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lunes, 28 de octubre de 2024

VICKY DÁVILA SE CONVIRTIÓ EN "NOTICIA CRIMINAL"

 

Por Germán Ayala Osorio

 

La periodista Victoria Eugenia Dávila de Gnecco acaba de ser demandada por el Orlando José Serpa Teherán por varios delitos. La acción judicial se conoció a través de una noticia criminal publicada por la fiscalía general de la Nación, lo que constituye un hecho noticioso, jurídico y político que puede terminar catapultando la aspiración presidencial de la directora de Semana o, por el contrario, sepultándola ante una decisión judicial inobjetable que frene las intenciones de los clanes que la quieren poner en la Casa de Nariño.

Como era de esperarse, la periodista de inmediato se victimiza alegando una persecución política que, aunque no existe, le sirve a la derecha y a ella misma para insistir en la narrativa que indica que Petro es un dictador igual a Maduro y que como ya lo indicó la propia comunicadora, “la fiscal de bolsillo estaría cumpliendo órdenes al presidente de la República”. Sin duda alguna, un señalamiento temerario de parte de la periodista que en varias ocasiones ha exigido respeto a las instituciones y a la institucionalidad.

Dávila olvida que ante cualquier demanda penal la Fiscalía está obligada, dentro de sus procedimientos reglados, informar a través de una noticia criminal de la apertura de un proceso judicial. De manera maliciosa, la periodista convierte esa acción informativa de la FGN en una acción política en su contra, orquestada por la fiscal general, Luz Adriana Camargo.

El expresidente y expresidiario, Álvaro Uribe Vélez salió a respaldar a una de sus más fervientes escuderas, aludiendo, justamente al sentido de esa narrativa con la que se insiste en igualar a Petro con el inefable Nicolas Maduro Moros.

Ya varios medios se manifestaron en ese sentido. Vanguardia, por ejemplo, sostiene que “las redes sociales están volcadas a un intenso debate sobre la posible persecución del Gobierno a la prensa en Colombia. La discusión fue iniciada por la directora de la Revista Semana, Vicky Dávila, después de que la Fiscalía General le notificara la apertura de una noticia criminal por hechos aún sin precisar”.

Entre tanto, EL TIEMPO, periódico que le hace fuerte oposición política a Petro, reproduce lo dicho por Semana: “Dávila había subrayado en sus redes sociales que la denuncia estaba ligada a los 'petrovideos', grabaciones destapadas en medios de comunicación en las que se ven, previo a las votaciones, reuniones de miembros de la campaña de Gustavo Petro a la Presidencia de 2022 en las que hablan de jugadas políticas contra sus contendores. Según Semana, la denuncia fue radicada el pasado 24 de septiembre, a las 8:02 p. m., por Orlando José Serpa Teherán. "En el escrito le da estatus de 'indiciada' a la periodista y solicita que la investiguen por 'interceptaciones ilegales, concierto para delinquir, espionaje ilegal, traición a la patria, y los demás que resulten de la investigación'”.

Mientras ese proceso judicial avanza, le corresponde al gobierno Petro entregar todas las pruebas que tenga en sus manos para dilucidar todo lo que confluye en la compra de Pegasus, el malicioso software que adquirió el gobierno uribista de Iván Duque y el uso delictivo de esa herramienta para espiar a Petro y a su campaña presidencial y a los jóvenes que participaron en el estallido social.

Sacar a Vicky Dávila de la contienda electoral por vía judicial siempre se leerá como un acto político enmarcado en la fuerte oposición que la periodista le viene haciendo al gobierno Petro desde la revista Semana, convertida por la vallecaucana en una plataforma ideologizada desde donde se ataca al presidente y a su familia, se minimizan los logros de su administración y se insiste en generar miedo, incertidumbre y rabia en las audiencias en contra del petrismo.

 



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viernes, 11 de octubre de 2024

COP16, GLADIADORES Y BIODIVERSIDAD

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Las amenazas proferidas por el grupo de “Iván Mordisco” contra la realización de la COP16 terminaron por adoptar la decisión de militarizar la ciudad con carros blindados conocidos como “gladiadores”. A pesar de que, en su cuenta de X, esa estructura armada ilegal informó que cesarían cualquier ataque, las autoridades civiles y militares optaron por “blindar” la ciudad. Esto dijeron los ilegales: “Informamos que desde el 11 de octubre hasta el 6 de noviembre se suspenden las operaciones militares ofensivas contra la fuerza pública en la ciudad de Cali por la realización de la COP16. Nos reservamos el derecho a la defensa”.

El gobierno local sacó pecho por el apoyo militar recibido, sin quizás evaluar las sensaciones que puedan generar la presencia del personal militar y de los blindados en puntos neurálgicos de la capital del Valle e incluso por fuera de su jurisdicción.

Para cientos de miles de ciudadanos ver a los “gladiadores” aparcados les puede generar una sensación de seguridad y de tranquilidad por el efecto persuasivo que acompaña a los escuadrones blindados. Pero también es posible que otros cientos de miles de caleños e incluso de visitantes y participantes del evento ambiental sientan lo contrario. Es decir, que imaginen que de verdad hay un enemigo poderoso que en cualquier momento puede atacar a los uniformados o de manera directa objetivos civiles.

En particular, ver a los vehículos blindados estacionados o patrullando la ciudad y vías externas a la ciudad me genera intranquilidad por la posibilidad de que los criminales al mando de “Iván Mordisco”, en un acto temerario, ataquen las unidades militares dispuestas para garantizar la seguridad de Cali y de la realización de la COP16. ¿Era necesario exponer al público esos equipos militares? Eso sí, ojalá el evento transcurra sin sobresaltos y que las discusiones académicas realmente terminen en compromisos y acuerdos que detengan el ya alarmante proceso, local, regional y mundial, que afecta la vida y la consistencia de ecosistemas valiosos y por ese camino se ponen en riesgo las interacciones biológicas y las conexiones entre especies de flora y fauna que cumplen funciones claves no solo para continuar siendo un país biodiverso, sino para que su oferta ambiental sirva para mitigar los efectos del cambio climático.  

No hay duda de que el certamen de la COP16 resulta clave de cara a que los países participantes asuman compromisos para proteger la biodiversidad. Como país biodiverso, Colombia está aún en camino de consolidar una institucionalidad ambiental que realmente esté alineada con la defensa y el aprovechamiento racional de la oferta o los servicios ambientales que prestan estratégicos y frágiles ecosistemas naturales que hacen parte del inventario de esa aclamada riqueza biológica. La historia de las instituciones ambientales, en particular las que fungen como autoridades, da cuenta de su debilidad, de haber si capturadas por el clientelismo y los intereses de poderosos agentes económicos poco interesados en conservar, pero si dispuestos a sacar el mayor provecho y a bajo costo de la riqueza hídrica, esto es, aguas superficiales y subterráneas.

Ojalá que las discusiones y llamados de alerta que se darán al interior de la COP16 sirvan para que ganaderos, constructoras, palmicultores y cañicultores, entre otros, revisen sus prácticas. En particular, los sectores agroindustriales por las maneras en que vienen explotando las aguas subterráneas y afectando ríos y quebradas. Qué bueno será que los azucareros asumieran la responsabilidad por los graves daños socioambientales, paisajísticos, ecológicos y étnico-culturales que vienen dejando desde hace un siglo en el valle geográfico del río Cauca y emprendieran acciones de reparación sistémica. Su presencia en la Orinoquia constituye un mal síntoma para un país biodiverso cuyas instituciones ambientales en lugar de vigilar sus actividades, han terminado por favorecer sus intereses. Qué bueno sería que dentro de la COP16 se discutiera la posibilidad de exigirles licencias ambientales a los azucareros y palmicultores. Eso sí, haciendo ajustes administrativos, ético-estéticos, técnicos y científicos a las actuales autoridades ambientales. Quizás lo que falta en el país es que instituciones como la CVC y Ministerio de ambiente actúen en adelante como verdaderos “gladiadores por la biodiversidad” y no como testigos mudos de la deforestación, defaunación y la instalación de monocultivos de caña y palma en la Orinoquia y aguacate Hass en el norte del Valle y en la zona del Quindío.



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martes, 8 de octubre de 2024

LA PROVOCADORA, ILEGÍTIMA E ILEGAL DECISIÓN DEL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Más allá de si la decisión tomada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de investigar a Gustavo Petro y a la campaña constituye o no un “golpe blando” como lo asegura el propio mandatario, la actuación del CNE deviene provocadora en lo social, ilegítima en lo político e ilegal en lo que respecta a la intención manifiesta de desconocer el fuero y  mancillar la majestad presidencial.

