis Carlos Vélez. El primero dijo que se trataba de una bobada; a la activista le causó risa pensar que un carcamal de 82 años se ponga en esas cosas; y Vélez dijo que era una payasada de Petro. Señores expresidentes: así se trate de una simple idea o deseo del excanciller, están obligados ética y políticamente a salir a descalificar esa idea y a rodear al presidente de la República.

De compartir los cinco expresidentes las lecturas y el proceso coordinado de desestimación de la gravedad de lo divulgado por el diario español, sus llamados a que se “respeten las instituciones y la institucionalidad” estaría atado a una postura hipócrita propia de quienes no están lejos de los deseos golpistas de Leyva Durán. O quizás compartan la idea del diario El Espectador: no se trata de una intentona golpista, sino de una acción legítima de Leyva en la medida en que simplemente estaba “gestionando la salida de Petro” de la Casa de Nariño.

El atronador silencio de los  expresidentes dice mucho de su verdadero talante democrático. Ya veremos si el diario El País logra desenmarañar lo que realmente hay detrás de los sueños golpistas del viejito Leyva Durán, porque quedó claro que a la prensa hegemónica del país no le interesa ir al fondo de semejante asunto tan espinoso y grave. 

Adenda: no incluyo al expresidente Samper en el listado porque es el único que apoya al presidente Petro. Eso sí, también me llama la atención su silencio. 



sábado, 28 de junio de 2025

LA DERECHA Y EL MANOSEO DE LOS CONCEPTOS

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Si por algo se han caracterizado los más visibles agentes políticos y gremiales que le hacen oposición al gobierno Petro es por el manoseo de tres conceptos de uso cotidiano en los medios hegemónicos: Institucionalidad, Dictadura y Democracia. El uso amañado del significado de los señalados vocablos les ha servido para concebir la narrativa que indica que el presidente Petro es “un dictador que además de irrespetar y pasar por encima de las instituciones, acabó con los pesos y contrapesos del régimen democrático, lo que terminó sumiendo al país en una dictadura tan cruel como las que vivieron países como Argentina, Chile y Paraguay”. Nada más alejado de la realidad nacional que el sentido de ese relato construido con el concurso de los medios masivos que desde el 7 de agosto de 2022 viene actuando como actores políticos que también le hacen oposición al actual gobierno.

Con la manipulación de esas ideas políticas la derecha pretende ponerse en un plano moral superior frente al progresismo y la izquierda para finalmente ocultar que sus más distinguidos miembros en el pasado reciente, durante los dos gobiernos de Álvaro Uribe Vélez, rompieron el equilibrio de poderes, instauraron un régimen violento que superó con creces la violación de las garantías constitucionales y los DDHH que se dio durante la aplicación del Estatuto de Seguridad implementado por el gobierno de Julio César Turbay Ayala (1978-1982).

Veamos varios ejemplos para entender el doble rasero moral y el uso caprichoso de los tres vocablos. Los miembros de las bancadas en el Congreso de Cambio Radical y el Centro Democrático se negaron a cumplir la orden de la Corte Constitucional (CC) de discutir el texto de la reforma pensional para subsanar el vicio de forma que los magistrados encontraron al revisar el documento aprobado en el Legislativo y que fue objeto de demandas por parte de agentes políticos del Centro Democrático. Dicha negativa constituye un claro irrespeto a la Corte Constitucional como institución y la institucionalidad emanada de las actuaciones de los togados.

Frente a la actitud claramente antidemocrática, infantil, reaccionaria y de claro desconocimiento de lo ordenado por la CC el presidente Petro respondió en estos términos: “Vuelvo a insistirle a los congresistas de Cambio Radical y Centro Democrático que no pasen a la historia como los que se opusieron a que las madres de nuestra patria no tuvieran ningún derecho a pensión o a bono pensional. Piensen en sus propias progenitoras, ellas son las demás mamás de este país. Colombia es también una madre. La pensión o el bono pensional generalizado, debe ser el logro no solo del gobierno, de las bancadas favorables a este objetivo, sino de la nación entera, incluida la oposición”.

