lunes, 30 de octubre de 2023

ELECCIONES REGIONALES: EN EL TEMA AMBIENTAL, TAMBIÉN PERDIÓ EL GOBIERNO

 

Por Germán Ayala Osorio, Ph D en Regiones Sostenibles

 

Después de la jornada electoral, bien vale la pena poner la atención en temas conexos a la variable política: el medio ambiente, el desarrollo económico, la sostenibilidad, el cuidado y el aprovechamiento de todo lo que brindan los ecosistemas naturales.

De los 32 departamentos que tiene el país, por lo menos 11 tienen un enorme potencial ambiental y ecológico expresado en la existencia de valiosos ecosistemas estratégicos: ríos, selvas, madres viejas, llanuras y cadenas montañosas. Los resultados electorales señalan que los departamentos de Vichada, Putumayo, Guainía y Meta quedaron en manos de fuerzas políticas que se caracterizan porque sus dirigentes le han apostado en el pasado a actividades económicas insostenibles: ganadería extensiva de baja producción, la instalación de monocultivos de palma africana y caña de azúcar para producir etanol para los vehículos y claro está, aquellos que se dedican a cultivos de uso ilícito y a especular con el precio de la tierra. Recientemente, emergió como actor socio ambiental negativo, la comunidad Menonita de Puerto Gaitán (Meta), lo que significa que el factor religioso entra a hacer más compleja la situación de la tierra en zonas biodiversas, por los conflictos de tierras que ya se advierten de tiempo atrás.

Durante las administraciones de Uribe Vélez, Juan Manuel Santos e Iván Duque Márquez, la deforestación creció, así como las señaladas actividades económicas que operaron sin mayores controles de parte de la institucionalidad ambiental, debilitada, especialmente, durante los aciagos 8 años de gobierno del hoy sub judice ciudadano, Álvaro Uribe Vélez (2002-2010).

Para los casos del Vichada, Putumayo, Guainía y Meta los partidos de la U, Liberal, Centro Democrático y Conservador gobernarán dichos territorios de la mano de sus nulas consideraciones ambientales, lo que iría claramente en contravía del objetivo mayor del PND: (re) ordenar el territorio alrededor del agua y por esa vía, apostarle a un desarrollo económico sostenible, bajo una mirada sistémica y no bajo la observancia de garantizar, exclusivamente, las inversiones y el poder político, dejando de lado variables culturales, socio ambientales, paisajísticas, estéticas y ecológicas.

El Pacto Histórico, con otros partidos y movimientos, lograron el control de los departamentos del Amazonas y Casanare. Para este último caso, el control lo comparte con el Partido Verde, colectividad que poco o nada defiende la causa ambiental. Es decir, el Verde es solo la fachada de un inexistente discurso ambientalista. Ese mismo partido gerenciará, de la mano del movimiento político, ASI, y el partido Conservador, el departamento del Guaviare.

Sobre el departamento del Vaupés hay que decir que quedó en manos del Movimiento Gente en Movimiento, agrupación que no se le conoce defensa alguna de asuntos relacionados con la causa ambiental. En lo que corresponde al departamento de Arauca, quedó en manos del Centro Democrático (CD), partido que promueve la ganadería extensiva de baja producción y los monocultivos agroindustriales cuyas lógicas transforman ecológica y paisajísticamente los ecosistemas que suelen intervenir y transformar. La hegemonía de la caña de azúcar en el valle geográfico del río Cauca es el referente de desarrollo de los políticos del CD (uribismo).

En cuanto al departamento del Chocó, este quedó en manos del Partido Liberal, colectividad que en el pasado tampoco ha exhibido preocupaciones por los temas socio ambientales asociados a la protección de la selva chocoana y el ecosistema de manglar.

De la mano de las preocupaciones por el cambio climático, el presidente Gustavo Petro agita un discurso ambientalista que sus copartidarios aún no enarbolan como se esperaría que ocurriera. Bajo este panorama político-electoral, el presidente Petro deberá librar una lucha enconada con las autoridades ambientales locales, contaminadas por el clientelismo, la corrupción, la ineficiencia administrativa y la inoperancia. A lo que se suma la presencia de grupos al margen de la ley que viven de la siembre de coca y del narcotráfico.

Habrá que ver con qué estrategias el gobierno de Petro va a lidiar con la adversidad que supone los departamentos que, con potencial en biodiversidad, quedaron en manos de fuerzas políticas totalmente desconectadas de la causa ambiental.




Imagen tomada de EFEverde

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