Es provocadora en lo social porque los consejeros (realmente no son magistrados, son políticos a los que sus partidos les regalan esa “dignidad”) que escribieron la ponencia sabían que Petro iba a convocar movilizaciones, advirtiéndole a sus electores que su gobierno está bajo una grave amenaza institucional urdida desde las huestes que defienden los dos más enconados enemigos de Petro y de sus decisiones en materia socioeconómica: Germán Vargas Lleras de Cambio Radical y Álvaro Uribe Vélez, del Centro Democrático. Vargas Lleras y el Clan Char usan a César Lorduy, presidente del CNE y señalado de haber asesinado a una mujer años atrás, para golpear políticamente al jefe del Estado y por esa vía, profundizar la polarización política y la crispación ideológica de cara a las elecciones de 2026 en las que el vetusto delfín tiene fincados intereses electorales; entre tanto, el expresidente y expresidiario, Álvaro Uribe Vélez, usa al sub judice ciudadano, Álvaro Hernán Prada para lo mismo. Hay que recordar que Prada está llamado a juicio por la Corte Suprema de Justicia por manipulación de testigos, caso en el que están también involucrados Uribe y el aboganster, Diego Cadena.

Esas dos últimas circunstancias que rodean la vida de los consejeros Lorduy y Prada representan dos crisis que soporta la sociedad colombiana y que exhibe la clase política y se advierte en el ejercicio mismo de la política: de un lado, una crisis moral y del otro, una de carácter ético-política. Por la condición sub judice de Prada, su actuación deviene ilegitima en lo social y en lo político, hecho que confirma la baja estatura moral de la derecha, en particular la que está asociada a la causa uribista y a la desechable y despreciable eticidad del exsenador Prada, espejo de la que viene exhibiendo su patrón y dueño, Álvaro Uribe Vélez.

En lo que toca a la legalidad de la determinación de la autoridad electoral, abogados de derecha reconocen que se trata de una extralimitación en las funciones de ese órgano administrativo porque el único ente que puede investigar al presidente de la República es la inservible y politizada Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. Por supuesto que la inmoral cruzada del CNE está respaldada por un fallo del Consejo de Estado, corte que también le hace oposición política al actual gobierno. 

Minutos después de conocida la decisión política del CNE, Petro dijo que “ahora nos han puesto en un momento difícil, grave, porque a lo que van es a un golpe de Estado. Al Ejército de Colombia y a la fuerza pública le he ordenado, como presidente constitucional de Colombia, no levantar una sola arma contra el pueblo. Sus enemigos son los bandidos. “Cinco politiqueros pagos no van a hundir la democracia en Colombia”.

Justamente la derecha representada por Uribe y Vargas Lleras, con el concurso de la prensa hegemónica que les hace el juego, saldrá ahora a decir que Petro “no respeta la institucionalidad”, cuando claramente quienes la irrespetaron son los dos señalados políticos desde el preciso momento en el que les regalaron a Lorduy y Prada esas dos sillas en el oscuro Consejo Nacional Electoral para atacar al gobierno y al jefe del Estado, a sabiendas del lío judicial del alfil de Uribe y al tormentoso pasado de César Lorduy. No se pueden llamar magistrados a quienes fungen como peones de partidos políticos que en su historial exhiben congresistas procesados, llamados a juicio unos y condenados otros por graves delitos. 


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PETRO Y LA ELECCIÓN POPULAR DE JUECES Y MAGISTRADOS

 

 

Por Germán Ayala Osorio

 

El presidente Petro es un polemista profesional. Y como sabe y parece disfrutar de los constantes ataques de la prensa uribizada, entonces cada cierto tiempo les lanza la carnada. La más reciente carnaza que lanzó a las turbias y turbulentas aguas mediatizadas tiene que ver con su idea de que los jueces en el país deberían de ser elegidos popularmente, como sucede en México.

Parece haber una confianza ciega del jefe del Estado en la capacidad y la inteligencia del “pueblo” para tomar las mejores decisiones en materia política y electoral. Si así fuera, ese mismo pueblo no habría votado jamás por Álvaro Uribe Vélez, el político que más daño le hizo a las instituciones públicas, como las FFAA; al ejercicio de la política, naturalizando un ethos mafioso que se evidenció en la compra de sus reelección; a los ecosistemas naturales, debilitando la institucionalidad ambiental y favoreciendo los intereses de hacendados, ganaderos y latifundistas que al correr sus cercas, afectaron en materia grave selvas tropicales y bosques secos; y a los derechos humanos  como factor fundamental para que el Estado por fin alcanzara su ya esquiva legitimidad.

Que el pueblo elija a los jueces no cambiaría en nada lo que sucede hoy con los operadores judiciales, desde el juez promiscuo que actúa en el municipio más pequeño del país, hasta el más encopetado de los magistrados de las altas cortes: la venta de fallos, el clientelismo y la tendencia a fallar no en derecho, sino de acuerdo con elementos ideológicos e intereses políticos asociados a los clanes políticos de la derecha que les ayudaron a escalar posiciones dentro de la competida carrera judicial.

La propuesta de Petro se da en medio de una evidente politización e ideologización del Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional. La reciente postulación de políticos cercanos a Vargas Lleras de parte de las dos primeras cortes, a la terna para que el Senado eligiera el nuevo Procurador, da cuenta de ese amargo proceso en el que los togados parecen actuar por intereses clientelistas y políticos y no para tratar de detener la vulgar captura del Ministerio Público por parte de clanes políticos.

Sin duda alguna, el presidente Petro anda molesto con los altos tribunales que, en el marco de los pesos y contrapesos de la democracia, le han tumbado decretos presidenciales claramente destinados a favorecer a comunidades de base a través de la contratación directa para hacer las placas huellas en las vías terciarias y otros para poner a tributar a multinacionales petroleras.

Lo cierto es que poner al pueblo a votar por jueces y a estos a hacer campañas no garantiza que la corrupción de jueces y togados quede proscrita para siempre. El cartel de la Toga es la expresión más clara de la naturalización del ethos mafioso en el sistema judicial, contaminado por un sistema político que deviene históricamente asociado a los intereses de clanes políticos que le vienen apuntando a sostener y extender la captura del Estado, convirtiendo a jueces y magistrados en sus fichas para echar para atrás el carácter garantista de la Constitución de 1991 y aquellas reformas que le apuntan a modernizar a una sociedad en la que hay sectores que insisten en mantenerla en la oscuridad y en la premodernidad.




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sábado, 5 de octubre de 2024

LOS CINCO PUNTOS DE UN ACUERDO NACIONAL QUE NECESITA DE UNA REVOLUCIÓN CULTURAL

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Con una parte del Establecimiento en contra, incluidas las empresas mediáticas, el gobierno Petro, después de dos años, insiste en la idea de un gran Acuerdo Nacional, a pesar de que intuye o sabe que a la derecha jamás le interesó llegar a un pacto con un presidente que le dejó ver a los más poderosos agentes del establecimiento que no estaba dispuesto simplemente a cumplir sus órdenes como lo hicieron todos los jefes de Estado desde 1990 hasta la fecha. Aunque es prácticamente imposible que dicho acuerdo se dé, resulta importante revisar los 5 puntos planteados en el documento presentado por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo.

El punto 1, Seguridad y erradicación de la violencia del ejercicio de la política, se entiende como un gesto de paz política, en medio de un sostenido proceso de polarización, ataques y bloqueos institucionales que han impedido, entre otros asuntos, la aprobación en el Congreso de las reformas sociales presentadas por la actual administración. A lo anterior se suman las tozudas y anacrónicas posturas asumidas por la “guerrilla” del ELN y las de otros grupos armados ilegales, que terminaron por congelar la mesa de diálogos con los elenos y dejando sin mayor sentido social y político de las otras mesas o acercamientos de paz.

En el texto oficial se lee que “se debe promover desde el ejemplo la recuperación de los valores democráticos, desescalar el lenguaje en el debate y la deliberación política, erradicar la estigmatización y respetar la diferencia y el disenso en todos los escenarios…”

La propuesta gubernamental llega después de la andanada contra el presidente Petro y su gobierno que se lanzaron desde el Congreso de Fenalco. En dicho escenario, el expresidente y expresidiario, Álvaro Uribe Vélez y la directora de Semana insistieron en una narrativa catastrofista con la que esos sectores de la derecha colombiana buscan asustar a la ciudadanía y deslegitimar al gobierno con la idea de que el país “va hacia un barranco”, de la mano del sempiterno fantasma del castrochavismo.