Los congresistas que se negaron a asistir al Congreso, en el marco de la convocatoria a sesiones extras que hizo el Gobierno justifican dicha postura porque consideran que la convocatoria es ilegal. La revista Semana, como órgano propagandístico del clan Gilinski sostiene que “las bancadas de Cambio Radical y del Centro Democrático anunciaron que no asistirán a las sesiones, al considerar que no existen garantías y que el presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, estaría incurriendo en nuevas irregularidades”.

Entre los voceros de la derecha que disfrutan manosear los conceptos está la candidata presidencial Vicky Dávila. La ficha de los clanes Gilinski y Gnecco descalificó la decisión de los magistrados de la CC que le ordena al Consejo Nacional Electoral cesar la investigación en contra del presidente de la República por la violación de topes durante la campaña electoral, por considerar que afecta la integralidad del fuero presidencial. La candidata-periodista dijo en su cuenta de X: “Cuando las mayorías de la Corte Constitucional están en manos de Petro, las decisiones favorecen a Petro…”. En dónde quedó el llamado de la señora Dávila a que Petro “respete las instituciones”, cuando es ella misma, en calidad de candidata presidencial, que mancilla la autonomía y la sapiencia jurídicas de los magistrados que le dieron la razón al jefe del Estado: el CNE no es competente para investigar al presidente de la República.



Foto tomada de El Espectador. 

lunes, 9 de junio de 2025

NUEVE PARTIDOS DESCONOCEN AL PRESIDENTE PETRO COMO GARANTE ELECTORAL

 

Por Germán Ayala Osorio

 

El respeto por la democracia, las instituciones y las institucionalidades derivadas es una de las banderas políticas que la derecha ha agitado desde cuando llegó a la Casa de Nariño Gustavo Petro Urrego. Eso sí, evitan recordar que con la reelección presidencial inmediata de Álvaro Uribe Vélez se afectaron el equilibrio de poderes y la democracia misma. El país no olvida que aquel cambio en la constitución política se dio gracias a que se compraron los votos de Teodolindo Avendaño y Yidis Medina.

Sus más visibles voceros insisten con esa proclama a propósito de la decisión presidencial de decretar la consulta popular que, de acuerdo con las interpretaciones de varios juristas, desconoce que el Senado negó ese llamado al pueblo para votar las 12 preguntas que propuso el Gobierno.

Después de los llamados a “bajarle a la pugnacidad política y en particular al lenguaje violento”, a raíz del atentado criminal contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, el gobierno Petro convocó a los partidos políticos que le hacen oposición a una reunión para activar la Comisión Nacional para la Coordinación y Seguimiento de los Procesos Electorales. Los voceros y dirigentes de los partidos Liberal, Conservador, Cambio Radical, de la U, Mira y Centro Democrático, entre otros más, se negaron a participar en dicha convocatoria institucional.

Por el contrario, optaron por reunirse en privado para expresarle al gobierno y al país que “no reconocen al presidente Petro y al ministro del Interior, Armando Benedetti, como garantes del proceso electoral”. Semejante actitud política deja ver la incoherencia de los 9 partidos que hoy desconocen al presidente de la República y a su ministro del Interior como figuras institucionales confiables y legítimas para liderar el proceso electoral y garantizar la seguridad de todos y cada uno de los precandidatos presidenciales; se trata de una postura que niega la búsqueda de un diálogo interinstitucional que coadyuve a disminuir la tensión política y la crispación ideológica.

Ante semejante actitud beligerante, el exembajador Roy Barreras exhortó a los partidos políticos a morigerar el lenguaje y evitar ahondar en la polarización política. En su cuenta de X, Barreras señaló: “invito de nuevo respetuosamente a los partidos de oposición a sumarse al propósito nacional de cuidar el lenguaje: la oposición puede expresar que <<no siente garantías>>, están en su derecho, pero nadie en democracia puede decir que <<no reconoce>> la institución presidencial. Prediquemos con el ejemplo. Seamos cuidadosos con las palabras que pueden ser mal interpretadas por quienes no quieren la estabilidad de Colombia, sino llevar al país al caos”.

