sábado, 18 de noviembre de 2023

Postnaturaleza: el fin de un dilema

 

Por Germán Ayala Osorio

 

Los avances tecnológicos y en particular la ciega confianza en que la tecnología pueda resolver o solucionar los problemas ecológicos que actividades productivas- extractivas vienen produciendo en los aún vigentes, resistentes y resilientes ecosistemas naturales- históricos, terminarán por llevar al planeta y al proyecto humano universal, hacia un estadio definitivo: la postnaturaleza. Una vez en ese estadio, las preocupaciones por los ecosistemas, por la Naturaleza, por los daños ocasionados, dejarán de estar en la agenda pública y ya no harán parte de las preocupaciones que hoy tienen ambientalistas moderados y los que se oponen a las lógicas que impulsan el desarrollo económico.

Señalo entonces, que una vez lleguemos a ese estadio de la postnaturaleza, e incluso un poco antes, se advierte la necesidad de desligar la sostenibilidad y al discurso ambiental que ontológicamente devienen conectados a la Naturaleza y al equilibrio ecológico. Y es así porque cuando el ser humano logre transformar totalmente los entornos naturales-históricos, esa sostenibilidad deberá dar cabida al concepto de Viabilidad de un proyecto humano que logró superar el eterno problema de estar, seguir conectado o no a la Naturaleza.

Una vez instalados en ese entorno, serán otras las preocupaciones y los miedos que surgirán para un ser complejo como el humano, hasta que esa misma humanidad logre ser remplazada por máquinas (ciborg), etapa final para una civilización que universalmente sigue atada a una Naturaleza con la que sigue compitiendo, en la perspectiva de quién vence a quién, primero. Una vez logre vencer su resistencia y su hostilidad, entonces el ser humano entrará en una etapa distinta, sin que ello logre invisibilizar una real preocupación: que por efectos de una especie de big ban, esa condición humana como la conocemos hoy, sea eliminada totalmente.

Llegar a ese estadio de postnaturaleza supondrá el absoluto triunfo de la racionalidad económica occidental fruto de la homogeneización cultural lograda por la vía de la globalización. Y por esa vía, terminará, en el mediano plazo, sometiendo, proscribiendo o haciendo desaparecer las ontologías incómodas o inviables, vistas así desde esa perspectiva economicista, como lo son las de los afros, indígenas y campesinos. Finalmente, en esa lucha hemos estado en Colombia y en América Latina desde la llegada de los colonizadores europeos.

Cuando esas resistencias logren ser sometidas o avasalladas totalmente, entonces la inercia de la producción económica y la lógica de la acumulación terminarán consolidando ese nuevo mundo que subyace ya a la post naturaleza.

Una vez en ese estadio, las preocupaciones ecológicas disminuirán drásticamente. Y las ambientales, terminarán erigiéndose en el "nuevo problema" para los seres humanos(máquinas con expresiones humanas), en la medida en que solo quedará por decidir quiénes sobreviven y en qué condiciones. Y es allí en donde surge la categoría de la Viabilidad, en remplazo de lo que hoy conocemos como sostenibilidad y sustentabilidad.  

Es decir, las preocupaciones serán exclusivamente humanas, lo que por supuesto pondrá de presente lo tediosa que pueda resultar la vida humana cuando esta esté supeditada a las relaciones tecnológicas e informáticas, bajo el espectro de la Inteligencia Artificial (IA), de un mundo artificial y artificioso; y peor aún, una vida humana alejada de la noción de lo Natural (de la naturaleza). Noción que desaparecerá para dar paso a entornos simulados en los que será posible re-crear el pasado e incluso, para recordar las viejas discusiones que sobre la sostenibilidad/sustentabilidad el mundo dio en el pasado. Las mismas que serán superadas cuando ya no existan ecosistemas naturales-históricos, sino remedos e instalaciones y hologramas que simularán una neo naturaleza. Sobre ese ya vestigio, habrá que recordar que durante siglos fue asumida por muchos agentes económicos como hostil, de allí la imperiosa necesidad de someterla sin mayores consideraciones ecosistémicas, tal y como lo estamos haciendo hoy.

Ese será el “gran triunfo” de una humanidad que logró, por fin, finiquitar una aparentemente eterna discusión: hacer parte o no de la Naturaleza. En cualquier sentido que se den las señaladas transformaciones, la condición humana siempre estará allí para sorprender por su inteligencia para adaptarse, y de manera concomitante, para exhibir sus problemas para convivir con sus semejantes en condiciones de paz y armonía. Por todo lo anterior, es posible que en ese escenario posible de la postnaturaleza, se logre poner fin al dilema en el que se sostienen las actuales discusiones en torno al desarrollo sostenible, la sostenibilidad y la sustentabilidad.



Imagen tomada de la revista Algoritmo.

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