Quizás después de lo sucedido en el encuentro de comerciantes, el ministro Cristo y su equipo de trabajo pensaron en incluir en este primer punto del Acuerdo Nacional el tema de la reconciliación. Lo más seguro es que jamás se dé esa reconciliación nacional si el gesto de intercambiar sombreros vueltiaos entre Petro y el asesino paramilitar y antiguo héroe de la derecha empresarial y política, Salvatore Mancuso, generó rechazo del propio expresidente Uribe, figura política que, a pesar de sus líos judiciales y sistemático desprestigio, sigue siendo un faro (in) moral para comerciantes, banqueros y empresarios que se oponen a la consolidación de un Estado moderno al servicio del colectivo.

En la propuesta se lee: “promover y acompañar la búsqueda de un pacto político nacional que tenga como fin la reconciliación nacional y la convivencia pacífica que aún anhela Colombia”.

El plan para asesinar al presidente de la República es un factor político que termina por alejar la posibilidad de firmar ese pacto, puesto que la reacción de la oposición y de los medios hegemónicos ante semejante posibilidad no ha sido consecuente con la dimensión de semejante plan desestabilizador.

Llama la atención la inclusión del tema del orden público dentro del primer punto del Acuerdo Nacional por cuanto es un asunto del resorte exclusivo del presidente de la República. La Paz Total de Petro, con todo y su carácter maximalista no despertó en los sectores de la Oposición el interés debido y exigido, puesto que sus más representativos miembros parecieran más interesados en extender en el tiempo el conflicto armado interno, del que se sirvieron en el pasado hacendados, ganaderos, y empresas agrícolas interesadas en extender los monocultivos de caña de azúcar y palma africana y la ganadería de baja producción, sin consideraciones ecológicas y ambientales y sin mirar que esas nuevas tierras estaban manchadas con la sangre de las víctimas de los paramilitares.

“Debe haber un compromiso de las partes de rechazar la violencia en la política, la interferencia de cualquier grupo armado en los procesos electorales y excluir de partidos y movimientos políticos a candidatos con vínculos con grupos ilegales”.  

El texto en negrilla y subrayado se puede entender en dos sentidos: el primero, a manera de reconocimiento de una verdad histórica y política que tiene en la parapolítica a su más grave y notoria expresión; y el segundo, como una invitación a esos partidos de derecha que aún simpatizan con la causa paramilitar.

En otro aparte de este primer se alude a un anhelo institucional y a una realidad política que poco o nada le aporta al sentido y al objetivo del Acuerdo Nacional. En el texto se lee que “el Estado debe cumplir con su obligación constitucional de avanzar en la recuperación del control territorial, ejerciendo su autoridad legítima en contra de los grupos armados ilegales que persisten en el uso de la violencia, así como promover la construcción de una estrategia para desmantelar las organizaciones criminales que actúan en el territorio en contra de nuestra fuerza pública y de la población civil. La búsqueda de la paz seguirá siendo un propósito superior y en él se avanzará con los actores armados que demuestren una verdadera voluntad para alcanzarla. Acordar medidas efectivas para promover una mejor respuesta del Estado a la protección de la vida de los líderes políticos y sociales y de las personas firmantes de paz”.

2. Respeto a las reglas electorales y al calendario electoral

El miedo a la reelección del primer presidente izquierda es un hecho social y político que la derecha no oculta. El rechazo a esa posibilidad no está fundado en el susto que produce que “Petro lleve al país por el camino del castrochavismo”, sino en el pavor de que las políticas sociales, la idea de la reindustrialización, la reforma agraria y la transición energética, junto al manejo responsable de la economía, hagan posible superar la pobreza y la miseria y por ese camino convertir al país en una potencia emergente.

En la propuesta oficial se lee: “se debe garantizar la estabilidad de las reglas de juego democráticas en el corto, mediano y largo plazo en los niveles nacional, regional y local. No se promoverá la reelección ni la alteración de los periodos de los mandatarios de la rama ejecutiva de elección popular. Nos comprometemos, en el marco del proceso del Acuerdo Nacional, a estudiar y construir consensos sobre el cambio en el sistema político y electoral para que sea más eficiente y transparente, para que se fortalezcan los partidos y movimientos políticos y para que mejore el sistema de financiación de las campañas políticas. Cualquier cambio institucional tendrá que ser producto de los trámites y requisitos contenidos en la Constitución Política de 1991 y que implican un amplio proceso de participación ciudadana, deliberación legislativa y controles de constitucionalidad”.

Lo subrayado y en negrillas no son otra cosa que la apuesta del progresismo por modernizar las instituciones democráticas y proscribir el ethos mafioso que la derecha naturalizó, en particular desde el 2002. Al final se envía un mensaje a las altas cortes, en particular al Consejo de Estado y la Corte Constitucional, corporaciones que en buena medida, con sus fallos, se han alineado políticamente con los objetivos de los sectores de Oposición que le están apostando a que al actual gobierno le vaya mal en todo lo que intente hacer.

3. Transformación territorial de los municipios más afectados por el conflicto

La implementación del tratado de paz de La Habana es quizás el factor que más distancia al gobierno de los sectores que le hacen oposición. La distribución de la tierra a través de una reforma agraria integral asusta a los viejos terratenientes y hacendados, acostumbrados a vivir de la renta, a pagar un predial irrisorio y a especular con el valor de la tierra. De allí que la transformación de los municipios PDET, esto es, los más golpeados por los actores armados sea el punto de desencuentro entre el gobierno Petro y los poderosos agentes agrarios interesados en seguir apegados al modelo de la gran plantación con el que acabaron con la economía campesina y afectaron la calidad y la consistencia ecológica de valiosos ecosistemas.

En el ya mencionado documento se lee que “es necesario dar un impulso vigoroso a la transformación de las 16 regiones donde se ejecutan los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Más allá de las diferencias políticas respecto del Acuerdo de Paz firmado en 2016, apoyaremos y trabajaremos con los alcaldes y gobernadores y, de manera articulada y participativa, con las comunidades, el sector privado, el gobierno nacional y la comunidad internacional, en las iniciativas y proyectos que mejoren las condiciones de vida y seguridad de los 6,6 millones de habitantes de esos 170 municipios. Solo la intervención integral de esos territorios para transformarlos impedirá el reciclaje de las distintas violencias en las zonas PDET y las regiones históricamente más afectadas por el conflicto. Esa intervención integral en los territorios críticos debe convertirse en una prioridad del Estado y de la sociedad, más allá del gobierno de turno”.

El mensaje de este punto 3 va dirigido a los alcaldes que la derecha logró poner en las pasadas elecciones regionales y que hoy le apuestan a que los proyectos PDET fracasen en beneficio de los poderosos agentes agrarios que operan dentro de esos territorios.

4. Crecimiento económico con equidad – Transformación de la economía

Al ser Colombia uno de los países más desiguales del mundo, la apuesta de Petro y del progresismo es modificar sustancialmente esa inmoral realidad sociocultural y económica, a lo que se oponen los actores de una derecha premoderna que históricamente se han beneficiado de la producción y reproducción de esas condiciones de inequidad, desempleo, informalidad y pobreza.

En este punto, cuando el gobierno dice que “se debe transitar de una economía...” está hablando en términos de un imperativo moral jamás reconocido como tal por la derecha, aunque sí expuesto como promesas electorales de las candidaturas de Uribe, Santos y Duque.  

Se debe transitar de una economía con alta desigualdad y desempleo, hacia una economía productiva, incluyente y equitativa que proteja y conserve la naturaleza y cuya competitividad esté basada en la educación, el talento, la tecnología y la conectividad, la transición energética, la estabilidad macroeconómica y el fortalecimiento del Estado Social de Derecho. En ese sentido, creemos que se puede avanzar de manera concertada en el impulso al desarrollo rural integral, así como en el fortalecimiento de una agroindustria compatible con el cierre de las brechas de desigualdad y la protección de nuestros recursos naturales. Asimismo, impulsar el fortalecimiento de la industria estratégica con innovación, estándares de competitividad y políticas de crédito y fomento a sectores estratégicos como el agropecuario, el industrial y el turismo para jalonar la economía y el empleo”.