Invitar al Procurador General de la Nación para que juegue como garante y puente entre los 9 partidos y el Gobierno no minimiza el daño que le infringen a la institucionalidad presidencial y a la comisión electoral misma. ¿Qué sigue? ¿Acaso invitar a que las FFAA desconozcan la autoridad y legitimidad de su comandante supremo, el presidente de la República?

 Sin duda alguna, esas 9 colectividades le dieron un portazo a la reconciliación, pero sobre todo, golpearon con dureza su propia proclama: al final, terminaron por afectar la democracia y sus instituciones. Eso se llama incoherencia política, fruto de la animadversión que les produce ver a Petro en la Casa de Nariño. 



sábado, 7 de junio de 2025

CLAUDIA LÓPEZ Y EL FRACKING: COMO DIGO UNA COSA, DIGO LA OTRA

  

Por Germán Ayala Osorio

 

Al apostarle a la transición energética expresada en negarse a nuevas exploraciones de combustibles fósiles, entre otras medidas, el presidente Petro sacudió a los ambientalistas aletargados y a los amigos de las actividades desarrollistas insostenibles ecológica y ambientalmente como la ganadería extensiva de baja producción, los monocultivos legales e ilegales como la coca, caña de azúcar y palma africana y la gran minería.

A veces con una mirada catastrofista alrededor de una eventual extinción de la humanidad, el presidente Petro enfrentó a los sectores de poder tradicional que jamás valoraron aquello de ser un país biodiverso por ser amazónico y contar con las riquezas del Chocó Biogeográfico.

En medio de una incontrastable crispación ideológica y política provocada en gran medida por su intención de recuperar el Estado para ponerlo al servicio del pueblo, candidatos presidenciales como Claudia López Hernández sumaron un ingrediente más a ese ambiente de polarización: volver a las prácticas extractivistas como el fracking. El uso de esa técnica había sido prohibido en 2023 por “el senado de la república con 62 votos por el sí y 9 en contra, aprobó el proyecto que prohíbe el fracking, la exploración y producción de los Yacimientos No Convencionales (YNC) de Hidrocarburos, se ordena la reformulación de la política de transición energética y se dictan otras disposiciones”. Posteriormente, la Corte Constitucional en un fallo histórico de 2024 ordenó hacer una consulta previa para los proyectos piloto de fracking en la región del Magdalena Medio, en particular en el municipio de Puerto Wilches, Santander.

La candidata presidencial Claudia López “alborotó” las redes sociales y a los ambientalistas con su promesa de hacer fracking si en el 2026 resulta elegida como la primera mujer presidente de Colombia. Suele pasar que los candidatos presidenciales, en escenarios electorales, se comprometen con desarrollar políticas y acciones a pesar de que en el pasado se opusieron a las mismas. Es el caso del fracturamiento hidráulico o fracking, que la exalcaldesa de Bogotá rechazó con vehemencia en el 2017. Quedó en evidencia que la exalcaldesa de Bogotá no tiene convicciones en materia de protección ambiental y ecológica de los ecosistemas. Su incoherencia y capacidad de acomodarse a las circunstancias la convierten en una veleta ideológica con todo y los riesgos que conlleva actuar de esa manera.

Con tal de ganar el apoyo de las empresas interesadas y en capacidad de aplicar dicha técnica para extraer gas, Claudia López desestima los efectos negativos y los riesgos ecológicos y ambientales que produce el fracking. Manuel Rodríguez Becerra, quien fuera el primer ministro del medio ambiente de Colombia sostiene que “por cada pozo se inyectan al suelo entre 9 y 29 millones de litros de fluidos (lo cual no debería permitirse en regiones con escasez de agua). Y existe el riesgo de que estos, así como los gases del pozo (incluyendo metano y compuestos orgánicos volátiles), migren hacia los acuíferos (aguas subterráneas) y los contaminen, ya sea a consecuencia de una defectuosa construcción de los pozos o a través de las fracturas inducidas en el proceso, y otras vías”.

