Por Germán Ayala Osorio
El fútbol, además de ser un espectáculo masivo, es un verdadero clúster empresarial cuya matriz es la Federación Colombiana de Fútbol. Por ser una poderosa máquina de producir dinero los periodistas deportivos quedan obligados a morigerar sus análisis y críticas hacia la Selección de Mayores que por estos días disputa partidos de la Eliminatoria hacia el Mundial de 2026. Más claro: los espacios deportivos para cuestionar a los jugadores y al técnico Néstor Lorenzo no tienen cabida dentro de las secciones deportivas de los noticieros de televisión. Para eso están espacios radiales y televisivos especializados cuyas audiencias están verdaderamente atrapadas por la pasión que les produce el fútbol.
El Gol Caracol es una unidad de
negocio de Noticias Caracol que responde a esos condicionamientos, lo que
obliga a sus periodistas a abandonar toda posibilidad de confrontar a los jugadores,
cuerpo técnico y a la dirigencia misma del fútbol por los resultados negativos
de las últimas jornadas. Lo único que les queda es asumir los juegos del
seleccionado nacional como una “fiesta y oportunidad de negocios”. De ahí que todos estén obligados a sonreír y a
distraer a la audiencia con niños que burlan la seguridad y logran un par de
firmas de sus ídolos; o adultos mayores a los que parece que no les da pena
hacer el oso gritando “Colombia, Colombia, …”.
Para ello echan mano de los
hinchas, en particular de figuras emblemáticas usadas para animar las tribunas,
al tiempo que venden a Barranquilla, la Casa de la Selección, como un envidiable
destino turístico, dejando atrás los problemas de violencia callejera, la corrupción
y los sempiternos arroyos en la ciudad de los Char.
Bajo esas condiciones, no hay
lugar a las críticas por las tres derrotas consecutivas que acumula la
Selección. Por el contrario, todo es optimismo en el equipo de periodistas que
por momentos abandonan ese rol, para servir de animadores oficiales con frases
positivas como “vamos a recuperar la confianza, vamos rumbo al Mundial, es
el momento de unirnos; el jugador número 12 será determinante”. Solo les
falta los bastones y ringletes. Hablan
de todo, menos de fútbol. Se niegan a exponer ideas sobre planteamientos tácticos.
Lo que menos les interesa a los señores del Gol Caracol es que su audiencia
ahonde en los factores futbolísticos que fueron determinantes en los tres
partidos que perdió el combinado nacional o que los aficionados aprendan a
manejar las emociones cuando se gana o cuando se pierde.
La intención del Gol Caracol es
clara: evitar a toda costa las críticas y la “mala leche” por dos razones
fundamentales: la primera, porque al hacerlo perderían los derechos de acceso
al Seleccionado y la segunda, porque el turismo se vería afectado. Se trata de
hacer un periodismo deportivo que resulte funcional a los intereses económicos
que se mueven desde la matriz del clúster.
Mientras que en lo que concierne
al fútbol se evita la “mala leche” y asumir posturas editoriales frente al
negativo desempeño de la Selección de Mayores, en lo relacionado con hechos políticos
el noticiero Caracol apela a toda suerte de estratagemas periodísticas y políticas
para confrontar al gobierno Petro y por esa vía construir realidades catastróficas
alrededor de la salud, el abastecimiento de energía y combustibles. Entre el autocensurado
tratamiento de los hechos del fútbol y el politizado tratamiento de los hechos propios
de la política parece haber una especie de “disonancia editorial y discursiva” en
Noticias Caracol, cuyo eslogan, “del lado de la gente” no recoge a los hinchas
del fútbol. Esa curiosa división se explica por el interés de desinformar y
generar miedos e incertidumbres en las audiencias hasta pocas horas de los partidos
de la Selección como una forma de “calmar los ánimos” que el mismo noticiero se
encargó de caldear con tratamientos sesgados y catastrofistas alrededor de la
crisis del sistema de salud.
gol caracol del lado de la selección - Búsqueda Imágenes
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