5. Compromiso con la deliberación argumentada y el trámite en el Congreso de las reformas sociales

Sin duda alguna, el Congreso de la República, en particular las bancadas que se declararon en oposición han cumplido al pie de la letra los “recados” (verdaderas órdenes) que les han enviado los mecenas que les patrocinaron las campañas a los y las congresistas que optaron por negarse a debatir con argumentos las propuestas presentadas por el gobierno. Se trata de una actitud cobarde, indigna y mezquina de quienes dicen representar al pueblo y a sus electores, pero que actúan para beneficiar a los actores económicos que están detrás, por ejemplo, de la debacle de las EPS por cuenta de un sistema que privilegió las ganancias y facilitó la corrupción público-privada.

Es esencial reconocer la necesidad de avanzar con apremio en las reformas sociales que mejoren el bienestar de los colombianos y las condiciones para consolidar la paz. Por esta razón, acordamos trabajar con todos los partidos políticos representados en el Congreso, la discusión de un grupo prioritario de proyectos que hacen parte de la actual agenda legislativa, y de esta manera dar trámite para su aprobación, en el marco del respeto a la oposición, de la deliberación argumentativa, de la búsqueda constructiva de consensos y del dialogo respetuoso. “El Acuerdo Nacional va más allá de los trámites legislativos. Es un compromiso con la institucionalidad, con el reconocimiento a las realidades territoriales, con el respeto a los disensos y a las construcciones civilizadas. Si no nos hemos podido poner de acuerdo sobre los máximos, pongámonos de acuerdo sobre los mínimos”.

A Petro le quedan dos años. Para que esta propuesta de Acuerdo Nacional termine concretándose se requiere de una altura moral que no pueden alcanzar los sectores de la derecha a los que va dirigida. Se trata de una invitación a proscribir el ethos mafioso que hace parte de las lógicas de la operación del Estado y en los agentes privados que contratan y se relacionan con las entidades públicas. Un Acuerdo Nacional de esas dimensiones necesita primero una “revolución cultural” que la derecha no está dispuesta a dar porque sus más representativos agentes de poder están hoy en “modo venganza”, esto es, más interesados en recuperar la Casa de Nari, que en recoger las buenas ideas que la izquierda y el progresismo les vienen planteando a ellos y al país.



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lunes, 23 de septiembre de 2024

SEQUÍA, CAMBIO CLIMÁTICO Y SOBREEXPLOTACIÓN DEL AGUA

 

Por Germán Ayala Osorio

 

El racionamiento de agua que soportan los bogotanos debe asumirse como un campanazo de alerta para todas las autoridades ambientales y en particular para la clase empresarial y política, responsables en gran medida por los efectos negativos que arrastra el vigente modelo agro extractivo en Colombia.

Embotelladoras como Coca-Cola y los ingenios azucareros tienen concesiones de agua por las que pagan irrisorias sumas de dinero, lo que compromete cuencas y microcuencas, incluidos los acuíferos. Se suma al acaparamiento del agua los cultivos de aguacate Hass.

El valle geográfico del río Cauca es un vasto territorio en el que la sobre explotación y el acaparamiento de aguas superficiales y subterráneas viene de tiempo atrás. La ola de intenso calor y la sequía en varias zonas del país, incluida la capital del Valle del Cauca ameritan que organismos como la CVC asuman la tarea de revisar las condiciones de explotación de las concesiones de agua y el estado de las cuencas y microcuencas que padecen ya el “estrés hídrico” por el alto consumo para regar la caña de azúcar, el aguacate Hass y el café.

Hay técnicas de riego eficientes que no todos los azucareros usan para regar sus cultivos. La técnica por goteo puede resultar costosa para aquellos dueños de fincas a los que solo les interesa alquilarles la tierra a los ingenios y recibir los millonarios pagos. Estos siguen llevando el agua que extraen de ríos y acuíferos por las viejas canales en tierra, a sabiendas de que una parte del agua termina filtrándose.

Quizás llegó el momento de que el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y las Corporaciones Autónomas Regionales empiecen a pensar en exigirles a aguacateros y cañicultores licencias ambientales. Esa discusión hay que darla cuanto antes. Entre los criterios a discutir están las concesiones de agua, el aumento del precio que pagan por el agua utilizada, límites a las hectáreas sembradas y el compromiso de asumir tareas de restauración de los ecosistemas afectados de tiempo atrás como humedales. Lo anterior, en el ámbito de lo rural.

En el ámbito urbano, hay que empezar por ponerles más controles a las constructoras. Para el caso de Cali, es urgente detener los procesos de ocupación y deforestación que vienen sufriendo los Farallones de Cali. La minería ilegal se suma a las graves problemáticas que se ciernen sobre ese valioso ecosistema boscoso.

El cambio climático es una realidad insoslayable. Justamente, muchos de los negacionistas hacen parte de las agremiaciones que insisten en seguir potrerizando las selvas y en la extensión del modelo de la gran plantación, esto es, la hegemonía de la caña de azúcar, palma africana y el aguacate Hass.

En mi tesis doctoral, intitulada ESTADO, AGROINDUSTRIA CAÑERA Y AFECTACIONES SOCIO-AMBIENTALES: SOSTENIBILIDAD ASISTÉMICA FUNCIONAL Y ONTOLOGÍAS DE LA RESISTENCIA EN MUNICIPIOS DEL NORTE DEL CAUCA Y SUR DEL VALLE DEL CAUCA, recomiendo revisar de manera profunda la institucionalidad ambiental y las lógicas de su operación, atadas a los intereses de los agentes privados. De forma concreta se recomienda dar mayor autonomía a las entidades ambientales locales y regionales y el establecimiento de una Superintendencia Ambiental que, con carácter sistémico, vigile las actuaciones de entidades como la CVC y la CRC, al tiempo que haga las veces de defensa máxima de los intereses de las comunidades ancestrales y campesinas, víctimas de ese continuum de hechos, procesos de sometimiento ontológicos y de los ecosistemas liderados por la agroindustria cañera.

Dicha Superintendencia Ambiental estaría compuesta por profesionales de todas las disciplinas, y por representantes de los tres grupos “subalternos”: campesinos, comunidades afros y pueblos indígenas. A lo anterior se suma, lo que líneas atrás se propuso alrededor de la creación de la Licencia Ambiental para Plantaciones (LAP), en virtud del traslado de la agroindustria cañera al sur del país, en particular a la Orinoquia. Dichas recomendaciones se hacen en virtud a las conclusiones a las que se llegó después del proceso investigativo. "que la operación de la agroindustria y del monocultivo de la caña de azúcar, viene dejando sistémicos y sistemáticos efectos negativos en el valle geográfico del río Cauca y en el propio funcionamiento del Estado, en particular en sus órdenes locales y regionales. Quedó claro y se puede palpar en la realidad que las instituciones estatales funcionan gracias a relaciones clientelares, asociadas estas a una forma particular de concebir lo público- estatal y lo público, es decir, lo que nos interesa a todos, de los cañicultores. 




Foto: Germán Ayala 









 

martes, 17 de septiembre de 2024

LA PROCURADURÍA PASARÍA A MANOS DE GERMÁN VARGAS LLERAS

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Está por terminar el dañino periodo de la actual procuradora general de la Nación, Margarita Cabello Blanco, conocida como la CHARina del Ministerio Público por ser ficha sumisa del clan Char. Durante cuatro años la señora Cabello defendió los intereses de sus patrones, así como los del uribismo e incluso, los del ladino Germán Vargas Lleras, dueño de Cambio Radical, microempresa electoral reconocida porque varios de sus miembros han sido procesados y condenados por actos de corrupción. 

La elección de su sucesor obedece y da cuenta del perverso diseño constitucional que hace posible que para este caso metan las manos los magistrados del Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia. De la elección de la terna que finalmente llegará al Senado para que esta corporación elija al sucesor de Cabello Blanco participa el presidente de la República, quien deberá en pocos días exponer su candidato. Ya el jefe del Estado sabe que por dos años más el Ministerio Público estará en manos de los sectores de poder que le hacen oposición.

Se da por descontado que el Senado escogerá a una de las dos fichas que Germán Vargas Lleras logró poner en las dos cortes. Se trata de los políticos Luis Felipe Henao y Germán Varón Cotrino amigos íntimos del exvicepresidente de Santos. Vargas Lleras gana con cara o con sello. Más claro: el control presupuestal y clientelar de la Procuraduría General de la Nación pasa del control efectivo del clan Char, a las manos también clientelistas de Germán Vargas Lleras, eterno candidato presidencial y vetusto delfín, hijo de la rancia y parásita oligarquía bogotana.

Hechos políticos vergonzantes como el señalado líneas atrás constituyen una burla y una afrenta a los procesos selectivos que, fundados en la meritocracia, hacen pensar en que es posible que a esos cargos lleguen los mejores formados académicamente y no figuritas políticas cuyo único mérito es ser amigos de un político como Vargas Lleras.