El principio de precaución consagrado en la Ley 99 de 1993 no se puede desestimar a la hora de autorizar pilotos del fracking. La institucionalidad ambiental estatal siempre será débil y precaria cuando se juntan los intereses económicos y políticos de agentes de poder que además de negar los efectos del cambio climático, subvaloran los ecosistemas naturales-históricos.

No olvidemos entonces que la polémica promesa de Claudia López se da en medio de una fuerte polarización ideológica y política entre el progresismo y la derecha, a lo que se suman desde ya posturas desarrollistas para intervenir valiosos y frágiles ecosistemas y de esa forma rechazar la transición energética a la que le apostó el actual gobierno. Días atrás, la candidata Vicky Dávila dijo que una vez electa presidenta mandaría a construir una prisión en alguna de las selvas de Colombia, para encerrar allí a corruptos de cuello blanco. Tanto la propuesta de López como la de Dávila se asumen desde una sostenibilidad basada exclusivamente en criterios económicos y políticos, olvidándose de los efectos ecológicos y ambientales que generarían las dos propuestas. Quizás López Hernández  está sufriendo del síndrome de la Chimoltrufia. Y Dávila se está dejando llevar de su ignorancia supina. 



claudia lopez dice si al fracking - Búsqueda Imágenes

viernes, 6 de junio de 2025

¿SON PRESIDENCIABLES ALEJANDRO GAVIRIA URIBE Y SANTIAGO BOTERO JARAMILLO?

 

Por Germán Ayala Osorio

En la cumbre 59 de Asobancaria se presentaron 7 “presidenciables” ante el público y frente a tres periodistas que prometieron un debate que al final no se dio por el formato elegido. Cayeron, como en otras oportunidades, en el error de hacer preguntas complejas para responder en un minuto y cerraron el “debate” con otras pensadas más para “corcharlos y comprometerlos” hacia futuro.

Haré referencia a las intervenciones de dos de los siete precandidatos presidenciales: Alejandro Gaviria Uribe y Santiago Botero Jaramillo. El primero, exrector de la universidad de los Andes, subdirector del Departamento Nacional de Planeación durante el gobierno de Uribe, exministro de Salud de Santos y exministro de Educación de Petro. Gaviria habla como académico, pero actúa como un político tradicional.

El segundo, empresario antioqueño, admirador del expresidente Uribe Vélez y auto proclamado enviado de Dios para salvar al país. Botero llegó vestido con una sudadera en la que se leía “Dios es mi socio” y en la camiseta, “Confío en Dios” como respaldo a la “revelación divina” que lo puso en el escenario electoral. Botero se expresa como un típico paisa camorrero y enredador. A leguas se le nota que arrastra vacíos conceptuales alrededor de qué es el Estado moderno, los pesos y contrapesos de la democracia. Su “habladito” paisa lo acerca más a un vendedor callejero y lo aleja del talante deseado de un candidato presidencial.

Gaviria Uribe se definió en la señalada convención bancaria como un liberal y humanista. Coherente con su auto definición, respondió que no reestablecería relaciones diplomáticas con Israel de resultar electo presidente de la República. Poco creíble resulta esa promesa si revisamos su tibia postura frente a las prácticas genocidas perpetradas por Israel contra el pueblo palestino asentado en la franja de Gaza.

El país recuerda cuando se atrevió a fustigar al ejército israelí por un ataque a un hospital. Luego de ser confrontado por un vocero del gobierno de Netanyahu, Gaviria escribió en su cuenta de X: “Estimado embajador, reaccioné a la información de la prensa global que señalaba a Israel como el causante de la explosión. Con la nueva información que se ha conocido, reconozco que fue un señalamiento apresurado. Procedo a borrar el mensaje inicial. Reitero el llamado de muchos sobre la urgencia del respeto a la población civil, los derechos humanos y los trabajadores de la salud”.

