Por Germán Ayala Osorio
Con la muerte de Miguel
Uribe Turbay el dueño del Centro Democrático deshoja margaritas en su lugar
de reclusión mientras decide quién estaría deseoso de convertirse en su segundo
títere. En su afán por mantener el poder político, el reo y expresidente Álvaro
Uribe Vélez parece desesperado por encontrar una figura política dispuesta a
ser su sirviente en la Casa de Nari tal y como lo fue Iván Duque Márquez, a
quien el país recuerda como el subpresidente o el pasante que pernoctó por
cuatro años en la casa de gobierno.
Al parecer, Uribe Vélez ya se
habría decidido por el nieto de
Turbay Ayala, quien había hecho méritos suficientes para ser el ungido y llevar las banderas del uribismo:
gritaba, insultaba, repetía como loro seguridad, seguridad y seguridad y se
oponía sin argumentos a las reformas sociales del gobierno Petro. Además, le
decía “presidente” al padre de la Seguridad Democrática.
Al no estar Miguel
Uribe, el recién condenado se ve un tanto desesperado porque no ve en el panorama
político a un hombre (macho) capaz de recoger las raídas banderas que identifican
al uribismo: neoliberalismo, militarización del Estado y naturalización de un
pérfido ethos.
Todo el país sabe y en particular
dentro del Centro Democrático que al Gran Reo le gustan las mujeres en la
política para organizar eventos o para arengar, pero no como candidatas
presidenciales. A Uribe no le convencen sus precandidatas María Fernanda Cabal,
Paloma Valencia y Paola Holguín. Quizás las asuma como animadoras del debate
político, esto es, una especie de “bastoneras” que gritan en coro “fuera Petro
y vamos a recuperar el país”. Andrés Guerra viene siendo como una especie de
monaguillo. Uribe no cuenta con él para nada.
Mientras deshojaba las margaritas,
a su finca-prisión llegó quien al parecer sería el candidato presidencial que realmente
convence al “presidente eterno” y exdirector de la Aerocivil: Juan Carlos
Pinzón. Esto dijo el condenado expresidente:
“Me he reunido con el Dr. Juan
Carlos Pinzón. Tengo el más alto concepto sobre él. Trabajó en nuestro
gobierno como representante de Colombia en el Banco Mundial y viceministro de
Defensa. Pido a nuestros compañeros militantes del Centro Democrático
que se supere cualquier prevención porque fue ministro de Defensa en el
Gobierno que me sucedió, que hizo bastante daño a Colombia y también al Dr.
Pinzón. He explicado al Dr. Pinzón la realidad del partido, que tiene
cuatro candidatos que estaban en emulación con el Dr. Miguel Uribe Turbay,
nuestro mártir. También manifesté al Dr. Pinzón que la candidatura del
Centro Democrático tendrá el compromiso de contribuir a una coalición que gane
la elección de 2026 para hacer transición hacia la recuperación
democrática de Colombia. Con el Dr. Pinzón identificamos puntos comunes
fundamentales en seguridad, exigencia de transparencia, impulso al
emprendimiento privado, Estado austero y pequeño y política social”.
Juan Carlos Pinzón Bueno es un
político con poco carisma, monotemático (solo habla de seguridad y bala),
piensa y habla como chafarote y es un admirador de Uribe Vélez, condiciones estas
suficientes para llevar las banderas del uribismo. Ya
veremos qué decisión toma el expresidente, caballista, hacendado y domador de
bestias. Cualquiera sea su ungido, el país sabe que Uribe Vélez gobernará en
cuerpo ajeno como lo hizo con el subpresidente Iván Duque
Márquez y ya sabemos cómo terminó el “gobierno” de Iván
Duque. Lo cierto es que la trayectoria política de Pinzón Bueno no da para
ubicarlo como una persona formada para administrar lo público y mucho menos
conocedor de los problemas del país. Eso sí, se ve arrogante, clasista, racista
y obediente defensor del vetusto Establecimiento. Igualito a Iván Duque.
En las 2 Orillas se publicó en el
2015 un perfil de Pinzón bajo un titular que hoy le debe gustar mucho a Uribe: Juan
Carlos Pinzón, un general sin soles. En la nota periodística se lee
que “Juan Carlos Pinzón nació con los sonidos militares de La Diana en
el hospital militar de Bogotá. Incluso, aprendió a caminar a los
tres años -por allá en 1974- en la sede de la Infantería Mecanizada ‘General
Antonio Nariño’ en Barranquilla, justo cuando su papá, Rafael Pinzón, había
sido trasladado para trabajar en el departamento administrativo de dicha
guarnición. Incluso, el coronel (R) Rafael Pinzón también pasó toda su infancia
en batallones porque su progenitor, Roberto Pinzón, estuvo en el Ejército hasta
finales de 1950. Su abuelo y su padre siempre se vistieron con los camuflados
del Ejército colombiano, imagen con la que creció el ministro de Defensa”.
Álvaro Uribe Vélez y Juan Carlos Pinzón durante la reunión en la que el expresidente destacó coincidencias políticas y abrió la puerta a una posible alianza de cara a 2026 - crédito Álvaro Uribe Vélez/X
Ojo con el nuevo preferido de AUV, no porque tenga un tio preso en USA por narco; sino que está mencionado junto a Pastrana y Moreno en un lío bien oscuro.
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