La derecha suele rasgarse las vestiduras exigiendo respeto por las instituciones y la institucionalidad derivada. De qué institucionalidad hablan si esta es el resultado de mangualas y matutes clientelistas de los que participan togados y partidos políticos, convertidos estos últimos en bolsas de empleo y contratación pública con los que se pagan favores y apoyos políticos recibidos en las campañas.

Llama la atención los estruendosos silencios de la clase empresarial y de la academia frente a este tipo de elecciones a todas luces contaminadas de intereses politiqueros. Esa realidad institucional hace pensar en que naturalizamos en Colombia el clientelismo y por esa vía, el ethos mafioso que rodea el ejercicio de la política.

La elección amañada del jefe del Ministerio Público constituye una forma de violencia institucional, social y política contra aquellos candidatos que, con méritos académicos suficientes, presentaron sus hojas de vida, con publicaciones y un ejercicio profesional sin tacha. Insisto en que este proceso de elección del remplazo de la inefable Cabello Blanco da asco. Si al final Vargas Lleras logra poner a uno de sus dos muñecos en la Procuraduría, podemos confirmar que se volverá a la lanzar en el 2026, para ver si logra cumplir su sueño de llegar a la Casa de Nariño. Y es así porque podrá usar la estructura del ente de control para devolver favores a quienes decidan acompañarlo en su nueva aventura por conquistar la presidencia de la República.

Adenda: Germán Varón Cotrino dice que “no tiene relaciones con Vargas Lleras”. Miente. De esa manera, Varón Cotrino se burla del país. El entonces presidente Álvaro Uribe lo llamó “manzanillo de cuello perfumado”. En el 2009, La Silla Vacía escribió esto: “Ayer a las siete de la noche se reunieron en Casa de Nariño el presidente Álvaro Uribe y el congresista con más opción de enredar el referendo: Germán Varón Cotrino, presidente de la Cámara y mano derecha de Vargas Lleras”.




vargas lleras y varón cotrino - Búsqueda Imágenes (bing.com)

domingo, 15 de septiembre de 2024

¿POLÍTICA ELECTORAL O PAZ CON LA NATURALEZA?

 

Por Germán Ayala Osorio

 

¿Quién recogerá el discurso ambiental que viene exponiendo el presidente Petro? No veo a ningún líder de la izquierda o del progresismo hacerse cargo de las alertas y los llamados de Petro a modificar sustancialmente y cuanto antes las maneras como venimos poblando el planeta y relacionándonos con la Naturaleza. Es más, tampoco veo a la Alianza Verde en esa tónica. La verdad es que a sus miembros poco les interesó agitar la bandera del ambientalismo. Todo en ellos es una pose. El apellido Verde hace parte de esa pose. 

Ocupados desde ya por las elecciones de 2026, los políticos de la izquierda, la derecha y el fantasmagórico centro parecen no preocuparse por lo que está pasando en Europa con las altas temperaturas y tampoco por la inquietante sequía y el consecuente racionamiento en el consumo del líquido que sufre la capital del país. Menos aún discuten sobre el pago irrisorio (11 millones de pesos al año) y el gran consumo de agua en La Calera por parte de la multinacional Coca-Cola. Pensarán en la posibilidad de que la embotelladora les patrocine sus campañas políticas. La CAR es una entidad que como todas las Corporaciones Autónomas Regionales está pensada para ser observadora del consumo irracional de la oferta ambiental. Y el alcalde de Bogotá, un pusilánime que prefiere someter a los bogotanos, antes de exigirle a la multinacional mayor responsabilidad ambiental. 

El cambio climático es una realidad incontrastable que amerita sentarse a pensar qué haremos en Colombia en el inmediato futuro. Urge diseñar un pacto político con la Naturaleza. Las altas temperaturas en varias regiones del país, incluidos el Valle del Cauca y su capital debería de ser un tema de discusión en el marco de la COP16. El eslogan de esa cumbre por la biodiversidad, Paz con la Naturaleza, puede quedar convertido en una simple frase si no se toman prontas y radicales decisiones en política ambiental.

Los amigos, propietarios y patrocinadores del desarrollo agro extractivo y beneficiarios del modelo de la gran plantación deberían de ser convocados a esa discusión. Eso sí, siempre y cuando estén dispuestos a abandonar la actitud negacionista de las crisis ambientales que confluyen en eso que se conoce como el cambio climático.

Ya hay problemas de abastecimiento de agua en zonas como Bolívar, en el Valle del Cauca, por culpa de los monocultivos de aguacate Hass y caña de azúcar. Y de continuar la falta de lluvias en el valle geográfico del río Cauca, vendrán racionamientos en ciudades como Cali, sede la COP16.

Colombia ha venido incumpliendo compromisos en materia de conservación de la biodiversidad, realidad que tiene una explicación sociopolítica: la derecha colombiana jamás se interesó en comprender las dinámicas y las relaciones sistémicas que se dan entre los ecosistemas naturales-históricos. Azucareros y palmicultores, ganaderos, mineros y narcotraficantes son en gran medida los responsables de la deforestación en las zonas selváticas del sur del país. Dentro de las ciudades capitales, las constructoras también tienen su grado de responsabilidad en el proceso de irle ganando terreno, por ejemplo, en Cali, a los Farallones. Y en todo ese complejo panorama, aparece la política en forma de una institucionalidad ambiental débil y capturada por los intereses de todos los anteriores agentes de poder. Para el caso del Valle del Cauca, la CVC es una entidad que arrastra una historia de protección de los intereses de los azucareros, en contravía de los intereses comunitarios.

Mientras llega el día de la inauguración de la COP16, la inercia del desarrollo agro extractivo nos irá llevando al punto de no retorno del que hablan los científicos.  Anoche se vio la quema de caña de azúcar dentro de la ciudad de Cali. La pavesa y la acción misma de escaldar los cultivos de caña de azúcar contribuyen a la contaminación del aire y la generación de problemas respiratorios en menores de edad y adultos mayores. ¿En dónde están las autoridades? Vuelvo a preguntar: ¿Quién recogerá el discurso ambiental que viene exponiendo el presidente Petro? La respuesta es esta: nadie, porque a la Derecha solo le interesa recuperar la Casa de Nariño para continuar en la misma tónica depredadora. Los del Centro son tan medrosos y pusilánimes, que les resulta más cómodo continuar siendo amigos de la Derecha, que acercarse un poco a la Izquierda. Y esta última está enfocada en volver a ganar las elecciones, sin avizorar que necesitan consolidar un discurso socio ambiental y civilizatorio que aporte salidas a la crisis climática. 


Imagen tomada de la cuenta de X de Aldemar Domínguez Espinosa. 


martes, 10 de septiembre de 2024

ÁLVARO HERNÁN PRADA: LA “JOYITA” QUE INVESTIGA A PETRO

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Álvaro Hernán Prada Artunduaga es uno de los magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE) que está al frente de la investigación por la posible violación de topes en la campaña Petro presidente.

Más allá de si el fuero presidencial fue o no tocado, como asegura Petro por el Consejo de Estado al momento de zanjar las dudas acerca de las competencias y alcances del CNE, la presencia de Prada vicia el proceso por dos elementos que jurídica y políticamente deberían de servir para que el consejero de la autoridad electoral abandone dicha tarea de juzgamiento.

El primer elemento es la evidente animadversión hacia el presidente Petro del exrepresentante y mandadero de Uribe, quien hace rato debió declararse impedido; y el segundo, su condición sub judice, por cuanta de su llamado a juicio que ya le hizo la Corte Suprema de Justicia (CSJ) por el caso de manipulación y soborno a testigos de los que también hacen parte el aboganster Diego Cadena y el expresidente antioqueño, estos últimos en etapa de preparación de juicio.

Claramente Prada no actúa con el interés genuino de encontrar la verdad en torno a los recursos allegados a la campaña presidencial. Su único interés es golpear al gobierno, mancillar la dignidad presidencial y debilitar el fuero que protege al presidente de la República.

Justamente, la presencia de Prada bajo esas circunstancias ético-políticas y jurídicas le restan credibilidad a lo actuado hasta el momento por el CNE, entidad que responde a las lógicas siempre enrarecidas de los partidos políticos. Por ser una entidad política y no técnica, agentes como Álvaro Hernán Prada terminan por ensuciar la ya guarrada historia del ente electoral.