Como humanista deja mucho que desear si se tiene en cuenta que jamás tomó distancia del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe, por las 6402 víctimas de los mal llamados “falsos positivos”.

Señaló que tiene dudas sobre el talante democrático del presidente Petro a raíz de la decisión de decretar la Consulta Popular, vista por el exministro y otros de los “presidenciables” como una afrenta a la institucionalidad democrática y un rompimiento del equilibrio de poderes.

Entre tanto, Botero Jaramillo dijo que sí reestablecería relaciones con Israel de llegar a la Casa de Nariño. La postura asumida por el empresario antioqueño es coherente con su idea de la seguridad. Mientras que en otras partes del mundo e incluso en el país se habla de seguridad humana, Botero reduce el complejo asunto a dar “balín” a todos los que se atrevan a protestar y afectar la movilidad y los derechos de los demás en esos escenarios en los que hay colisión de derechos. “Sin justicia no hay seguridad, nadie va a invertir en un país riesgoso. Vamos a tocar la constitución y hacer reformas a la justicia para darle dientes a las fuerzas militares y a la policía… salirnos de una cantidad de convenios que tienen secuestrada a la justicia… y poder volver a Colombia similar al Salvador. La paz la volvieron un negocio de bandidos”.

Santiago Botero estaría dispuesto a imponer seguridad y garantizar justicia sin tener en cuenta los derechos humanos. La réplica que le hizo Gaviria a su propuesta de “dar balín” (es decir, bala, bala y bala) acercó al empresario paisa a los terrenos en los que suelen moverse los chafarotes y machos cabríos premodernos como Uribe que se olvidó de los derechos humanos. Frente a los procesos de paz, Botero se mostró alejado de cualquier posibilidad de dar continuidad a esos intentos por lograr la paz a través de la negociación política. Lo que se traduce en el regreso a los tiempos de la seguridad democrática de su admirado expresidente Uribe Vélez.

Gaviria no es un humanista. Esa es la pose con la que quiere vender su candidatura. Es un neoliberal consumado y un cómplice político del manejo irresponsable que hicieron las EPS de la integración vertical. Entre tanto, Botero es un paisa bravucón y uribista que cree que es posible gobernar este país con los vacíos conceptuales que rápidamente exhibió en el señalado escenario de Asobancaria.

 


miércoles, 4 de junio de 2025

¿LA CONSULTA POPULAR POR DECRETO CONVIERTE A PETRO EN DICTADOR?


 Por Germán Ayala Osorio

Véase: 🔴 EDITORIAL TEP | LA CONSULTA POPULAR Y EL LLAMADO A LA PRUDENCIA


Decretar la realización de la consulta popular tal y como lo anunció el presidente Petro produjo en la derecha una reacción política, de la mano de la prensa hegemónica, en la que se advierten lecturas apocalípticas atadas a una bien pensada manipulación de conceptos como democracia, institucionalidad, equilibrio de poderes, fractura o rompimiento institucional y la que no podía faltar: dictadura.

Se rasgan las vestiduras los expresidentes Santos, Uribe y Duque, beneficiados todos de la más burda fractura del equilibrio de poderes que haya sufrido el sistema político en Colombia: la reelección inmediata de Álvaro Uribe Vélez. Olvidan los tres que el “cambio del articulito” de la Constitución en el Congreso se hizo de manera ilegal y tramposa por la probada compra de los votos que hizo el gobierno Uribe a los congresistas Teodolindo Avendaño y Yidis Medina.

El expresidente y expresidiario Álvaro Uribe se fue lanza en ristre contra Petro y Santos. Esto dijo en su cuenta de X, el “Señor de las Sombras[1]”: "El Petrosantismo y el quiebre Constitucional. Santos le dio un golpe de Estado al Plebiscito y el gobierno Petro al Congreso”.