Tanto que el uribismo habla de respetar la institucionalidad, y lo primero que hizo Uribe cuando cobardemente Prada renunció a su curul en la Cámara de Representante fue regalarle a Prada un asiento en el CNE, para frenar la acción de la Sala de Instrucción de la CSJ que ya lo investigaba y que luego lo llamó a juicio. La llegada del exrepresentante a la máxima autoridad electoral constituye una burla a la justicia y la confirmación de que en Colombia todo proceso legal se puede torcer, dilatar y ralentizar hasta que se venzan los términos.

Actuaciones como las de Prada y los partidos políticos que apoyan su iniciativa de afectar al gobierno Petro confirman que el sistema político e incluso los propios pesos y contrapesos de la democracia, amparados por la Constitución de 1991, devienen ajustados a las lógicas partidistas, lo que permite abrir espacio a arreglos y transacciones subrepticias que terminan siendo una guasa a la justicia y a la institucionalidad.

El presidente Petro en lugar de insistir en la narrativa del "golpe de Estado" que según él se estaría fraguando desde el CNE, debería de insistir en la condición judicial que arrastra Prada y su filiación al uribismo. 



CARLOS HERNAN PRADA A JUICIO - Búsqueda Imágenes (bing.com)

viernes, 9 de agosto de 2024

ASESINAR A PETRO

 

Por Germán Ayala Osorio

Sin mayor aspaviento mediático, social y político se conoció de un plan para asesinar al presidente Gustavo Petro. Según el propio mandatario, detrás estaría el criminal alias Iván Mordisco, aliado con una red internacional de narcotraficantes. Más allá de la certeza o no del plan sicarial, lo cierto es que narcos, señores de la guerra, ex militares y "guerrillas" habría suficientes "razones" para "bajarse" al jefe del Estado.  De hecho, trascendió que habría un ex general detrás del macabro plan criminal. 

El gobierno actual enfiló baterías contra los más poderosos narcotraficantes, incluidos los dueños de las redes de contrabando. A lo que hay que sumar una purga nunca antes vista al interior de las fuerzas armadas permeadas de tiempo atrás por el narcotráfico, el negocio de las armas y municiones. 

En lo que deben ahondar la Embajada Americana y los organismos de inteligencia y contrainteligencia de Colombia y USA es en el develamiento de las posibles conexiones entre los líderes de la narcoguerrilla de Iván Mordisco, la red de traquetos y mafiosos, los señorones de la guerra y agentes políticos que se verían beneficiados con la salida de "circulación" del presidente Petro. 

En el portal la Silla Vacía se lee que "el presidente Petro fue informado sobre el plan del atentado por el cuerpo diplomático de Estados Unidos en Colombia. Iván Velásquez, ministro de Defensa, confirmó el pasado 8 de agosto que sí recibieron información sobre el posible atentado. Agregó que no es el único caso, pues en distintas ocasiones el equipo de inteligencia del Estado se ha enterado de planes para atentar contra el presidente y han actuado de manera oportuna". 

No tengo dudas de que hay sectores sociales, mediáticos y políticos que aplaudirían a rabiar la muerte de Gustavo Petro. De hecho, la poca visibilidad del plan hace pensar en que ese desenlace beneficiaría a más de un poderoso, así no estén conectados de manera directa con quienes están detrás de la planeación del atentado que iba a producirse el 20 de julio. Se habrían contratado francotiradores para asesinar al presidente de la República. 

La poca trascendencia del develado plan sicarial hace pensar en que el odio hacia Petro es de tal magnitud, que su crimen no sería asumido por la gran prensa y los círculos de poder político atados al establecimiento colombiano  como una tragedia nacional, sino como una simple consecuencia de una política anti drogas que por primera vez le apostó a sacar de la ecuación al campesinado y a romper las conexiones entre actores políticos, militares y económicos, con narcotraficantes, contrabandistas y "guerrillas". 

 Los anteriores gobiernos se limitaron a cumplir con las órdenes emanadas por el departamento de Estado de los Estados Unidos, consistentes en criminalizar campesinos, asperjar glifosato sobre el monocultivo de coca y por esa vía envenenar cultivos de pan coger y las aguas superficiales, incautar alijos de droga y pare de contar. Petro se la jugó por romper conexiones entre la institucionalidad oficial y los grupos de mafiosos, incluidos en estos a contrabandistas, de ahí la enorme molestia de sectores con poder económico para financiar el crimen del presidente. 

Esperemos que la Embajada Americana valore la nueva política anti drogas de Petro y ayude a los organismos de inteligencia no solo a evitar que otro plan sicarial se diseñe y ejecute, sino a entregar la información que poseen de las históricas  y naturalizadas relaciones entre ilegales y agentes legales afines al establecimiento colombiano.  


 


 Imagen tomada de Cuestión Pública


domingo, 4 de agosto de 2024

DOS AÑOS DE PETRO

 

Por Germán Ayala Osorio

Gobernar a Colombia es quizás una de las tareas más difíciles para aquellos que sueñan con ser presidentes de la República. Diría que este país es ingobernable, por varias razones: la pobreza estructural en la que sobreviven millones de compatriotas y los truncos procesos civilizatorios derivados de esa condición; la incapacidad de sus élites de consolidar un proyecto de Nación en el que quepamos todos, su insaciable avaricia, que terminó por impedir que el país alcanzara condiciones modernas en su desarrollo; el naturalizado ethos mafioso, practicado y aceptado por el grueso de la sociedad; y finalmente, el no tener idea alguna de qué hacer con una prodigiosa biodiversidad  y una diversidad cultural que en lugar de asumirla como algo positivo, se entendió siempre como un problema y como una vergüenza, fruto  del clasismo y el racismo de la élite "blanca".

Édgar Revéiz lo puso en estos términos: "Mediante ensayos de prueba y error, el Estado se connvirtió en el asegurador de amplios sectores que lograron la institucionalización de los riesgos, la socialización de las pérdidas y la privatización de las ganancias...la vieja tradición de concesiones y privilegios, rezago de la colonia, que en Colombia ha imperado hasta hoy, la ambigüedad entre el interés público y el privado, llevó a largo conflicto en la construcción del Estado: la democracia política y económica son formales, no hay reglas para la organización de la competencia política y económica. Se consolidó la ética de la cooptación y de la transacción, que se trasladó a la economía en forma milimétrica como modelo de competencia no económica". 

Bajo esas circunstancias, tardíamente llegó a la Casa de Nariño el primer presidente de izquierda a tratar de cambiar circunstancias y costumbres, lo que supuso, por supuesto, meterse con los intereses de unos cuantos "intocables" que se acostumbraron a poner presidentes para imponerles su racionalidad económica, fincada en el perverso espíritu del neoliberalismo. 

Inicio con los logros, esto es, con las acciones positivas del gobierno de Petro. Y luego expondré los desaciertos, muchos de estos compartidos con actores económicos, sociales y políticos a los que no les interesa cambiar al país. 

LOGROS

El más importante a nivel político y electoral es el de haber pulverizado el fantasma del "Castrochavismo" con el que la derecha construyó la narrativa que indicaba que nos "convertiríamos en Venezuela y que el Comunismo acabaría con el país". A dos años de terminar, Colombia sigue haciendo parte de la OEA, sigue las recomendaciones-recetas obligatorias- del FMI y del Banco Mundial (BM) y  mantiene relaciones comerciales, diplomáticas y políticas con los Estados Unidos, lo que supone estar instalados en las dinámicas propias del capitalismo salvaje. La economía va bien, aunque podría haber mejores indicadores si la Junta del Banco de la República no hubiese actuado con la exagerada y calculada cautela en el manejo de las tasas de interés.

Así las cosas, los candidatos del progresismo y la izquierda para el 2026 no tendrán que luchar contra ese miedo que la derecha inoculó en millones de colombianos desinformados e ingenuos que le siguen creyendo a empresas mediáticas como RCN y Caracol. Tan efectista fue la mentira, que aún hay gente que dice que a Colombia llegó el comunismo. 

En cuanto a la lucha contra el narcotráfico el logro más importante es haberle ganado el pulso a los Estados Unidos con el asunto de seguir criminalizando al campesinado que sobrevive de la siembra de la coca. Los gringos entendieron que era mejor golpear a los empresarios de la cocaína, y sacar de la ecuación a  los campesinos que se ven obligados a sembrar la mata de coca, por presiones de los grupos al margen de la ley, y en razón al sempiterno abandono del campo por parte de sucesivos gobiernos neoliberales a los que solo les interesó potrerizar las selvas y jugársela por los monocultivos de caña de azúcar y palma aceitera, para alimentar los vehículos con el jugoso negocio de la producción de alcohol carburante. Si algo hicieron Gaviria y sus sucesores fue atacar al campesinado y arruinar el campo y la soberanía alimentaria.

Otro logro importante del gobierno es haber puesto a hablar al país de reforma agraria, del regreso del tren y de haberle dado un giro político y de clase a la lucha contra el narcotráfico. Si bien no habrá logrado hacer la reforma agraria que tiene en su mente el presidente Petro, revivió el sueño del campesinado organizado, lo que supondrá que las reclamaciones y la lucha agraria continuarán. Las razones del "fracaso" agrario pasa por la avaricia y el carácter rentista de ganaderos, terratenientes y latifundistas que se oponen tanto a la industrialización del campo, a la posibilidad de hacer convivir el minifundio con el latifundio y a conservar los ecosistemas frágiles que hacen parte de la biodiversidad. 

Haber compartido la responsabilidad de mejorar las vías terciarias y secundarias con las JAC constituye un hecho positivo, a pesar de la equivocada intervención del Consejo de Estado que terminó anulando los contratos de asociación, por las demandas y presiones de las firmas privadas de contratistas. Si el asunto de fondo era técnico (en la construcción de las placas huellas), bien pudieron acercarse al gobierno y a las JAC para brindar asesoría. Al final, el mejoramiento de la red de vías secundarias y terciarias beneficia a todos los colombianos que viven en veredas y corregimientos. 

Otro acierto es el de haber puesto al país a hablar de transición energética, a pesar de las reticencias y de la no existencia de una institucionalidad suficiente para asumir con rigor y seriedad los procesos de transición derivados de esa apuesta medio ambiental. No será fácil lograrlo porque aún seguimos apegados a la idea de conseguir un desarrollo sostenible, cuando el camino que la actual crisis climática está determinando va en otro sentido. 

Sin duda alguna, haber llegado al poder de la mano de una mujer afro, como Francia Márquez, dispuso que el país empezara a revisar lo que social y étnicamente ha significado años y años de racismo estructural. La narrativa anti racismo logrará consolidarse gracias a este gobierno. Eso sí, la vicepresidenta tiene la responsabilidad de acelerar las acciones simbólicas y las institucionales que hagan posible que los propios pueblos afros e indígenas asuman el control de sus territorios desde el orgullo, evitando que al interior de estos florezcan "capataces negros e indígenas" que erosionen sus procesos comunitarios.   

Un acierto más político es haber desnudado a la prensa uribizada que le sirvió por años al "viejo" régimen de poder. La gran prensa bogotana fue confrontada por un presidente tuitero que desmintió a periodistas- estafetas, y pudo develizar las intenciones de la prensa de deslegitimar su mandato. 

DESACIERTOS

Haberse aliado con la clase política tradicional es quizás la mancha más grande con la que saldrá Petro de la Casa de Nariño. Al inicio buscó co-gobernar con los viejos agentes del Establecimiento colombiano, pero salió mal. Aún así, mantuvo relaciones con políticos como Armando Benedetti, cuestionado moral y éticamente y en particular, por sus comportamientos propios de un misógino. La corrupción que afloró deja un mal sabor en un candidato presidencial que juró combatirla y que siendo congresista, denunció los entramados criminales de más de un corrupto. 

En términos comunicacionales, Petro no sabe comunicar porque concentra, pero sobre todo amarra el manejo de las acciones de gobierno a su imagen, a su enorme ego. Se suma a lo anterior, que desconfía de los periodistas, incluso de aquellos cercanos a su causa. Tardíamente acudió a los medios alternativos, en medio de una muy bien organizada oposición mediática jamás vista en el país. Todos los grandes medios masivos se unieron para deslegitimarlo y el presidente de la República jamás entendió la importancia de tener un vocero de la Casa de Nariño para desmentir a la prensa afecta al viejo régimen. 

Su manejo de la red X, aunque efectista por momentos, al final termina siendo negativo porque no supo articular sus respuestas y la exposición de sus decisiones, con programas en radio, prensa y televisión y otros, que destacaran sus aciertos en política económica y social. 

No haber logrado consolidar consensos políticos es un desacierto que debe ser compartido con la clase política y empresarial del país. Las dos partes ideologizaron las relaciones, las diferencias y las apuestas institucionales privadas y las estatales. Petro los atacó en razón a su origen de clase y del lado de la élite tradicional, jamás le perdonaron el haberse levantado en armas contra el Estado, a pesar de haber sido indultado y de jugar con las reglas de la democracia, las mismas que lo llevaron a la presidencia de la República. Quizás a Petro y a los empresarios, banqueros y demás les faltó grandeza para entender que lo primero era trazar los caminos para transformar al país. Y ello implicaba ceder poder, bajarle a la avaricia y proscribir el ethos mafioso que los miembros de la clase social, política, militar y empresarial validaron desde siempre, en particular desde el 2002, con la llegada de Uribe al poder.    

Al final, el cambio prometido, no llegó porque Petro lo vendió desde un carácter maximalista. Y cualquiera otro candidato presidencial que lo prometa, caerá en un engaño porque al país nada lo podrá cambiar hasta tanto no haya una revolución cultural que nos haga cambiar ese perverso ethos mafioso que guía nuestras vidas. Y eso incluye, la avaricia  de una élite empresarial racista y clasista. Mientras  no superemos la tara cultural que encarna el uribismo, jamás avanzaremos como sociedad y Estado, hacia estadios modernos y civilizados. Estaremos condenados a la corrupción y a matarnos entre nosotros. 




Imagen tomada de Semana.com

viernes, 2 de agosto de 2024

BRASIL, MÉXICO Y COLOMBIA: LA PRUDENCIA FRENTE AL RÉGIMEN VENEZOLANO

 

Por Germán Ayala Osorio


El comunicado que suscribieron los gobiernos de Brasil, Colombia y México en relación con la crisis política desatada en Venezuela a raíz de lo acontecido en la jornada electoral del 28 de julio, debe ser examinado para entender sus alcances. 

Se trata de una postura que bien puede calificarse como "políticamente correcta", pero que de todas maneras deja grietas por las cuales se pueden colar dudas e incluso lecturas que pueden ir en contravía del sentido diplomático y bien intencionado del comunicado. 

Al iniciar felicitando al pueblo venezolano (Párrafo 1), los tres gobiernos reconocen la importancia del voto, de la participación política y en perspectiva histórica y política validan las más de 30 jornadas electorales ocurridas durante 25 años del chavismo y por supuesto, legitiman el proceder democrático del régimen de Maduro al permitir el desarrollo de la elección presidencial, a pesar de los obstáculos y las "jugaditas" que impidieron que María Corina Machado fuera la candidata presidencial de la Oposición y que los venezolanos en éxodo pudieran inscribir sus cédulas para poder sufragar. 

"Los gobiernos de Brasil, Colombia y México felicitamos y expresamos nuestra solidaridad con el pueblo venezolano que acudió masivamente a las urnas el 28 de julio para definir su propio futuro". (Párrafo 1).

En el segundo párrafo, con un tono mesurado, instan a las autoridades electorales de Venezuela para que publiquen los resultados. Sin decirlo directamente, los tres gobiernos vuelven a expresar su confianza en el talante democrático del régimen de Maduro; sin embargo, la solicitud de que los "datos sean desglosados por mesa" constituye un pedido que los representantes de México, Colombia y Brasil saben que no será atendida. 

"Seguimos con mucha atención el proceso de escrutinio de los votos y hacemos un llamado a las autoridades electorales de Venezuela para que avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación"(P2).

En el tercer párrafo el comunicado habla de controversias, pero se abstiene de hablar de fraude, aunque la sospecha de haberse dado está presente en el comunicado en lo que se conoce como Lo No Dicho. Exigir que se publiquen los datos desglosados supone que hay dudas razonables en los tres gobiernos que firman el comunicado, alrededor de la transparencia de los resultados y la proclamación como presidente electo (reelecto) a Nicolás Maduro Moros por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).

En este mismo párrafo, se vuelve a legitimar la institucionalidad electoral venezolana, a pesar de la militancia del presidente del CNE, Elvis Amoroso, en el chavismo y su cercanía con el gobierno de Maduro. A renglón seguido aluden a la "soberanía popular" como un principio que debe ser respetado, evitando caer en la discusión que está presente en la división interna entre los venezolanos que apoyan al régimen de Maduro, obligados o no, y los otros que quieren un cambio en la dirección del país. Es decir, el comunicado habla de una sola soberanía popular, en un país electoral y políticamente dividido. Quizás en la práctica, lo que se evidencia es la existencia de dos "soberanías" de igual número de "pueblos". Un pueblo capturado por Maduro a través de subsidios y otro, cansado de 25 años de un régimen que jamás fue capaz de llevar a Venezuela a estadios superlativos de desarrollo social, económico y político. 