La reacción de Juan Manuel Santos, antiguo aliado del político antioqueño se dio en este sentido: “En otra oportunidad le responderé a Uribe sus repetidas calumnias sobre lo que él llama petrosantismo, que no existe, y sobre el supuesto quiebre constitucional con el acuerdo de paz, que tampoco existió porque todo fue avalado por el Congreso y la Corte Constitucional. Lo que el país necesita en estos momentos es que todos los expresidentes nos unamos para defender nuestra democracia”.

Con el uso del adjetivo posesivo “nuestra”, pareciera que el expresidente Santos hiciera referencia a la democracia de ellos, es decir, a la de los tres expresidentes y a la de todos aquellos actores económicos, sociales y políticos que financiaron sus campañas políticas y legitimaron sus mandatos presidenciales manchados de ilegalidad e ilegitimidad por lo acontecido con la reelección, así como por los efectos negativos que dejó la aplicación de la política de seguridad democrática y la violenta represión que en el marco del estallido social lideró Iván Duque Márquez.

¿En dónde quedaron las chuzadas del DAS y el agrio enfrentamiento de Uribe con los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) por las investigaciones que adelantaron los togados contra los congresistas amigos de los paramilitares, quienes finalmente le hicieron campaña a Uribe? Y cómo olvidar el intento de Uribe de quedarse otros cuatro años más, para completar 12. Hay que recordarles que con ponencia negativa del magistrado Humberto Sierra Porto se logró frenar el tercer periodo de Uribe Vélez. Lo que vivió el país entre 2002 y 2010 fue un “embrujo autoritario”, tal y como lo llamó La Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo.

En uno de los informes se lee: “A nivel del régimen político, lo que se puede observar, desde la posesión del presidente, es la concentración del poder en el Ejecutivo; tanto que dentro de su estrategia mediática “regaña” a todos sus funcionarios, incluyendo los altos mandos militares, como una muestra de que las fallas están en la ejecución de las políticas y no en sus planteamientos centrales. El presidente aparece claro y cierto sobre lo que está proponiendo, liberándose así de toda responsabilidad; simultáneamente se presenta una fuerte tendencia a subvalorar y descalificar las otras ramas del poder público: la Legislativa y la Judicial”.

Lo que si va quedando claro es que la idea de democracia pasa primero por los intereses de los expresidentes Santos, Uribe y Duque, representados en su compromiso con la defensa de esa parte del establecimiento colombiano que ve como un peligro las reformas sociales presentadas por Petro a consideración del Congreso y del pueblo. Los tres expresidentes prefieren la democracia procedimental y formal que opera en el país de tiempo atrás, y les parece riesgoso cualquier intento por profundizarla en favor de los sectores marginados de la sociedad.

Poner a Petro en el mismo nivel de dictadores como Videla en Argentina, Stroessner en Paraguay; los Castro en Cuba, Pinochet en Chile, Daniel Ortega en Nicaragua; y no podía faltar la referencia al régimen venezolano en cabeza de Nicolás Maduro Moros resulta exagerado pues el control de legalidad que hará la Corte Constitucional del decreto está garantizado. Eso sí, quienes hablan de dictadura en Colombia, a raíz de la polémica decisión del presidente Petro, evitan referirse al régimen que consolidó Bukele en El Salvador, quien se hizo reelegir a pesar de que la reelección continua está prohibida en la constitución de ese país.

Entre Petro y Uribe quien más se acercó a consolidar un violento y dictatorial régimen de poder fue el expresidente antioqueño. Baste con recordar y volver a ver el video en el que habla Godofredo Cínico Caspa para entender las diferencias.


LA IMPERFECTA PAZ EN GAZA

  Por Germán Ayala Osorio   El intercambio de rehenes y prisioneros entre Israel y Hamas es un alivio para las familias de los israelí...