"Las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional. El principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados" (P3).

En el cuarto párrafo, los tres gobiernos, reconocen a todos los actores involucrados, tanto a la Oposición, como al Gobierno, para poder conminarlos a que actúen de manera civilizada. De esa manera, los ponen en un mismo nivel y capacidad de negociación, lo que debilita la pretensión de ambas partes de deslegitimarse mutuamente. Mientras que el gobierno de Maduro los descalifica y los eleva a la condición de "enemigo interno" por el supuesto ataque informático ocurrido el día de las elecciones, la Oposición hace lo propio llamando ladrón al régimen y exigiendo de la "comunidad internacional" acciones contundentes, en las que bien pueden considerarse un derrocamiento, o el llamado a que las Fuerzas Armadas le quiten el respaldo a Maduro. O ahondar en las sanciones económicas que para lo único que han servido es para que el régimen de Maduro se atrinchere más y de esa manera consolidar su discurso "antiyanqui", aplaudido por China y Rusia.

"En ese contexto, hacemos un llamado a los actores políticos y sociales a ejercer la máxima cautela y contención en sus manifestaciones y eventos públicos con el fin de evitar una escalada de episodios violentos". (P4).

Estamos ante un comunicado "políticamente correcto" que al apelar a Lo No Dicho, permite pensar que las conversaciones entre Petro y Maduro efectivamente  pueden estar girando en torno a dos ideas: la primera, la búsqueda de una salida institucional a la crisis, lo que supondría un nuevo llamado a la elecciones con una mejor verificación internacional. O quizás, la posible retirada de Maduro del poder, brindándole garantías de que él y su cercano círculo de poder no serán procesados al interior del país y mucho menos por instancias internacionales. 

Del comunicado también se colige que hay una toma de distancia de la postura de los Estados Unidos. Qué México y Brasil lo hagan resulta importante geopolíticamente porque sus economías tienen un gran peso regional y mundial. El mensaje es claro: USA se equivocó con las sanciones impuestas y no resultan bienvenidas sus presiones y mucho menos el reconocimiento como presidente electo a Edmundo González Urrutia. Entre tanto, Colombia corre el riesgo de que con esa postura, EEUU no le permita comprar gas a Venezuela, asunto que hace parte de las consideraciones de Petro para darle un manejo prudente a la compleja situación del vecino país.  



Imagen toma de EL PAÍS

miércoles, 8 de mayo de 2024

DOS “VAGABUNDOS” DEL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL QUIEREN “PROCESAR” A PETRO

 

Por Germán Ayala Osorio

 

En tono celebrativo, los medios y periodistas que le hacen oposición política al gobierno de Gustavo Petro informaron de la decisión tomada por dos consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) consistente en presentar ponencia positiva con la que se abriría investigación en contra de la campaña Petro presidente y el propio presidente de la República por la violación de los topes establecidos para recibir aportes a la pasada campaña electoral de 2022. Se trata del político uribista, Álvaro Hernán Prada, reconocido por ser enemigo del presidente Petro y ficha del expresidente Álvaro Uribe Vélez, también declarado enemigo del jefe del Estado. El otro consejero que firma la ponencia es Benjamín Ortiz.

Del CNE hay que señalar que es una entidad eminentemente política y que los consejeros emiten conceptos políticos cargados de lecturas amañadas y no jurídicos, basados en la ley penal. Aunque la ponencia deberá discutirse al interior de la cuestionada entidad, el sentido del fallo molestó al jefe del Estado, a pesar de saber el presidente que el CNE no tiene la competencia legal para investigarlo y mucho menos para solicitar sanciones de tipo penal o administrativo.  

Petro los llamó “vagabundos”, reconociéndoles de alguna manera, competencia para investigarlo e incluso, para sacarlo de la Casa de Nariño, cuando no es así. “El presidente tiene que dejar de ser presidente porque cuatro o cinco vagabundos de la politiquería así lo quieren”, dijo el jefe del Estado. De inmediato, el mandatario calificó la decisión de los consejeros como parte del golpe blando que el régimen uribizado le quiere dar desde el 7 de agostos de 2022.

La emoción del hecho político embargó de felicidad a los periodistas que dijeron que la investigación que se ordenaría, de aprobarse dicha ponencia en la plenaria del CNE, era contra el presidente de la República, cuando esa institución, como ya se dijo, no es competente para investigar al jefe del Estado. Para esos menesteres está la inocua Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, a donde finalmente deberá ir la cuestionada decisión de los dos consejeros, de llegarse a aprobar.

Más allá de la sinuosa la decisión política es importante visibilizar un hecho jurídico-político, moral y ético que le restaría legitimidad social y política a la decisión y proposición de uno de los consejeros- no son magistrados- el anodino uribista, Álvaro Hernán Prada: el excongresista está en una condición sub júdice, porque está vinculado a un proceso penal por soborno a testigos y el 15 de mayo afrontará la primera sesión del juicio al que lo llamó la Corte Suprema de Justicia. Es decir, antes de que se inicie el juicio, Prada firma una ponencia viciada, impúdica y a todas luces ilegítima por venir de un consejero que, de acuerdo con el material probatorio que circula en las redes y medios de comunicación, participó, junto a Uribe y Cadena, de la comisión de los graves delitos de soborno a testigos. 

Entonces, en este punto salen los defensores a ultranza de la "presunción de inocencia" para intentar quitarle al nombramiento de Prada en el CNE ese carácter burlesco con el cual el uribismo siempre miró a la justicia que los investiga y procesa.  

La condición sub júdice que pesa sobre el excongresista vicia política, moral y éticamente cualquier actuación que en el marco de su ejercicio como consejero pueda tomar. Y en particular cuando el país sabe que Prada es un simple mandadero del expresidente Álvaro Uribe Vélez. El lío judicial en el que está Prada es el mismo en el que están el expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez y el aboganster de este último, Diego Cadena, quien ya está afrontando un juicio por fraude procesal y soborno a testigos. Como el país sabe, el juicio contra el caballista y latifundista antioqueño empezará el 17 de mayo.

En el ejercicio de la democracia y más dentro de un sistema presidencialista como el nuestro, opera un sistema de pesos y contrapesos que, con la máxima legitimidad social y política de sus instituciones, controla al jefe del Estado para que este no termine, con sus decisiones y actuaciones, sometiendo a los otros dos poderes públicos.  Lo curioso es que el CNE viene operando como una perversa entidad de contrapeso al poder político y administrativo de los presidentes de la República, cuando un sector poderoso siente afectados sus intereses clientelistas o reducidas las cuotas burocráticas que solía recibir en el marco de los siempre cuestionados “acuerdos programáticos y políticos” entre quienes ganan las elecciones y los perdedores.

La derecha uribizada sostiene de tiempo atrás que defiende a dentelladas las instituciones y la institucionalidad derivada de la operación diaria de aquellas. Con el caso de Prada convendría tener algo de coherencia política al momento de poner en instituciones como el CNE a excongresistas que han violado la ley y están adportas de enfrentar un juicio. Eso es vergonzoso y le resta legitimidad a la entidad electoral, que no es más que un reducto burocrático con el que se pagan favores políticos. Prada fue premiado por Uribe Vélez entregándole un puesto en el CNE, por haberlo acompañado en las actividades aquellas por las que ambos están llamados a juicio. 

Ahora se entiende qué significa cuando la derecha uribizada dice "defender la institucionalidad". Lo que realmente defienden sus militantes es el derecho a burlarse de los jueces y a reducir la operación de las instituciones a sus siempre mezquinos intereses políticos y económicos. 


Adenda: la reacción del presidente Petro en contra de la decisión de los dos consejeros se comprende por el asedio del que es víctima su gobierno y él mismo como persona, de parte del régimen uribizado. Lo están acorralando para hacerlo aparecer como un déspota que desconoce los pesos y contra pesos de la democracia, así estos devengan contaminados de intereses politiqueros como es el caso de la operación del CNE. El jefe del Estado debe calmarse. De ser acogida la ponencia liderada por el inefable Álvaro Hernán Prada, esta irá a la también cuestionada e inservible Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. 




OCHO AÑOS DE LA FIRMA DEL TRATADO DE PAZ DE LA HABANA

  Por Germán Ayala Osorio   Se cumplen 8 años de la firma del Acuerdo Final de Paz de La Habana, en su versión postplebiscito. Más allá ...